VATICANO
El papa Francisco hizo precisiones obligadas con tema Ucrania
Los prelados ucranianos externaron al Papá su molestia por las expresiones a los jóvenes rusos. | Fred Álvarez
LA SILLA ROTA, 6/9/2023 · 22:09 hs;
“Yo estoy con el pueblo ucraniano”, dijo a obispos de ese país.La mañana del viernes 26 de agosto el papa Francisco tuvo una reunión a distancia con alrededor de 400 jóvenes católicos rusos, congregados en la Basílica de Santa Catalina en San Petersburgo, y ahí al final de la charla dijo de manera improvisada en italiano:
“No os olvidéis de la herencia. Sois herederos de la gran Rusia: la gran Rusia de los santos, de los reyes, la gran Rusia de Pedro el Grande, de Catalina II, aquél imperio ruso grande, culto, de tanta cultura, de tanta humanidad. No renunciéis a esta herencia. Vosotros sois los herederos de la Gran Madre Rusia, seguid adelante”.
"Gracias por vuestra manera de ser, por vuestra manera de ser rusos". dijo al final.
Reacciones
Las palabras del líder religioso irritaron de inmediato a Kiev y encantaron a Moscú, Dimitri Peskov, presumió de manera perversa que “el Pontífice conoce la historia rusa y esto es muy bueno”.
En tanto, el portavoz del Ministerio de Exteriores ucraniano, Oleg Nikolenko, lamentó en un mensaje publicado en Facebook que es “precisamente con esta propaganda imperialista, los ‘lazos espirituales y la ‘necesidad’ de salvar la ‘gran Madre Rusia’ que el Kremlin justifica el asesinato de miles de ucranianos y la destrucción de las ciudades y pueblos ucranianos”.
Y en el mismo sentido se expresó el arzobispo Sviatoslav Shevchuk, jefe de la Iglesia católica de rito oriental en Ucrania dijo en un comunicado que las palabras del pontífice habían causado "gran dolor y preocupación".; debemos decir que el prelado es fiel al Papa y además su amigo.
Toomas Hendrik Ilves, expresidente de Estonia, calificó los comentarios como "verdaderamente repugnantes" y muchos por el estilo.
De inmediato, la embajada de la Santa Sede en Kiev dijo en un comunicado que el Papa era un "firme opositor y crítico de cualquier forma de imperialismo o colonialismo" y rechazó lo que describió como "interpretaciones" mediáticas de los comentarios de Francisco.
En el mismo sentido se expresó el vocero papal, Mateo Brunei, expresó que lo que el papa quiso decir es reivindicar lo positivo del gran patrimonio cultural y espiritual ruso (...) no exaltar la lógica imperialista y las personalidades gubernamentales, (que él) mencionó para indicar algunos períodos históricos de referencia".
El error de la Santa Sede es que cuando distribuyó la transcripción oficial del discurso del Papa no incluyó el párrafo improvisado, y es que fue una ocurrencia como lo reconoció Francisco días después. (Abajo el mensaje completo del Papa tal y como lo distribuyó la oficina de prensa).
Debo presumir que conozco algo al papa Francisco, y en ese sentido me pidieron un comentario en medios sobre las expresiones, dije no, debía esperar que el papa hablará como fue,
Y se ocurrió la precisión el lunes 4 de septiembre, nueve días después de los dichos.
Rueda de prensa
Justo cuando viajaba de Mongolia a Roma, y en su acostumbrada rueda de prensa Fausto Gasparroni, de la agencia italiana ANSA fue directo...
-Son declaraciones que -digámoslo así- han irritado mucho a los ucranianos, han tenido también consecuencias en el ámbito diplomático y se han visto en cierto modo casi como una exaltación del imperialismo ruso y una especie de aval a la política de Putin.
¿Por qué sintió la necesidad de hacer estas afirmaciones, si consideró hacerlas, si las repetiría; y también, en aras de la claridad, si podría decirnos qué piensa de los imperialismos y, en particular, del imperialismo ruso?
La respuesta de Francisco fue larga y vale la pena rescatarla, dijo:
i) "Al final del diálogo les di un mensaje (a los jóvenes), un mensaje que siempre repito: que se hagan cargo de su herencia. Primer punto: que se hagan cargo de su herencia. Lo mismo digo en todas partes;
ii) Dije de hecho la idea de la gran Rusia, porque la herencia rusa es muy buena, es muy hermosa. Piensen en el campo de la literatura, en el campo de la música, hasta un Dostoevskij que hoy nos habla de humanismo maduro; ha asumido este humanismo, que se ha desarrollado, en el arte y en la literatura;
(Y aquí la mea culpa del Papa)
iii) "Quizás no del todo correcto, pero hablando de la gran Rusia en el sentido quizás no tanto geográfico, sino cultural, me acordaba de lo que nos enseñaban en la escuela: Pedro I, Catalina II. Y llegó este tercer (elemento), que quizá no sea del todo correcto. No lo sé. Que nos lo digan los historiadores.", dijo.
Subrayó que "fue un añadido que se me ocurrió porque lo había estudiado en la escuela (...) Tomen su propia herencia. Y qué legado ha dado la gran Rusia: la cultura rusa es de una belleza, de una profundidad muy grande; y no debería borrarse por problemas políticos....
Y le responde al reportero..." Luego usted habla de imperialismo. Y yo no estaba pensando en imperialismo cuando dije eso, estaba hablando de cultura, y la transmisión de la cultura nunca es imperial, nunca; siempre es diálogo, y estaba hablando de eso.
Y agregó…
"Es cierto que hay imperialismos que quieren imponer su ideología. Me detendré aquí: cuando la cultura se destila y se convierte en ideología, ése es el veneno. Se utiliza la cultura, pero destilada en ideología. Esto hay que distinguirlo, cuando es la cultura de un pueblo y cuando son las ideologías que luego surgen para algún filósofo, algún político de ese pueblo. Y esto lo digo para todos, incluso para la Iglesia."
Subrayó:
"Muchas veces se ponen ideologías dentro de la Iglesia, que alejan a la Iglesia de la vida que viene de la raíz y va hacia arriba; alejan a la Iglesia de la influencia del Espíritu Santo. Una ideología es incapaz de encarnarse, es sólo una idea. Pero la ideología, al tomar fuerza y convertirse en política, suele convertirse en dictadura, ¿no?, se vuelve incapaz de dialogar, de avanzar con las culturas.
Y los imperialismos hacen esto. El imperialismo siempre se consolida sobre la base de una ideología, dijo (y concluyó con un): "También en la Iglesia hay que distinguir entre doctrina e ideología: la verdadera doctrina nunca es ideológica, nunca; está enraizada en el pueblo santo y fiel de Dios; en cambio la ideología está desvinculada de la realidad, desvinculada del pueblo...".
Ahí debió concluir el tema y asunto cerrado, pero había necesidad de dialogar con los obispos de Ucrania, presentes curiosamente en Roma en un Sínodo.
Hubo un comunicado de la Santa Sede sobre este encuentro ocurrido este miércoles 6 de septiembre.
Charlaron entre hermanos de manera privadísima. Fueron dos largas horas antes de la reunión de los miércoles en la Plaza San Pedro…
Los prelados le externaron al Papa su molestia por las expresiones a los jóvenes rusos, obviamente ya había leído los comentarios del Papa a Gasparroni, seguramente fueron duros...
Elizabetha Pique, corresponsal de LA NACION comentó datos de la reunión que no se difundieron en el comunicado institucional.
“Le expresamos al Papa todo lo que nuestros fieles en Ucrania y en el resto del mundo nos pidieron de decirle a Su Santidad”, contó el arzobispo mayor Sviatoslav Shevchuk, jefe de la Iglesia greco-católica ucraniana, y uno de los mayores críticos días atrás... (seguramente él pidió la reunión con Francisco)
Le explicaron al Papa que los malentendidos que surgieron entre Ucrania y el Vaticano desde el comienzo de la invasión a gran escala “son usados por la propaganda rusa para justificar y respaldar la ideología asesina del ‘mundo ruso’, por lo cual, los fieles de nuestra Iglesia son sensibles a cada palabra de Su Santidad como voz universal de verdad y justicia”
También hablaron del horror de la guerra.
“El hecho de que ustedes duden sobre de qué lado está el Papa era especialmente doloroso para el pueblo ucraniano”, dijo el Papa, según Pique, y agregó “Yo quiero asegurarles mi solidaridad y mi oración constante. Yo estoy con el pueblo ucraniano”, y al final, les mostró el ícono de la Virgen que le regaló en Buenos Aires el arzobispo Shevchuk, ante el que reza todos los días por la martirizada Ucrania.
Al final, los prelados ucranios agradecieron a su hermano mayor su respaldo al pueblo de Ucrania, y es que obras son amores; no sólo son los rezos de los domingos, sino acciones humanitarias, recursos, ambulancias, los esfuerzos para liberar prisioneros de guerra y la misión de paz que está llevando el cardenal italiano, Matteo Zuppi..
El comunicado vaticano dice que Francisco los escuchó y “expresó su dolor por la sensación de impotencia que experimenta frente a la guerra, una cosa del diablo, que quiere destruir, aludiendo especialmente a los niños ucranianos con los que se reunió en audiencias…”.
¡Ese es Francisco!
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MENSAJE DEL Papa Francisco..
Queridos jóvenes, queridas jóvenes: que la paz y la alegría de Jesús estén con ustedes.
Hace tres semanas, hemos celebrado en Lisboa la Jornada Mundial de la Juventud con jóvenes de todo el mundo. Hoy siento una gran alegría por estar aquí, compartiendo este momento de fe y de esperanza con ustedes. El lema de esta Jornada Mundial de la Juventud fue: “María se levantó y partió sin demora”. Quiero proponerles tres ideas en torno a este lema, para que luego puedan seguir trabajándolas ustedes en la reflexión que hagan los grupos, cada cual desde su propia experiencia.
Primera idea: llamados y en salida. Dios llama a caminar, Dios nos manda salir y caminar. Cada uno de ustedes, como María, es llamado por Dios. Sí, llamado por Dios, elegido y llamado. Todos somos elegidos y llamados. Pregúntense ustedes: ¿yo soy elegido, elegida? ¿Soy llamado? Sí, el Señor los llamó desde el comienzo de sus vidas, los llamó por sus nombres. Llamados antes de los talentos que tenemos, antes de nuestros méritos, antes de nuestras oscuridades y heridas, antes de todo hemos sido llamados. Llamados por nuestro nombre, tú a tú. Dios no va al montón, no. Dios va del tú a tú.
Isabel, que era estéril, y María, la Virgen: dos mujeres que se convirtieron en testimonio, ¿de qué?, de la fuerza transformadora de Dios. Dios transforma. Es esa experiencia del amor desbordante de Dios que no se puede dejar de compartir. Por eso, María se levantó y se fue sin demora, fue rápido. Tiene que levantarse con prisa. Cuando Dios llama, no podemos quedarnos sentados. Levantarnos y con prisa, porque el mundo, el hermano, el que sufre, el que está al lado y no conoce la esperanza de Dios necesita recibirlo, necesita recibir la alegría de Dios. Me levanto con prisa para llevar la alegría de Dios. Esta primera idea: somos llamados y en salida.
Segunda idea: el amor de Dios es para todos y la Iglesia es de todos. El amor de Dios se reconoce por su hospitalidad. Dios acoge siempre, crea, crea espacio para que todos tengamos lugar y se sacrifica por el otro, está atento a las necesidades del otro. María se quedó tres meses con Isabel, ayudándola en sus necesidades. Estas dos mujeres están creando espacio para las nuevas vidas que nacen: Juan Bautista y Jesús. Pero también crean espacio una para la otra, se comunican. La Iglesia es una madre de corazón abierto, que sabe acoger y recibir, sobre todo a quien tiene necesidad de mayor cuidado. La Iglesia es una madre amorosa, porque es la casa de los amados y es la casa de los llamados. ¡Cuántas heridas, cuánta desesperanza se pueden curar donde uno se pueda sentir recibido! Y la Iglesia nos recibe. Por eso, sueño con una Iglesia donde ninguno sobra, donde ninguno está de más. Por favor, que la Iglesia no sea una “aduana” para seleccionar a quienes entran y a quienes no. No, todos, todos. La entrada es libre. Y después que cada uno sienta la invitación de Jesús a seguirlo, a ver cómo está delante de Dios; y para este viaje están las enseñanzas y los Sacramentos. Recordemos el Evangelio: cuando el señor del banquete manda a llamar a los cruces del camino dice: “Vayan y traigan a todos” (cf. Mt 22,9). No se olviden esta palabra: todos. La Iglesia es para todos: jóvenes y viejos, sanos y enfermos, justos y pecadores. Esto quería decir Jesús: todos, todos, todos.
Y la tercera idea: es vital que los jóvenes y los ancianos se abran uno al otro. Los jóvenes, al encontrarse con los ancianos, tienen la oportunidad de recibir la riqueza de sus experiencias y sus vivencias. Y los ancianos, al encontrarse con los jóvenes, encuentran en ellos la promesa de un futuro de esperanza. Es importante, ustedes, jóvenes, que dialoguen con los ancianos, que dialoguen con los abuelos, que escuchen a los abuelos, que escuchen esa experiencia de vida que va más allá de la de los padres. El punto de encuentro entre María e Isabel son los sueños. Ambas soñaban. Los jóvenes sueñan, los viejos sueñan. Es precisamente el sueño, la capacidad de soñar, la visión del mañana lo que ha mantenido y sostiene unidos a las generaciones, como nos recuerda el profeta Joel: “Sus ancianos tendrán sueños, sus jóvenes tendrán visiones” (cf. 2,28). Así los ancianos sueñan con tantas cosas: la democracia, la unidad de las naciones…; los jóvenes profetizan, son llamados a ser artesanos del ambiente y de la paz. Isabel, con la sabiduría de los años -era vieja-, fortalece a María, que era joven y estaba llena de gracia, guiada por el Espíritu.
Queridos jóvenes: no quiero echar un sermón largo. Los invito a ser constructores de puentes. Constructores de puentes entre las generaciones, reconociendo los sueños de aquellos que han ido por delante en el camino. La alianza entre las generaciones mantiene viva la historia y la cultura de un pueblo. Deseo para ustedes, jóvenes rusos, la vocación de ser artesanos de la paz en medio de tantos conflictos, en medio de tantas polarizaciones que hay de todos lados, que acechan nuestro mundo. Los invito a ser sembradores de semillas, de semillas de reconciliación, pequeñas semillas que en este invierno de guerra no brotarán por el momento en la tierra helada, pero en una primavera futura van a florecer. Como dije en Lisboa: tengan la valentía de sustituir los miedos por los sueños. Sustituir los miedos por los sueños. Sustituyan los miedos por los sueños. No sean administradores de miedos sino emprendedores de sueños. ¡Dense el lujo de soñar a la grande!
Queridos jóvenes: gracias por este tiempo que me han regalado, por haber querido compartir conmigo un poco de sus sueños y sus esperanzas, de sus temores y sus sufrimientos. Gracias a Bárbara por su testimonio de familia. Gracias a Alexander por su testimonio de vida. Gracias. Y gracias a todos ustedes por el testimonio que están dando hoy en esta reunión.
Los invito a que miren a María, encuentren al Señor, concíbanlo en el corazón y rápido, con prisa llévenlo a quienes están lejos, llévenlo a quienes los necesitan. Sean signo de esperanza, signo de paz y de alegría, como María, porque con la misma “humildad de su servidora”, puedan ustedes también cambiar la historia que les toca vivir. Juéguense por el futuro, anclados con las raíces de los abuelos. Los saludo con afecto. Estoy contento de comunicarme con ustedes. Les doy mi bendición. Rezo por ustedes y, por favor, no se olviden de rezar por mí.
[01275-ES.01] [Texto original: Español]
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