México:
por primera vez un Papa en Palacio Nacional/Aandrés Beltramo Alvarez.
- Francisco
será el primer Papa de la historia en ser recibido en la histórica sede oficial
del gobierno de la República, durante su visita al país prevista del 12 al 18
de febrero de 2016
Foto de AFP. Fieles
guadalupanos en México
Vatican Insider, 14/12/2015
México
tiene una antigua y arraigada historia de laicismo. Pese a ser una de las
naciones con mayor número de católicos en el mundo, recién en 1992 restableció
sus relaciones diplomáticas con el Vaticano. Así, cuando Juan Pablo II visitó
el país por primera vez en 1979, el presidente de entonces -José López
Portillo- lo recibió en el aeropuerto de la Ciudad de México y sin honores de
jefe de Estado. Mucho ha pasado desde entonces.
Francisco
se apresta a visitar el país en febrero de 2016. Él romperá un tabú laicista:
será el primer Papa de la historia en ser recibido en el Palacio Nacional, la
sede del Poder Ejecutivo del país. El embajador mexicano ante la Santa Sede,
Mariano Palacios Alcocer, revela ese y otros detalles de la próxima gira internacional
de Francisco.
-¿Cómo
recibe el anuncio del viaje papal a México?
Con
una enorme satisfacción, mucho entusiasmo y la preocupación derivada de una
responsabilidad de tal magnitud. Desde el inicio de su pontificado el Papa fue
invitado por el presidente Enrique Peña Nieto, esta invitación fue reforzada en
junio de 2014. La Conferencia del Episcopado Mexicano lo hizo desde aquellas
mismas fechas. Hay una gran expectativa pastoral en la población católica
mexicana, como desde el punto de vista de la recepción de un jefe de Estado en
el ámbito de las relaciones diplomáticas de México y la Santa Sede, que ya muy
pronto cumplirán 25 años.
-¿Será
poco tiempo para terminar de organizar la visita?
Realmente
contar con escasos dos meses es poco tiempo, pero también existe una
experiencia probada con seis visitas apostólicas anteriores. Muchos de los
actores que han participado por parte de la Santa Sede son los mismos, y siendo
instituciones estables las de México, nos permiten echar mano de este conocimiento
para aprovechar al máximo un tiempo récord de 60 días en los cuales se
atraviesan las fiestas navideños.
-¿México
está preparado para la movilización de millones de personas en varias de sus
ciudades?
El
punto de anclaje de la presencia del santo padre será la Ciudad de México y él
hará viajes radiales al Estado de México, a Chiapas, Michoacán y Chihuahua.
Habrá grandes movilizaciones, trayectos por tierra, concentraciones
importantes, visitas a lugares específicos con significados importantes como un
hospital infantil y una cárcel, o los actos en Palacio Nacional y la Basílica
de Guadalupe. Todas las áreas del país se sentirán reconocidas con la visita
del Papa.
-México
será el país con más ciudades visitadas por este Papa, ¿cómo valoran ese gesto?
Además,
el paso por México será un viaje específico. Estas dos connotaciones, sumado a
que se dará durante el Año de la Misericordia, nos hace a los mexicanos sentir
que es una distinción del Papa ir una semana sólo a nuestro país. El que visite
las fronteras norte y sur, además del centro, que tenga una agenda tan intensa
es un compromiso aún mayor.
-La
agenda tan intensa y la visita a varios estados implica un desafío logístico y
de seguridad, ¿México está listo para garantizar estos aspectos?
El
gobierno mexicano dispone de instituciones bastante probadas en esta materia,
el Estado Mayor Presidencial tiene una larga historia de disciplina y eficacia
fuera de duda. Ellos han venido trabajando ya, en contactos previos, con el
responsable de la organización de los viajes papales, Alberto Gasbarri, como
con el comandante de la Gendarmería Vaticana, Domenico Gianni, para que toda la
logística de seguridad, de desplazamientos, de vehículos, de helicópteros y de
aviones que se habrán de requerir sean considerados. Lo mismo ocurrirá con los
papamóviles que se necesitarán; el santo padre visitará lugares tan distantes
que sería imposible contar con un solo vehículo. Un elemento adicional es la
filosofía de su santidad, que procura tener una gran proximidad y cercanía con
la gente, lo cual implica un ejercicio de inteligencia, de cuidado, de
logística más depurado.
-La
agenda habla de los intereses y los deseos del Papa, ¿cómo valoran ustedes que
sea tan amplia y toque lugares tan emblemáticos para el país?
Nosotros
advertimos que tendrá un primer encuentro con las autoridades y entonces será
una visita oficial. Será el primer pontífice que será recibido por un
presidente en el Palacio Nacional, esto es un hecho que tiene un tono y un peso
institucional específico, porque el gobierno civil recibirá en el asiento de
los poderes públicos al representante del Estado Vaticano que, al mismo tiempo,
es el jefe de la Iglesia católica universal.
Un
segundo encuentro importante lo tendrá en la catedral con el episcopado mexicano,
con las cabezas de las diversas diócesis, y el evento central es la misa en la
Basílica de Guadalupe que es el centro de mayor religiosidad del Continente
Americano y el templo más visitado del mundo, incluso por encima de San Pedro
en Roma.
Habrá
una reunión con el mundo de la cultura donde se tratarán los temas de la
ciencia y la fe, habrá un encuentro con las familias y con indígenas, en
Chiapas; con la vida consagrada y jóvenes en Michoacán; abordará el tema del
trabajo y la economía en Chihuahua. Se prevé que el Papa tenga 13
intervenciones públicas entre homilías, salutaciones y discursos. Por lo tanto
los diversos temas de la agenda pastoral y las diversas realidades sociales de
México seguramente serán tratadas.
-¿Cuál
es la expectativa a nivel institucional?
Para
el gobierno es una visita de un altísimo nivel. Se trata de un líder religioso
con un amplio consenso global, de un líder político que ha intervenido
diplomáticamente para distender el gran conflicto de medio siglo entre Cuba y
Estados Unidos, que ha tenido una presencia muy importante en Sudamérica en
estos casi tres años de pontificado y que tiene una agenda social muy cercana
con las preocupaciones mayoritarias del pueblo de México.
Él
tiene un discurso muy claro sobre los migrantes, pobres, marginados, indígenas,
mujeres, enfermos, en contra del armamentismo y a favor de la dignidad humana.
De modo que existe una enorme expectativa por escuchar el mensaje del Papa, que
analizará temas globales y que escuchará –como ha sido su costumbre- los
planteamientos y las preocupaciones de los pueblos que visite.
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