15 dic 2019

Morena/Carlos Elizondo Mayer-Serra

Morena/Carlos Elizondo Mayer-Serra
en REFORMA
15 Dic. 2019
La virgen morena, la Virgen de Guadalupe, fue útil para dar legitimidad a los conquistadores. Para la población indígena, y para muchas otras civilizaciones a lo largo de la historia, la religión era una poderosa fuente de cohesión identitaria.

¿Cómo sustituir las viejas creencias con una nueva? En primer lugar, creando un mito sobre el mismo lugar geográfico (Tepeyac) en el que tuvo origen el mito anterior; en segundo lugar, asimilando la imagen de la Virgen de Guadalupe con la imagen de la deidad mexica Toci.
La Virgen de Guadalupe es similar a los indígenas, morena. La Basílica de Guadalupe es el lugar de culto más visitado de México y el segundo santuario religioso del mundo. Cada 12 de diciembre son visibles el fervor, la devoción y el sacrificio de los fieles para lograr estar ahí en el cumpleaños de su virgen.
AMLO llamó Morena a su movimiento político con un objetivo parecido al de los conquistadores cuando crearon el mito de la virgen morena. Es un partido para la gente, la gente morena, en este caso como lo es él. AMLO busca construir algo similar a lo que el PRI hizo cuando incorporó los colores de la bandera nacional en su logo. El PRI no pretendía representar a una parte del país, sino a todos los mexicanos. ¿Qué mejor símbolo nacional que la virgen morena? El mito guadalupano antecede al país.
AMLO conoce bien al PRI. De ahí viene. Pretende que Morena sea el nuevo PRI, aunque de su propiedad. No es un partido político institucional, sino el Movimiento de Regeneración Nacional. Una genialidad en términos simbólicos. AMLO, el juarista, explotando símbolos religiosos.
Morena, sin embargo, no ha logrado consolidar la posición que obtuvo al ser el compañero de triunfo de AMLO en las elecciones presidenciales. Sin la figura de López Obrador, Morena perdió por amplio margen las elecciones locales en Tamaulipas, Durango y Aguascalientes, entidades que ganó AMLO en las elecciones presidenciales.
Los morenistas le han sido leales como legisladores. La amplia mayoría que tiene Morena en ambas Cámaras, bien administrada por sus dos coordinadores, Mario Delgado en la de Diputados y Ricardo Monreal en el Senado, le ha permitido a AMLO sacar, en un año de gobierno, 14 reformas constitucionales e innumerables leyes otrora inimaginables por su centralización de poder y erosión de las garantías individuales.
Morena, sin embargo, no tiene la estructura ni los mecanismos institucionales para resolver sus conflictos internos. Por eso, el 24 de noviembre pasado no pudo elegir a su dirigencia tal como estaba planteado en sus estatutos. Se pospuso la elección al 30 de noviembre. Tampoco lo logró. Ni siquiera tiene un padrón acreditado. Su dirigencia está en un limbo legal.
La gente se ha distanciado de Morena. Según una encuesta de GEA-ISA presentada el 10 de diciembre, la intención de voto por Morena en elecciones para diputados federales es del 28 por ciento; el PAN tiene el 16. El 43 por ciento de los encuestados no sabe. En diciembre de 2018, la intención de voto de Morena era del 44 por ciento.
A diferencia de AMLO, quien ha logrado distinguirse de sus antecesores y seguir siendo un político austero y cercano a la gente, muchos de los gobernantes de Morena son tan malos o peores que los previos. ¿Cuántos ciudadanos de Morelos no extrañan a Graco Ramírez? Siempre se piensa que no se puede estar peor, hasta que uno se hunde un poco más.
Hace algunos meses, Héctor Aguilar Camín recordaba una frase utilizada por su madre: "No hay nada tan parecido a un político mexicano como otro político mexicano". Gobernar desgasta. Gobernar desde la ocurrencia y la improvisación desgasta todavía más. Si Morena quiere ser un fenómeno durable, si no como el de la Virgen, por lo menos como el del PRI, deberá aprender a gobernar y a gobernarse.
@carloselizondom

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