23 nov 2006

La enchilada completa: Castañeda


Jorge Castañeda ayer con un grupo de dirigentes campesinos.
ESTÁ CERCA LA ENCHILADA COMPLETA, NO DEBEN PERMITIR QUE CALDERÓN SE RAJE; dijo.

La gran tarea de las organizaciones del sector rural y de los Partidos Políticos en este momento, es no permitir que el presidente electo, Felipe Calderón, se raje en exigir la firma de un acuerdo migratorio con EE UU, destacó ayer por la mañana -22 de noviembre- el ex canciller Jorge G astañeda, dentro del foro sobre la “Situación actual y perspectivas de las organizaciones rurales” convocado por siete organizaciones campesinas.

Durante el segundo foro para construir la agenda programática del Pacto para el Desarrollo Sustentable del Campo y la Gobernabilidad del País, convocado por las organizaciones UGOCM, CONSUCC, CAM, ALCANO, MIP, CONORAF, UCADERIS y CODUC, señaló también que la única forma de lograr que los países firmantes con México del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) apoyen al campo mexicano frente a un acuerdo que ya no se puede renegociar, es vendiéndoles que si no apoyan a las comunidades expulsoras el problema migratorio será de ellos, sobre todo de los Estados Unidos.

Castañeda señala que a diferencia de lo mencionado por los asesores del presidente electo, “se ha abierto una nueva ventana de oportunidades para que ahora si se logre la enchilada completa”.

Afirma que hace algunos meses el Senado de los Estados Unidos aprobó una reforma bastante favorable, bloqueada por la Cámara de Representantes, la cual aprobó al construcción de llamado Muro.

Sin embargo, dice que al haber recuperado la mayoría de la Cámara de Representantes los demócratas, “eso prácticamente asegura que el Senado retome su propuesta original, la propuesta McCain-Kennedy, y ya sabemos que Bush haría suya cualquier propuesta que saliera de ambas Cámaras del Congreso”.

Prosigue el ex canciller: “¿Qué contiene esta iniciativa? ¿Qué es importante para nosotros sobre todo en el campo? Contiene las dos cosas que siempre fueron necesarias para México, lo que siempre llamamos la enchilada completa. Por un lado, legalizar más o menos rápidamente, más o menos completamente, a todos nuestros paisanos que están en los Estados Unidos sin papeles, que hoy en día son alrededor de 6 millones.

“Debemos plantearlo, a sabiendas de que no necesariamente se logre que nos legalicen a todos de la noche a la mañana. En un mundo ideal es lo que nos gustaría”, añade.

Castañeda afirma, en cambio, “lo que sí es posible, es que legalicen al mayor número que se pueda en el menor tiempo que se pueda. Si nos legalizan a un 90% a lo largo de 3 años, pues son muy buenos, son muy, muy buenos. Si nos legalizan más y en menos tiempo, pues es mejor. Si nos legalizan un poco menos y en más tiempo, pues es peor, pero es fundamental que esto suceda y lo segundo es que se cree un programa de trabajadores temporales, semejante a los dos que existen y que ustedes conocen bien, que son el de H2A y H2B”.

A este respecto, y que fue una de las principales críticas a Castañeda durante su estancia en la Secretaría de Relaciones Exteriores, defiende su postura: “Lo que queremos es que los otros 300 mil compatriotas más o menos que se van cada año a Estados Unidos sin papeles, puedan irse ahora con papeles, con estos papeles de trabajadores temporales”.

“¿Por qué temporales? Porque la inmensa mayoría de nuestra gente lo que quiere es irse a trabajar allá 6 meses y volver a su casa en México y el año siguiente volverse a ir 6 meses y volver a casa y así sucesivamente, y a veces con el tiempo a los 4, 5 o 6 años uno se va a quedar porque se va a encontrar una novia, se va a casar o que sé yo. Pero la gran mayoría de nuestra gente lo que quiere es ir y venir, no quiere quedarse allá”.

Entonces, advierte, “necesitamos ese tamaño de acuerdo de trabajadores temporales. Y necesitamos que haya un paso del status de trabajador temporal al de residente permanente, si es que el trabajador, el compatriota, así lo desea”.

Porque, destaca también, la migración de México a los Estados Unidos, iniciada hace 120 años, no se va a acabar de la noche a la mañana así se creen más empleos, como tampoco inició con la firma del TLCAN.

“El político que lo diga está mintiendo, y el que lo prometa está mintiendo. Nuestra gente va a empezar a dejar de irse cuando pasen dos o tres cosas básicas:

“Primera y la más importante. Conforme vaya envejeciendo nuestra población, automáticamente se irá menos gente. El tema en todos los países que han reducido la migración, es el envejecimiento demográfico de su población y no hay ninguna razón para pensar que México sea distinto, somos iguales que todos los países.

“Y segundo. Cuando disminuya la brecha de salarios, nuestra gente dejará de irse, porque la gente que se va, tiene empleo y lo hace porque no es bien pagado. Porque por otro lado, si no tuviera empleo no tendría dinero para irse.

Finalmente, luego de una larga ronda de preguntas y respuestas, dijo que la única forma de lograr apoyos inmediatos al campo por parte de los Estados Unidos y Canadá antes de la apertura total de 2008, es vendiéndoles la idea de que el problema va a ser para ellos.

“Cuando les decimos que hay un problema migratorio, eso si funciona, a medias. Ahí sí tenemos un gancho. Si no nos dan dinero de apoyos compensatorios para la infraestructura, para generar empleos, para educación, para generar políticas sociales, en 2008 se va a ir la gente y el problema lo van a tener ustedes. Entonces, en lugar de gastar dinero en su barda, que además ni sirve ni existe, ni va a existir, gasten ese dinero en las comunidades donde va a tener mayor impacto la desgravación. Esa es una postura que quizá nos compren”, finalizó.

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