15 feb 2016

Servicio religioso inédito!

Li smantal Kajvaltike toj lek – la ley del Señor es perfecta del todo y reconforta el alma, así comenzaba el salmo que hemos escuchado. La ley del Señor es perfecta; y el salmista se encarga de enumerar todo lo que esa ley genera al que la escucha y la sigue: reconforta el alma, hace sabio al sencillo, alegra el corazón, es luz para alumbrar el camino.

 Antes de despedirse, Jorge Mario Bergogluio pidió, como suele hacer: “por favor les pido no se olviden de rezar por mí”. Hubiera sido muy bueno que lo hubiera dicho en Tzotsil, pero es mucho pedir.
En el servicio religioso se emplearon cinco idiomas: TZeltal, Ch´ol, Tojolabal, Zoque y Tzotsil, ésta última es la lengua nativa más hablada en Chiapas y la que usó el papa al inicio de su homilía. 
La primera lectura fue leída en Ch´ol, el salmo en Tzotsil y castellano, el Evangelio en Tzeltal y el Padre Nuestro fue cantado en Tzotsil. 
Además Al final de la Misa, el Papa entregó el decreto de autorización del uso de lenguas indígenas en la liturgia.
 Según datos oficiales, para la celebración se repartieron 100 mil boletos totalmente gratuitos, de los cuales 10.00 fueron a parar a las comunidades indígenas locales y 7,600 para etnias de todo el país.
 El servicio religioso contó con un coro de 350 niños tzotsil de la comunidad de Acteal y unos 200 mariachis tzotsiles, así como dos bandas de niños de la comunidad mixe de Oaxaca.

Junto a todos ellos, un cantante Reyli Barba, interpretó “Qué bueno que llegaste” en tsotsil, dedicada al Papa y preparada en el Encuentro Nacional con Indígenas de octubre de 2015.

 Parte de la música fue interpretada por tres grandes marimbas tocadas por cuatro mujeres y cuatro hombres cada una.
 El altar dispuesto para la ocasión es una reproducción de la catedral de San Cristóbal y en él se han podido comprobar la belleza de los ornamentos litúrgicos preparados por los indígenas con sus típicas decoraciones geométricas de pirámides, flores, animales, etc.
El papa  utilizó una Mitra, casulla y el báculo con motivos indígenas y en lugar de usar el incensario común empleó un sahumerio de barro.
 La homilía
 En el inicio de la homilía, el Pontífice recordó lo que decía el salmo responsorial que se proclamó en la celebración, “la ley del Señor es perfecta”. “Esa es la ley que el Pueblo de Israel había recibido de mano de Moisés, una ley que ayudaría al Pueblo de Dios a vivir en la libertad a la que habían sido llamados”, indicó.
Francisco alabó a la relación que los pueblos indígenas tienen con la naturaleza y recordó que muchas veces no han sido comprendidos por la sociedad.
Antes de concluir la Eucaristía se realizó una alegre danza ritual que fue acompañada por todos los asistentes con alegría y sobriedad.
Después de la Misa y antes de abandonar el lugar, algunos representantes de las comunidades indígenas agradecieron a Francisco su cariño y atención.
 “Gracias por la confianza de estar con nosotros, por aumentar nuestra fe en Dios, por la forma en que nos enseñas. Aunque muchas personas nos desprecian, tú has querido visitarnos y nos has tomado en cuenta, como la Virgen de Guadalupe a San Juan Dieguito”, dijeron.
 Como regalo le dieron la Biblia traducida al tzeltal y tzotsil.
 Antes de despedirse, el Santo Padre pidió, como suele hacer: “por favor les pido no se olviden de rezar por mí”.
Hubiera sido muy bueno que lo hubiera dicho en Tzotsil

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