Recomiendo el artículo de Pascal...en Excelsior el 15 de diciembre
El Presidente Andrés Manuel López Obrador pidió este jueves 26 de diciembbe en conferencia que se aleje cualquier tentación de las autoridades de Bolivia de vulnerar la soberanía de México al querer penetrar en la Embajada mexicana, pues eso no lo hizo ni Pinochet. (recomiendo leer toda la conferenia en Palacio Nacional donde por cierto el secretario Ebrard se confundió varias veces al decir orte Penal Internacional en vez de decir Corte Internacional de Justicia de la ONU, la cual se encarga de resolver disputas entre Estados.
Aquí la versión estenografica...
En conferencia dijo esperar que prevalezcan la sensatez y la política.
"Acerca de la situación de Bolivia esperamos que se recapacite y se respete el derecho de aislo y que se aleje cualquier tentación de tomar o vulnerar nuestra soberanía al querer penetrar en nuestra Embajada, en la Embajada de México en Bolivia, eso no lo hizo ni Pinochet, yo espero que prevalezca la sensatez, que prevalezca por encima de todo la política".Marcelo Ebrard, descartó en conferencia mañanera de este jueves 26 de diciembre que México esté intentando influir o tener injerencia en Bolivia, luego de que se otorgara asilo a nueve personas en la embajada mexicana en dicho país.
Al ser cuestionado sobre un comentario hecho por la cancillería boliviana, la cual apuntó que el gobierno de la 4T busca desestabilizar a Bolivia, el canciller señaló que no hay nada más alejado de la realidad: "Nosotros no tenemos más interés que el que se respete y se haga valer el derecho internacional", apuntó.
¿Eso es injerencista?-, pregunto y dijo No. El derecho de asilo para perseguidos políticos no es injerencismo, es la defensa de uno de los derechos sustantivos de los derechos internacionales y de los derechos humanos”.
Presentaremos recurso ante la Corte Internacional de Justicia para que el asedio policial y militar a las sedes de la Embajada de México en Bolivia sea suspendido. Demandamos respeto a la Convención de Viena y al Pacto de Bogotá en la materia”, escribió Ebrard en un tuit..
Ayer la cancillería mexicana reiteró su denuncia por el hostigamiento y la intimidación de la que están siendo objeto la Embajada y Residencia Oficial de México en Bolivia, contra el personal acreditado y contra las personas que se encuentran bajo la protección del Estado mexicano en ese país.
En un comunicado detalló que, ante ello, se ha convocado a la encargada de negocios de Bolivia en México para continuar el diálogo y que explique el actuar de los funcionarios bolivianos.
México recordó que el asilo es un acto de política exterior que se enmarca en el ejercicio de su soberanía y es congruente con su política de derechos humanos, incluido el que toda persona tiene derecho a solicitar asilo por motivos o delitos de carácter político o por aquellos delitos del fuero común que tengan conexión con motivos políticos, cuya vida, libertad o seguridad se encuentre en peligro.
Indicó que, como miembro de la comunidad latinoamericana y de las diversas convenciones regionales en materia de asilo, es respetuoso de su alto valor y por ello hace valer este derecho a nueve personas que se encuentran bajo la protección en los inmuebles diplomáticos de México en La Paz.
Argumentó que el régimen jurídico del asilo diplomático, construido sobre las Convenciones de La Habana (1928), Montevideo (1933) y las dos de Caracas (1954), establece que "corresponde al Estado asilante la calificación de la naturaleza del delito o de los motivos de la persecución".
Además, abundó, asienta que "será respetada la determinación del Estado asilante de continuar con el asilo y exigir el salvoconducto para el perseguido”.
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Recomiendo el artículo de Pascal...en Excelsior el 15 de diciembre
Falso no intervencionismo
Bitácora del director/PASCAL BELTRÁN DEL RÍO
El gobierno de Andrés Manuel López Obrador afirma que aplica de manera estricta los preceptos de autodeterminación de los pueblos y no intervención que establece el artículo 89 constitucional.
Sin embargo, casi nunca menciona que en la fracción X de dicho artículo se dice también que entre los principios que el Ejecutivo debe observar a la hora de conducir la política exterior del país, también están “el respeto, la protección y la promoción de los derechos humanos”.
Dicho eso, no es verdad que el gobierno se apegue siempre a la no intervención.
Mientras estuvo Evo Morales en México —y abusó del asilo que le otorgó este país mediante un abierto activismo en la política boliviana—, no hubo una sola llamada de atención pública por parte del gobierno mexicano para que se abstuviera de hacerlo. En cambio, en cuanto Morales llegó a Argentina, el gobierno de ese país le advirtió que no le permitiría repetir lo que hizo en México.
Durante un mes, el gobierno mexicano se hizo de la vista gorda mientras Morales enviaba instrucciones a sus partidarios para bloquear ciudades e incluso impedir la entrada de alimentos. Pero eso no fue todo. Hoy sabemos que Sergio Martínez Beltrán, el personaje señalado en el informe de la OEA como el “asesor secreto” del Tribunal Supremo Electoral de Bolivia, quien manipuló la base de datos del conteo de votos, estuvo refugiado en la embajada de México en La Paz.
De acuerdo con el diario boliviano Página Siete, el 19 de noviembre, la cancillería de ese país avisó a la embajada mexicana de “la existencia de resoluciones y mandamientos de aprehensión en contra de políticos solicitantes de asilo, para evitar su salida del país”. Entre ellos estaba Martínez Beltrán. A pesar de ello, el 27 de noviembre éste escapó rumbo a Perú por el paso fronterizo de Desaguadero.
El pasado jueves 12, el Consejo Permanente de la OEA analizó el informe final presentado por el equipo de la organización —compuesto de 36 auditores de 18 nacionalidades— sobre los comicios presidenciales del 20 de octubre en Bolivia. Dicho informe confirmó y profundizó los hallazgos iniciales del grupo de trabajo: detectó alteraciones de las actas de escrutinio y falsificación de las firmas de autoridades de casilla, así como el redireccionamiento del flujo de datos a dos servidores ocultos y no controlados por personal del TSE, lo cual permitió la suplantación de las actas.
Todo ello, dice el documento de 96 páginas, derivó en una “manipulación dolosa” que hace “imposible validar los resultados emitidos originalmente por las autoridades electorales”.
Llama la atención que la embajadora de México ante la OEA, Luz Elena Baños, haya intentado meter en la agenda de la sesión extraordinaria del Consejo Permanente un documento que refuta los hallazgos del informe de la OEA, elaborado por el Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (CELAG), supuesto think tank controlado por personajes de la alianza bolivariana y sus aliados, como el expresidente de Ecuador, Rafael Correa; el mexicano Héctor Díaz Polanco, de Morena, y el español Juan Carlos Monedero, de Podemos, y que acaba de invitar a ser parte de su Consejo Consultivo al “vicepresidente de Bolivia” (sic), Álvaro García Linera, quien acompañó a Evo Morales en su efímero exilio en México.
Al hacer esto, sin éxito, México se quedó solo, pues ningún otro país de la organización cuestionó la imparcialidad del informe de la OEA. Mediante hechos y posiciones como los anteriormente descritos, está claro que el gobierno de México no actúa en función de una supuesta defensa de los principios de no intervención y autodeterminación de los pueblos sino de intereses políticos y obsesiones ideológicas que a menudo lo dejan mal parado, como sucedió con el asilo otorgado al dictador y defraudador electoral Evo Morales, quien se fue de México sin siquiera despedirse.
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