31 ago 2007

Los militares turcos



A sólo tres días de estar en el cargo de presidente en Turquía, Abdullah Gül recibió una fría recepción en el que los militares se negaron a saludarlo con una inclinación de cabeza, como era costumbre, en señal de respeto hacia el jefe de Estado y comandante en jefe de las Fuerzas Armadas del país.Toda la prensa nacional informó en portada de que los oficiales se dirigieron en esa ocasión a Gül con el título de 'Señor presidente' en lugar del habitual 'Mi presidente', un cambio relevante en un mundo cargado de símbolos.
Incluso el jefe de Estado fue invitado a las ceremonias con los militares sin su esposa, que al igual que la del primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, se cubre con el tradicional pañuelo de cabeza musulmán, una prenda prohibida en Turquía en actos oficiales y públicos. El Ejército y los sectores laicos del país consideran este velo como un símbolo de islamización política y la entrada de mujeres con ese pañuelo en instalaciones militares está estrictamente prohibido.
La cúpula castrense turca, ha sido responsable -de 1960 a la fecha- de cuatro golpes de estado en Turquía, e incluso lanzó en abril pasado una velada amenaza al gobierno por insistir en presentar a Gül como candidato presidencial, al considerar que un político con una fuerte convicción religiosa podría acelerar la islamización en un país con una larga tradición secular. Un sondeo publicado por el periódico Milliyet apunta que el 35,4 por ciento de la población cree que los islamistas reaccionarios han ganado terreno en la sociedad en los últimos cuatro años y medio que ha gobernado Erdogan, al frente del AKP, lo que también ha aumentado el escepticismo hacia Gül en gran medida.
Por otra parte, el 46,7 por ciento de los votantes optó por el AKP en las elecciones del 22 de julio, lo que fue interpretado como un voto de confianza hacia la candidatura de Gül como futuro jefe de Estado.
El nuevo presidente turco se debe reunir con frecuencia con los jefes militares y los analistas prevén que estos encuentros no serán muy placenteros.
La pregunta obligada es y entonces ¿dónde esta la lealtad?
Fuente; agencias


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