La mezquita enrojecida

EDITORIAL periódico El Tiempo de Colombia.
La mezquita enrojecida
13 de Julio de 2007.
La batalla entre extremistas islámicos y fuerzas del gobierno de Pakistán por el control de la Mezquita Roja terminó después de dos semanas de tensión y una jornada de asalto. El resultado no es preciso: el Ejército reporta 75 muertos (10 uniformados y 65 militantes), y el diario paquistaní The Nation habla de varios centenares. Pero es aún mayor la incógnita sobre los efectos de la carnicería.La Mezquita Roja de Islamabad es -o era- uno de los más importantes símbolos religiosos del país. Se trataba de una operación casi familiar en torno a la cual operaban una madraza, la vivienda de los profesores y una biblioteca coránica. En los últimos años, con la tolerancia del Gobierno, la mezquita se convirtió en epicentro del radicalismo islámico y convocó a terroristas religiosos como los talibanes y el grupo de Al Qaeda. En enero se pasó de las prédicas encendidas a las vías de hecho, cuando unas estudiantes se tomaron la biblioteca, y en junio la mezquita declaró la guerra santa contra un ministro del presidente Pervés Musharraf. Poco después, unos de sus alumnos secuestraron a siete ciudadanos chinos a quienes acusaban de operar un burdel. La situación estaba servida para un desenlace violento. Los seguidores del jefe de la mezquita, Abdul Rashid Ghazi, ofrecieron tenaz resistencia desde el templo, pero el martes las tropas lo ocuparon a sangre y fuego. En la operación murió Ghazi, cuyo padre fue asesinado en ese mismo lugar hace nueve años y cuyo hermano fue capturado la semana pasada cuando intentaba huir.La crisis de la Mezquita Roja revela hasta qué punto el extremismo religioso se ha convertido en un problema para el gobierno de este país de 165 millones de habitantes que se alineó con Estados Unidos en la lucha contra el terrorismo. Mientras crece el sustrato fundamentalista entre los jóvenes, muchos de los cuales quisieran ver en Pakistán un Estado mahometano al estilo de Irán, arrecian las exigencias de una mayor democracia en el país. Sobra decir que la guerra de Estados Unidos en Afganistán e Irak ha arrojado gasolina a una hoguera encendida de tiempo atrás. Este año esperan unas elecciones complicadas, en las cuales la alianza con Washington pesa cada vez más contra el gobierno, al paso que el extremismo gana terreno. Los muertos en la Mezquita agregarán un mito martirológico a su causa.editorial@eltiempo.com.co