25 dic 2009

Columna Ventana


Columna Ventana/José Cárdenas
El Universal, 25 de diciembre de 2009;
Gotas de sangre
En otra expresión brutal del México salvaje, Irma Córdova Palma, de 55 años, fue asesinada por un comando armado; le dispararon en la sien mientras dormía. También ejecutaron a sus hijos Benito y Jolidabey y a su cuñada Josefa.
Horas antes, la madre de Melquisedec Angulo Córdova, de 30 años, tercer maestre de Fuerzas Especiales de la Armada, “tuvo” que participar en el homenaje oficial en honor al marino caído en el operativo contra Arturo Beltrán Leyva.
El lunes por la noche, Irma apareció en televisión; respondió las preguntas del enviado de Televisa; habló del orgullo de Melquisedec por pertenecer a las Fuerzas Armadas; del amor con que sirvió a la patria. Se difundieron imágenes de la ceremonia cuando la madre recibió la bandera que envolvió el féretro del hijo muerto… Horas después, fue ajusticiada.
Los hechos, constituyen una escalada en la lucha contra las drogas. Es una afrenta. El mensaje de los asesinos es intimidar a las Fuerzas Armadas y a sus familias; es la venganza de la mafia criminal.
El presidente Calderón se enfrasca en la retórica y el ritual del homenaje, ante la premura por demostrar logros. “Estos ataques cobardes y arteros, no nos van a intimidar” —dice—.
Tiene razón, pero… ¿qué necesidad había de exponer a los familiares del marino muerto, haciéndolos participar en una ceremonia pública? ¿En qué pensaban los estrategas de la comunicación gubernamental cuando privilegiaron la photo opportunity y pasaron por alto reglas mínimas de seguridad? ¿Cómo puede confiar la sociedad en un gobierno que carece de oficio y perspicacia?
La indignación nos consume. En twitter (territorio de libertad con retroalimentación inmediata) expresamos que el gobierno es culpable. La afirmación fue objetada de inmediato; si bien el gobierno se equivocó, no se puede decir que fue el que mató a la madre del marino y sus familiares. Miguel Carbonell, académico de la UNAM y vecino de estas páginas, precisó: “El gobierno es corresponsable, no culpable”. Es fundamental el matiz… sin embargo es evidente que a la autoridad le falló la inteligencia en el control de los daños provocados por el operativo. El golpe más rudo del sexenio, quedó menguado. Quedan más dudas que respuestas.
El miércoles, la CNDH se sumó a las críticas; acusó a la Secretaría de Marina de no preservar en el anonimato, los datos personales de Melquisedec Angulo Córdova. La Armada quizás tampoco preservó el honor, al mancillar el cadáver del enemigo. La sociedad percibe que las fuerzas del Estado se pusieron al nivel de los criminales; hablaron el mismo lenguaje; rompieron los códigos de la guerra y los inocentes pagaron las consecuencias.
Ese mismo día, el secretario ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, el ingeniero Jorge Tello Peón, fue removido por orden presidencial. ¿Era un cartucho quemado? El panista Juan Miguel Alcántara Soria entrará al relevo de Tello Peón, quien continuará como secretario técnico del Gabinete de Seguridad Nacional. Tal enroque desata especulaciones; el Presidente se rodea de incondicionales y relega a los expertos. Mala señal. Mientras usted vacaciona, parte del país está en alerta máxima. Se temen más ataques y venganzas.
Justo este día, duele vislumbrar más gotas de sangre, que luces de Navidad.

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