Semana, # 1771, 10 de Abril de 2016
El
tsunami de los ‘Panama Papers’
Hasta
dónde puede llegar el escándalo por estas revelaciones y qué repercusiones
puede tener.
Panama
Papers: hasta dónde llegará el escándalo
El presidente Juan Carlos Varela afirmó que “los mal llamados” Papeles de Panamá no son un problema de su país, sino de muchos otros cuyas estructuras son todavía vulnerables para ser usadas en actividades ilícitas.
Ramón Fonseca, el cofundador del despacho de abogados, ojo del escándalo, dice que todo es legal. De paso afirmó que está decepcionado con el periodismo de investigación moderno. En varios países hubo protestas, tras las revelaciones que hizo el consorcio de periodistas internacionales. En Islandia provocaron la renuncia del primer ministro.
El presidente Juan Carlos Varela afirmó que “los mal llamados” Papeles de Panamá no son un problema de su país, sino de muchos otros cuyas estructuras son todavía vulnerables para ser usadas en actividades ilícitas.
Ramón Fonseca, el cofundador del despacho de abogados, ojo del escándalo, dice que todo es legal. De paso afirmó que está decepcionado con el periodismo de investigación moderno. En varios países hubo protestas, tras las revelaciones que hizo el consorcio de periodistas internacionales. En Islandia provocaron la renuncia del primer ministro.
La
filtración de millones de documentos privados de la firma panameña de abogados
Mossack Fonseca desató un tsunami de tales proporciones que sacudió a todo el
planeta. Monarcas, jefes de Estado, gobernantes, políticos, escritores,
estrellas del deporte y la farándula y miles de empresas que figuraban como
clientes de este bufete saltaron a la picota como posibles evasores de
impuestos o, en algunos casos, como sospechosos de ilícitos aún más graves.
Panamá, por su parte, quedó expuesta ante el mundo como el país que se presta
para que ricos y poderosos oculten su riqueza o aprovechen su opacidad.
La
reacción global frente a esta revelación fue enérgica, pues desde la crisis
financiera de 2008 el mundo le viene cerrando el cerco a los paraísos fiscales.
Y con este escándalo, para muchos quedó en evidencia que el país
centroamericano es un obstáculo en esta lucha por la transparencia.
La
información filtrada dejó claro que la privacidad en los negocios se está
acabando en la era de las redes sociales y los hackers anónimos. Estaba contenida
en más de 11 millones de documentos –facturas, correos y reportes de
operaciones comerciales–, llegó al diario alemán Süddeutsche Zeitung, y fue
divulgada además por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación
(ICIJ, por sus siglas en inglés). Paradójicamente, alguien logró desentrañar lo
que ha sido impenetrable para las autoridades. Y sin que aún se conozcan sus
razones, decidió ventilarle al mundo la información.
Aunque
no todos los que han quedado al descubierto en este escándalo son evasores o
incurrieron en actos ilegales o indebidos, las autoridades de cada país han
anunciado que investigarán a los mencionados, aunque se sabe que no podrán usar
como prueba los datos destapados, pues no fueron obtenidos legalmente.
La
documentación hace referencia, con detalles, a 14.000 clientes de Mossack
Fonseca que usaban compañías offshore creadas en Panamá y en otras
jurisdicciones como Islas Vírgenes. Estas sociedades, que son herméticas para
las autoridades o quien quiera investigar, quedaron en el ojo del huracán.
Cabe
señalar que una empresa offshore,aquella que está registrada en un país
diferente al cual el beneficiario tiene su actividad económica principal, no es
en sí misma ilegal. Se pueden usar legítimamente por razones de seguridad, para
reducir costos en sucesiones, tener mayor eficiencia tributaria o para
facilitar el comercio internacional. El problema, es decir la ilegalidad, se
presenta cuando el beneficiario de una de estas sociedades la usa como
mecanismo de evasión fiscal en su respectivo país o para otros propósitos
ilícitos, como lavar dinero o financiar el terrorismo.
Según
la investigación de ICIJ, la firma Mossack Fonseca, constituida en los años
ochenta, es experta en crear sociedades offshore. Se considera que es el cuarto
mayor bufete del mundo especialista en estos servicios. Ellos han negado
facilitar los ilícitos. “Nada en los documentos filtrados sugiere que se haya
hecho algo malo o ilegal. Nosotros no ofrecemos soluciones cuyo objetivo sea
ocultar ilícitos como la evasión de impuestos”, manifestó el bufete en un
comunicado en su página de internet.
Ramón
Fonseca Mora, abogado de la firma, quien hasta hace poco fue ministro consejero
de la Presidencia de Panamá, dijo en varias declaraciones que puede ser
probable que alguna de las estructuras jurídicas creadas por el bufete puede
haber cometido algún ilícito. Pero “si un carro atropella a una persona, la
fábrica del carro no es culpable”, afirmó en una de las entrevistas.
La
realidad es que, mientras la firma de abogados da explicaciones, en el mundo
crece la indignación, porque algunos ciudadanos poderosos y grandes compañías
tratan de evadir impuestos o tributar menos, mientras otros sí tienen que
pagar.
El
impacto inicial del escándalo se sintió en Islandia con protestas que
provocaron la renuncia del primer ministro, David Gunnlaugson, vinculado en los
documentos de Panamá (ver recuadro). En otros países también hubo reacciones.
El ministro francés de Finanzas anunció que su país volvió a incluir a Panamá
en su lista de refugios fiscales con todas las consecuencias que ello implica.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, señaló que la “evasión de
impuestos es un gran problema mundial” y Ángel Gurría, secretario general de la
Ocde, fue aún más enérgico y señaló que Panamá es “el último gran reducto que
sigue permitiendo que fondos sean ocultos (sic) para las autoridades fiscales y
policiales”.
El
gobierno de Panamá se declaró indignado y atacado. El presidente Juan Carlos
Varela afirmó que defenderán con fuerza la imagen internacional de su país y
advirtió que vienen haciendo grandes reformas para “hacer cada vez más sólidos
y transparentes los servicios financieros y legales de Panamá”. La preocupación
en el istmo no es para menos. Después del negocio que genera el canal, la industria
más importante de Panamá es la financiera. Y todavía nadie sabe cuál va a ser
el epílogo de este escándalo en la fuga de capitales de ese país.
Coletazo
en Colombia
Los
Papeles de Panamá constituyen la mayor filtración de la historia y tocaron a casi
todo el planeta. Según el portal Connectas, socio del Consorcio Internacional
de Periodistas de Investigación, unos 850 colombianos están vinculados con las
pesquisas.
El
periodista Carlos Huertas, director de Connectas, quien lidera el tema en Colombia,
asegura que entre los clientes de la firma figuran personas reconocidas en la
vida empresarial, social y política del país. Aclara que, dada la reserva
tributaria, no hay forma de acceder al registro de contribuyentes de Colombia
para contrastar la información encontrada en los documentos que llegaron al
diario alemán.
Hasta
el momento, Connectas ha decidido revelar algunos pocos nombres de la lista de
colombianos. Según Huertas, los seleccionaron con el criterio de que son
personas que han tenido responsabilidades públicas o que desde sus actividades
privadas tienen alta cercanía con el poder.
En
la lista divulgada figuran los negociadores de Colombia en los acuerdos de paz
Humberto de la Calle y Frank Pearl; el exalcalde de Sincelejo Jesús Antonio Paternina;
los hermanos costeños Hernán y David Maestre Castro; el exministro de Hacienda
Alberto Carrasquilla; el exsuperintendente Fi-nanciero Augusto Acosta; el
actual ministro plenipotenciario de la embajada de Colombia en Washington,
Andrés Florez; el parlamentario Alfredo Ramos Maya; el catedrático
universitario Roberto Hinestrosa Rey; el abogado y político Camilo Gómez, quien
aparece como el fundador de Mossack Fonseca en Colombia; el consultor Miguel
Silva y los empresarios Carlos Gutiérrez Robayo, Luis Alberto Ríos Velilla y
Juan Samy Merheg Marún.
Los
mencionados dieron sus explicaciones al mismo portal. La mayoría afirmó que el
régimen colombiano permite a sus ciudadanos y residentes tener activos e
inversiones en el exterior, reportadas y registradas debidamente, lo que
incluye el pago de impuestos. Otros contestaron que tienen sociedades en Panamá
por razones de seguridad, pero que están constituidas legalmente. Algunos
negaron tener vínculos con las empresas descritas y hubo quienes afirmaron que
las sociedades fueron creadas en el pasado pero hoy no están activas.Es difìcil
saber cuáles de estas explicaciones son reales y cuáles no, pues la veracidad
de las mismas solo se podría establecer con base en información sobre las
cuentas de banco y las declaraciones de renta, ninguna de las cuales está
disponible.
El
escándalo de los Papeles de Panamá es absolutamente necesario pero tiene algo
de injusto. Es necesario porque Colombia históricamente es un país donde la
evasión ha sido rampante. Esto obedece a varios factores, uno de los cuales es
el de los altos impuestos que no están asociados a la generación de ingresos
sino a la posesión de activos que no necesariamente generan renta. Es decir el
predial, el impuesto a la riqueza y la renta presuntiva. El monto de estos
tiene agobiados a los colombianos, quienes no ven en la calidad de los
servicios que presta el Estado la retribución de esos pagos.
Pero
esta cultura de evasión no puede mantenerse indefinidamente y este escándalo va
a cerrarle el cerco a esos paraísos y va a ayudar a ubicar a los evasores y
capturar a los lavadores.
Pero
así como en Panamá hay centenares de personas y empresas–quizá la mayoría- que
evaden impuestos, en un escándalo como el de la semana pasada con frecuencia
caen justos por pecadores. Igualmente hay muchas personas y empresas muy
importantes que tienen cuentas y operaciones en Panamá totalmente legales, por
encima de la mesa, registradas en el Banco de la República y declaradas ante la
Dian. Muchos de estos lo hacen por la facilidad de hacer operaciones
comerciales, pues en Colombia, al día de hoy, está prohibido tener cuentas en
dólares. Y ahí está el ingrediente de injusticia: el manto de sospecha que ha
levantado el escándalo recae por igual sobre todos los nombres que saltan al
ruedo público y el buen nombre de ciertas personas y empresas resulta inevitablemente
mancillado.
Relaciones
entre vecinos
El
escándalo de los Papeles de Panamá tiene gran relevancia para Colombia por
varias razones. En primer lugar por la estrecha relación comercial que
sostienen los dos países. Panamá es un socio estratégico para muchas de las
principales empresas colombianas, lo que significa que lo que suceda con el
vecino repercutirá en el país.
Pero
la mayor importancia radica en el momento en que se presentó la filtración.
Actualmente, los dos países negocian un acuerdo de intercambio de información
tributaria, un tema sumamente álgido que ha calentado la relación binacional.
Cabe
recordar que en 2014 el gobierno colombiano declaró a Panamá paraíso fiscal, lo
que desató una gran tormenta en ambos lados de la frontera. En busca de una
fórmula conciliatoria, Colombia retiró a ese país de la lista negra y dio un
plazo para seguir negociando.
Esta
semana está prevista una nueva ronda de conversaciones. Para algunos, los
últimos sucesos podrían presionar al gobierno del presidente Varela para llegar
a un acuerdo tal como lo quiere Colombia, que es un intercambio automático de
información, mientras que las autoridades panameñas solo aceptan casos
individuales por requerimiento judicial. Otros afirman que, por el contrario, el
escándalo que sacude al istmo podría endurecer su posición, lo que tensionaría
aún más la relación entre ambos países. Panamá volvió a lanzar la advertencia
de que a todo país que lo declare paraíso fiscal le aplicará la llamada Ley de
Retorsión que le permite tomar medidas represivas contra esa nación y sus
empresas.
El
ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, aprovechó la oportunidad para enviar
un duro mensaje. Señaló que la filtración es un campanazo para quienes tengan
capitales ocultos en Panamá. “Se acabaron los escondites”, dijo. Una prueba de
que no estaba hablando en chiste es que Colombia ya firmó un acuerdo de
intercambio de información de cuentas bancarias con Estados Unidos.
Para
las autoridades de impuestos hay mucho dinero de colombianos en el exterior que
no ha sido declarado en el país. De allí la insistencia de firmar un acuerdo
para el intercambio de información con Panamá para poder rastrear a esos
contribuyentes que le están haciendo conejo al fisco.
Por
eso, el escándalo de los Papeles de Panamá podría servir para que muchos
colombianos normalicen los activos que tienen en el exterior y que no han
declarado. Según la ley, los contribuyentes que posean capitales o bienes fuera
del país, que no hayan declarado, pueden legalizarlos pagando, este año, una
tarifa del 11,5 por ciento de impuesto, lo que les evita ser requeridos por la Dian y tener que pagar una
sanción hasta del 200 por ciento.
A
la fecha, 21.121contribuyentes han declarado a la Dian, activos en el exterior
por un valor de 140,8 billones de pesos. De estos, ya se normalizaron 3,3
billones de pesos, es decir, que con la tarifa del año pasado (10 por ciento)
le han ingreso al tesoro nacional 330.550 millones de pesos. Los plazos para
presentar la declaración para la normalización tributaria van del 11 al 24 de
mayo.
Analistas
afirman que este escándalo puso de presente la necesidad de que Colombia
permita abrir cuentas en dólares en los bancos locales, que hoy está prohibida.
El experto tributario Santiago Pardo dice que el país se quedó rezagado en esta
materia. Si se permitiera abrir cuentas en dólares, probablemente el 50 por
ciento del dinero que sale a paraísos fiscales se quedaría en Colombia.
El
senador Iván Duque afirma que en la lista de los Papeles de Panamá seguramente
hay personas y empresas que declaran ese patrimonio en Colombia, pero que abren
cuentas en el vecino en dólares, porque no existe el servicio en el país. “Un
país como Colombia debe tener esa posibilidad, por transparencia, facilidad
para hacer negocios internacionales y fiscalización”
En
resumen, la filtración, que ha tenido un enorme despliegue mediático, es un
campanazo de alerta para los que ocultan capitales y por supuesto para Panamá,
pues quedó a ojos vista de todo el mundo que le exigirá cumplir la normatividad
internacional sobre transparencia. Además, tras esta filtración –que se ha
repetido en otras ocasiones– se comprueba que se ha perdido la privacidad en
los negocios, un asunto que traerá grandes consecuencias para los ciudadanos y
empresas, y que todavía no se ha dimensionado.
Correos
comprometedores
Los
mensajes conocidos dejan en claro que en algunos casos estas empresas buscaban
mucho más que ‘eficiencias tributarias’.
Lo
cierto es que además de nombres, en las revelaciones de Connectas se observan
correos comprometedores. Según Huertas, al leer los archivos del bufete se
evidencia que no solo son testigos de la apertura de empresas, sino que además
prestan asesorías sobre cómo utilizar estas empresas para justificar cuentas y
para mucho más que lograr las denominadas ‘eficiencias tributarias’. Por
ejemplo, un empleado de Mossack Fonseca le escribe a un cliente: “Le
mencionamos nuevamente el tema de refacturación para que se lo proponga al
gerente y puedan sacar los excedentes de dinero de la compañía”.
La
denominada ‘refacturación’ es uno de los servicios que ofrece el bufete
panameño. Se trata de emitir facturas por servicios a través de empresas de
papel para justificar gastos en empresas colombianas y reducir los impuestos a
pagar.
La
mayor parte de los mensajes de los empleados de Mossack Fonseca son cuidadosos
en no mencionar los nombres de los clientes. Como el siguiente caso: en una
reunión con un abogado colombiano, los empleados del bufete relataron:
“Habíamos quedado pendientes en revisar un tema de refacturación que le envié
propuesta (sic), pero el cliente desafortunadamente ya había sacado algunos
montos y sustentado algunas partidas. Entonces concluimos que lo mejor era
hacerlo para un próximo monto ya que podría ser muy visible ante la DIAN, para
el mismo cliente y un riesgo para nosotros emitir una factura por un dinero que
ya no está”.
También
se refieren a otra reunión que “tuvo como objetivo confirmar e iniciar una
refacturación por 1.750.000 dólares. Enviamos ya las primeras facturas con
fecha 30 de junio, esta refacturación va de junio a diciembre en pagos
mensuales. El concepto de la factura a emitir es: Servicios y Consultoría en
Investigación de Mercados. Utilicemos cualquiera de las compañías de Nevada”.
Según
los reportes internos de Mossack Fonseca, un grupo de asesores tributarios y
auditores de la firma Servientrega iniciaron una refacturación de 130.000
dólares. En las comunicaciones se menciona que esto se habría organizado con la
“asesora personal de Doña Luz Mary Guerrero”, una de las accionistas de la
firma. De acuerdo con los reportes, Efecty, la compañía de giros de
Servientrega, también usó estos servicios. En mayo de 2011, empleados del
bufete intercambian un correo para refacturarle 1.250.000 dólares. Para esta
investigación, Connectas señala que contactó telefónicamente a la persona
designada en la firma de mensajería como asesora de Luz Mary Guerrero para
comunicaciones, y envió por escrito las inquietudes sobre el tema, sin que al
cierre de la publicación se tuviera respuesta alguna.
Dentro
de los documentos procesados por Connectas encontraron la triangulación como
otra de las figuras usadas para evadir impuestos. En un correo de marzo de
2011, Mossack Fonseca describe una reunión con unos clientes que “necesitan una
compañía en Panamá porque están trayendo de China unos equipos para gimnasia y
entrenamiento físico todo encaminado al corazón, por tal razón quieren que
China le facture a Panamá y Panamá a Colombia para poder dejar el margen de
ganancia en Panamá”.
"Quiero
publicar estos delitos"
Cómo
400 periodistas de 80 países se dieron a la titánica labor de verificar y
procesar 2,6 terabytes de información enviada por un anónimo.
A
comienzos de 2015, un periodista del Süddeutsche Zeitung (SZ), el diario más
grande de Alemania, recibió un mensaje de solo una línea: “Hola. ¿Están
interesados en datos?”. Cuando respondió que sí, el informante anónimo le dijo
que se trataba de “más datos que los que jamás ha visto”. Pero de inmediato
puso condiciones: “Mi vida está en peligro. Nos comunicaremos a través de un
medio encriptado. No habrá encuentros. Y lo que vaya a publicar será su
decisión”. Antes de terminar, el reportero le preguntó por qué filtraba la
información. La respuesta: “Quiero hacer públicos estos delitos”.
Con
el paso de los días, los datos empezaron a llegar al periódico con sede en
Múnich, y al cabo de unos meses sus periodistas tenían 2,6 terabytes con
correos electrónicos, documentos en PDF, imágenes y apartes de la base de datos
interna de la firma panameña Mossack Fonseca. Se trataba, sin duda, de la
filtración más grande de la historia en manos de la prensa. El Cablegate de
WikiLeaks de 2010 abarcó solo 1,7 gigabytes; los Offshore-Leaks de 2013, 260, y
los Swiss-Leaks de 2015, 3,3. La filtración del contratista de la CIA Edward
Snowden involucró 4,8 millones de documentos. Los denominados Papeles de
Panamá, en cambio, reúnen 11,5 millones.
Cuando
se dieron cuenta de las dimensiones, los periodistas del SZ, que sostienen que
la fuente hasta hoy se mantiene anónima y no ha exigido retribución, decidieron
acudir al Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación. La
organización, experimentada para procesar bases de datos delicadas, les
permitió a los reporteros del SZ contactar a más de 100 medios de comunicación
de 80 países. Tras reuniones secretas en Washington, Múnich, Londres y
Lillehammer (Noruega), cerca de 400 periodistas se dieron a revisar los documentos.
No
quedó títere con cabeza
Jefes
de Estado, funcionarios, la hermana del rey de España y hasta la enfermera de
Hugo Chávez están salpicados por la mayor filtración de datos financieros de la
historia.
Islandia:
menos de 24 horas después de desatado el escándalo, 10.000 manifestantes en
Reikiavik (el 10 por ciento del total) obligaron a dimitir al primer ministro,
Sigmundur David Gunnlaugsson, por vínculos con una compañía offshore acreedora
de los bancos islandeses, que se derrumbaron en 2008 y llevaron a un plan de
salvamento del FMI.
Venezuela:
el país sale en 241.000 documentos filtrados, pero sobre todo llamaron la
atención las millonarias cuentas del exjefe de seguridad del Palacio de
Miraflores Adrián Velásquez y su esposa, la enfermera de Chávez y, además,
extesorera de la Nación Claudia Díaz Guillén. Las fechas coinciden con la
reelección chavista en 2012.
Rusia:
allegados y contratistas de Vladimir Putin crearon una red de sociedades
offshore por más de 1.750 millones de euros. Entre los nombres está el mejor
amigo de Putin, Sergei Roldugin. A raíz de los documentos filtrados, el
gobierno ruso acusó a ICIJ de montar un “engañoso ataque informativo”
encabezado por Estados Unidos.
España:
Pilar de Borbón, hermana del rey Juan Carlos, fue presidenta de la sociedad
Delantera Financiera desde agosto de 1974 (un mes después de que su hermano
subió al trono) hasta 2014, cuando fue disuelta (cinco días luego de que Felipe
VI se convirtió en rey de España).
Arabia
Saudita: el rey saudí, Salmán bin Abdulaziz, usó una sociedad en la Islas
Vírgenes Británicas para pagar dos hipotecas de casas de lujo en Londres y un
yate registrado en un territorio británico de ultramar.
Argentina:
el presidente Mauricio Macri está en el escándalo por formar parte del consejo
de Fleg Trading, una sociedad offshore de Bahamas. La firma aparece activa
hasta 2009, cuando Macri era jefe del gobierno de Buenos Aires.
Reino
Unido: el primer ministro David Cameron admitió haberse beneficiado del fondo
de inversión Blairmore, dirigido por su padre, Ian Cameron, en un paraíso
fiscal para blindar a su empresa del pago de impuestos. Reconoció haber tenido
5.000 títulos, que supuestamente vendió cuatro meses antes de ser primer ministro.
Francia:
La familia ultraderechista Le Pen ha sido la más salpicada, pues Frédéric
Chatillon y Nicolas Crochet, dos de los imputados el año pasado por
financiación ilegal del Frente Nacional para la campaña de 2012, ocultaron
fondos en centros offshore en Asia y el Caribe. El escándalo se une a la
investigación que se le realiza a Jean Marie Le Pen por posible blanqueo de
dinero y fraude fiscal de 2,2 millones de euros.
Marruecos:
el rey Mohamed VI aparece en los papeles por medio de su secretario personal,
Mounir Majidi, presidente del grupo empresarial Siger, propiedad de la familia
real. Mediante sociedades en las Islas Vírgenes Británicas, compraron el velero
real Al Boughaz y un hotel parisino por 36 millones de euros. La polémica
radica en el silencio de la prensa oficial.
China:
un tercio de las compañías gestionadas por Mossack Fonseca son de Hong Kong y
China continental. Se filtraron los nombres de los familiares de las elites del
régimen chino, entre ellos el presidente Xi Jinping, miembros del Partido
Comunista y hasta el esposo de una de las nietas de Mao Zedong, Chen Dongsheng.
Todo en cuentas de las Islas Vírgenes Británicas.
Uefa-Fifa:
la Fiscalía suiza entró a la sede de la Uefa para solicitar documentos sobre
los contratos de venta de derechos televisivos de la Liga de Campeones en
Ecuador, en 2006, a la empresa Cross Trading, con sede en Nieu, un paraíso
fiscal. Además, las autoridades afirmaron que estos servirían para la
investigación por corrupción en la Conmebol. El presidente de la Fifa, Gianni
Infantino, firmó estos contratos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario