Adelanta que el SAT, con Aristóteles Núñez a la cabeza, “no va a hacer nada. ..
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Revista
Proceso
2058, a 9 de abril de 2016..
El
objetivo final: ocultar el origen del dinero/JESUSA CERVANTES
Lo
que revelan los #PanamaPapers es algo mucho más complejo –y turbio– que evasión
tributaria. De acuerdo con el exprocurador fiscal Gabriel Reyes Orona, la
investigación periodística evidencia la estructura que los grupos criminales
han construido desde 2005 para blanquear y mover dinero. Este enmarañado
método, que consiste de cuatro pasos, protege a la agrupación criminal y a sus
líderes incluso si son capturados varios de los integrantes de la trama. Pero
las autoridades mexicanas no están investigando esto, sino que siguen pensando
en términos de lo que ocurría hace una década…
En
entrevista, Reyes, quien indagó las entrañas de los delitos fiscales en este
país, aclara que los #PanamaPapers hacen la distinción entre paraísos fiscales
y la creación de estructuras financieras que tienen cuatro etapas, cuyo fin
último es blanquear dinero.
Para
aclarar e investigar si los involucrados, como Juan Armando Hinojosa Cantú,
Martín Díaz Álvarez, Alfonso de Angoitia, Ricardo Salinas Pliego, Luis Doporto
y Melissa Flores Alcántara, entre otros, incurrieron en delitos, no basta con
ver la creación de empresas en “paraísos fiscales” o “verificar que los ingresos
que están utilizando en sus operaciones tengan o guarden congruencia con las
utilidades e ingresos de las operaciones que realizan en México. Eso no conduce
a nada”, sostiene.
Paraísos
de ocultamiento
Para
entender el alcance de las revelaciones, el exfiscal empieza por aclarar la
diferencia entre un “paraíso fiscal” y un “paraíso de ocultamiento”. El primero
es un lugar que de manera legal permite tributar de una forma más flexible o
barata, mientras que el segundo implica crear toda una estructura financiera
cuyo único objetivo es ocultar el origen del dinero, quién es el dueño del
dinero o qué pretende hacer con él.
Recuerda
que, a partir de 2005, los criminales procesados por blanqueo de capitales,
incluyendo los narcotraficantes, recurrieron a intrincadas operaciones
financieras. “Tenemos que tomar en consideración que todo aquel que está
involucrado en algún ilícito tiene que ocultar y lavar el dinero. Ese dinero
tiene una mancha, que es su origen ilícito, derivado de la evasión fiscal, el
narcotráfico, la corrupción, la trata de personas, el secuestro, etcétera”.
Y
adelanta: “Siempre se debe tener en mente que hablamos de criminales y que esas
estructuras son el lado financiero del crimen organizado”.
Reyes
Orona, quien preside la agrupación Transparencia Internacional y ha respaldado
indagaciones como la venta de Banamex durante el sexenio de Vicente Fox,
detalla que, alrededor de 2005, las organizaciones criminales se percataron de
que, cuando uno de sus operadores financieros era atrapado, éste conducía a
toda la cadena. Esto se debía a que el lavado era “lineal”. Incluso, hasta la
década pasada, los grandes centros de lavado seguían siendo Islas Caimán, Islas
Vírgenes Británicas, San Antonio y Miami.
Advierte
que aunque San Antonio, Texas, y Miami, Florida, no son paraísos fiscales, sí
eran los lugares en donde se invertía el dinero sucio e inversionistas de la
zona costera de Estados Unidos mezclaban su dinero con empresas nuevas.
Las
necesidades de “los grandes consorcios de la economía informal” hicieron que se
pasara del lavado lineal al “fractal”, delinea Reyes Orona. Esto significa que
decidieron “fracturar” el proceso de blanqueo, para que cuando sus operadores
fueran aprehendidos no se derrumbara la organización ni perdieran sus recursos.
“Se
generó una industria a escala mundial, donde después de varias décadas de
actividades ilícitas los grandes consorcios de la economía informal requirieron
de crear su propio sistema financiero.”
Reyes
Orona aclara que la economía informal es “tan o más grande” que la formal y lo
mismo sucede con el sistema financiero informal –cuyo fin último es mezclarse
con el sistema legal–. Este proceso se llama lavar dinero. El sistema
financiero informal, añade, está conformado por “vehículos, ya sean comerciales
o financieros, que tienen como propósito que el dinero se vuelva anónimo”.
En
otras palabras, que los recursos procedentes de una actividad ilícita se
desvinculen de su origen, tanto personal como transaccional.
Ahora
el lavado de dinero se realiza en cuatro pasos, según revelan los
#PanamaPapers.
El
primero se refiere a “un grupo de personas que se dedica especial y
específicamente a crear personas morales fantasmas; personas morales que
aparecen y desaparecen de la noche a la mañana”.
El
segundo: se crean personas morales dedicadas a generar transacciones ficticias,
como pago de sucesiones o litigios, reclamaciones que se solventan de manera
arbitral o a través de préstamos pulverizados o donaciones. Su fin es crear
operaciones fantasmas.
“No
existe el adeudo, pero la persona acude a un tribunal, lo inventa y con la
sentencia se determina la obligación de hacer un pago”, menciona Reyes.
“Hay
una simulación del demandante y demandado sobre la existencia de un recurso. Lo
más seguro es que el juez no sepa nada, pero se inventan una herencia, que ganó
un juicio sucesorio, que le pagaron por una expropiación, se inventan
operaciones ficticias. Lo que requieren es que alguien dé apariencia de legal a
su reclamo.”
El
tercer paso se llama “cuentas en tránsito”. Se trata de crear cuentas bancarias
que sólo sirven para pasar el dinero de un país a otro y luego a un tercer
país.
Finalmente,
entra en acción un grupo de personas que se dedica a crear empresas llamadas
“receptoras finales”, como las que se abren en Miami.
Reyes
explica que las personas implicadas en cada paso no se conocen entre sí, “así,
si tú atrapas al primero, no necesariamente te lleva al segundo. A lo mejor el
lavador ni siquiera conoce a los de Mossack Fonseca; quien lo conoce a lo mejor
es un registrador, y entre éstos no conocen al generador de operaciones, y el
generador de operaciones no conoce al otro”.
Y
lo más importante: “Cada parte del proceso no es ilegal… Las empresas
receptoras finales no son ilegales, crear una empresa offshore, tampoco. Pero
si lo pones dentro de un proceso de investigación, es distinto.
Los
cuatro pasos tienen como finalidad “ocultar el origen del dinero, el detentador
del dinero y el destino que se da a ese dinero”.
El
SAT, hueco y demagógico
Y
mientras el crimen organizado evolucionó desde hace una década, considera
Reyes, las autoridades se mantienen en el pasado indagando blanqueo lineal.
Ahora
hay “un mercado de proveedores para cada una de las cuatro etapas. La clave es
que no se conozcan unos a otros y que el proceso se vuelva automático. Se
encuentra un lugar donde están las empresas fantasma, ahí se encuentra otro
para las transacciones ficticias, y de ahí a otro para las cuentas receptoras.
Y todo se da en automático; es un proceso industrial, general y anónimo”,
sostiene en entrevista.
Conocedor
del tema, Reyes insiste en que los paraísos fiscales no son ilegales, sino
lugares donde hay ventajas en el sistema de tributación.
“Lo
que vemos en #PanamaPapers no es tratar de bajar impuestos. Se trata de un
sistema de ocultamiento del titular, del origen del dinero y del destino que se
da al mismo”, resume.
Añade
otro ingrediente que hace distintas a las operaciones propias de un paraíso
fiscal a las de un esquema de lavado: en el blanqueo de recursos las
operaciones no son individuales. “Es decir, no sale el dinero de un país y ahí
se queda; eso sí tiene que ver con doble tributación o simple evasión fiscal.
Yo me llevo mi dinero a otro lugar para pagar menos impuestos, así es un
paraíso fiscal. Pero en lavado son varios los actores.
“Lo
revelado por la investigación periodística internacional son operaciones con
muchos integrantes, dinero que, al brincar a otro lugar, cambia de manos. Se
realizan transacciones intermedias, y finalmente para en otras manos. El
propósito no es el tributario. Su propósito es el cambio de manos y la
eliminación de la operación causal”, detalla.
En
México, en cambio, se sigue indagando al viejo lavado lineal. El titular del
Sistema de Administración Tributaria, SAT, Aristóteles Núñez, ha dicho que
verificarán los nombres de mexicanos que vayan surgiendo y si han pagado
impuestos en el país. Además, comentó que tener empresas en paraísos fiscales
no es ilegal.
Ante
ello, Reyes dice que son contradictorias estas declaraciones, “por un lado dijo
que no le sorprendía, con lo cual los sorprendidos somos nosotros los
mexicanos, porque si ya sabía de esos nombres entonces esperaríamos que los
procesos de indagación ya lleven algún tiempo”.
Lo
otro es que para el SAT no están prohibidas las empresas offshore, lo cual es
cierto, “pero él sólo está viendo su caja de canicas y no le importa ver todo
el proceso. Los cuatro pasos. ¡Por eso el fraccionamiento en el lavado de
dinero es exitoso!”.
Adelanta
que el SAT, con Aristóteles Núñez a la cabeza, “no va a hacer nada. Lo único
que va a hacer es verificar que los ingresos que están utilizando en sus
operaciones (los mexicanos mencionados), guarden congruencia con las utilidades
de ingresos de las operaciones que realizan en México, lo cual no te conduce a
nada. Su declaración es hueca.
“¿Dónde
habría que buscar? Pues en los países a donde llega el dinero de los mexicanos.
Lo que hay que revisar es la colaboración internacional con todos los países a
donde el dinero se mandó… Si investiga desde el punto de vista tributario, no
va a pasar nada.”
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