8 sept 2018

Las columnas políticas hoy, sábado 8 de septiembre de 2018..

Diego Armando Maradona llegó a México....ya está en Culiacán...para asumir su puesto como director técnico de Dorados de Sinaloa.
El "Pelusa", escondido detrás de unos lentes de tonos rojizos, con una gorra y camiseta de color oscuro y sin afeitar, hizo escala en la Cd. de Mx. tras tomar un vuelo nocturno desde Buenos Aires; evitó a los medios de comunicación dado que fue trasladado directamente a una sala VIP.
Y en medio de un tumulto de aficionados y periodistas arribó a Sinaloa..
Cientos de periodistas locales, nacionales e internacionales se dieron cita en el aeropuerto para captar la llegada del astro del fútbol..., no hubo declaración...
Se espera que el 'Pelusa' sea presentado el lunes en un hotel de la ciudad, y a su vez que la directiva haga de forma oficial quienes formarán parte de su cuerpo técnico y que equipo de trabajo y puedan sacar adelante a Los Dorados...
En principio se esperaba que Maradona debutara el sábado 15 de septiembre como entrenador del equipo frente a los Cafetaleros de Tapachula, pero dicho encuentro será aplazado y los miles de aficionados tendrán que esperar. 
El partido contra Tapachula se disputará el próximo 17 de septiembre, encuentro que cerrará la fecha 8 del campeonato de liga de Ascenso en donde se espera que Maradona puede debutar con el pie derecho y conseguir la victoria.
Maradona vivirá en Sinaloa en una lujosa residencia, ...
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Las columnas políticas hoy, sábado 8 de septiembre de 2018...
Templo Mayor/ Reforma, 
EN PIE de guerra dicen que se pusieron algunos mandos del Ejército y la Marina cuando se enteraron de que, como parte de la Cuarta Transformación, el nuevo gobierno quiere quitarles sus hospitales.
HASTA AHORA, militares y marinos tienen todo un sistema hospitalario que los atiende en exclusiva y, según cuentan, Andrés Manuel López Obrador pretende integrarlos a un sistema de salud nacional para que también atiendan a civiles.
Y EL ASUNTO no para en la milicia, pues la intención del Presidente electo es hacer lo mismo con los hospitales de Pemex que atienden sólo a trabajadores de esa empresa -quesque- productiva del Estado.
SI ALGUIEN le va a contar al dirigente sindical de los petroleros, Carlos Romero Deschamps, que se asegure de que esté sentado... porque se va a ir de espaldas y a lo mejor acaba en Urgencias.
QUIEN ha demostrado ser charro no sólo en los lienzos, sino también en los cortijos de la política, es Manuel Velasco, pues no se cae por más que ejecuta "El Paso de la Muerte" entre la gubernatura de Chiapas y el Senado.
PRIMERO se hizo candidato a senador amparándose en el hueco legal -encontrado por Miguel Ángel Mancera- que permite a los mandatarios estatales romper el candado para ser legisladores en el periodo siguiente a su gobierno... si van por la vía plurinominal.
UNA VEZ ganado el escaño, a diferencia de Mancera, no tuvo que renunciar a la gubernatura gracias a las "oportunas" modificaciones hechas por el Congreso local a la Constitución de Chiapas.
Y LUEGO, nomás dejó la oficina unos días para rendir protesta como senador, pedir licencia y regresar a su trono en Chiapas. Bueno, ya hasta fue a ver a su compadre, el presidente Enrique Peña Nieto, en su nueva calidad de gobernador interino ¡de sí mismo! Esos son piales y no los que echaba Antonio Aguilar.
VAYA que debe ser cansado eso de ser diputado. A siete días de asumir el cargo, el coordinador de la -muy disminuida- grey del PVEM en San Lázaro, Arturo Escobar, se fue a descansar el fin de semana a Nueva York.
CUENTAN que lo vieron por allá muy emocionado porque es un gran aficionado al tenis y tendrá la oportunidad de ver a los mejores exponentes de su deporte favorito en el Flushing Meadows Park.
ASÍ ES QUE: hotel en Nueva York: 10 mil pesos la noche. Boletos para el US Open: 15 mil pesos por persona. Darte una escapada a la Gran Manzana sin que tus nuevos aliados de Morena te critiquen por desdeñar la austeridad: ¡no tiene precio!
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¿Qué sabes sin lugar a dudas?/Jorge Ramos Ávalos
Reforma, 08 Sep. 2018
La pregunta viene de un incidente que le ocurrió a Oprah Winfrey -la empresaria, la periodista, la actriz, la líder, la inspiradora-. Cuenta que en una entrevista le preguntaron: "¿Qué sabes sin lugar a dudas?". Y dice que no supo qué contestar. Sí, le insistieron, ¿qué sabes sobre la vida? Oprah transformó su duda en un momento para aprender algo y luego escribió un libro al respecto (que se convirtió en bestseller).
No se preocupen. Si leen esta columna no tienen que ir a terapia ni hacer una lista de sus momentos más felices. Es algo más concreto. Solo estaba pensando en las tres cosas que doy por un hecho en mi vida en Estados Unidos. Y concluí esto: una, cómo la tecnología y las redes sociales dominan nuestra interacción con otras personas; dos, cómo este país y el mundo se están convirtiendo en sitios cada vez más diversos y multiculturales; y tres, cómo el cambio climático está fuera de control y afectando gravemente el lugar donde vivimos.
Les cuento. Esta semana lanzamos (junto a Univisión) un nuevo proyecto para hacer noticias en Facebook. Por supuesto, sigo haciendo un noticiero por televisión. Pero este es un esfuerzo para captar a los más jóvenes, a los que ya ni siquiera tienen televisor y a los que prefieren recibir sus noticias a través de las redes sociales. No me queda la menor duda que hay una gigantesca migración de ojos de las pantallas grandes a las más pequeñas. Y la prueba es que es mucho más probable que estés leyendo esto en un celular o en una tableta electrónica que en papel.
No estoy solo en este experimento digital. Hay varias organizaciones -como CNN y ABC News- que también están creando programas de noticias que solo se pueden ver por la nueva plataforma de Facebook Watch. En una era de fake news y de tantos ataques a la prensa, es esencial que haya un periodismo independiente y creíble en las redes sociales. Además, es mucho más fácil acercarse a la gente y a la vida real con un celular que con cámaras, luces, sistemas de sonido y un equipo de grabación.
Con este proyecto, creo, estamos rascando el futuro. Esto no significa que los noticieros por televisión van a desaparecer. Pero resulta cada vez más difícil pedirle al televidente que haga una cita contigo cada noche para saber qué pasa en el mundo. Para no ser dinosaurios televisivos en peligro de extinción, hay que ir a donde está la audiencia.
Y esto me lleva al segundo punto. Me la he pasado viajando por todo Estados Unidos en los últimos dos meses y me he encontrado un país extraordinariamente diverso y en un imparable proceso de cambio. Es una verdadera revolución demográfica.
En menos de tres décadas los blancos dejarán de ser mayoría y todos seremos parte de una minoría. Nos está pasando como a esas personas que se mandan hacer un análisis genético de ADN, creyendo que son de una sola raza, y al llegarles el resultado se dan cuenta que son de muchos grupos étnicos. Bueno, Estados Unidos acaba de abrir el sobre y tiene cara de asustado.
Pero el cambio es irreversible. Poco después de que Trump anunciara su candidatura, más de la mitad de todos los bebés menores de un año ya eran miembros de una minoría.
Algo parecido ocurre en el resto del mundo. Ya somos más de 250 millones de inmigrantes. La globalización, el internet, el comercio internacional y las fronteras cada vez más porosas han convertido al planeta en un maravilloso concierto de razas, colores, acentos y mezclas. Nadie parece ser de un solo lugar ni tener un solo origen. Somos uno y muchos. Como los alebrijes.
El tercer asunto que nos afecta a todos es el cambio climático. A donde viajo veo las consecuencias de un planeta que se calienta. Los climas extremos son lo cotidiano. Acabo de regresar de una playa en el Caribe mexicano y había partes en las que no me podía meter al mar debido a las toneladas de sargazos que estaban flotando.
Cerca de mi casa en Miami las inundaciones son cada vez más frecuentes, al igual que los fuegos en pleno verano en California. Y muchas veces me pregunto si, como grupo, los humanos hemos pasado ya del punto de no retorno. Volver a enfriar los polos suena a misión titánica y de superhéroes.
Estas son las tres cosas que sé.
Gracias, Oprah.
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Singularidad y desubicación
SOBREAVISO / René Delgado
Reforma, 08 Sep. 2018
Vaya momento. Sin establecer su alcance y dimensión, el cambio en puerta tiene entusiasmados a los fans, temerosos a los resignados, afilados a los críticos, desconcertados a los actores de reparto, atrapado al actor secundario y haciendo malabarismos al actor principal que, en aras de sostener el ánimo y respaldo popular, formula nuevas promesas al tiempo de reajustar las ya hechas.
Interesante la circunstancia, la interrogante es qué tan larga puede ser la curva de aprendizaje para formular y asentar un nuevo entendimiento político.
Quizá porque aun antes de llegar a la jornada electoral se dio por sentada la victoria de Andrés Manuel López Obrador en la competencia por el Poder Ejecutivo, pero no la de su partido en el Poder Legislativo y, en ambos casos, sin vislumbrar su contundencia, el cuadro prevaleciente es singular: el conjunto de los actores se ven desconcertados y desubicados en la escena.
El partido en el poder, Morena, no acaba de asumirse como tal y, en tal virtud, de controlar y dominar el uso de su fuerza parlamentaria. El partido derrotado, el tricolor, reconoce el resultado electoral, pero no su nueva circunstancia. La segunda fuerza en el Congreso, Acción Nacional, se advierte sin cohesión y distraída con la renovación ¡hasta noviembre! de su dirigencia, cuando mucho del entramado jurídico del nuevo gobierno habrá sido ya resuelto. Sólo el Partido Verde se mantiene en lo suyo, hacer de la política una mercadería, aunque esta vez la licencia del indeciso Manuel Velasco le salió, pese al dicho de Arturo Escobar, carísima: cinco diputados.
En el marco de la desubicación, los coordinadores del grupo parlamentario mayoritario, Ricardo Monreal y Mario Delgado, afrontan un doble desafío: consolidar su mando sin ignorar el liderazgo de su jefe, Andrés Manuel López Obrador, y equilibrar la política cupular, en la que están acostumbrados a negociar con los adversarios, con la política popular, en que está hecha su bancada. Meter un movimiento en una Cámara no es sencillo, menos cuando la costumbre en el Congreso es meter los acuerdos en una burbuja.
Entender y operar la nueva composición del Congreso de la Unión no es cosa de un día.
Andrés Manuel López Obrador también tiene lo suyo.
El anuncio de su gabinete y algunas de sus políticas durante la campaña lo obliga, ahora ya presidente electo, a continuar ese camino siendo que faltan tres meses para acceder en sí al gobierno. Tal ruta le da una desventaja y una ventaja. Lo sobreexpone a la crítica y la resistencia que, desde ahora, descalifican, cuestionan y ponen en duda algunos nombramientos, así como la viabilidad de algunas propuestas y, a la vez, le facilita la posibilidad de llegar haciendo, en vez de llegar a ver qué hace.

En esa ruta, López Obrador matiza sin decirlo algunas de las promesas de campaña -ejemplo: becarios sí, sicarios no se transforma en becarios no, empleados sí-, al tiempo de agregar otras. Reconfigurar las refinerías, la educación, el gasto, las Fuerzas Armadas, la burocracia, la hacienda pública, las obras de infraestructura, la relación con los gobernadores y consultar el aeropuerto en Texcoco son políticas osadas, pero no descabelladas y, en su postulación, el presidente electo activa el debate público que durante años fue silencio, cuando no imposición.

Plantear distintos y variados asuntos permite al presidente electo fijar la agenda, poner o no acentos, calibrar la acogida o el repudio de sus planes y, sobre todo, establecer los términos de cualquier eventual negociación. El riesgo de ello es pasar del ajuste de las políticas al campanazo en las políticas.

Viniendo de una cultura del acuerdo cupular, abrir el debate de par en par desconcierta a algunos y molesta a quienes hicieron de las decisiones, las opiniones y el conocimiento un club exclusivo.
Asimismo, en aras de mantener el entusiasmo y el respaldo popular, López Obrador anuncia e, incluso, practica algunas acciones que satisfacen el deseo de acabar o modificar algunos símbolos del poder o de su abuso.

Habla coloquialmente, se equivoca, pero no se enreda. Despacha en una casona en un barrio clasemediero, sin vallas, cámaras de vigilancia ni gran despliegue de seguridad. Viaja en un coche sencillo con la ventanilla abierta. Reduce su cuerpo de seguridad, al punto de desaparecer al Estado Mayor Presidencial. Quiere convertir Los Pinos en museo. Reivindica como centro de poder el Palacio Nacional. Se escapa a dar batazos a un deportivo popular. Arrastra el petaquín en el aeropuerto y forma filas como los demás, al tiempo de anunciar la liquidación de la flota aérea oficial...

El tabasqueño tiene un desarrollado instinto para decodificar qué símbolos de sencillez hay que subrayar y qué símbolos de poder hay que borrar. Practica una liturgia que irrita a quienes veneran la solemnidad. La palabra populista no lo asusta, lo espanta no contar con el respaldo popular.


· · ·

Es un momento singular. Viejas y nuevas expresiones, conductas y actitudes políticas se manifiestan juntas, separadas o revueltas en lapsos muy cortos. Y, en ese tráfago de discordancias, aún sin ubicarse, entender y mucho menos dominar la escena, los actores -incluso, algunos analistas- litigan la interpretación de la realidad sin advertir que ésta es distinta.

El desafío radica en construir y asentar con rapidez nuevas fórmulas de entendimiento político.



· EL SOCAVÓN GERARDO RUIZ

Curioso, muchos temas sujetos a debate recaen en el sector comunicaciones y transportes: trenes sin destino, aviones accidentados, el nuevo aeropuerto, dobles remolques... y hasta la licencia federal de conducir de Vicente Carrillo Leyva.



sobreaviso12@gmail.com


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