Revista
Proceso
2058, a 9 de abril de 2016..
Un
exsocio de los Bribiesca Sahagún quiso, pero no pudo/ÁLVARO DELGADO
Uno
de los empresarios encumbrados por el foxismo –y luego caído en desgracia
durante el calderonato–, George Antonio Nehme Name, también aparece en los
#PanamaPapers. El dueño de la quebrada Avolar, línea aérea de bajo costo en la
cual fue socio de un hijo y un hermano de Marta Sahagún, intentó, en 2013,
constituir algunas empresas en paraísos fiscales –de la mano de la firma
Mossack Fonseca–, a fin de transferirle su patrimonio a su hijo. Nunca lo
logró.
El
empresario mexicano George Antonio Nehme Name pasó súbitamente de la nada a la
cúspide de los negocios en la aviación comercial gracias al impulso de Vicente
Fox y Marta Sahagún, pero con la misma velocidad se derrumbó en el sexenio de
Felipe Calderón.
Avolar,
que en 2005 obtuvo la concesión como la primera aerolínea de bajo costo en
México –presuntamente gracias a la sociedad de Nehme Name con Jorge Alberto
Bribiesca Sahagún y Guillermo Sahagún Jiménez, hijo y hermano de Marta,
respectivamente–, sólo operó cuatro años: los dos últimos de Fox y los dos
primeros de Calderón.
A
partir de 2008, ya insolvente e inoperante la aerolínea, el empresario ha
vivido en permanentes pleitos legales que incluso lo llevaron a la cárcel, en
junio de 2015, acusado de fraude.
Justo
en medio de la investigación judicial en su contra fue que, en 2013, Nehme Name
inició los trámites para constituir varias empresas y fundaciones en paraísos
fiscales, con el fin de poner su patrimonio a nombre de su hijo mayor, que
apenas cumplía 18 años.
La
operación consta en la investigación internacional #PanamaPapers realizada a
partir de la filtración de 11 millones y medio de documentos del despacho
Mossack Fonseca al periódico alemán Süddeutsche Zeitung (http://www.sueddeutsche.de/)
y compartidos por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación
(https://www.icij.org/), con más de 100 medios en el mundo, entre ellos la
revista Proceso.
Nehme
Name, quien antes de recibir del gobierno de Fox la concesión de Avolar era un
modesto empresario textil, recurrió a Mossack Fonseca, con sede en Panamá, para
crear una fundación en Seychelles, un archipiélago en el Océano Índico, frente
a las costas de África.
La
razón por la que Nehme Name constituyó una fundación en tan remoto país de
apenas 90 mil habitantes puede explicarlo el hecho de que es uno de los
paraísos fiscales con más auge en los recientes años, donde lavar y esconder
dinero es una de las principales actividades económicas.
“Estamos
evaluando establecer una fundación en Seychelles y nos comentan que ustedes
tienen presencia en esa jurisdicción”, le escribió Bruno Fregoso, representante
de Nehme Name, al abogado Edison Teano, de Mossack Fonseca, el domingo 13 de
enero de 2013.
Ese
primer contacto del representante de Nehme Name con la firma de Panamá fue vía
correo electrónico, pero dos días después se reunieron personalmente en ese
país, para dar inicio al proceso de registro de la fundación y otras empresas
que alimentarían de recursos a la fundación.
Con
la ayuda de Mossack Fonseca, Nehme Name creó una laberíntica estructura de
empresas para no dejar rastro del origen del dinero y la identidad de su dueño.
De
acuerdo con el plan, según consta en los documentos, la fundación establecida
en Seychelles sería alimentada por una empresa creada en Nevis, otro paraíso
fiscal en el Caribe, y por otras empresas offshore del Reino Unido y Nueva
Zelanda.
Todo
este esquema de planeación fiscal, a la que se sumó otra sociedad constituida
en Dubai, fue diseñado por el despacho Mossack Fonseca, específicamente por el
abogado Edison Teano, quien estableció comunicación con el propio Nehme Name y
su representante, Bruno Fregoso.
En
un correo enviado por Teano a Jacqueline Alexander, administradora corporativa
de Mossack Fonseca, explica el esquema financiero, al frente del cual quedaría
Giorgio Nehme Antonio, un joven de 21 años, hijo mayor del fundador de Avolar,
y como beneficiarios los otros dos hermanos: Karen y Alan, de 19 y 17 años de
edad, respectivamente.
En
el mensaje, fechado el 28 de enero de 2013, Teano le explica a Alexander los
detalles del diseño financiero para Nehme Name, a quien Teano llama “Sergio”:
“El
cliente informó que su hijo Giorgio (que acababa de cumplir la mayoría de edad)
quedará al frente de este negocio. Será igualmente beneficiario con sus dos
hermanos de la Fundación”.
Enseguida
detalla: “La estructura quedará de la siguiente manera:
1.
Los tres hijos serán beneficiarios de la Fundación de Seychelles. Entendí que
él (Jorge) sería el protector, pero eso mejor que él lo confirme por escrito;
2.
Las acciones de Nevis se emitirán a nombre de la Fundación;
3.
Las acciones de la sociedad de BVI se emitirán a nombre de Nevis LLC;
4.
Las Partes de la UK LP serán una sociedad de BVI (posiblemente la misma que se
constituirá arriba) y una sociedad de Dubai de Bruno. La de BVI tendrá el 80% y
la de Dubai (Crystan capital) el 20%.”
El
abogado advierte en su mensaje: “El tema que parece que va a traer dificultades
es la debida diligencia. Parece que como el negocio lo va a llevar su hijo, él
no considera que él (Jorge) deba cumplir con la debida diligencia. Por tanto,
habrá que confirmarle que a pesar de que es un start up (negocio que inicia)
por su hijo, que los proveedores van a requerir la debida diligencia completa
del padre (Jorge). Le podríamos preguntar a Seychelles, por si acaso se ponen
flexibles, pero lo dudo”.
La
“debida diligencia”, a la que alude Teano, es un concepto jurídico que consiste
en desarrollar las acciones que sean necesarias para conocer adecuadamente a
los clientes, reforzando el conocimiento de aquellos que por su actividad o
condición sean sensibles al lavado de dinero.
Deficiente
rastreo
En
los documentos de Mossack Fonseca se incluye la investigación que el despacho
realizó, particularmente en internet, sobre la trayectoria empresarial de Nehme
Name, en particular los detalles del origen de la concesión de Avolar y sus
líos judiciales.
Los
nexos de Nehme Name con la “pareja presidencial” emergen en el grueso expediente
sobre su actividad empresarial, en particular la aseveración de la periodista
Anabel Hernández sobre su sociedad con el hijo y el hermano de Marta Sahagún,
documentada en su libro Fin de fiesta en Los Pinos.
Hernández
acreditó que Avolar, la empresa de Nehme Name, operaba con la concesión que la
SCT entregó al hijo y al hermano de Marta Sahagún, según los documentos de la
propia dependencia.
La
periodista documentó que el 24 de febrero de 2003 se creó, en la Ciudad de
México, la empresa Avolar Líneas Aéreas, cuyos socios eran Jorge Alberto
Bribiesca Sahagún, Guillermo Sahagún Jiménez y Felipe Prado Díaz
Seis
meses después, el 18 de agosto de 2003, se fundó, también en la Ciudad de
México, la empresa Avolar Aerolíneas, cuyos socios eran George Antonio Nehme
Name y Rodrigo Vázquez Colmenares Guzmán, hijo del exgobenador priista de
Oaxaca, Pedro Vázquez Colmenares.
Ambas
empresas, con nombres casi idénticos, no sólo tenían exactamente el mismo
objeto social, es decir, fueron establecidas para hacer exactamente la misma
cosa, sino que también las creó el mismo notario, Fernando Cataño Muro, y
tienen al mismo comisario, Joaquín Hernández Morales.
Más
aún, los Bribiesca-Sahagún y Nehme Name tenían otro elemento en común: el
señor Carlos Alberto Vázquez del Mercado Villaseñor, quien era socio de los
primeros en la empresa Merkacomerce, S. A., creada en 2002 en Celaya,
Guanajuato, y también era secretario del Consejo de Administración de la
compañía de Nehme Name.
En
octubre de 2008, ya en el sexenio de Calderón, la suerte de Avolar cambió: la
SCT no le renovó la concesión y Nehme Name enfrentó varias demandas, entre
ellas por fraude genérico contra el Grupo Ofem, propiedad del extenista
profesional Oliver Fernández.
La
Procuraduría General de la República lo detuvo en cumplimiento de la orden de
aprehensión librada el 9 de septiembre de 2014 por la Séptima Sala Penal del
Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, por fraude genérico, cuyo
monto ascendía a 97 millones 311 mil pesos.
Según
los magistrados que ordenaron su detención y su encarcelamiento en el
Reclusorio Preventivo Oriente, el empresario mintió respecto a la grave
situación financiera que enfrentaba la aerolínea de bajo costo y actuó con dolo
para obtener financiamientos millonarios, al ocultar la crisis que enfrentaba.
Avolar
enfrentaba diversos pasivos fiscales y laborales con otros acreedores y
proveedores, situación que fue confirmada por las autoridades dentro del juicio
ordinario mercantil 245/2008.
Con
las declaraciones que integran la causa penal 17/2014 se confirmó que el
presunto responsable intencionalmente mintió a los empresarios propietarios del
Grupo Ofem, ocultándoles, entre otras cosas, los enormes adeudos que tenía con
las autoridades correspondientes.
Esas
deudas ponían en riesgo la operatividad de la empresa al no cumplir con las
contribuciones necesarias para el uso del espacio aéreo en el país.
Sin
embargo, la madrugada del 19 de junio, la juez Beatriz Corona Valdez dejó en
libertad a Nehme Name, porque consideró que no existían elementos para
continuar el proceso penal en su contra, en otra fase del litigio que hasta la
fecha continúa.
En
los documentos del despacho Mossack Fonseca no se registran las operaciones
financieras que efectuó Nehme Name a través del esquema de la fundación y las
empresas offshore que constituyó, cuya cotización por honorarios de
incorporación y mantenimiento iba de mil 250 a 2 mil 700 dólares anuales.
Proceso
buscó a Nehme Name para recoger su versión sobre la relación que estableció con
Mossack Fonseca y, a través del abogado Ernesto Rodríguez, admitió que sí tuvo
relación con el despacho panameño, pero nada se materializó.
“En
alguna ocasión el Sr. Nehme tuvo contacto con ese despacho para que le dieran
una consultoría sobre negocios internacionales, ya que fue invitado a un par de
proyectos por inversionistas extranjeros que deseaban invertir en México.
“A
través de la presente le confirmamos que la relación entre el despacho Mossack
Fonseca & Co., y el Sr. George Antonio Nehme Name se limitó única y
exclusivamente a una consultoría y asesoría de un par de proyectos de negocios
internacionales que involucraron a inversionistas extranjeros.
“Dichos
proyectos nunca se llevaron a cabo, por lo que el Sr. George Antonio Nehme Name
nunca constituyó ninguna empresa en el extranjero ni se abrieron cuentas de
banco en el extranjero, por lo tanto, nunca existió ninguna transacción o
transferencia de dinero hacia el extranjero y a su vez no posee activo alguno
en el extranjero.” l
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