10 jul 2009

Encuentro Obama Benedicto XVI

Charla de 35 minutos
El Papa y Obama ponen en común su visión del mundo
Ambos impulsan la ética en el capitalismo, pero discrepan en el aborto y en las células madre
A. CAÑO Roma (ENVIADO ESPECIAL) El País, 10/07/2009;
El encuentro entre dos de las más grandes figuras de este comienzo de siglo, el papa Benedicto XVI y Barack Obama, fue, como tenía que ser, una oportunidad para destacar las múltiples coincidencias entre ambos, especialmente en la voluntad de un mundo más justo y pacífico, dejando a un lado otras diferencias importantes en materia de doctrina y moral.
Ésta no era una visita cualquiera para Obama. La prueba es que, por primera vez en su historia como presidente, llegó a una cita en punto, ni un minuto más tarde. Sabía que enfrente tenía, tal vez, al único hombre que le puede hacer sombra hoy en cuanto a universalidad, influencia y número de seguidores.
El Papa y el presidente de Estados Unidos conversaron a solas durante alrededor de media hora en la biblioteca del Vaticano, donde al final se sumó la primera dama norteamericana, Michelle Obama. El Papa preguntó a su invitado sobre los resultados de la reunión del G-8, a lo que Obama contestó que había sido "muy productiva". Ante el ruido incesante de las cámaras fotográficas, el Papa le comentó al presidente que todavía no acaba de acostumbrarse a ser fotografiado.
Aunque protestante, Obama sabe de la importancia de la Iglesia católica, que le subvencionó y ayudó considerablemente durante su etapa como activista social en Chicago. También conoce sus normas de fe, que aprendió en una escuela católica en Indonesia.
La agenda de la reunión incluía muchos de los temas que Obama había tratado poco antes en L'Aquila: la lucha contra el hambre, el deterioro del medio ambiente, el peligro de la proliferación nuclear y otras amenazas para la paz mundial, especialmente en Oriente Próximo. El Papa elogió el discurso pronunciado por Obama en El Cairo el pasado 4 de junio y animó al presidente a trabajar juntos por el diálogo interreligioso. También conversaron sobre Cuba y Honduras. Además, el presidente le entregó una carta, cuyo contenido no fue desvelado, del senador Edward Kennedy, gravemente enfermo en la actualidad.
"Hay asuntos en los que están de acuerdo, otros en los que están en desacuerdo y otros en los que están de acuerdo en seguir trabajando", explicó el viceconsejero nacional de seguridad de la Casa Blanca, Denis McDonough. Si, en efecto, hubo desacuerdos, quedaron muy bien disimulados por un ambiente de gran cordialidad. Aunque podría creerse que el Papa, un conservador en materia doctrinal, se sentía más a gusto con George Bush, lo cierto es que, posiblemente, se ha creado una relación mucho más cálida y productiva con el actual presidente. El portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, aseguró que Obama había quedado "muy impresionado", si bien ni recibió la bendición ni rezó con el pontífice.
El mensaje de Obama frecuentemente tiene un tono de espiritualidad y trascendencia que coincide con el de esta institución. La biografía del presidente norteamericano está influida por su fe, que él ha vivido tanto desde la perspectiva social como personal. Es un hombre que conecta con la tradición religiosa de su sociedad, aunque defienda el carácter laico de su legislación, y que ha pronunciado memorables discursos sobre el hecho religioso, incluido uno en la universidad de Notre Dame, un símbolo del poder católico en EE UU. Para decepción de la izquierda de su partido, Obama no ha eliminado, por ejemplo, las ayudas oficiales que Bush aprobó para las organizaciones religiosas con fines sociales.
Obama está impulsando, además, algunos de los proyectos que mejor caben en la agenda de la Santa Sede: la paz entre israelíes y palestinos, el desarme, la multilateralidad de las relaciones internacionales y, más a corto plazo, la reforma del sistema financiero.
Precisamente a la humanización del capitalismo aludía la última encíclica del Papa, que le regaló al presidente. Un texto sobre la necesidad, compartida por Obama, de imponer mayores controles a la actividad financiera para evitar la codicia y desastres como la actual crisis financiera.
Pero hay otros asuntos en los que la relación entre estos hombres inteligentes y pragmáticos será más difícil, que tienen que ver con las responsabilidades de los Gobiernos en los temas que la Iglesia considera de moral personal, como el aborto o la investigación con células madres. Obama es partidario de proteger legalmente ambos derechos. El Papa, por el contrario, los considera un atentado a la dignidad del ser humano. Pero también en esto hicieron un acercamiento.
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La defensa de la vida, tema central de la visita de Obama al Papa
El presidente ratifica su compromiso por la reducción de los abortos
CIUDAD DEL VATICANO, viernes 10 de julio de 2009 (
ZENIT.org).- La defensa de la vida ha estado en el centro de la visita que el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, realizó en la tarde de este viernes a Benedicto XVI.
Otros temas del encuentro han sido los resultados de la Cumbre del G8, que justificó la visita a Italia del presidente
, la inmigración, la paz en Oriente Medio, el diálogo entre religiones y la crisis económico-financiera, precisa un comunicado difundido por la Oficina de Prensa de la Santa Sede.
Antes de la audiencia privada celebrada en la biblioteca del Papa, de unos 35 minutos, el presidente estadounidense había sido recibido por el cardenal Tarcisio Bertone, secretario de Estado, acompañado por su excelencia el arzobispo Dominique Mamberti, secretario para las Relaciones con los Estados.
En los cordiales coloquios, "se analizaron ante todo cuestiones del interés de todos y que constituyen el gran desafío para el futuro de cada nación y para el verdadero progreso de los pueblos, como la defensa de la promoción de la vida y el derecho a la objeción de conciencia", comienza subrayando el comunicado vaticano.
Desde que llegó a la Casa Blanca, Obama ha tomado decisiones controvertidas sobre temas que afectan a la vida humana, en particular, al levantar restricciones que prohibían la financiación federal de la investigación de células madre embrionarias (que implica la eliminación de vidas humanas), así como las restricciones a las subvenciones públicas a favor de las asociaciones que promueven el aborto en el extranjero.
El Papa regaló al presidente Obama un ejemplar de su última encíclica "
Caritas in veritate", en la que también se afrontan estas cuestiones, y lo que es más inusual, otro de la instrucción de la Congregación para la Doctrina de la Fe sobre algunas cuestiones de bioética "Dignitas personae" (firmado el 20 de junio de 2008), en el que se reitera la oposición de la Iglesia al aborto y a las investigación con células madre.
El padre Federico Lombardi, S.I., director de la Oficina de Información de la Santa Sede, explicó a los micrófonos de "Radio Vaticano", que el regalo de la instrucción es "muy significativo".
"En los Estados Unidos de hoy se da un gran debate sobre los valores fundamentales de la defensa de la vida, y en esto la perspectiva de la Iglesia y la política del presidente Obama muestran diferencias, a veces bastante significativas", siguió explicando el portavoz.
El padre Lombardi reveló que il presidente confirmó en su visita al Vaticano "que tiene toda la intención, con el compromiso del gobierno, de reducir lo más posible el número de los abortos".
Inmigración, G8, Oriente Medio, crisis...
Según la nota, en la primera visita de Obama al Papa "se hizo referencia también a la inmigración con particular atención al aspecto de la reunificación familiar".
La Santa Sede explica que en el encuentro también ha surgido temas de política internacional, en particular "los resultados de la Cumbre del G8", que como afirma la portada de la edición italiana del 11 de julio de "L'Osservatore Romano", en su declaración final "recoge el desafío de África".
En los encuentros con el Papa y sus colaboradores se analizaron, además, "las perspectivas de paz en Oriente Medio, en las que se registran convergencias, y otras situaciones regionales".
"Se ha pasado revista a algunos argumentos de mayor actualidad, como el diálogo entre culturas y religiones, las crisis económico-financiera a nivel global, y sus implicaciones éticas, la seguridad alimentaria, la ayuda al desarrollo sobre todo a África y América Latina y el problema del narcotráfico", aclara el comunicado.
"Por último, se ha subrayado la importancia de la educación a la tolerancia en cada país", revela la Santa Sede.
Obama regaló a Benedicto XVI una estola de John Neumann (1811-1860), santo redentorista, nacido en Bohemia, que se convirtió en el primer obispo canonizado de los Estados Unidos (fue pastor de Filadelfia).
A su llegada al Patio de San Dámaso, en el Vaticano, el presidente fue acogido por el prefecto de la Casa Pontificia, el arzobispo y compatriota James Michael Harvey, con quien conversó en varios momentos de la visita.
El coloquio con el cardenal Bertone tuvo lugar en la "Sala d'Angolo".
El encuentro con el Papa tuvo lugar en tres fases. Primero, el diálogo cara a cara en la biblioteca privada, luego un encuentro privado ampliado a la esposa, Michelle, y a sus dos hijas, las pequeñas Malia y Sasha, y por último el encuentro con la delegación presidencial.
No hubo discursos públicos, como sucede en este tipo de audiencias.
La esposa del presidente llegó una hora antes que su marido al Vaticano, para visitar junto con las dos hijas y su madre la basílica de San Pedro.
Posteriormente bajaron a las Grutas Vaticanas donde están las tumbas de los papas, entre ellas las de San Pedro y Juan Pablo II. Después visitaron la Capilla Sixtina, cerrada en ese momento al público.

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