La torre de aproximación del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) incumplió con las prácticas internacionales para mantener la distancia de seguridad mínima entre la aeronave ligera en la que el martes viajaba el Secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño, y el avión pesado de Mexicana que esa tarde le precedía para aterrizar.
En la fase de aproximación, el Learjet 45 matrícula XC-VMC, en el que viajaban Mouriño, el ex subprocurador José Luis Santiago Vasconcelos y otros siete ocupantes, estuvo a sólo una distancia de 3.9 millas náuticas cuando el Boeing 767-300 de la línea aérea comenzó sus maniobras de aterrizaje, lo que pudo haber generado condiciones de turbulencia ("wake turbulence") para la aeronave oficial.
Pese al riesgo que implicaba esta proximidad para el Learjet por la masa de aire inestable que usualmente deja a su paso un avión de gran envergadura, esta peligrosa cercanía fue tolerada por el controlador aéreo encargado de monitorear desde la torre de control del AICM el tráfico de aeronaves.
El avión de la Segob cayó el martes poco antes de las 19:00 horas en la Colonia Lomas de Chapultepec cuando se aproximaba al AICM procedente de San Luis Potosí, matando a siete pasajeros y dos tripulantes que iban a bordo, además de cinco personas en tierra; también dejó más de 40 heridos.
Según las comunicaciones de la torre de control y la tripulación del Learjet 45, difundidas el miércoles por la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, no existe en ellas ningún registro de una advertencia o instrucción del controlador para ampliar la distancia entre las dos aeronaves.
A una velocidad de más de 250 nudos, violando lo que establece la carta de aproximación y sin la intervención de la torre de aproximación, el avión de Mouriño estuvo sólo a un minuto y 24 segundos detrás del Boeing 767-300.
Según prácticas internacionales, en el procedimiento de aproximación, tanto de aterrizaje como de despegue, los controladores estipulan una distancia de seguridad entre los aviones para evitar la turbulencia que generan las aeronaves.
La Federal Aviation Administration (FAA) de Estados Unidos establece en condiciones de turbulencia mantener una distancia mínima de seguridad de 6 millas náuticas entre una aeronave pequeña -como era el Learjet 45 siniestrado de la Secretaría de Gobernación- y un avión "heavy" (más de 300 mil libras de peso), como es considerado el Boeing 767-300 de Mexicana, procedente de Buenos Aires, que iba por delante en la secuencia de aterrizaje.
Pese a que estos lineamientos oficiales se publican en la página de internet de la FAA de EU, disponibles para que cualquier persona pueda consultarlos, la SCT se negó a proporcionar la normatividad que aplican los controladores aéreos en México para la separación de tráfico.
Grupo Reforma publicó ayer que, de acuerdo con expertos en aviación consultados, el desacato del piloto, que no redujo la velocidad de su aeronave a 180 nudos y continuó arriba de los 250, así como la falta de asertividad de la torre de aproximación del AICM de ordenar que se acatara esta orden, se perfilan como probables causas del accidente del martes.
La combinación de estos errores habría provocado que el Learjet 45, que volaba a 726 metros sobre el terreno, perdiera el control por la turbulencia que generó el Boeing cuando sacó sus "flaps", bajó el tren de aterrizaje y aplicó potencia para descender en la pista 05 derecha del AICM.
Una práctica internacional ignorada
Mientras que en EU la FAA exige una separación mínima de 6 millas náuticas entre un avión ligero que va detrás de uno pesado (documento der.), en México esa práctica de seguridad no fue respetada. Por lo menos así ocurrió el martes pasado, cuando el Learjet 45 de la Segob llegó a estar sólo 3.9 millas náuticas detrás de un jet trasatlántico Boeing 767, lo que pudo haber ocasionado que el avión oficial entrara a una "estela" de aire inestable ("wake turbulence") provocada por el tráfico pesado y perdiera el control.
En Estados Unidos...: 6 millas náuticas
...y lo que se acercó en México: 3.9 millas náuticas
En la fase de aproximación, el Learjet 45 matrícula XC-VMC, en el que viajaban Mouriño, el ex subprocurador José Luis Santiago Vasconcelos y otros siete ocupantes, estuvo a sólo una distancia de 3.9 millas náuticas cuando el Boeing 767-300 de la línea aérea comenzó sus maniobras de aterrizaje, lo que pudo haber generado condiciones de turbulencia ("wake turbulence") para la aeronave oficial.
Pese al riesgo que implicaba esta proximidad para el Learjet por la masa de aire inestable que usualmente deja a su paso un avión de gran envergadura, esta peligrosa cercanía fue tolerada por el controlador aéreo encargado de monitorear desde la torre de control del AICM el tráfico de aeronaves.
El avión de la Segob cayó el martes poco antes de las 19:00 horas en la Colonia Lomas de Chapultepec cuando se aproximaba al AICM procedente de San Luis Potosí, matando a siete pasajeros y dos tripulantes que iban a bordo, además de cinco personas en tierra; también dejó más de 40 heridos.
Según las comunicaciones de la torre de control y la tripulación del Learjet 45, difundidas el miércoles por la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, no existe en ellas ningún registro de una advertencia o instrucción del controlador para ampliar la distancia entre las dos aeronaves.
A una velocidad de más de 250 nudos, violando lo que establece la carta de aproximación y sin la intervención de la torre de aproximación, el avión de Mouriño estuvo sólo a un minuto y 24 segundos detrás del Boeing 767-300.
Según prácticas internacionales, en el procedimiento de aproximación, tanto de aterrizaje como de despegue, los controladores estipulan una distancia de seguridad entre los aviones para evitar la turbulencia que generan las aeronaves.
La Federal Aviation Administration (FAA) de Estados Unidos establece en condiciones de turbulencia mantener una distancia mínima de seguridad de 6 millas náuticas entre una aeronave pequeña -como era el Learjet 45 siniestrado de la Secretaría de Gobernación- y un avión "heavy" (más de 300 mil libras de peso), como es considerado el Boeing 767-300 de Mexicana, procedente de Buenos Aires, que iba por delante en la secuencia de aterrizaje.
Pese a que estos lineamientos oficiales se publican en la página de internet de la FAA de EU, disponibles para que cualquier persona pueda consultarlos, la SCT se negó a proporcionar la normatividad que aplican los controladores aéreos en México para la separación de tráfico.
Grupo Reforma publicó ayer que, de acuerdo con expertos en aviación consultados, el desacato del piloto, que no redujo la velocidad de su aeronave a 180 nudos y continuó arriba de los 250, así como la falta de asertividad de la torre de aproximación del AICM de ordenar que se acatara esta orden, se perfilan como probables causas del accidente del martes.
La combinación de estos errores habría provocado que el Learjet 45, que volaba a 726 metros sobre el terreno, perdiera el control por la turbulencia que generó el Boeing cuando sacó sus "flaps", bajó el tren de aterrizaje y aplicó potencia para descender en la pista 05 derecha del AICM.
Una práctica internacional ignorada
Mientras que en EU la FAA exige una separación mínima de 6 millas náuticas entre un avión ligero que va detrás de uno pesado (documento der.), en México esa práctica de seguridad no fue respetada. Por lo menos así ocurrió el martes pasado, cuando el Learjet 45 de la Segob llegó a estar sólo 3.9 millas náuticas detrás de un jet trasatlántico Boeing 767, lo que pudo haber ocasionado que el avión oficial entrara a una "estela" de aire inestable ("wake turbulence") provocada por el tráfico pesado y perdiera el control.
En Estados Unidos...: 6 millas náuticas
...y lo que se acercó en México: 3.9 millas náuticas
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