Revista
Proceso
# 2039 , a 28 de noviembre de2015...
Génesis
de un “engendro legal”/ ÁLVARO DELGADO
Pese
a los alegatos en contra de senadores del PT, PRD, Morena y algunos del PAN por
considerarla un “engendro legal”, el miércoles 4 la coalición legislativa PRI-PAN-PVEM
aprobó la ley del derecho de réplica. El documento correspondiente es el mismo
que el 6 de diciembre de 2013 aprobaron los diputados, pues no le cambiaron ni
una coma. Lo que sigue, dicen los inconformes, es presentar un recurso de
inconstitucionalidad, lo que preludia un debate similar al que generó la
llamada Ley Televisa.
Nacida de una
iniciativa del exdiputado Arturo Escobar, quien renunció como subsecretario de
Gobernación para
enfrentar cargos de delitos electorales, la ley del derecho de réplica
–suscrita finalmente por el grupo parlamentario del PAN con el aval del PRI y
del PVEM– no sólo fue diseñada “al gusto” de las empresas de radio y
televisión, en detrimento de los medios escritos, sino que va en contra de la
Constitución y los tratados internacionales que en México son también ley
suprema.
Justo
por eso y ante su inminente entrada en vigor, el miércoles 4 de noviembre, los
senadores que votaron en contra de esa ley, a su vez aprobada por la coalición
legislativa PRI-PAN-PVEM, prevén presentar una acción de inconstitucionalidad
ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) para su derogación.
En
lo que puede ser un caso semejante al de la Ley Televisa, que finalmente la
SCJN declaró inconstitucional, senadores de PAN, PRD y Morena tienen ya
prácticamente concluido el recurso contra lo que denominan “un engendro legal”,
pero para presentarlo requieren 43 firmas, ocho más de los 35 legisladores que
votaron en contra.
Y
es que la ley del derecho de réplica, reglamentaria del artículo 6
constitucional, está diseñada para no garantizar en televisión y radio esta
nueva prerrogativa a los ciudadanos; en cambio, a los que más afecta es a los
medios impresos.
“A
los medios impresos los perjudicaron y a la televisión la protegieron”, afirma
el senador del PAN Javier Corral, quien no sólo promueve la acción de
inconstitucionalidad, sino que elabora una iniciativa contra la ley del derecho
de réplica que judicializa la concreción de ese derecho ciudadano.
“Mi
oposición a que no fuera procedimiento judicial tiene que ver con las enormes
posibilidades que el Estado tiene para, vía el Poder Judicial, influir sobre
las libertades de expresión y de información”, expone Corral, tenaz crítico del
contubernio de prominentes políticos con Televisa, incluyendo los de su
partido.
–¿La
ley puede prestarse a maniobras políticas de los poderes?
–Sí,
cuando el Estado quiera empezar a molestar, sí los puede mantener en litigios.
Por eso nosotros no queríamos el procedimiento judicial, queríamos una instancia
administrativa ágil y expedita. El procedimiento judicial, además de ser
engorroso, te puede mantener ocupado todo el año. Ahora hay que trabajar nada
más para contestarles a los abogados.
Esta
ley establece que toda persona tiene derecho a aclarar información difundida en
los medios de comunicación, las agencias de noticias y por los productores
independientes, siempre y cuando los datos o imágenes sean inexactos o falsos y
cuya divulgación le cause agravio.
Este
derecho también lo podrán ejercer partidos políticos y los familiares hasta de
segundo grado de alguna persona fallecida a la que cite el medio de
comunicación. Si el medio no difunde la réplica, el afectado podrá recurrir a
un juez que iniciará un juicio.
Los
medios que no difundan la réplica serán sancionados con multas de 500 a 5 mil
días de salario mínimo y de 5 mil a 10 mil días si se niegan a cumplir la
sentencia del juez.
Lozano:
Contra los impresos
En
el debate sobre el tema, en la sesión del 13 de octubre, el senador Javier
Lozano, panista como Corral, pero apegado a los intereses del sector
telecomunicaciones y de Televisa, afirmó que la ley del derecho de réplica
aplica a todos los medios, sean escritos, electrónicos, digitales y “los que se
vayan sumando en el futuro”.
Pero
subrayó: “Algo muy importante, y quizás también por eso a algunos medios de
comunicación no les gusta la idea de que venga esta legislación: ¿Por qué?
Porque van a tener que ocupar el mismo espacio y formato para tener la réplica
cuando ésta proceda.
“No
que nos mandan a la página 49, en unas letritas chiquitas, y dicen: ‘ya
cumplimos con la réplica’, y todavía viene la contestación, la nota del
columnista o la nota del reportero, a argumentar nuevamente, y ahí murió la
cosa. ¡No señores, ahora sí van a tener que publicar en el espacio concreto en
el que publicaron la información inexacta!”
`El
derecho de réplica, afirmó, también está garantizado en la televisión y aun en
los programas en vivo:
“Bueno,
se quejan algunos de que se tiene que ejercer ante los medios de comunicación
el derecho de réplica. Bueno, ¿pues ante quién querían? ¿Ante el Papa o qué?
Pues es obvio que tiene que ser ante el medio de comunicación, y si el medio de
comunicación no atiende directamente este reclamo, entonces se va directamente con
un juez, que en un juicio sumario, absolutamente expedito, ágil, va a resolver
lo conducente, si procede o no la réplica, y en su caso, inclusive la
imposición de una sanción de carácter administrativo”.
Y
añadió: “Había quien decía: ¿Y por qué no le damos primero la instancia a
Gobernación? Sí, cómo no, o a la Secretaría de Educación Pública. Ponerlos en manos del gobierno para
el ejercicio del derecho de réplica. Es absurdo. Entonces, directamente con el
medio. No atiende, vámonos rapidito a un juicio sumario con el Poder Judicial”.
Otro
político identificado con la televisión, Carlos Alberto Puente Salas,
coordinador de los senadores del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) –su
flamante presidente nacional–, se quejó de que los opositores critiquen la
información difundida por la televisión, pero no de los medios impresos.
“Pero,
claro, no hablan de esos medios que también les acomodan a algunos a modo
muchas de esas notas, de esa información. Así, el instituto político hubiera
sido otra historia en el pasado proceso electoral si nos hubieran dado
verdaderamente el derecho de réplica que diario nos aplicaban más de un medio
impreso.” (sic)
Por
el Partido Revolucionario Institucional (PRI) defendió el dictamen el poblano
Ricardo Urzúa Rivera, amigo del exgobernador Mario Marín y dueño de una flota
de taxis aéreos, porque “si no todos, la gran mayoría de los que ejercemos la
carrera política hemos sido víctimas de calumnias”.
Argumentó:
“Yo comento que en alguna ocasión pedí un derecho de réplica en un medio
escrito. Cuando lo pusieron en primera plana, y el derecho de réplica se dio en
la página número 28 con letras bien pequeñas. Y eso es una desventaja para
todos los mexicanos.
“Todos
los medios de comunicación tienen el gran poder de tener en los medios de
comunicación, digamos, tienen el poder de los tiempos aire y los tiempos que
ellos manejan, digamos, a su conveniencia. Muchos de ellos son pagados.” (sic)
A
la medida de Televisa
En
un largo debate en el Senado, en el que la mayoría integrada por el PRI, el PAN
–salvo ocho senadores que votaron en contra– y el PVEM no permitió la
modificación del dictamen, la oposición afirmó que desde su origen la ley del
derecho de réplica estaba hecha al gusto de las televisoras.
Y
es que, en efecto, la iniciativa que generó esta ley fue la que presentó, el 22
de mayo de 2013, el entonces diputado federal Arturo Escobar, quien era el
máximo dirigente del PVEM y quien, el pasado miércoles 25, renunció como
subsecretario de Gobernación para responder por delitos electorales.
La
iniciativa de Escobar, presentada ante la Comisión Permanente, es la base de la
ley aprobada por la Cámara de Diputados, el 6 de diciembre de 2013, que sin
cambiar una coma fue aprobada por los senadores, el pasado miércoles 4 de
noviembre.
No
hubo argumento que disuadiera a la coalición PRI-PAN-PVEM, que al final impuso
lo que el PRD calificó como una ley inconstitucional, inequitativa, ambigua y a
favor de los intereses de los medios de comunicación, sobre todo radio y
televisión.
Luis
Sánchez aseguró que la ley deja “ahogada a la réplica en el mar de formulismos
leguleyos de los tribunales civiles, federales de nuestro país”, mientras que
Fernando Mayans aseveró que el dictamen no establece un equilibrio y
armonización entre la libertad de expresión, el derecho a la información y el
derecho de réplica.
Por
el contrario, obstaculiza el ejercicio pleno de la ciudadanía a rectificar
información falsa o inexacta por parte de los medios de comunicación que afecte
la esfera privada de las personas.
“El
dictamen establece requisitos que constituyen una carga procesal para el
afectado y no para el medio de comunicación; toda vez que lo obliga a probar
ante el juez la falsedad y el perjuicio que dicha información le hubiera
ocasionado”, subrayó.
Mario
Delgado, de Morena, aseguró a su vez que el derecho de réplica es en realidad
un derecho de súplica, porque la reglamentación, en vez de limitar los abusos
de los medios de comunicación contra los individuos, acotar su intervención
interesada a favor de ciertos partidos políticos, hace nugatorio ese derecho al
judicializarlo.
“El
propósito final de esta ley debería ser la protección del derecho humano, del
derecho esencial, el derecho de réplica sobre el enorme poder de las
televisoras (pero es) una ley tramposa para evitar que se garantice este
derecho constitucional.”
En
su oportunidad, Alejandro Encinas adelantó que existe materia para llevar el
caso a la SCJN, porque se violentó todo lo establecido en el artículo Sexto
constitucional y otros, ya que la ley hizo nugatorio el derecho de réplica.
De
entrada establece que si la televisión, radio o algún medio impreso se niegan a
dar la posibilidad de respuesta o rectificación ante una información falsa,
inexacta o calumniosa, el afectado puede acudir a un proceso judicial.
Sin
embargo, el medio puede apelar el fallo y presentar un amparo, lo que puede
prolongar el juicio por meses y hasta por años.
Más
aún, expuso, en el artículo 5 se plantea de manera genérica y amplia el
concepto de “crítica periodística” para la cual debe estar sujeto el derecho de
réplica, sin precisar siquiera los géneros periodísticos, informativos y de
opinión.
“Y,
por eso, lo que estamos planteando es que el artículo 5, cuando dice: ‘la
crítica periodística’ se adicione: ‘en los géneros informativos’, para que no
quede ninguna ambigüedad y se abarque todos los conceptos que se refieren a los
géneros informativos, sean motivo de este ejercicio por parte de los
ciudadanos.”
En
su turno, Manuel Bartlett, del PT, afirmó que la ley no favorece a los
ciudadanos, sino “a Televisa, a TV Azteca y a sus secuelas. El diseño está
construido para que los medios no respeten la réplica”.
Esta
ley, dijo, “amputa” el contenido del derecho de réplica y la deja sólo como
rectificación, por lo que es contraria al artículo primero constitucional y al
14 de la Convención Americana de los Derechos Humanos, y puso como ejemplo el
caso de Colombia.
“En
el derecho comparado en Colombia se señala por la Corte Constitucional de ese
país la diferencia entre rectificación y réplica. La rectificación es por la
divulgación e información errónea o inexacta; la réplica por cualquier
afirmación que atienda con las personas, incluyendo, obviamente, su buen nombre
y reputación. Eso lo amputa y deja nada más en cuestiones erróneas o
inexactas.”
Al
igual que lo hicieron otros legisladores que votaron en contra, la ley también
le da la carga de la prueba al ciudadano y no al medio, y los grupos sociales
sin personalidad jurídica no tienen derecho a promover la réplica, porque un
requisito para promoverla es tener personalidad jurídica.
“El
ciudadano tendrá que litigar con Televisa y TV Azteca. El ciudadano tendrá que
pagar a su costa la defensa de su honor, el tiempo necesario, ¿cuántos
ciudadanos podrán hacerlo? Es una burla, es por tanto el ejercicio un derecho
para los poderosos y no para el ciudadano común.”
Bartlett
se dirigió a sus compañeros senadores: “Piensen en ustedes, piensen en su
futuro, los van a hacer pedazos. Pregúntenle a Creel qué le pasó. Nosotros hace
30 años litigamos contra Televisa, le ganamos en la Suprema Corte en aquellos
tiempos, y todavía siguen vengándose cada día de esa afrenta”.
Recordó
que Ricardo Salinas Pliego se apoderó de TV Azteca “sin siquiera pagar nada por
ella, asociado a Salinas de Gortari”, y por eso él es sujeto de crítica, y
subrayó:
“Si
ustedes votan hoy esta violación total a la Constitución a las normas
internacionales, y se someten a Televisa y a TV Azteca, ¿qué es lo que van a
hacer? Lo van a pagar, se los aseguro, lo van a pagar: no van a ser respetables
ni en su casa.”
Pero
se aprobó. l
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