8 abr 2016

El papa rinde un homenaje a su paisano Jorge Luis Borges

EXHORTACIÓN APOSTÓLICA POSTSINODAL AMORIS LAETITIA DEL PAPA FRANCISCO

8. La Biblia está poblada de familias, de generaciones, de historias de amor y de crisis familiares, desde la primera página, donde entra en escena la familia de Adán y Eva con su peso de violencia pero también con la fuerza de la vida que continúa (cf. Gn 4), hasta la última página donde aparecen las bodas de la Esposa y del Cordero (cf. Ap 21,2.9). Las dos casas que Jesús describe, construidas sobre roca o sobre arena (cf. Mt 7,24-27), son expresión simbólica de tantas situaciones familiares, creadas por las libertades de sus miembros, porque, como escribía el poeta, «toda casa es un candelabro» Jorge Luis Borges, «Calle desconocida», en Fervor de Buenos Aires, Buenos Aires 2011, 23.

 “Toda casa es un candelabro” es el verso del poema “Calle desconocida” escrito en Fervor de Buenos Aires. 
El texto tiene varias referencias a la historia bíblica de Jesús, pese a que Borges era agnóstico.
Calle desconocida
“Penumbra de la paloma
llamaron los hebreos a la iniciación de la tarde
cuando la sombra no entorpece los pasos
y la venida de la noche se advierte
como una música esperada y antigua,
como un grato declive.
En esa hora en que la luz
tiene una figura de arena,
di con una calle ignorada,
abierta en noble anchura de terraza,
cuyas cornisas y paredes mostraban
colores blandos como el mismo cielo
que conmovía el fondo.
Todo -la medianía de las casas,
las modestas balustradas y llamadores,
tal vez una esperanza de niña en los balcones-
entró en mi vano corazón
con limpidez de lágrima.
Quizá esa hora de la tarde de plata
diera su ternura a la calle,
haciéndola tan real como un verso
olvidado y recuperado.
Sólo después reflexioné
que aquella calle de la tarde era ajena,
que toda casa es un candelabro
donde las vidas de los hombres arden
como velas aisladas,
que todo inmediato paso nuestro
camina sobre Gólgotas”.
Fervor de Buenos Aires fue la primera obra poética de Borges y data de 1923.  Jorge Mario Bergoglio conoció a Borges hacia 1965, cuando el escritor era afamado mundialmente y el ahora papa, sólo un sacerdote jesuita de 25 años.

Si bien no fueron amigos, Francisco tuvo la posibilidad de mantener una relación fluida con Borges a quien invitaba a realizar clases extraordinarias a sus alumnos de quinto año. Hoy, el papa le hizo un homenaje a  su paisano..

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