En
diversas citas de su exhortación apostólica se notó la influencia de la
literatura latinoamericana en el Papa Francisco, quien ha incluido en el
documento magisterial peculiares notas e incluso la referencia a una película
AP
Un
homenaje a tres grandes de la literatura latinoamericana: Octavio Paz, Mario
Benedetti y Jorge Luis Borges. Francisco apeló a las obras de estos famosos
autores para ilustrar “Amoris Laetitia”, su más reciente exhortación apostólica
sobre la familia. Echó mano de la poesía y, con ello, dotó de realismo a un
documento eclesiástico destinado a llegar más allá de las fronteras de la
Iglesia.
En
los 325 números y casi 270 páginas de su edición en español, “La alegría del
amor” incluyó 391 notas. Referencias previsibles a los padres de la Iglesia,
teólogos medievales y modernos. Los santos León Magno, Agustín, Domingo,
Roberto Bellarmino, Juan de la Cruz e Ignacio de Loyola. Y Santo Tomás de
Aquino, citado 19 veces en total.
Tampoco
son pocos los apuntes a documentos magisteriales como la “Familiaris Consortio”
de Juan Pablo II, la “Deus Caritas Est” de Benedicto XVI, “Humanae Vitae” de
Pablo VI, “Casti Connubi” de Pío XI y Mystici Corpori de Pío XII. Además del
Catecismo de la Iglesia Católica y diversos escritos de conferencias
episcopales. Así como los religiosos Teresa de Lisieux y Antonin
Sertillanges.
Pero
algunas citaciones fueron en otra dirección. Con la presencia de personajes
inesperados como el activista estadounidense Martin Luther King, el dramaturgo
francés Gabriel Marcel, el filósofo de origen judío alemán Erich Fromm, además
el pastor protestante y teólogo luterano adscrito a la resistencia antinazi,
Dietrich Bonhoeffer.
Y
un espacio especial tuvieron las citas a los artistas latinoamericanos. A
Borges el pontífice lo mencionó al inicio del capítulo 1 titulado “A la luz de
la palabra”. Ahí tomó un pasaje del poema “Calle desconocida”, parte del libro
“Fervor de Buenos Aires”.
“Las
dos casas que Jesús describe, construidas sobre roca o sobre arena, son
expresión simbólica de tantas situaciones familiares, creadas por las
libertades de sus miembros, porque, como escribía el poeta, «toda casa es un
candelabro»”, indicó.
En
el capítulo cuatro, dedicado a “el amor en el matrimonio”, referenció el ensayo
“La llama doble” del autor mexicano Octavio Paz. Abordando el tema de la
educación de los hijos, precisó: “La cortesía «es una escuela de sensibilidad y
desinterés», que exige a la persona «cultivar su mente y sus sentidos, aprender
a sentir, hablar y, en ciertos momentos, a callar»”.
Mientras
del poeta y dramaturgo uruguayo, Mario Benedetti, Bergoglio directamente tomó
un paso de su famosa poesía “Te quiero”:
“Tus manos son mi caricia mis acordes
cotidianos
te
quiero porque tus manos trabajan por la justicia. Si te quiero es porque sos
mi
amor mi cómplice y todo
y
en la calle codo a codo somos mucho más que dos”.
El
impacto latinoamericano también se notó en algunos documentos de conferencias
episcopales citados en la exhortación. Aunque el Papa también tomó reflexiones
de obispos de España, Corea, Australia, Italia y Kenia. Pero otras tantas notas
vinieron de textos latinoamericanos, el más importante de ellos es el documento
final de la asamblea continental de Aparecida, en 2007.
“Notamos
las graves consecuencias de esta ruptura en familias destrozadas, hijos
desarraigados, ancianos abandonados, niños huérfanos de padres vivos,
adolescentes y jóvenes desorientados y sin reglas”, indicaron los obispos argentinos
en su “Navega mar adentro” de 2003. “La violencia intrafamiliar es escuela de
resentimiento y odio en las relaciones humanas básicas”, aportaron los prelados
de México con su “Que en Cristo nuestra paz México tenga vida digna” de 2009. Y
“liberar en nosotros las energías de la esperanza traduciéndolas en sueños
proféticos, acciones transformadoras e imaginación de la caridad”, indicaron
los colombianos, en un escrito de 2003. También hubo lugar para la cita de “La
vida y la familia: regalos de Dios para cada uno de nosotros” de la Conferencia
Episcopal de Chile (2014).
Esta
multiplicidad de citas es ya una marca registrada de Francisco. Las incluyó en
la exhortación “Evangelii Gaudium” y en la encíclica “Laudato Si”. Ahora en
“Amoris Laetitia” también habló de una escena del filme “La fiesta de Babette”,
que él mismo ha dicho varias veces que recuerda con apreció.
Al
Papa le impactó el personaje de la generosa cocinera que recibe un abrazo
agradecido y un elogio: “¡Cómo deleitarás a los ángeles!”. Ante tal frase, el
líder católico no dudó en escribir: “Es dulce y reconfortante la alegría de
provocar deleite en los demás, de verlos disfrutar. Ese gozo, efecto del amor
fraterno, no es el de la vanidad de quien se mira a sí mismo, sino el del
amante que se complace en el bien del ser amado, que se derrama en el otro y se
vuelve fecundo en él”.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario