31 ago 2007

Europa y el Islam



  • Europa y el islam/Ramin Jahanbegloo es filósofo iraní.
Traducción de Jesús Cuéllar Menezo
Pulicado en El País, 29/08/2007;
"Menor razón hay para que los defectos y costumbres incultas y no moderadas que en estas nuestras indianas gentes halláremos nos maravillen y, por ellas, las menospreciemos, pues no solamente munchas y aun todas las repúblicas fueron muy más perversas, irracionales y en prabidad más estragadas, y en muchas virtudes y bienes morales muy menos morigeradas y ordenadas. Pero nosotros mismos, en nuestros antecesores, fuimos muy peores, así en la irracionalidad y confusa policía como en vicios y costumbres brutales por toda la redondez desta nuestra España".
Estas frases, escritas por Bartolomé de las Casas (1484-1566) en su libro Apologética Historia Sumaria, reflejan que el descubrimiento y posterior conquista del Nuevo Mundo por parte de la corona española suscitaron una seria, cuando no acalorada, polémica intelectual, centrada en la humanidad y cristianización de los indios. El debate llegó a su punto culminante en 1550, cuando Carlos I de España ordenó la constitución de una junta que, formada por juristas y teólogos y reunida en Valladolid, escucharía los argumentos a favor y en contra del uso de la fuerza para incorporar a los nativos a las Indias españolas. Por una parte estaba Juan Ginés de Sepúlveda, un destacado humanista y experto en griego que justificaba la conquista y evangelización de los pueblos indígenas americanos. Frente a él se situaba Las Casas, que defendía los derechos de los pueblos indios y estaba a favor de su conversión pacífica.
Las Casas, a pesar de su fracaso en la controversia con Sepúlveda, se las arregló para representar a los indios ante la corte real y, de este modo, llamar la atención de la Iglesia y de la corona española sobre la aterradora disparidad entre los objetivos misionales del encuentro entre cristianos europeos e indígenas del Nuevo Mundo y la brutal explotación de los segundos a manos de los primeros. Las Casas consiguió proclamar la humanidad, racionalidad y libertad personal y colectiva de los pueblos indígenas. Además, su controversia con Ginés de Sepúlveda en Valladolid logró que las Nuevas Leyes de Indias de 1542, inicialmente concebidas para abolir el sistema de encomiendas (en virtud del cual trabajadores indígenas eran adjudicados a los colonos españoles, entendiendo que éstos les enseñarían la fe cristiana a cambio de su esfuerzo), siguieran en vigor. De este modo, el resultado de la llamada Controversia de Valladolid fue que los españoles siguieran teniendo en mente los derechos humanos de los indios.
En consecuencia, desde esta perspectiva, dicha polémica tuvo un gran impacto en las teorizaciones elaboradas por los europeos para tratar de comprender las diversas culturas indígenas del Nuevo Mundo. La Controversia de Valladolid inició un nuevo debate sobre el concepto de "civilización".
En el siglo III antes de Cristo, Aristóteles estableció una diferencia entre los grupos humanos regidos más por la razón que por las pasiones, llamados civilizados, y los bárbaros, entre los que la pasión se imponía a la razón. Para Aristóteles, era natural que éstos estuvieran supeditados a aquéllos. En 1500, Ginés de Sepúlveda aplicó esta teoría a los indios. En su opinión, eran una raza bárbara cuya inferior condición natural concedía a los españoles el derecho a hacerles la guerra. Por el contrario, Las Casas llegó a la conclusión de que, como los indios eran seres humanos racionales y civilizados, los españoles no tenían derecho a someterlos ni a la esclavitud ni a la guerra.
Aunque los juristas y teólogos de Valladolid no lograron instar de manera concluyente a Carlos I para que detuviera de modo definitivo todas las guerras de conquista en el Nuevo Mundo, limitándose a tratar de cristianizar pacíficamente a los indios, parece que la controversia entre Las Casas y Ginés de Sepúlveda sigue teniendo gran relevancia para europeos y estadounidenses en los debates actuales sobre los derechos del "otro". Su legado radica en la idea de que es preciso comprender y abordar la situación del "otro" desde la propia perspectiva de éste.Hoy en día, Europa se enfrenta a una nueva Controversia de Valladolid. No es sorprendente que el debate sobre el islam y los musulmanes en Europa recuerde con frecuencia el argumento de Ginés de Sepúlveda: "Siendo por naturaleza siervos los hombres bárbaros, incultos e inhumanos, se [negaban] a admitir la dominación de los que [eran] más prudentes, poderosos y perfectos que ellos [los españoles]". Al igual que en la polémica entre Las Casas y Ginés de Sepúlveda, el debate actual sobre Europa y el islam se enmarca en un contexto polarizado, en el que los que se consideran parte del mundo civilizado (los europeos) se ven a sí mismos en guerra con los nuevos bárbaros (los musulmanes). En consecuencia, dentro de este debate surge en Europa una concepción cultural dual, un punto de vista polarizado que enfrenta la cultura de los civilizados a la de los bárbaros. Es justo preguntarse aquí a quién le corresponde determinar quién es o no civilizado. En una ocasión en que a Mahatma Gandhi le pidieron su opinión sobre la civilización occidental replicó: "Creo que sería una buena idea". Con esto quería decir que la humanidad aún no ha concluido su misión civilizadora original.
Diez mil años no han generado mucha "civilización". Todavía nos enfrentamos a la pobreza, la tiranía y el fanatismo, que se esconden detrás de las civilizadas fachadas de la tecnología y el capitalismo. En cuanto a la idea de Europa como "fuerza civilizadora", su propia aparición como posibilidad y potencialidad en ese sentido se debe a otras culturas. Hace siglos que Europa lleva en la frente el concepto de interculturalidad, y omitirla u olvidarla sólo significaría que la historia del Viejo Continente se escribe y concibe en términos monoculturales. De ser así, Europa no sería una "buena idea" en el sentido en que Gandhi utilizaba el término civilización, es decir, entendiendo que designaba una cultura de la diversidad en proceso continuo, sino que, después de todo, seguiría siendo una "no idea". Es mucho más realista abordar la civilización europea desde el pluralismo que desde la singularidad. Hay muchas culturas europeas, ¡pero sólo hay una Europa y Europa es una buena idea! Europa es una trayectoria, no un destino. Al igual que la democracia, es un proyecto inacabado. Nos estamos engañando si proclamamos que hemos alcanzado una civilización europea. La civilización, como la democracia, es un ideal por el que merece la pena luchar.
Como la antorcha de un maratón de relevos, el proceso civilizador ha ido pasando de mano en mano, de una cultura a otra. Tanto Europa como el islam siguen contándose entre los principales pilares de la civilización humana. Al reconocerlo, Europa y el islam podrían entablar un intercambio dialógico, con el fin de aportar soluciones consensuadas a problemas como el fundamentalismo, el terrorismo, el racismo y la integración, colaborando especialmente en materia de creencias, acción y ciudadanía.
Si los europeos se sienten parte del destino de Europa y el Viejo Continente no tiene nada que temer del islam, en esta ocasión el resultado de la nueva Controversia de Valladolid no sólo será el reconocimiento de la "alteridad" de los musulmanes, sino la aceptación de que la diversidad cultural europea es algo legítimo. De este modo, uno podría ser un musulmán residente en Europa tanto como un musulmán europeo. No hay contradicción entre esos dos términos, y no habría que pedirle a nadie que eligiera entre uno y otro, ni obligarle a hacerlo. No hay que olvidar que el precio de una Europa plural y democrática no es ni la estrategia del miedo ni la política del odio. Es la cultura política basada en la moderación y la deliberación que Las Casas formuló de este modo en su Apologética Historia Sumaria: "... claramente parece no haber naciones en el mundo, por rudas e incultas, silvestres y bárbaras, groseras, fieras y bravas y cuasi brutales que sean, que no puedan ser persuadidas, traídas y reducidas a toda buena orden y policía y hacerse domésticas, mansas y tratables, si se usare aquel camino que es propio y natural a los hombres mayormente, a saber, por amor y mansedumbre, suavidad y alegría".
Si no tenemos en cuenta voces como las de Las Casas, podríamos terminar asumiendo la benevolencia de la civilización que Ginés de Sepúlveda propugnaba, respaldándola con la firme necesidad de controlar a los pueblos atrasados, por medios militares si es necesario.

Anna Politkóskaya


Anna Politkóvskaya fue asesinada el pasado mes de octubre aparentemente por los servicios secretos rusos. El crimen causó una gran conmoción, y no pocos pusieron la mirada hacia el entorno del presidente ruso como principal fuente de sospecha. Ahora, el fiscal general de ese, Yuri Chaika, ha dado por cerrado el caso al anunciar que han sido detenidos los organizadores, los cómplices y los ejecutores: un total de 10 personas, entre ellos varios miembros de una banda criminal chechena así como un agente del Servicio Federal de Seguridad (SFS, sucesor del KGB) y cuatro funcionarios del Ministerio del Interior.
"El fiscal general no ha sido capaz de afirmar quién fue el verdadero cerebro, pero ha dejado entrever que el asesinato pudo haber sido urdido desde el exterior por grupos interesados en desestabilizar el país, y en particular por el oligarca Borís Berezovski, el ex amigo y hoy acérrimo enemigo de Putin, que se encuentra exiliado en Londres (...) Aun siendo positivo que las autoridades rusas se hayan esforzado por detener a los presuntos autores y cómplices -cuatro de ellos fueron ayer formalmente acusados de la muerte-, no parece ni mucho menos que el caso haya quedado resuelto. Lo único cierto que se desprende de las afirmaciones del fiscal general es que, como aseguraba la asesinada periodista, en la Rusia de Putin existe una colaboración entre el crimen organizado, que mata por encargo, y las fuerzas de seguridad y los servicios secretos." (editorial de El País, 29/08/2007;)
El caso, como dice el editorial sigue sin ser resuelto, al contrario.

El hijo secreto de Arthur Miller


Una nota de Bárbara Celis para El Páis - citando a Vanity Fair-, señala que el escritor Arthur Miller tuvo un hijo con síndrome de Down en 1966, fruto de su matrimonio con la fotógrafa Inge Morath, a la que conoció durante el rodaje de Vidas rebeldes cuando aún estaba casado con la protagonista de aquel filme, Marilyn Monroe. Morath tuvo primero una hija, Rebecca Miller, hoy una reconocida cineasta, y luego llegó Daniel, quien cuatro días después de nacer, y pese a la oposición de Inge Morath, sería depositado en un orfanato y eliminado por completo de la vida pública y privada del escritor. "Nunca se ha publicado una fotografía suya, pero quienes conocen a Daniel Miller dicen que se parece a su padre".
Así arranca un reportaje de investigación que por primera vez saca a la luz los detalles de la oscura relación entre el escritor y su hijo secreto. Rebecca Miller asegura que Daniel es hoy "parte de la familia", pero nunca lo fue mientras su padre estuvo vivo.
Con fama de ególatra, frío y orgulloso, el escritor escondió públicamente la existencia de aquel hijo que no parecía ser compatible con su vida de dramaturgo e intelectual de referencia. Ni siquiera lo menciona en su libro de memorias, Timebends. Sin embargo, seis semanas antes de morir, a los 89 años, Miller quiso enmendar 40 años de ausencias y decidió incluir a Daniel en su testamento, repartiendo su riqueza a partes iguales entre sus cuatro hijos (además de Rebecca y Daniel, también fue padre de Jane y Robert, fruto de su matrimonio con Mary Slattery).
Daniel, quien llegó a participar en los Juegos Paralímpicos compitiendo en categorías como esquí y ciclismo, creció solo en diferentes instituciones y no conoció a su padre hasta 1995, cuando durante un acto público en el que el escritor iba a hablar en defensa de un discapacitado mental acusado de asesinato, Daniel subió al escenario y abrazó a Miller.
Arthur Miller está considerado como uno de los mejores dramaturgos del siglo XX. Escritor comprometido, Miller supo trasladar a los escenarios el conflicto del ser humano y el espíritu crítico, arremetió contra el masificador antihumanismo estadounidense, se acercó al marxismo, para después criticarlo, se opuso activamente a la “caza de brujas” del senador McCarthy y denunció la intervención estadounidense en Corea y Vietnam. Su nombre fue sinónimo de audacia y de ruptura, tanto temática como estructural.
Arthur Asher Miller
estuvo siempre del lado de los desfavorecidos, pero repudió a su propio hijo por ser un discapacitado mental. Al final al parecer se arrepintió.
Lo que hay que leer es el reportaje en Vanity Fair de este mes de septiembre.

Secular Turks will settle for nothing less than a truly liberal society

Secular Turks will settle for nothing less than a truly liberal society/Mehmet Karli, who is studying for a PhD at Oxford and is a former president of Oxford University Turkish Society
THE GUARDIAN, 31/08/2007;
Your leader (Islam and democracy, August 22) is correct to state that a military intervention to defend secularism in Turkey would be “bad for the military itself, … bad for Turkey and, indeed, bad for the rest of the Muslim world”. Moreover, it should not be forgotten that it was the Turkish army that prepared the fertile ground for the development of political Islam. The military coup of 1980 cleared the way for political Islamists by crushing established political parties and by propagating an authoritarian ideology called the Turkish-Islamic synthesis, a poisonous mix of nationalism and Islamism.
However, I find your conclusion troubling. Although your leader states that some policies of the Justice and Development Party (AKP) are worrying “from a European liberal perspective”, it nevertheless seems to condone them because “in parts of the Middle East [Turkey] is often seen as a model”. This implies an Orientalist mindset, an assumption that a Muslim society cannot be as liberal as a European one. Why should we lower the bar? Is it wise to dismiss secular Turks’ criticisms of the illiberal policies of the AKP so that it can be presented as a role model elsewhere in the Middle East?
It is indeed true that “the Turkish brand of secularism has its unattractive side too”, being associated with “politics that at times can be far from progressive”. But it would be wrong to think that all secular Turks want an army intervention. Many are determined to protect not only secularism but also democracy. As your leader suggests, the danger in Turkey is not the establishment of an Islamic state. Neither the history nor the social structure of Turkey would allow this. The real danger is the creeping Islamisation of social life, and a rise in societal conservatism which puts pressure on secular Turks. While the AKP does not impose any laws towards the establishment of an Islamic state, it fuels social conservatism through political and economic incentives. Municipalities controlled by the AKP use social policies to promote conservatism, and in the central administration a conservative lifestyle becomes necessary for those who wish to be promoted to key positions.
You say Abdullah Gul, “in anticipation of becoming president … has made some reassuring noises”. Not all leading figures in the AKP have been so reassuring. After the secular Turkish columnist Bekir Coskun recently wrote that he would not accept Gul as his president (reminiscent of “not my president” protests against George Bush), Recep Tayyip Erdogan, the prime minister, urged him to give up his Turkish nationality and leave the country. Many secular Turks believed that this comment was addressed not only to Coskun but to all of them.
Many words and deeds of the AKP are indeed worrying from a European liberal perspective. Some in the west may condone them in line with the role they have tailored for Turkey: a role model for the Middle East. But some of us in Turkey still think that we should and can not settle for anything less than a truly liberal society - liberal in the European sense of the word. If that prevents us from being a role model to other Muslim societies in the Middle East, so be it.

Las OCS instituciones con credibilidad

La credibilidad de las ONG/Ignasi Carreras, director del Instituto de Innovación Social de ESADE.
Tomado de El País, 01/09/2007
Hasta ahora todas las encuestas que sondean el nivel de confianza de los ciudadanos del mundo en diferentes tipos de organizaciones siempre han situado a las ONG en el primer lugar. Así se constata en el octavo barómetro de confianza presentado el pasado mes de febrero por la empresa de comunicación Edelman y realizado entre 1.500 líderes de opinión de varios países. Según este estudio, las ONG son las instituciones que gozan de mayor nivel de credibilidad (50% de los encuestados en Europa confían en ellas, siendo el porcentaje aún mayor en el sondeo específico de España), por delante de las entidades religiosas (45%), las empresas (36%), los medios de comunicación (28%) y los gobiernos (27%). Se valora positivamente que las ONG trabajen por el bien común sin defender intereses particulares.

"Hace más ruido un árbol que cae que otros cien que crecen", nos recuerda el dicho popular. Qué duda cabe que la credibilidad del conjunto de las ONG ha quedado seriamente afectada en España por los supuestos delitos de apropiación indebida, presuntamente atribuidos a los máximos responsables de dos organizaciones concretas: Intervida y Anesvad, ambos casos pendientes de decisión judicial. La trayectoria muy positiva de cientos de ONG que realizan un trabajo de gran relevancia en el ámbito de la cooperación al desarrollo o en otros campos como la acción social, el medio ambiente o los derechos humanos ha quedado súbitamente bajo sospecha a consecuencia de las supuestas irregularidades de estas dos ONG.
Seguramente, lo que más desconcierte a los ciudadanos, y por ende afecta a la credibilidad de las ONG, es que estas acusaciones vayan directamente dirigidas contra los que han sido sus respectivos presidentes. Muchas personas se preguntan: ¿cómo vamos a confiar en las ONG si no podemos confiar en aquellas personas que están al frente de ellas? Lo que se espera de un líder de cualquier institución, y aun más si cabe de una ONG, es que sea honesto. También es necesario que inspire y entusiasme a voluntarios, técnicos y donantes sobre la causa social a desarrollar y que sea competente para alcanzar resultados satisfactorios según la misión de su organización. Pero lo que es imprescindible es que sea honesto y que todas sus actuaciones se basen en los principios éticos que deben caracterizar los valores de toda ONG.
Tanto Anesvad como Intervida han tenido graves deficiencias de liderazgo. Todo indica que sus líderes responden a lo que en la literatura académica sobre el tema se conoce como "síndrome del líder fuerte": personas que acostumbran a ser carismáticas, pioneras de las causas que impulsan, emprendedoras y con una gran capacidad para conducir sus organizaciones durante largos periodos de tiempo. Asimismo, estos líderes fuertes suelen dominar sus organizaciones, tienen un estilo de liderazgo basado en las afinidades personales, toleran mal las críticas o propuestas diferentes de las suyas y no son transparentes ni rinden cuentas de su gestión. La característica más negativa de este tipo de liderazgo, si bien la más excepcional y poco frecuente es el abuso de poder y la apropiación personal de los fines de la organización.
Ambas organizaciones también han sufrido otra grave carencia: el mal funcionamiento de su órgano de gobierno. Los patronatos de la Fundación Intervida y de la Fundación Anesvad estaban compuestos, durante el periodo que está siendo investigado por la justicia, por personas de confianza de sus presidentes, que seguían sus indicaciones sin mayor cuestionamiento.
Una tercera deficiencia del liderazgo de ambas entidades era su aislamiento respecto del resto de ONG. Algunas de las prácticas de Anesvad e Intervida no se ajustaban al código de conducta de la Coordinadora Española de ONG de Desarrollo. Esto hizo que Anesvad dejase de ser miembro de la misma y que Intervida, cuyo origen es mucho más reciente, no fuese aceptada como tal. Al estar fuera de la Coordinadora dejaron de beneficiarse del intercambio con otras ONG, y las carencias de liderazgo de ambas organizaciones aún se acentuaron más. Asimismo, ninguna de las organizaciones que nos ocupan está entre las ONG que voluntariamente se someten cada año al control de la Fundación Lealtad, la entidad impulsora de la Guía de la transparencia y las buenas prácticas de las ONG. En su quinta edición la guía analiza a 117 ONG que en conjunto suponen aproximadamente el 40% de los fondos gestionados por las ONG con presencia en nuestro país. En la web www.fundaciónlealtad.org aparece el grado de cumplimiento de los nueve principios por parte de cada una de dichas organizaciones, con un balance general bastante satisfactorio.
Sin restar importancia a los hechos que la justicia está examinando, vale la pena recordar que los casos de Intervida y Anesvad son la excepción y no la norma en el panorama de las ONG. Y no sólo eso, sino que además están generando una reacción en el conjunto del sector, y en las propias dos organizaciones afectadas, que, afortunadamente, va mucho más allá de la lógica actitud defensiva de su credibilidad. Se están reforzando diversas iniciativas para asegurar el buen gobierno de las ONG. Ha quedado claro que es prioritario mejorar el funcionamiento de sus órganos de gobierno. Éste es un punto débil del sector no lucrativo en todos los países. Las ONG crecen y se hacen más complejas a un ritmo superior que la evolución que experimentan sus órganos, los patronatos en el caso de las fundaciones y las juntas directivas en el de las asociaciones, a los que corresponde asegurar un buen gobierno de las mismas. Va a haber un cambio de tendencia en virtud de la cual el buen gobierno, que también incluye más transparencia y mejor rendición de cuentas y de resultados, pasará a ser uno de los ámbitos en los que las ONG están dispuestas a avanzar con mayor determinación.
Si algo caracteriza al sector de las ONG es su voluntad de ir a la raíz de los problemas. La crisis de dos organizaciones determinadas está haciendo avanzar al conjunto del sector. Las ONG son conscientes de que su credibilidad está en tela de juicio y de que se ha acabado la edad de la inocencia, pero asumen el reto de ganarse diariamente la confianza de los ciudadanos con la clara voluntad de aprender de la situación creada y hacer de ello una oportunidad para mejorar.

La familia real en España; entre el mito y la realidad

Una familia en el Trono/ Isabel Burdiel, profesora de Historia Contemporánea de la Universidad de Valencia y autora de Isabel II. No se puede reinar inocentemente.
Tomado de El País, 31/08/2007
En 1867, el periodista y analista político británico Walter Bagehot escribió una obra titulada The English Constitution cuyo objetivo era analizar el secreto de la estabilidad política británica frente a las convulsiones que experimentaron casi todos los otros regímenes europeos durante la primera mitad del siglo XIX. Aquel secreto eficaz consistía, a su juicio, en la cuidadosamente preservada relación entre mito y realidad respecto al ejercicio efectivo del poder que, sin reglas escritas, había sido transferido desde un monarca que gobernaba sólo en apariencia a un gabinete responsable primordialmente ante los Comunes. El desvelamiento de la intencionadamente obscurecida relación entre el ejercicio dignificado (dignified) y efectivo (efficient) del poder tenían en Bagehot un sentido que oscilaba entre la descripción y la prescripción. Entre una herramienta de análisis y una guía política de tintes maquiavélicos para afrontar los retos de gobernabilidad en la Inglaterra capitalista y liberal.
Frente a los toscos y peligrosos alardes revolucionarios europeos, la delicadeza del sistema británico había consistido (debía seguir consistiendo) en reducir al mínimo los cambios en la apariencia del funcionamiento del gobierno del país al tiempo que éste era alterado de forma dramática y definitiva. La estabilidad victoriana (la envidia de todos los liberales europeos) se sostenía sobre la capacidad de la Monarquía para representarse (y dejarse representar) como un referente de autoridad al tiempo que, en la práctica, la Reina había sido despojada de todos sus poderes legislativos y ejecutivos relevantes. En realidad, la Monarquía británica era una "república disfrazada" al servicio de los intereses de unas clases medias amenazadas por aspiraciones políticas y cambios socioeconómicos muy rápidos e intensos.
Sin embargo, para que aquella noble mentira funcionase a largo plazo, para que la Monarquía conservase su papel de preservadora de un sistema de deferencia capaz de acolchar el conflicto social y no fuese intercambiable con un régimen republicano, la realeza debía tener la habilidad de variar, no sólo su comportamiento público (político) sino también el privado. Paradójicamente, el monarca impotente, inactivo en el espacio de la política, debía ser muy activo y muy potente en la representación pública de su vida privada. Debía estar preparado, de hecho, para asumirla como un espectáculo popular capaz de sublimar (y representar) los valores morales de la sociedad en su conjunto y, muy especialmente, aquellos valores burgueses relacionados con la familia, el autocontrol, el trabajo y el mérito. Por eso, para Walter Bagehot, "una familia en el Trono es una idea interesante". Una interesante idea (de ingeniería política) porque la eficacia de la Monarquía como elemento de cohesión social habría de medirse por su capacidad para inscribirse en el orden de lo más cotidiano y de lo más íntimo, en el reducto de los valores asociados simbólicamente a lo que (entonces y ahora) se consideraba el gran cemento de una sociedad ordenada y estable: la familia o su imagen idealizada de lugar de encuentro de los hombres y las mujeres con su yo más íntimo, con su auténtica realidad, con sus aspiraciones y logros más esenciales. También con sus demonios.
La conversión de las vidas privadas de los reyes en materia de interés público tiene una larga trayectoria pero, en el sentido que acabo de aludir, es un producto necesario del muy complicado y en ocasiones violento proceso que ha conducido (en varios países democráticos, entre ellos España) a la Monarquía parlamentaria en la que el Rey reina pero no gobierna. Un tipo de Monarquía que, en todos los países donde pervive, ha ido depurando su representación de la unidad nacional no sólo, ni fundamentalmente, en un sentido político sino moral: como encarnación de los valores y aspiraciones (sueños y demonios) de las familias de clase media.
Comparto con El Roto -un humorista poco sospechoso de complacencia con los poderes constituidos- la opinión de que la ya célebre portada veraniega de El Jueves es un atentado a la inteligencia. Entre otras cosas porque -como en el muy prepolítico exabrupto de Iñaki Anasagasti- busca anular y tergiversa toda posibilidad de conocimiento serio respecto a lo que significa (y puede significar) "trabajar" para un miembro de una Casa Real que reina sin gobernar. La cuestión no estriba (sólo) en la manifiesta grosería machista de la viñeta o en que su secuestro comprometa la libertad de expresión y sea, a su vez, otro insulto a la inteligencia -deliciosamente decimonónico, por cierto- en la era de información digital. La cuestión estriba en qué se está diciendo (a un nivel cultural y político profundo) con esa viñeta. Sobre qué sustrato de ideas compartidas se asientan la crítica y el chiste, o su posibilidad como tal. Los propios humoristas de El Jueves -buscando exculparse probablemente- lo han dejado claro. La viñeta y su alusión a los 2.500 euros que (también) les corresponderían a los Príncipes pertenecen al mismo género, a la misma concepción compartida de la representatividad idealizada de la familia real que las fotos de verano en Marivent. No se trata de que en una Monarquía democrática no debería haberse secuestrado El Jueves. Se trata de que tan sólo en una Monarquía democrática tiene sentido (puede entenderse) el chiste de El Jueves, o su posibilidad como tal. Utilizar a los Príncipes para criticar la desenfocada medida del Gobierno de Zapatero de subvencionar con 2.500 euros el nacimiento de un hijo -independientemente del nivel económico de los padres- tan sólo tiene sentido en un universo de democratización efectiva de la Monarquía en la que ésta asienta su valor simbólico (como el resto de la realeza europea) en la incesante representación pública de una familia en difícil equilibrio entre normalidad y excepcionalidad.
El pasado 14 de abril, Antonio Elorza escribía en este periódico que la deriva populista de la Monarquía -enfatizada por el matrimonio del Príncipe de Asturias con Letizia Ortiz- hacía que la realeza basculase en exceso hacia la normalidad minando el aura de excepcionalidad tradicionalmente asociado a la Corona. Con un curioso argumento para un nostálgico de la República, afirmaba que el acercamiento de la familia real al pueblo, sus usos y sus normas, privaba de sentido a la institución monárquica. O al contrario, la historia dirá. De hecho, el incidente veraniego de la viñeta aludida y la explotación de su estela, demuestra que la familia real sigue siendo el centro de un sistema simbólico, de un espectáculo popular (en el sentido que Bagehot creía necesario para dotar de arraigo a la Monarquía) que abarca desde las revistas del corazón (supuestamente monárquicas) hasta las supuestamente antimonárquicas como El Jueves.
No se trata sólo de recordar que la Monarquía actual ha ayudado decisivamente a consolidar en España las mejores aspiraciones y los logros de la II República, o que la historia demuestra hasta la saciedad que no hay relación necesaria entre democracia y república. Las dictaduras más sangrientas se han desarrollado en un marco republicano. Las ostentaciones de privilegio y despilfarro -como por ejemplo la boda de la hija de Aznar en El Escorial- no son patrimonio exclusivo de las monarquías. Se trata de constatar el no tan extraño fenómeno por el cual los esforzados humoristas de El Jueves no han hecho otra cosa que demostrar su plena inclusión (vía explotación comercial) en ese sistema simbólico (y político) para el cual "una familia en el Trono es una idea interesante". Así es que la cosa no pasa de ser otro jueves de verano en Marivent.

Otro comunicado de Los Pinos

Comunicado Los Pinos CGCS-173, 30/07/2007;
La Presidencia de la República informa que el Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, Felipe Calderón Hinojosa, acudirá el primero de septiembre a la apertura de la Sesión Ordinaria del Congreso de la Unión y presentará un Informe sobre el estado general que guarda la Administración Pública del País, de conformidad con el artículo 69 de la Constitución Política y de la Ley Orgánica del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos.
Una vez cumplido el compromiso constitucional y con el objetivo de responder al interés de la sociedad mexicana, el próximo domingo a las 10 de la mañana en Palacio Nacional, el titular del Ejecutivo Federal ampliará la información sobre las acciones emprendidas por su Gobierno en los primeros nueve meses de su gestión.

Los militares turcos



A sólo tres días de estar en el cargo de presidente en Turquía, Abdullah Gül recibió una fría recepción en el que los militares se negaron a saludarlo con una inclinación de cabeza, como era costumbre, en señal de respeto hacia el jefe de Estado y comandante en jefe de las Fuerzas Armadas del país.Toda la prensa nacional informó en portada de que los oficiales se dirigieron en esa ocasión a Gül con el título de 'Señor presidente' en lugar del habitual 'Mi presidente', un cambio relevante en un mundo cargado de símbolos.
Incluso el jefe de Estado fue invitado a las ceremonias con los militares sin su esposa, que al igual que la del primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, se cubre con el tradicional pañuelo de cabeza musulmán, una prenda prohibida en Turquía en actos oficiales y públicos. El Ejército y los sectores laicos del país consideran este velo como un símbolo de islamización política y la entrada de mujeres con ese pañuelo en instalaciones militares está estrictamente prohibido.
La cúpula castrense turca, ha sido responsable -de 1960 a la fecha- de cuatro golpes de estado en Turquía, e incluso lanzó en abril pasado una velada amenaza al gobierno por insistir en presentar a Gül como candidato presidencial, al considerar que un político con una fuerte convicción religiosa podría acelerar la islamización en un país con una larga tradición secular. Un sondeo publicado por el periódico Milliyet apunta que el 35,4 por ciento de la población cree que los islamistas reaccionarios han ganado terreno en la sociedad en los últimos cuatro años y medio que ha gobernado Erdogan, al frente del AKP, lo que también ha aumentado el escepticismo hacia Gül en gran medida.
Por otra parte, el 46,7 por ciento de los votantes optó por el AKP en las elecciones del 22 de julio, lo que fue interpretado como un voto de confianza hacia la candidatura de Gül como futuro jefe de Estado.
El nuevo presidente turco se debe reunir con frecuencia con los jefes militares y los analistas prevén que estos encuentros no serán muy placenteros.
La pregunta obligada es y entonces ¿dónde esta la lealtad?
Fuente; agencias


30 ago 2007

De Atatürk a Gül

Victory for democracy marks a break with Ataturk’s vision/Bronwen Maddox
THE TIMES, 29/08/2007;
The success of Abdullah Gül in becoming Turkey’s new President is a victory for democracy. But it is a blow for secularism, in that it accurately reflects the new strength of the conservative, low-key Islamic voters from the heart of Anatolia at the expense of the secular cities.
At the expense of the army, too. Despite the threats on Monday from the head of the armed forces that he saw “centres of evil” trying to undermine Turkey’s secular character, the scale of popular support for Gül’s AK party, and its big majority in parliament, has given the military little choice but to stand back.
That is the best result for Turkey. Better that it is democratic with an Islamist tinge to its elected Government than that it is victim to a fifth military coup in 60 years, the generals overthrowing politicians they considered too religious. Even though the last such coup was only ten years ago, that behaviour is out of keeping with Turkey’s modern aspirations, never mind such garnishes as eventual membership of the European Union.
Gül himself, who as Foreign Minister has displayed world-class smoothness, is not the problem for other countries. But they should take note of what his popularity represents: the growing voice of the majority of poor, ordinary Turks. That, more than any single leader, will change the character of Turkey in its relations with its neighbours.
The nature of Gül’s presidency has been hard to predict. Under the constitution, the Government holds the most power but the President can veto laws and appointments; he can name judges, and he carries the moral authority which derives from the tenure of Mustafa Kemal Atatürk, the first President. But it has been hard to discern from the three rounds of elections what exactly Gül might do, despite his promises to uphold secularism.
That is partly because of the role which his wife’s headscarf has played in the campaign, taking on a symbolic significance which is impossible to exaggerate, and drowning out all detailed discussion of policy. Even though Gül has said that she might knot it in a more modern way, rather than wrapping the ends around her throat to cover her neck in the traditional manner, this has been taken by his critics as a menacing intrusion of Islamic practice into the realm of the state.
Headscarves are banned in universities, part of a restriction on Islamic dress that dates from Atatürk’s 1930s reforms. The board of education and the armed forces avoid promoting those thought Islamist in sympathy. Gül and his party will have the power to abolish the ban, although he may well avoid so provocative a step early on, given the heat already generated.
Gül’s critics allege that by lifting the ban and other such changes, he will erode the division between state and Islam, and that one day all women will be forced to cover their heads. But his sympathisers say that the change only reflects the desires of ordinary women, a majority of whom (they assert) wear a headscarf, and of those who would like to go to university but have declined the option because they would have to go uncovered.
Gül’s reputation abroad is that of a moderniser. He led Turkey’s pursuit of talks with the EU, and has sidestepped with aplomb the provocative assertion of France, under President Sarkozy, that membership should never be granted to Turkey. It is fair to take him at face value, as a modern Turk committed to reform.
But it is impossible to forget what he represents: the desire of many ordinary Turks to have more of a voice in politics and in the country’s institutions than they have done. That authentic voice of many Turks is conservative and Islamist, albeit so far, in an undemonstrative way. Turkey’s policies may change little under Gül, but his election still marks a deep change from the vision of Atatürk.

Comunicado de Los Pinos

El Partido Acción Nacional empezó a girar invitaciones a sus militantes para que asistan al acto que, al parecer, se realizará el 2 de septiembre en el Auditorio Nacional, donde se prevé que el presidente Felipe Calderón emita un mensaje luego de entregar su primer Informe en el Palacio Legislativo de San Lázaro el día primero de septiembre.
La invitación pide a los militantes confirmar su asistencia antes del 30 de agosto en la Secretaría de Vinculación con la Sociedad, que dirige el diputado Gerardo Priego.
Según el documento, remitido por correo electrónico, el acto se llevará a cabo a las nueve de la mañana.
Empero, horas después el vocero del PAN, Antonio Alvarado, aclaró que la invitación se está enviando ante la posibilidad de que el jefe del Ejecutivo decida emitir un mensaje el 2 de septiembre y, en tal caso, lo haga acompañado de los panistas.
De esta manera, subrayó que aún no hay certeza de que dicho acto se realice.

Explicó que la invitación se envió por correo electrónico y sólo se remitió a los dirigentes y a miembros de la estructura partidista. Eso no quiere decir, aclaró, que sólo participarían panistas.

Por la noche la presidencia de la República emitió el siguiente comunicado.
CGCS-172
La Presidencia de la República informa que el Presidente de México, licenciado Felipe Calderón Hinojosa, asistirá el primero de septiembre a la apertura de la Sesión Ordinaria del Congreso de la Unión y presentará un Informe sobre el estado general que guarda la Administración Pública del País, de conformidad con el artículo 69 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y de la Ley Orgánica del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos.
La Presidencia de la República se mantiene atenta a lo que resuelvan las negociaciones que se llevan a cabo en el Congreso, para definir el formato en que el titular del Ejecutivo habrá de presentar su I Informe de Gobierno.
En función de lo que el Congreso determine, el Ejecutivo Federal valora la conveniencia de dirigir un mensaje a la Nación alusivo al contenido de dicho informe, una vez que cumpla con el mandato constitucional citado, en lugar y fecha por determinar.

Mëxico ante la CIDH

  • No hay comunicado de la CIDH ni de la Cancillería
Reclaman desaparición forzada
El caso Radilla podría turnarse a la Corte Interamericana
Nota de Silvia Garduño en Reforma, 30/08/2007;
Por primera vez en la historia, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) llama a cuentas al gobierno de México para que responda por la Guerra Sucia.
El gobierno mexicano, a través de la Dirección General de Derechos Humanos de la Cancillería, tiene ya en sus manos la resolución final de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) sobre el caso de desaparición forzada del líder comunitario guerrerense Rosendo Radilla, ocurrida en 1974.
De no dar cumplimiento a las recomendaciones, el caso puede ir a parar a la Corte Interamericana de Derechos Humanos."Llevar el caso a la Corte es una oportunidad para que el Estado públicamente pueda reconocer que hubo una práctica sistemática y generalizada de desaparición forzada, ejecución extrajudicial y tortura para acabar con movimientos sociales; esto podría traer una reparación integral del daño", señaló María Sirvent, abogada de la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos (CMDPDH).
La CMDPDH, que llevó el caso ante la CIDH en el 2001, es el único organismo que ha tenido acceso al informe, que tiene carácter confidencial y da al gobierno mexicano un plazo de dos meses -que culmina el 15 de octubre- para cumplir con las recomendaciones que en él se establecen."Si algo no lo ha cumplido en 33 años, ¿cómo va a crear ahorita las condiciones?", cuestionó Sirvent.
Mientras, la CMDPDH cuenta con un mes para argumentar a la CIDH las razones por las que este asunto debe ser llevado a la Corte Interamericana.
Según la comisión mexicana, muchos aspectos del caso pueden revisarse en el Informe de Admisibilidad de la CIDH, emitido en el 2005, y que según Mario Solórzano, abogado del organismo nacional, incluye transformaciones al sistema de justicia penal mexicano y a la Ley de Amparo.También, aseguró, considera la erradicación de la jurisdicción militar y el reconocimiento público de responsabilidad del Estado que solicite perdón a las víctimas-; la conscripción de la memoria colectiva; la sanción a los responsables, y el paradero de los desaparecidos.Según la CMDPDH, hasta el momento el gobierno federal no ha solicitado acercamiento alguno con el organismo nacional."No se han acercado para ver de qué modo nosotros podríamos coadyuvar en el cumplimiento de esas recomendaciones; si nosotros conocemos las demandas que pusimos y les están diciendo que las cumplan, creo que la postura más congruente sería trabajar juntos", consideró Solórzano.
Radilla es uno de los 470 casos de desapariciones forzadas registradas en Atoyac de Álvarez, el municipio con mayor número de desapariciones durante la Guerra Sucia de los años setenta. A nivel nacional, la CMDPDH contempla un total de mil 200 desaparecidos en este periodo. Para este organismo, el posible litigio del caso Radilla ante la Corte Interamericana contribuiría a sentar precedentes jurídicos para que las 600 familias afectadas por la Guerra Sucia puedan hallar justicia.
Pese a que los crímenes ocurrieron hace más de 30 años, el organismo destacó que un cambio de régimen o de gobierno no es escusa ni justificación para dejar en la impunidad los casos o evadir los compromisos adquiridos, por lo que la administración de Felipe Calderón deberá responder.
Este año, el organismo nacional prevé llevar al menos cinco casos más de desaparición forzada -todos ellos de Atoyac de Álvarez a la CIDH.

Acusan a México de violar derechos en ‘guerra sucia’
Falla CIDH en el caso de Rosendo Radilla, desaparecido en 1974
Liliana Alcántara, reportera.
El Universal, Jueves 30 de agosto de 2007
La Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH) resolvió que el Estado mexicano es responsable de violar los derechos humanos de Rosendo Radilla, desaparecido el 25 de agosto de 1974, durante la guerra sucia.
Este organismo llamó al gobierno en turno a realizar las acciones que sean necesarias para conocer su paradero y ubicar y castigar a los responsables y, de no atender sus recomendaciones, litigará este caso ante la Corte Interamericana.
Es así como la CIDH se pronunció por primera vez en torno a los crímenes del pasado ocurridos en México en la década de los 60.
La Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos señaló que el probable litigio ante la Corte sentará precedentes jurídicos para que las cerca de 600 familias afectadas por la guerra sucia puedan encontrar justicia.
Rosendo Radilla fue presidente municipal en Atoyac de Álvarez de 1955 a 1956 y simpatizante de la guerrilla de Lucio Cabañas.
Testigos aseguran que Radilla fue visto por última vez cuando iba a bordo de un camión de pasajeros con trayecto hacia Chilpancingo hasta que fue detenido por militares en un retén. Después de la fecha de su desaparición, varios presos políticos de ese entonces aseguraron verlo en distintos cuarteles militares.
Este caso fue presentado el 15 de noviembre de 2001 por su hija, Tita Radilla, y por dicha organización no gubernamental, quienes acusaron al Estado mexicano de “denegar la justicia” por no determinar el paradero de Rosendo Radilla ni identificar ni sancionar a los responsables.
El gobierno, a través de la Cancillería mexicana, respondió a la CIDH que el caso, en ese entonces, aún estaba en proceso de investigación en la Fiscalía Especial para Movimientos Sociales y Políticos del Pasado y que por lo tanto, debía rechazar la petición de intervención.
Luego de su análisis, la CIDH decidió el 12 de octubre de 2005 que admitía el caso para determinar la probable responsabilidad del Estado por violar la Convención Americana sobre Derechos Humanos, pues de acuerdo con este instrumento internacional, a pesar de que la desaparición de Rosendo Radilla ocurrió en 1974, el delito sigue vigente en tanto no se establezca su paradero.
Esta semana el gobierno fue notificado de la decisión de la CIDH de declarar como responsable al Estado mexicano por violar la Convención Americana de Derechos Humanos.
El documento de la CIDH, de carácter confidencial, incluye una serie de obligaciones formuladas para el gobierno de México, que en caso de no cumplirse en un plazo de dos meses, podría someterse el documento ante la Corte Interamericana.
El Sistema Interamericano de Derechos Humanos de la OEA está integrado por la CIDH y la Corte. La primera documenta violaciones a los derechos humanos y emite recomendaciones, en tanto que el tribunal juzga a los estados y emite fallos de carácter judicial y cumplimiento obligatorio.
Piden castigo para Luis Echeverría
En tanto, el Comité 68 pro Libertades Democráticas, integrado por ex dirigentes del movimiento estudiantil de 1968, insistió en que el ex presidente Luis Echeverría Álvarez sea castigado por la matanza de Tlatelolco, y anunció que aportará nuevas pruebas a la Procuraduría General de la República (PGR) sobre la responsabilidad del ex mandatario. (Con información de María de la Luz González)

29 ago 2007

Turquía

  • Turquía en ambos lados del espejo/Santiago Roncagliolo, escritor peruano

Publicado en El País, 30/08/2007
El castillo blanco, la última novela de Orhan Pamuk traducida al español, narra las aventuras de un científico veneciano capturado por los turcos en el siglo XVII. Ya en tierra firme, el científico es adquirido como esclavo por un astrónomo local ansioso por aprovechar sus conocimientos para ganarse el favor del sultán. Pero esclavo y amo guardan entre sí un notable parecido físico. Y conforme transcurre la trama, empiezan a confundir sus historias, sus vidas y sus memorias hasta borrar los límites entre uno y otro. En una de las escenas más expresivas, los dos personajes se miran juntos en el espejo, y no consiguen discernir quién es quién.

La metáfora de Pamuk describe con gran precisión la actualidad política turca, que responde a esa misma crisis de identidad. La última convocatoria de elecciones anticipadas significó un nuevo choque entre el pasado musulmán -el del país y el del candidato Abdulá Gül- y el laicismo de Estado occidental. Pero al final, con la elección como presidente de Gül, el conflicto se cierra volviendo al punto de origen. De cara al interior, el principal reto del nuevo presidente será apaciguar a las Fuerzas Armadas, guardianes del laicismo desde la fundación de la Turquía moderna. El último golpe de Estado, hace sólo diez años, forzó la dimisión de un Ejecutivo islamista. Y este 16 de agosto, en su discurso de despedida del cargo, el general del Ejército egeo Sukru Sariisik advirtió que su institución protegería "hasta la eternidad" a la república secular "contra toda amenaza interior o exterior, especialmente contra los esquemas mentales arcaicos, como ha hecho en el pasado".
Sin embargo, parece improbable que los pragmáticos islamistas turcos pongan en riesgo los límites entre religión y Estado. Por lo pronto, Gül ha garantizado que nada cambiará y ha tratado de recabar apoyos entre todos los sectores sociales. El velo musulmán que luce su esposa no parece una razón de alarma demasiado contundente. La constitución de un Gabinete de consenso bastaría para aplacar los ánimos.
El verdadero obstáculo se sitúa en el exterior. Durante años, el Gobierno del primer ministro Recep Tayyip Erdogan, en el que Gül ha ocupado precisamente la cartera de Relaciones Exteriores, ha jugado todas sus cartas a la integración en una Unión Europea que le hace ascos. Hoy, la izquierda turca considera que Erdogan obedece mansamente a Europa, brinda apoyo militar a sus campañas y liberaliza la economía ampliando la brecha social, sin recibir nada a cambio. La extrema derecha, que se alimenta del nacionalismo despechado, les ha robado a los islamistas moderados un puñado de escaños en las elecciones de julio.
El hiperactivo Nicolas Sarkozy, que se está convirtiendo en la única cara visible de Europa, no les pone las cosas fáciles a Erdogan y Gül. La propuesta francesa de una "relación privilegiada" con Turquía como parte de una liga mediterránea fue tomada como un insulto por amplios sectores del país. Un periodista de Estambul me dijo: "Libia ha secuestrado a un grupo de enfermeras para liberarlas a cambio de armas. Nosotros hemos pasado por un proceso de reformas y estamos construyendo un Estado con garantías y libertades. Pero la propuesta de Sarkozy pone a ambos países en el mismo saco. ¿Debemos tratar de complacer a unos Estados que ni siquiera saben quiénes somos?".
Y aunque Sarkozy haya flexibilizado su posición esta semana, la respuesta a las reticencias europeas, al menos en algunos sectores, empieza a ser que no. Europa es un club exclusivo, pero no es el único. Muchos de los analistas y escritores con que hablé durante mi reciente viaje a Turquía siguieron con interés la cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghai, que estuvo sazonada con ejercicios militares conjuntos de Rusia, China, Kirguistán, Kazajistán, Uzbekistán y Tayikistán. Desde ese escenario, Putin reclamó un mundo multipolar en clara alusión a la hegemonía norteamericana. La presencia de Irán como miembro observador también fue elocuente.
El acercamiento de Turquía a la Organización de Cooperación de Shanghai ni siquiera se ha planteado, pero en Ankara algunos analistas opinan que se puede convertir en una alternativa interesante a la altivez europea. De momento, la organización parece demasiado débil en comparación con la OTAN o la UE, pero tiene otras ventajas. Por un lado, ahorra a sus miembros las incómodas exigencias de credenciales democráticas. Por otro, países como India y Pakistán ya han mostrado interés por ingresar en ella. Finalmente, en un grupo con miembros menos ricos, la importancia relativa de Turquía sería mayor.
La palabra clave de todo esto es "energía". Según los defensores de un acercamiento a Asia, conforme la política internacional se hace más dependiente del petróleo, el gas y el uranio, aumenta el interés geopolítico de Turquía como umbral entre los yacimientos de Asia Central y los sedientos consumidores europeos. Ocupada como está en ser una cofradía cristiana, Europa no parece considerar siquiera ese aspecto. Hasta ahora, nada de esto pasa del territorio de la conjetura. Pero sin duda Turquía no será la única perjudicada con el rechazo de la UE, y quizá, ni siquiera la principal. En cierto modo, ese país siempre será un espejo con dos caras, como el de la novela de Pamuk. Si Europa no reconoce su propia imagen en ese espejo, podría descubrir, cuando ya sea tarde, que el cristal se ha vuelto transparente, y que Turquía está del otro lado.

El Plan México

Plan México/Sergio Aguayo Quezada

Tomado de Reforma, 29/o8/2007;

Atenazado por el poderío del narco y lo anémico de su gobierno, Felipe Calderón busca la ayuda de Estados Unidos que acepta con gran rapidez. Así nace el Plan México y corresponderá al Senado evitar que el proyecto termine siendo el preámbulo a una capitulación histórica.En las relaciones México-Estados Unidos los grandes acuerdos aparecen primero en la prensa estadounidense. El 8 de agosto el Washington Post informó que Estados Unidos negociaba con México un ambicioso acuerdo para combatir al narcotráfico. Según el Plan México (nombre extraoficial), Estados Unidos invertirá entre 800 y mil 200 millones de dólares para entregar, en un lapso de dos años, tecnología y equipo de punta y entrenar a nuestros efectivos.

En materia de seguridad Calderón recibió un Estado debilitado, desmoralizado y desorientado. Una de sus primeras medidas fue lanzar a las Fuerzas Armadas a realizar operaciones en los ocho estados donde el narco imponía su ley. Fue un intento desesperado pero inevitable porque ningún gobierno puede aceptar pasivamente que el 23 por ciento de la población y el 40 por ciento del territorio estén secuestrados por su enemigo.

Han pasado los meses y es difícil hacer un balance de lo obtenido porque entrega poca información que, además, puede ser imprecisa. Por ejemplo, hay inconsistencias graves entre el número de efectivos anunciados frente a la prensa y los que en realidad enviaron. Para los operativos en seis estados anunciaron 29 mil 123 efectivos pero sólo llegaron 9 mil 770 (información proporcionada por Carlos Flores, quien a su vez la obtuvo de la Secretaría de la Defensa Nacional). Así pues, estamos ante un ejercicio mediático para demostrar que estaban haciendo "algo".

Las operaciones conjuntas son una mala adaptación del "efecto mariposa" según el cual el aleteo de un insecto en China podría desencadenar un huracán en el Caribe. El despliegue del Ejército fue una ocurrencia construida sobre el supuesto de que bastaba con hacer "algo" para que a lo mejor hubiera un desenlace positivo.Al mismo tiempo y con la mayor discreción del gobierno federal mexicano se acercó a Washington en busca de apoyo. El significado de la maniobra se aprecia mejor si se enmarca en la historia y la geopolítica. Desde que Estados Unidos se convirtió en potencia mundial nos incluyó en su Gran Estrategia mundial asignándonos el doble papel de mantener la estabilidad y ser sus aliados en tiempos de crisis. Salvo contadas excepciones los gobiernos mexicanos cumplieron con la doble encomienda pero eso nunca satisfizo a la potencia que suspiraba por una alianza explícita. Siempre han querido tener una mayor influencia en nuestras Fuerzas Armadas; siempre se vieron frustrados porque el anterior régimen tuvo la sabiduría de aislar a las Fuerzas Armadas de las pretensiones de una potencia acostumbrada a actuar unilateralmente.El 11 de septiembre Washington reajustó su Gran Estrategia en dos direcciones: reforzó su determinación de desplegar sus fuerzas por todo el planeta para enfrentar amenazas globales y se atrincheró para defender su territorio. Esto último nos afecta de lleno. El Comando Norte fue creado en octubre del 2002 y tiene el mando unificado de todos los ejércitos, agencias y burocracias para defender su territorio frente a los embates del terrorismo, los desastres naturales y el narcotráfico. Para este comando nuestro territorio forma parte de su perímetro de seguridad. En su escudo desaparecen las fronteras y Estados Unidos, Canadá, México y el Caribe son parte de una región unificada en la cual la cola del águila calva con las alas extendidas arropa nuestro país. Cuando de su seguridad se trata seguimos siendo su patio trasero.Con esta lógica, el Plan México puede ser la oportunidad que Estados Unidos ha buscado para tener un mayor acceso e influencia en nuestras Fuerzas Armadas sobre las cuales ha recaído la principal responsabilidad de combatir el narco. Ellos tienen muy claro lo que quieren. Y nuestro gobierno y nosotros, ¿sabemos lo que deseamos de Estados Unidos?

En el combate al narco es necesaria la colaboración de Estados Unidos para obtener la tecnología y el equipo del cual carecemos, siempre y cuando forme parte de un plan integral de combate al crimen organizado. Pero al conocer las intenciones de la potencia verbalizadas por el Comando Norte, ¿no sería mejor que México pagara esos mil millones de dólares y limitara su capacidad de intervención? No es mucho si se piensa en lo gastado en partidos y sindicatos corporativos.

Por otro lado, el Plan México debe formar parte de un esquema integral de combate al crimen organizado que incluya aspectos ahora ignorados. Es indispensable darle al consumo la prioridad que debe tener; es urgente reestructurar un sistema de aduanas ineficaz, corrupto y poroso que deja pasar el armamento que usan los sicarios; es de elemental justicia exigirle a Estados Unidos que modifique el ofensivo escudo de su Comando Norte y controle la venta indiscriminada de armas en su territorio. Ya regresaré a este asunto en el cual, afortunadamente, intervendrán otras instituciones.

En 1992 y de manera inesperada el Wall Street Journal informó que Carlos Salinas estaba negociando un Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos. A partir de ese momento el Senado jugó el vergonzoso papel del vasallo más servil del Presidente. Los tiempos han cambiado y la Cámara alta tiene mayor autonomía y cuenta con especialistas como la académica y senadora Rosario Green. El Senado jugará un papel vital en garantizar que el Plan México forma parte de un esquema integral en el cual la cooperación con Estados Unidos no se convierte en un mecanismo para la capitulación.(Agradezco la información proporcionada por el doctor Abelardo Rodríguez, único especialista en seguridad mexicano que estudia al Comando Norte).

28 ago 2007

Abdulá Gül: nuevo Presidente Turco


"Seré el presidente de todos los turcos sin distinción durante todo el tiempo que permanezca en la jefatura del Estado", dijo Abdulá Gül en un breve discurso tras jurar su cargo.
Hace unos meses, en la primavera pasada se presentó como candidato a la presidencia de Turquía. Su candidatura desató una grave crisis institucional que obligó al Gobierno a convocar elecciones anticipadas y a cientos de miles de turcos a manifestarse a favor de la laicidad del Estado.
Diplomático experimentado, claro defensor de la democratización de Turquía y ferviente creyente, Abdulá Gül declaró en su toma de posesión que el secularismo debe también "garantizar la libertad de religión y de conciencia".
Evidentemente, el mensaje iba sobre todo dirigido al jefe del Estado Mayor turco, el general Yasar Büyükanit, que el lunes emitió un comunicado en el que afirmaba que los militares están decididos a detener "los sinuosos planes destinados a socavar los logros de la República y destruir su estructura secular y democrática".
Büyükanit y otros mandos de la cúpula militar no acudieron, como es habitual, a la toma de posesión del jefe de Estado. La principal fuerza opositora, el Partido Popular Republicano, también boicoteó la ceremonia.
Descontento del Ejército
"Ningún país puede considerarse contemporáneo si discrimina a uno solo de sus ciudadanos", dijo Gül para acallar el ruido de sables en los cuarteles y los gritos de centenares de laicos que se manifestaron frente al palacio presidencial para protestar contra su elección.
Para las Fuerzas Armadas y los sectores laicos más radicales, la llegada a Çancaya -el palacio presidencial- de uno de los principales impulsores del islamismo político representa una traición a los principios seculares sobre los que Mustafá Kemal, Atatürk, fundó la República turca sobre las cenizas del Imperio Otomano, en 1923. Estos sectores consideran que Gül, como Erdogan, esconde una agenda islamista.
Como presidente de Turquía durante los próximos siete años, Gül será también el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas y, según los poderes que le otorga la Constitución, tendrá capacidad para realizar nombramientos institucionales y poder de veto sobre numerosas decisiones parlamentarias.
Gül salió elegido en la tercera vuelta. En las dos primeras se exigía el voto de dos tercios del Parlamento, mientras que en la tercera bastaba la mayoría absoluta de la Cámara, es decir, 276 votos, que superó ampliamente.
Para el gobernante de AKP la elección de Gül ha sido una clamorosa victoria.
El presidente saliente, Ahmet Necdet Sezer, vetó en mayo la reforma constitucional impulsada por el Gobierno islamista para elegir por sufragio universal al jefe del Estado. Era uno de los principales cambios democráticos que debía sufrir la actual Constitución, nacida dos años después del golpe de Estado de 1980. La reforma había sido aprobada por más de dos tercios del Legislativo, pero Sezer, un antiguo magistrado perteneciente al sector laico, la rechazó porque, dijo, la elección del presidente por sufragio universal podría alterar el equilibrio de poderes en Turquía.
Gül representa como pocos el avance del islamismo democrático en un país en el que tres de cada cuatro ciudadanos apoyan la presencia de islamistas en el Gobierno. Nacido en el feudo islamista de Kayseri, en el centro del país, Abdulá Gül, un economista que amplió estudios en el Reino Unido, trabajó entre 1983 y 1991 en Arabia Saudí, en el Banco de Desarrollo Islámico. Allí le fichó Necmettin Erbakan, el patriarca del islamismo político turco. Gül se unió entonces a las filas del Partido del Bienestar, y desde ese año fue elegido diputado en cuatro ocasiones.
Saltó al Gobierno en 1995, cuando fue nombrado portavoz del primer Gobierno islamista de coalición. Pero el poder de los militares y de los jueces en un país con poca tradición democrática logró pronto la ilegalización de ese partido. De su desintegración nació el Partido de la Virtud, también islamista, y fue en esta formación precisamente cuando Gül avanzó más en sus posiciones democráticas. Se convirtió entonces en la cabeza de una tendencia reformista más apegada a las realidades y la problemática del ciudadano de a pie. Centró su política en el fortalecimiento de los valores democráticos y el respeto a los derechos humanos, de manera que su plataforma fue considerada de carácter socialdemócrata dentro del amplio paraguas islamista.
Con Erdogan, un liberal en el terreno económico, Gül, la cara amable del Gobierno, siempre sonriente y de talante afable, dejó claro que su prioridad en la política exterior era la entrada de Turquía en la UE.
Un 'pañuelo' en la presidencia
Sin duda, el cambio más visible de la nueva presidencia de Turquía es el pañuelo de la primera dama. Todo un símbolo en un país que prohíbe acudir a la universidad o ser funcionaria pública a quienes se cubren la cabeza. "Mi madre no irá al Parlamento", declaró ayer Mehmet Emre, uno de los hijos del presidente a la agencia de noticias Anatolia. Con estas palabras dio a entender ayer que no habría confrontación con los sectores laicos más radicales.
No hay una norma escrita, pero hasta ahora ninguna mujer acudía a las recepciones oficiales cubierta. ¿Abrirá Hayrünnisa la veda en una sociedad que se confiesa creyente en un 99%?
El premio Nobel de Literatura turco Orhan Pamuk aborda en Nieve el dilema de numerosas jóvenes que se debaten entre los preceptos de su devoción y sus ansias de conocimiento y de mejorar con su educación universitaria el futuro de Turquía.
Una encuesta del diario turco Milliyet revela que el 72,6% de los participantes consideran "normal" que la esposa del presidente lleve pañuelo. Mientras que el 19,8% afirma que le produce incomodidad.
El sondeo es un reflejo de la profunda división de la sociedad turca, en la que el sector laicista minoritario se aparta cada día más de la realidad de la mayoría de la población, que se siente más representada dentro del islamismo moderado que actualmente gobierna el país.
Hayrünnisa no será la única en Çancaya -el palacio presidencial- que lleve pañuelo. Su hija también lo luce. Pero para que nadie diga que boicotean la política europeísta del nuevo presidente, madre e hija, al igual que Emine, la esposa del primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, gustan de cubrirse la cabeza con fulares de los más famosos diseñadores europeos, desde Dior a Hermés, según critican las revistas femeninas turcas.
Hayrünnisa defiende, y su marido la apoya, que llevar pañuelo sea una cuestión de libertad y devoción religiosa.
Fuente: El País, y agencias.


EDITORIAL: La anomalía turca
El País, 29/08/2007;
Turquía tiene desde ayer por vez primera en los 84 años de la República de Atatürk un presidente con pasado islamista y una primera dama que lleva el hiyab. A la tercera vuelta, con una holgada mayoría, el Parlamento turco eligió a Abdulá Gül, hasta ahora ministro de Asuntos Exteriores y gran dinamizador de las negociaciones para el ingreso en la Unión Europea. De nada han servido las barreras levantadas por los militares y los laicistas para intentar cortarle el paso, que condujeron a las elecciones anticipadas en julio que ganó ampliamente el carismático primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, y su Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP). Erdogan, con el aval de las urnas, decidió seguir apostando por Gül para reforzar la autoridad civil de la democracia turca.
Resultan intolerables las amenazantes advertencias públicas de los representantes de las Fuerzas Armadas turcas, que se consideran garantes del laicismo y de una democracia contra la que ha dado cuatro golpes de Estado desde 1960. Pero aunque aún constituyen un Estado dentro del Estado, los militares turcos han perdido una parte de su poder político con las reformas, aún insuficientes, para ingresar en la UE. No es casualidad que ahora sea el AKP el más ferviente partidario del ingreso en el club europeo.
Ese poder de los militares es la verdadera anomalía de Turquía, y no que un antiguo islamista llegue a la presidencia. Todo ello refleja la realidad social de un país poco preocupado, según los sondeos, por el pañuelo de la mujer del presidente, quien, sin embargo, no pudo, precisamente por su hiyab, estar presente ni en el Parlamento ni en el traspaso de poderes en el palacio de Cankaya, donde residirá. En ningún otro país europeo está prohibido a las mujeres llevar el velo en lugares oficiales, sea el Parlamento o la Universidad, aunque sea una disposición que avaló el Tribunal de Estrasburgo en el caso de una diputada turca.
Gül y Erdogan transitarán por un sendero estrecho, pero algo cambiará en Turquía. La presidencia de la República es algo más que un cargo honorífico. Dispone de resortes reales de poder, desde la firma o veto de leyes al nombramiento de jueces (incluidos los del Constitucional), de rectores universitarios y de presidentes de algunas fundaciones influyentes. Los laicos pierden así un fusible para asegurar que el país preserva "el principio de la República secular" que ayer Gül se comprometió a respetar.
La nueva situación de Turquía se convierte en un gran desafío para Europa. La UE no le puede dar un portazo a sus anhelos de ingreso, que son tantos como de modernización. Incluso el presidente francés, Nicolas Sarkozy, ha matizado su oposición al ingreso en el club de los Veintisiete y ha dejado abierta la posibilidad de seguir abriendo nuevos capítulos en las negociaciones, siempre que no cierren la asociación privilegiada que él prefiere. La experiencia del ejercicio pleno del poder de unos islamistas moderados, que dicen aceptar las reglas constitucionales laicas, no sólo es crucial para Turquía, sino también para el conjunto del mundo musulmán y para Europa

Muere el cardenal Gagnon

Dolor del Papa por la muerte del cardenal canadiense Édouard Gagnon
Benedicto XVI ha expresado su dolor al recibir la noticia del fallecimiento del cardenal canadiense Édouard Gagnon, P.S.S., a los 89 años, acaecida en la noche entre el domingo y el lunes en Montreal.
El purpurado era presidente emérito del Consejo Pontificio para la Familia y del Comité para los Congresos Eucarísticos.
Falleció en la casa provincial de los Padres de San Sulpicio, instituto religioso al que pertenecía desde hace unos 70 años.

Elecciones en Guatemala


Proceso electoral violento en Guatemala.
La misión de observación electoral de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Guatemala pidió a las autoridades guatemaltecas esclarecer los más de 40 asesinatos con supuestos móviles políticos, ocurridos en el país de mayo a la fecha, en el contexto del proceso electoral.
El ex canciller peruano Diego García Sayán, jefe de esa misión, dijo que las autoridades competentes deben "esclarecer estos deplorables sucesos", que han ensombrecido el proceso de elecciones "para avanzar en la construcción de un ambiente que garantice la seguridad ciudadana".

¿No hay informe de la Femospp?

Nota de Gustavo Castillo en La Jornada, 28/08/007;
· Ilocalizables, miles de documentos obtenidos del Archivo General de la Nación
· En la PGR “no existe” informe de la Femospp sobre actos de lesa humanidad
A ocho meses de que desapareciera oficialmente la Fiscalía Especial para Movimientos Sociales y Políticos del Pasado (Femospp), y a pesar del escándalo que se desató por la supuesta existencia de un informe histórico que daba cuenta de actos de lesa humanidad cometidos por militares y policías en México durante las décadas de los 60, 70 y 80, la Procuraduría General de la República (PGR) informó que ese material es “inexistente”.
En respuesta a una petición tramitada a través del Instituto Federal de Acceso a la Información Pública (IFAI), a la cual correspondió el folio 0001700136207, la PGR declaró “no contar con la información solicitada”.

El Juez Gonzales


El Juez Gonzales/
Una vez pasadas las elecciones de noviembre del 2004, la renuncia del Ex Procurador Ashcroft era de esperarse, el motivo problemas de salud. Ashcroft fue una de las figuras más controvertidas durante el gobierno de Bush, toda vez que fue el artífice y celoso guardián de la controvertida Ley Patriota aprobada por el Congreso casi por unanimidad al calor de los ataques terroristas del 11.S: la ley limitó las libertades civiles y autorizó a la policía a grabar conversaciones telefónicas, realizar detenciones preventivas y compartir informaciones de inteligencia sin supervisión de los tribunales. Obviamente para los grupos de derechos civiles y sobretodo latinos fue un paso atrás en la lucha por la protección de los derechos civiles e individuales.

Al Gonzales hasta luego


A 520 días por concluir la administración Bush, Alberto Gonzales, (Al para los amigos) presentó ayer su dimisión irrevocable.
Ha sido el primer hispano en llegar al cargo de Secretario de Justicia de los EE UU.
Al confirmar su decisión -que hará efectiva el próximo 17 de septiembre-, Gonzales se limitó a calificar sus trece años de servicio público como "una singladura excepcional".
Sin aceptar preguntas de los periodistas, el hombre se limitó a recalcar que incluso sus peores días como fiscal general de Estados Unidos han sido "mejores que los mejores días de mi padre", un humilde trabajador agrícola itinerante de origen mexicano.

27 ago 2007

Gabinete sin cambios (de momento)

  • Columna Itinerario Político/Ricardo Alemán: Gabinete sin cambios

El Universal, 27/08/2007;
Hasta la primera mitad de 2008, Felipe Calderón deberá procesar asuntos estratégicos de la mayor importancia
Será después de que sean evaluados el éxito o el fallo de esos objetivos que será posible hablar de relevos
De algunos “comederos políticos” salió la especie, hace casi un mes, de que ante la proximidad del primer Informe de Gobierno, el presidente Calderón tenía previsto hacer cambios en su gabinete. Desde entonces se barajaron muchas cartas; que si sería en Educación, en Relaciones Exteriores, en Desarrollo Social, en Trabajo…
Para no pocos conocedores del “hilo fino” que se teje en torno a la casa presidencial, la posibilidad más cercana de cambios se localizaba —hasta antes del pasado fin de semana— en la Secretaría de Gobernación, cuyo titular, Francisco Ramírez Acuña, no sólo estuvo literalmente en el ojo del huracán Dean, sino que durante semanas fue blanco de los “malquerientes” del gobierno calderonista. Algunos lo daban por “muerto” políticamente, mientras que otros de plano lo habían enfermado.
Bueno, la especie en torno a Ramírez Acuña llegó a tal nivel que en un reciente encuentro con directores de comunicación social del gobierno federal, no sólo se les pidió “parar” la especie de los cambios, sino que se insistió en que el secretario de Gobernación “no se va”, porque, según la fuente, “está más fuerte que nunca”. Y no les falta razón a quienes auguraban una eventual salida del gabinete del ex gobernador de Jalisco, ya que su trabajo no luce o no aparece, y en no pocas ocasiones tropieza hasta con sus propias palabras.
Pero suponer que a nueve meses de iniciado el gobierno de Calderón en la casa presidencial se tenga pensado realizar cambios entre el equipo de colaboradores del Presidente resulta, por decir lo menos, descabellado. Y no porque “los elegidos” por Felipe Calderón hayan resultado “chuchas cuereras” para el desempeño de sus respectivas responsabilidades —sin duda algunos ya debieron haber sido relevados—, sino porque en el nuevo gobierno se trabaja en dos planos: por objetivos, por un lado, y por el otro, bajo la lógica de que la administración es un todo, cuya imagen y fortaleza deben ser preservados como cuerpo. Un cambio sería signo de debilidad.
Es decir, que cada encargado de despacho trazó junto con el equipo más cercano del Presidente un calendario de objetivos que en su momento serán evaluados, y hasta entonces será posible hablar de eventuales relevos. Por lo pronto —y hasta la primera mitad de 2008—, el gobierno de Calderón —y sus respectivos colaboradores— deberán procesar asuntos estratégicos de la mayor importancia para la nueva administración federal, como los ceremoniales del 1 y el 15 de septiembre, por un lado, y por otro la negociación de última hora para sacar adelante el paquete de reformas fiscal, electoral y del nuevo régimen hacendario de Pemex.
En esa tarea están por cumplirse los objetivos trazados por las secretarías de Hacienda y de Gobernación, sobre todo la primera, donde Agustín Carstens ha sorprendido a propios y extraños no tanto por sus capacidades en las materias fiscal, financiera y económica, sino por sus habilidades políticas. Está claro que la reforma posible —y que está muy cerca de concretarse— está muy lejos de la reforma deseable. Pero eso es lo que hay. Aun así, de concretarse, lo alcanzado sería mucho más de lo que en su momento logró el gobierno de Vicente Fox.
En el terreno de política, y de política electoral, están en puerta las elecciones para renovar el gobierno de Michoacán —a celebrarse el 11 de noviembre próximo, y donde el PAN y sus estrategas se han propuesto arrebatarle el gobierno local al PRD— y dos eventos partidistas que se llevarán a cabo casi de manera simultánea y que serán determinantes para el nuevo gobierno; es decir, la renovación de las dirigencias nacionales del PAN y del PRD, respectivamente. Esas tres tareas requieren un intenso activismo político entre esa cuestionable dualidad de gobierno y partido, y que al parecer camina de la mano.
En Michoacán desde hace semanas están prendidos los focos rojos y no tardan en activarse las “alarmas chillonas”, ya que en la más reciente encuesta entre los aspirantes al gobierno estatal, prácticamente se ha detectado un empate técnico entre PAN y PRD. El aspirante azul, Salvador López Orduña, registra 35.9% de las preferencias, mientras que el candidato amarillo, Leonel Godoy, cuenta con 37.4%. No es un secreto para nadie que el PAN y estructuras del gobierno federal y hasta de gobiernos locales —Guanajuato y Jalisco— se volcarán para cumplir el objetivo político en esa entidad: arrebatarle al PRD el gobierno emblema del cardenismo.
En marzo de 2008 el PAN y el PRD renovarán sus respectivas dirigencias nacionales, en medio de sendos procesos que resultarán mucho más que un mero atractivo político; en los dos partidos se jugarán su futuro para la elección intermedia de 2009. En el primer caso, en el PRD, entre el grupo de lopezobradoristas se le da cuerpo a la especie de que el gobierno de Calderón estaría interesado en una dirigencia “a modo”. Se trata de una campaña enderezada contra el grupo mayoritario, Nueva Izquierda, al que con razón o sin ella se pretende vincular con Calderón. Como quiera que sea, de ese proceso saldrán chispas.
Y en el PAN la pelea no será menos, ya que el objetivo de la casa presidencial es tener el control total del partido, acaso con algunos aliados, pero siempre bajo la lógica de que todo gobierno requiere, como piso para su eficacia, mantener el control de su propio partido. También en este caso se trabaja a partir de la perniciosa dualidad partido-gobierno, y los estrategas de Calderón ya dieron muestras de eficacia, al arrebatarle al grupo de Manuel Espino la mayoría de los consejeros que elegirán al nuevo presidente. Desde hace meses dos “hombres del Presidente” buscan la dirigencia del partido: Germán Martínez y César Nava. No se descarta, sin embargo, un tercero.
Frente a esos objetivos trazados por el gobierno de Calderón, y que serán la base para avanzar en buscar la mayoría absoluta en la Cámara de Diputados en 2009, ¿quién piensa en cambios? Al tiempo.
aleman2@prodigy.net.mx

  • Elecciones en Turquía

Por otro lado, el Jefe del Estado Mayor del Ejército turco, general Yasar Buyukanit, comentó que el secularismo de Turquía está siendo atacado por "fuerzas del mal".
"Nuestra nación ha sido testigo del comportamiento de fuerzas del mal que sistemáticamente intentan corroer la naturaleza laica de la República Turca. Cada día aparecen furtivos planes cuyo objetivo es destruir los modernos avances y arruinar nuestras seculares y democráticas estructuras", afirmó Buyukanit en un comunicado de prensa difundido hoy.
Asimismo, ha afirmado que "los ataques" contra el Ejército, que provienen tanto de dentro como de fuera del país euroasiático, se han incrementado, añadiendo que los miembros de las Fuerzas Armadas son perfectamente conscientes de los propósitos de dichos ataques.
El Ejército es el principal garante de la laicidad del Estado turco, heredada de la república fundada en 1923 por Mustafá Kemal Atatürk, padre de la Turquía moderna. Afanado en su defensa del territorio y de la separación entre islam y Estado, el ejército turco dio tres golpes de estado, en 1960, 1971 y 1980.
La élite laica turca bloqueó la elección de Abdullah Gül como presidente la pasada primavera al considerar que era demasiado religioso para dirigir la república. Tanto el poder judicial como el ejército expresaron su disconformidad con este nombramiento, hasta el punto de que la cúpula castrense amenazó con una intervención militar si se atentaba contra los pilares laicos de Turquía.

Gül será elegido mañana presidente de Turquía, cuando se celebre la tercera ronda de votaciones en el Parlamento.
Según el sistema turco, el presidente es elegido por votación de los diputados de la Cámara. En las dos primeras rondas, es necesario el apoyo de dos tercios de la cámara, que Gül no ha obtenido ya que su partido cuenta con 341 de los 550 parlamentarios. Sin embargo, en la tercera ronda basta con la mayoría absoluta, que el AKP tiene garantizada.

"Vivos los llevaron; vivos los queremos"


Documental

  • La “guerra sucia”: Vivos los llevaron; vivos los queremosLuciano Campos Garza, reportero.
Tomado de la agencia APRO-Proceso.Monterrey, N.L., 27 de agosto (apro).- Cecilia Serna Reyna, catedrática de la carrera de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Autónoma de Nuevo León, se reunió con un grupo de estudiantes para videograbar el documental Vivos los llevaron; vivos los queremos, que incluye relatos de personas secuestradas durante la llamada “guerra sucia” que se vivió en México en las décadas de los 70 y principios de los 80.
Avalada por el comité Eureka, la cinta, de más de dos horas de duración, busca relanzar la lucha de los activistas que no han encontrado a sus parientes, así como concientizar a los jóvenes sobre ese episodio negro en la historia del país.
“Hay algunos países de América Latina en los que no se conoce lo que ocurrió en México: la historia de los desaparecidos y la lucha de las madres, esposas, hijos, hermanos por encontrar a la gente que fue secuestrada. Parte de esto trata Vivos los llevaron; vivos los queremos, de remover conciencias y denunciar lo que ocurrió. Esperamos que quede como un testimonio histórico”, explicó Serna Reyna.

26 ago 2007

KKK


El juez Henry Wingate sentencio a "monstruo" James Seale a tres cadenas perpetuas por el secuestro y conspiración en el asesinato en mayo de 1964 de dos jóvenes de raza negra en Meadville, junto al río Misisipi.
"Sólo un monstruo puede haber hecho esto". dijo el juez cuando leyó la sentencia contra Seale, uno de los últimos miembros vivos del Ku Klux Klan (KKK).
Seale tiene hoy 72 años de edad y padece cáncer en los huesos. Empero, la enfermedad y su edad no evitarán que pase el resto de sus días recluido en un centro médico penitenciario por el crimen que cometió hace algo más de cuatro décadas.
Las víctimas fueron Charles Moore y Henry Dee.
Este personaje sacado de la pelicula "Arde Misisipi" tenía 29 años cuando cometió el crimen. Era uno de los cientos de miles de blancos que intentaban aterrorizar a los negros que luchaban por sus derechos civiles y electorales en las décadas de 1950 y 1960.
Seale junto a otro miembro del KKK, llevó a sus víctimas a un bosque cercano donde fueron apaleados antes de lanzar sus cuerpos moribundos al río Misisipi.
El KKK utilizaban el asesinato y otras formas de violencia para intimidar a negros, homosexuales e inmigrantes.
Se estima que a final de la década de 1920 llegaron a sumar seis millones de miembros con importantes conexiones políticas.
Hoy afortunadamente el KKK está casi extinguido, pero todavía andan fantasmas por ahí: Se calculan alrededor de 5,000 miembros. En mayo de 2006, un grupo de individuos volvió a resucitar los fantasmas de la segregación durante una marcha contra inmigrantes hispanos en Alabama. Hay que estar pendientes.

Amapolas en Afganistám


Segín cifras de la ONU Afganistán ha producido en 2007 el 95% del total mundial de amapolas opiáceas, con lo que ha batido su propio récord del 92% alcanzado el año pasado.
"Definitivamente es una situación muy mala. El Gobierno (del presidente Hamid Karzai) no ha sido capaz de encontrar la manera adecuada de hacerle frente. Ni siquiera ha conseguido mantener y menos frenar", declaró Christina Oguz, directora de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD) en Afganistán, informa la agencia Reuters.
El intento de la comunidad internacional de poner coto a la alianza entre narcotraficantes y talibanes ha resultado un fiasco.
Afganistán parece hundirse inexorablemente en el círculo vicioso del tráfico de drogas, armas e insurgencia.
"Los traficantes están equipados y facilitan fondos a las organizaciones terroristas responsables de muchos ataques en Kabul y otras partes del país y del mundo", dijo ayer Zalmay Afzali, portavoz del Ministerio de Lucha contra la Droga.
Los datos que revela el informe van a poner también en dificultades el programa de la ONUDD en Afganistán. En 2006, la ONU destinó 440 millones de euros a la lucha contra la droga en ese país centroasiático, que, evidentemente, se perdieron en gran parte por los bolsillos de los muchos funcionarios gubernamentales y locales corruptos.
El 70% del total de la producción de opio, del que posteriormente se fabrica heroína, se cultivó en las provincias del sur, en las que la actividad guerrillera es mayor, lo que pone de manifiesto la interconexión entre insurgencia y narcotráfico.
El único dato positivo del informe es que ha aumentado de seis a 10 el número de provincias que han erradicado el cultivo de amapolas opiáceas. En todas ellas, hay menos presencia talibán y han mejorado las condiciones de seguridad de la población.
Según la ONUDD, Afganistán obtiene del opio y la heroína alrededor de 2,200 millones de euros, es decir, un tercio de su producto interior bruto.
El dinero de la droga se ha filtrado por toda la economía nacional y corrompe las altas esferas.
El régimen ultrarradical islámico de los talibanes consiguió prácticamente erradicar el cultivo de opio en Afganistán en 2001, poco antes de ser derrocado por las tropas estadounidenses tras los atentados del 11 de septiembre. Pero la Alianza del Norte, que ayudó a la coalición internacional a entrar en Kabul y se adueñó del Gobierno de Karzai, mantuvo su política de permisividad con el narcotráfico, que, unida a la rampante corrupción, disparó los cultivos de amapolas opiáceas de tal manera que cada día se hace muy difícil frenarlos. Invertir la curva de la producción parece tarea imposible.