¡No sé por qué no me mataron!”, Luis Cardona, periodista desplazado de Chihuahua/José Sobrevilla
Noreste, 17 noviembre 2019 |/
Las historias desde las mañaneras nos llevan hoy a contar otro caso –por desgracia– de colegas que han sido víctimas del ambiente de odio y muerte que vivimos en materia de inseguridad. Esta vez conversamos con el periodista Luis Cardona, quien se volvió tendencia al increpar al Presidente y al gabinete de Seguridad durante el informe del caso Culiacán aquella mañana del 31 de octubre de 2019. Su reclamo se hizo viral y, muchos se preguntaban ¿Quién es Luis Antonio Cardona Galindo?
– “Quiero escribir sobre este cuate”, dije cierta mañana al reportero Alfonso Bárcenas y a Noé de grupo RASA (Radiodifusores Asociados, SA) señalando a Luis al otro lado de las bancas del Patio Mariano en Palacio Nacional; esto mientras esperábamos entrar al Salón Tesorería para la conferencia mañanera.
– “Es buena onda”, respondió Alfonso; “¡Vamos para que lo conozcas!” y así se estableció el contacto.
Desde los siete años, Luis Cardona sabía que quería ser periodista; pero a los 16, en la preparatoria, su maestro de ética y etimologías grecolatinas lo invitó a participar en lo que es hoy El Diario de Juárez que se fundó en 1976 y el actual propietario compró –se aseguraba entonces– a una persona que era narcotraficante. No obstante hoy es uno de los diarios de más prestigio en Chihuahua y el principal opositor al gobierno de Javier Corral.
Cuando cumplió los 18 años empezó a reportear, primero deportes y espectáculos; después todas las fuentes. “En provincia –a diferencia de la Ciudad de México– se tiene la oportunidad de aprender de todo porque la cobertura no es tan grande; hasta pasé por la policial, que no me gustaba mucho pero debía hacerlo, hasta llegar a las notas de política”, aseguró a Noreste.net.
Fue director de El Heraldo de Zacatecas, El Diario de Sonora, de San Luis Río Colorado, y Tribuna de Delicias, Chihuahua, medio que “me dejó muy marcado porque fue el primero que fundé; y a los cuatro años de hacerlo, era ya muy influyente en la región sur de Chihuahua, por eso nos lo cerraron. También ahí sufrí mi primera agresión en tiempos de Carlos Salinas de Gortari”.
Fundó además El Factor en Sabinas, Coahuila, y dirigió Zócalo de Piedras Negras. Rediseñó periódicos como Hoy de San Luis Potosí, entre otros. “Anduve en Centroamérica con la UPI cuando Vázquez Raña la compró”.
-¿Por qué tuviste que salir de Chihuahua? ¿Qué escribiste, quién te amenazó?
Al pensar retirarme, a los 56 años, me fui a vivir a Nuevo Casas Grandes, Chihuahua con una concesión de OEM, los de El Sol de México. Todo estaba tranquilo pero empezaron a aparecer cuerpos de jóvenes e hicimos trabajos sobre 15 secuestros. Eran muchachos que, al principio trabajaban en la sierra en el cultivo de la droga y les pagaban muy bien, en dólares, pero después empezaron a secuestrarlos para obligarlos a cultivar y después los mataban.
Hicimos además otros reportajes de cómo el crimen organizado manejaba desde discos piratas, secuestros y extorsiones; por ejemplo lo de Los Lebaron y los mormones de Nuevo Casas Grandes, vertiente de esta religión mormona que son feligreses de los santos de los últimos días, sólo es la punta del iceberg. Estos son más fuertes que los LeBarón. Manejan capitales enormes; son productores de la famosa manzana Golden y durazno. Han sido extorsionados por las bandas del narcotráfico, pero han tenido acuerdos para trabajar; sin embargo con la Guerra de Calderón se desbarataron los acuerdos y empezaron a armarse y atacarse mutuamente.
A mí me secuestraron a las 11 de la mañana del 10 de septiembre de 2012 en el centro de Nuevo Casas Grandes, frente a todo mundo. Eran doce tipos armados con R-15 vestidos de soldados. Fue porque les molestaba que mis notas fueran publicadas en la Ciudad de México en una sección que tenía la OEM llamada “República”.
Cuando me golpeaban me decían que había un teniente de la partida militar de Nuevo Casas Grandes quien era el que les pasaba la información de dónde andaba yo. Decían que ese tipo me odiaba.
Después se sumaron otras cosas: el gobernador Duarte –que anda prófugo–, el fiscal González Nicolás de Chihuahua en aquellos tiempos, y hasta el dueño del periódico El Diario de Juárez también se coludieron. Por eso cuando hicimos el corto “Soy el número 16”[1] respecto a mi caso, con Rafael Pineda, el monero Rapé, en realidad no era para hacerme famoso, sino para que no volvieran a pasar las cosas; sin embargo siguen pasando. De 2012 a la fecha han asesinado a muchísimos compañeros.
Fue el 3 de mayo de 2017 cuando la Revista Proceso[2] lo señaló como “Vocero de Javier Corral” y lo acusó de hacer una lista negra de periodistas de la administración Corral; sin embargo comenta que fue el único empleo que pudo encontrar, pero que no era el Jefe de Comunicación como habían dicho. “El titular era Jesús Antonio Pinedo Cornejo y yo era Jefe de Información, como nivel 4 en el escalafón; sí, a mí me tocaba lo de la relación con la prensa y la orden había sido cero publicidad y cero “chayotes”. Nos bajaron el presupuesto de mil 200 a 284 millones de pesos. Yo ganaba 20 mil al mes”, y solo se hacían contratos de publicidad y otorgaban “apoyos” a los periodistas que Pinedo y el gobernador autorizaban.
– ¿Cómo llegaste a las mañaneras?
Desde 2012 no había tenido empleo fijo, a pesar de que tengo un portal llamado “Diario19.com”. Me encontraba desplazado acá en la Ciudad de México porque con el secuestro no me mataron. No sé por qué; sólo me dejaron tirado en la carretera. Aquella vez fue Artículo 19 quien me trajo a la capital, porque el medio me dejó a la deriva. Apenas iniciaba el Mecanismo de protección a periodistas.
Duré casi tres años en la pobreza total y, por esta situación y porque a ella, mi esposa, un año después de que me secuestraron la levantaron junto con sus alumnas del Colegio de Bachilleres. Eran policías de César Duarte pero gracias al botón de pánico las pudieron rescatar. Fue muy difícil subsistir. Algunos compañeros de Chihuahua me echaron la mano.
El 26 de mayo, hace cinco meses, llegué aquí otra vez. No conseguía trabajo cuando, fortuitamente platicando con un amigo, dueño de La Opción de Chihuahua, un portal digital, periódico muy crítico del gobierno de Javier Corral, me ofreció trabajar con él cubriendo las mañaneras por cinco mil pesos.
Un estreno escandaloso
“Nunca me ha gustado la fama ni la alfombra roja, además no tengo el físico para ser estrella, y tampoco me gusta ser noticia”, dijo, pero aquel 31 de octubre, cuando se caldearon los ánimos en la mañanera, su fotografía circuló en muchos diarios nacionales e internacionales. “Me entraron 15 millones de tuits y se metieron a mi Messenger a amenazarme. Unos me agarraron de bandera y otros me empezaron a tirar: mentiroso, mantecoso, por qué no te bañas, hueles mal, etcétera”.
– ¿Qué le reclamabas al Presidente?
– No era reclamo. Tú sabes cómo es ahí; como no me daban el micrófono tenía que alzar la voz. La primera pregunta que hice era ¿cómo atacaban la corrupción dentro del Ejército?; porque era evidente que hubo filtración de información, si el operativo era como dijeron. La segunda intervención era para que no nos siguiera diciendo que la prensa mentía; porque nosotros nos vamos con la información que tenemos; y en ese momento, el gobierno calló, y los únicos que sacaban información eran los narcos por redes sociales.
Muchos teníamos la foto publicada por La Jornada (donde aparece Ovidio vestido de militar). Yo no la publiqué para no seguirle el juego a la mafia, pero no me gustaba que el Presidente hiciera el reiterado señalamiento de que la prensa mentía. Cuando le presento la foto, le digo “¡mire yo también la tengo!” Me levanto y se la enseño. Eso hizo efecto atrás.
También dije a Durazo que admitiera que estaba mintiendo y que su información era falsa. La prensa publicó lo que había, porque el vacío de información fue muy grande. Ellos dicen que no emiten boletines, entonces ¿de qué otra forma podrían estar informando? pero no; agarraron a la prensa para señalarla enfrente de toda la república y una vez más éramos los malos de la historia. Eso fue. No me molestó. Me exaltaba, me incomodaba y como no me pasaban el micrófono pues tuve que hacerme oír.
– Y, ¿Sí te retiraron la acreditación? ¿Qué pasó?
En ese momento Noemí Berau me picaba las costillas y decía que tenía que respetar al Presidente. Por lo pronto “tu acreditación quedará en veremos”, me dijo. Le respondo “discúlpame pero yo grabo todo y te estoy grabando”. Si vas a actuar contra mí por esto, será un atentado a la libertad de expresión, y me voy a tener que defender; pero como que no entendía.
No quise discutir con ella y me salí; pero en el trayecto de Palacio a mi refugio me llega un mensaje de La Opción de Chihuahua donde me avisan que les habían hablado de Presidencia para decirles que por orden de Jesús Ramírez mi acreditación estaba revocada. En ese momento lo publiqué en Redes Sociales y como a las seis de la tarde empezó a haber muchas opiniones, mucha presión. Fue cuando me habló la asistente de Jesús Ramírez y me lo pasa. Allí me dice: “estoy enterado de lo que hizo Noemí”, y fue cuando me dijo que no estaba revocada mi credencial y que podía asistir al siguiente día. Entonces escribí en mi Facebook que ya no había problema, pero eso ya nadie lo leyó.
[1] “Soy el número 16”, Rafael Pineda, Rapé, https://www.youtube.com/watch?time_continue=1&v=OfkkIngj-mI
[2] https://www.proceso.com.mx/484944/gobierno-chihuahua-difunde-lista-negra-periodistas-cuidado
Ego sum qui sum; analista político, un soñador enamorado de la vida y aficionado a la poesía.
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