Asteriscos. Enrique Aranda en Excélsior, 22 de julio
* Al paso de los días crecen al interior del partido del gobierno las versiones sobre el inminente choque de trenes que, ante el casi medio millar de participantes en la próxima reunión de Consejo Nacional, el 11 de agosto, protagonizarán actores de los grupos que, encabezados por el presidente Felipe Calderón uno, y por el chihuahuense Gustavo E. Madero, el otro, buscan hacerse del control del proceso de renovación y, más allá, del futuro del propio partido.
Veámonos aquí mañana, con otro asunto De naturaleza política.
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Disputa Calderón control del PAN
Felipe Calderón y Gustavo Madero intensificaron su activismo en el PAN, luego de su derrota.
Felipe Calderón no suelta las riendas del PAN y Gustavo Madero busca afianzarse en la dirigencia hasta cruzar la aduana del 1o. de diciembre
Ernesto Núñez y Carole Simonnet, reporteros.
Enfoque de Reforma, 22 de julio 2012. Horas después de la jornada electoral, el presidente Felipe Calderón inició un intenso cabildeo con consejeros nacionales del partido, dirigentes locales, gobernadores, ex presidentes nacionales, "cuadros distinguidos" y legisladores electos, con el fin de dirigir personalmente lo que él mismo ha denominado el proceso de refundación de Acción Nacional.
En días laborales, algunas veces en Los Pinos y otras aprovechando giras oficiales de trabajo, el primer mandatario se ha reunido con decenas de panistas para discutir las causas de la derrota y el rumbo que deberá tomar el partido.
La operación de Calderón comenzó el lunes 2 de julio, cuando telefoneó a decenas de candidatos a diputados y senadores que ganaron su elección. Esa misma noche, cenó con ex presidentes de Acción Nacional en Los Pinos.
Continuó el martes 3, en una comida de casi cuatro horas con la ex candidata Josefina Vázquez Mota; los gobernadores panistas de Baja California, Baja California Sur, Guanajuato, Jalisco, Morelos y Sonora; los ex dirigentes Luis H. Álvarez, Luis Felipe Bravo Mena, Germán Martínez y César Nava; los líderes parlamentarios José González Morfín y Carlos Alberto Pérez Cuevas; el dirigente, Gustavo Madero; el ex coordinador de la campaña Roberto Gil; el ex precandidato Ernesto Cordero; el secretario de Gobernación, Alejandro Poiré; además de Diego Fernández de Cevallos, Pancho Barrio, Alberto Cárdenas, Juan Manuel Oliva y Tarcisio Rodríguez.
El jueves 5 Calderón aprovechó su viaje a Veracruz, en el que inauguró la autopista Perote-Banderilla, para sostener una ríspida reunión con líderes locales. Según panistas consultados por Enfoque que prefirieron omitir su nombre, el Presidente repartió culpas, regañó y advirtió que refundaría el partido con o sin ellos.
Esa misma noche Calderón encabezó otra reunión en Los Pinos, a la que se sumaron dos de los panistas en los que más confía: Luis Mejía y Rafael Morgan. Para ese cónclave, Poiré invitó a especialistas para tener una visión externa: Soledad Loaeza y Federico Estévez estuvieron entre los convidados, según la versión de uno de los asistentes.
El viernes 6 y el sábado 7 continuaron los cabildeos. Juan Ignacio Zavala, Roberto Gil, Ernesto Cordero, entre otros, participaron en dichas reuniones.
Ese fin de semana el secretario particular del Presidente, Tarcisio Rodríguez, circuló entre los ex dirigentes nacionales del PAN una carta que entregaron al Comité Ejecutivo Nacional en su sesión del lunes 9 de julio.
La carta firmada por Calderón, Álvarez, Bravo Mena, Martínez y Nava se titula Por la reconstrucción del PAN y llama a ejecutar con rapidez un cambio profundo.
"Es necesario que el partido asuma claramente la derrota del 1o. de julio como una oportunidad para refundarse desde los cimientos. Proponemos la realización de una iniciativa de una envergadura cercana a la emprendida por nuestros fundadores. Pretender enfrentar la situación actual a través de reformas meramente superficiales lejos de resolver los problemas sólo serviría para seguirlos ocultando", se advierte en la misiva de tres cuartillas.
Los ex dirigentes proponen una reforma estatutaria que abarque cinco puntos: una nueva manera de abrirse a la ciudadanía y renovar la membresía; una nueva forma de elegir a los candidatos; un nuevo modelo de organización para lograr un implante territorial efectivo; una nueva vía para sancionar y "excluir con rapidez y eficacia" a aquellos cuya conducta trastoquen la identidad del PAN, y una nueva manera de administrar el financiamiento público.
Con este documento como bandera, Calderón reanudó sus reuniones con cuadros del partido.
El viernes 13 de julio viajó a Sonora para inaugurar dos puentes vehiculares y una unidad de medicina familiar del IMSS. En medio de la gira comió con consejeros nacionales sonorenses en la casa de gobierno, con el mandatario estatal, Guillermo Padrés, como anfitrión.
La reunión fue muy distinta a la de Veracruz: asistieron sólo consejeros: Luis Fernando Rodríguez, Mercedes Corral, Emma Larios, Dolores delRío, Luis Serrato, Héctor Larios, Oscar Ochoa, Mario González Puón, Enrique Torres, Ernesto Munro y David Figueroa. El Presidente compartió su diagnóstico, escuchó y evitó confrontarse.
El lunes 16 viajó a Guanajuato para inaugurar obras viales, y dedicó tres horas de su gira para encabezar una reunión en un salón de la ex hacienda Casa de Piedra, en la que estuvo el gobernador interino Héctor López y siete consejeros nacionales.
En el encuentro, según uno de los asistentes, el Presidente manifestó su preocupación por las derrotas locales, como la ocurrida en León, donde el PAN gobierna desde 1988.
La historia se repitió el miércoles 18 en Morelos, a donde oficialmente viajó para inaugurar un hospital de alta especialidad.
Y el jueves 19 reunió a los consejeros nacionales del Estado de México en Los Pinos.
Madero gana tiempo
Al activismo del presidente de la República, Gustavo Madero respondió con su propia gira: en los últimos 10 días ha estado en Jalisco, Nuevo León, Sonora, Sinaloa, Chihuahua, Durango y Coahuila, para reunirse con los comités estatales.
El líder nacional, que se niega a dejar el cargo, está preparando el Consejo Nacional del 11 de agosto, en el que deberá discutirse la propuesta de reforma estatutaria promovida por Calderón y la idea de celebrar una Asamblea Nacional extraordinaria antes de que culmine el año.
Sus últimos movimientos han desconcertado a muchos panistas: el domingo 15 de julio el PAN difundió un documento de cuatro cuartillas en el que insiste en que las elecciones no fueron equitativas, pero promete que no pagarán al PRI "con la misma moneda de la obstrucción legislativa".
Al día siguiente, en otro comunicado, Madero puso en la agenda pública el tema de la toma de posesión de Enrique Peña Nieto, al asegurar que la asistencia de los legisladores del PAN está condicionada a que la aprueben los nuevos grupos parlamentarios.
El miércoles creó un cargo inexistente en la estructura del CEN para dárselo a Vázquez Mota: la "coordinación de Acción Política", que ella aceptó.
Y el jueves, dos días después de que Calderón recibió a Peña Nieto en Los Pinos, apareció con el líder del PRD, Jesús Zambrano, reviviendo el caso Monex y exigiendo al IFE esclarecer las irregularidades en el financiamiento de la campaña priista.
Ese mismo día anunció el nombramiento de dos nuevos voceros del partido: Juan Manuel Oliva y Juan Molinar Horcasitas, a quienes Vázquez Mota desconoció en campaña.
Madero sigue ganando tiempo: la semana pasada convocó ya a los legisladores electos a realizar sus reuniones plenarias en Jurica, Querétaro, el 5 y 6 de agosto. Ahí usará su facultad estatutaria de nombrar coordinadores parlamentarios.
El 11 de agosto, el Consejo Nacional decidirá si la Asamblea Nacional se celebra antes o después del 1o. de diciembre. De eso dependerá si Madero y los demás grupos del partido miden fuerzas con Calderón siendo Presidente o ex Presidente.
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Por la reconstrucción del PAN
La carta firmada por Luis H. Álvarez, Felipe Calderón, Luis Felipe Bravo Mena, Germán Martínez y César Nava.
Carta de cinco exdirigentes nacionales del PAN al Comité Ejecutivo Nacional del partido, fechada el 9 de julio de 2012
Especial
Reforma, (20 julio 2012).-
1. ¿Por qué es necesario reconstruir al PAN?
Los resultados electorales del pasado 1 de julio nos obligan a reflexionar no sólo sobre los errores cometidos en este proceso electoral sino también sobre el rumbo que, en general, ha tomado el PAN en los últimos años.
Para hacerlo, debemos evitar dos extremos perniciosos: el que nos lleve a convertir la derrota en un desastre en medio de recriminaciones estériles que sólo abonarían a la división del partido y el que nos conduzca a negar problemas, esconderlos bajo la alfombra y evitar las medidas necesarias para darles solución de fondo. Eso sólo nos llevaría a seguir el camino descendente que hemos iniciado.
Es necesario que el partido asuma claramente la derrota del primero de julio como una oportunidad para refundarse desde los cimientos. Para ello proponemos asumir los diagnósticos ya realizados, especialmente el derivado del proceso electoral de 2009, incorporando nuevo elementos de juicio surgidos de las experiencias electorales más recientes. Es indispensable reaccionar con rapidez y tomar decisiones que nos lleven a un cambio profundo.
Tanto en el proceso de reflexión 2009, realizado por el Consejo Nacional y su Comisión especial, como en ejercicios sucesivos del Comité Nacional y otras instancias del partido, hemos llegado reiteradamente a algunas conclusiones que, a nuestro juicio, siguen vigentes y explican en gran medida el resultado reciente.
En este breve documento nos concentraremos en las causas endógenas del resultado electoral, es decir, las propias de la vida interna del PAN, como son las relativas a la militancia, la apertura a la ciudadanía, la selección de candidatos, el financiamiento, la estructura y los mecanismos de rendición de cuentas. Estamos convencidos de que estos son los ámbitos de la vida interna del partido que requieren nuestra atención más urgente.
No minimizamos la importancia de las causas exógenas del resultado, es claro que se trató de un proceso marcado por la inequidad, en el que se dieron abusos en los gastos y en los presupuestos por parte de los gobiernos de otros partidos. Fuimos testigos una vez más de las prácticas autoritarias del PRI y del PRD, así como de la injerencia de los medios de comunicación. Y, qué duda cabe, también sufrimos traiciones que nos hicieron gran daño.
A nivel interno todos tenemos parte de responsabilidad en los resultados: el partido, la campaña, los gobiernos panistas. Sin embargo, por una razón eminentemente práctica, es en el partido donde finalmente debemos concentrar nuestra reflexión. Esa es la principal tarea a resolver, porque los gobiernos concluirán, la campaña se ha acabado ya, pero el partido es lo que queda y es apremiante atender en forma inmediata los problemas que atañen a su vida interna.
Debemos responder de manera oportuna y contundente a la confianza que más de doce millones de mexicanos depositaron en nuestra candidata presidencial, así como en nuestros candidatos al Congreso de la Unión, a gobernadores, alcaldes y diputados locales. Millones de mexicanos esperan de nosotros un cambio desde la raíz misma, un cambio de fondo que ponga al PAN en sintonía con lo que la sociedad espera de nosotros y lo aleje de la imagen de improvisación, falta de rumbo y, en ocasiones, falta de principios con la que se condujo durante el proceso electoral.
Creemos que atender en primer lugar las causas endógenas de nuestra derrota es doblemente adecuado. Lo es porque resulta imperioso un genuino esfuerzo de autocrítica y de compromiso para cambiar lo que hemos hecho mal. Y lo es también porque refundar al PAN depende de nosotros mismos y de nadie más.
II. Un nuevo modelo para el PAN.
En este orden de ideas, proponemos la realización de una iniciativa de una envergadura cercana a la emprendida por nuestros fundadores. Pretender enfrentar la situación actual a través de reformas meramente superficiales lejos de resolver los problemas sólo serviría para seguirlos ocultando. Debemos cambiar de fondo lo que ha dejado de funciona; derribar lo que haya que derribar para forjar desde ahí el renacimiento del PAN.
Proponemos iniciar cuanto antes la tarea de reconstruir y replantear al partido; decidir juntos:
1. Una manera de abrirnos a la ciudadanía que nos permita renovar nuestra membresía y captar a los mejores mexicanos, especialmente a los jóvenes;
2. Una nueva forma de elegir a nuestros candidatos, que nos permita postular a los mejores, a quienes la ciudadanía espera que presentemos;
3. Un nuevo modelo de organización que nos permita un auténtico implante territorial en todo el país y la sincronía de los periodos de las dirigencias con los ciclos electorales;
4. Una nueva vía para la aplicación de sanciones, que nos permita excluir con rapidez y eficacia a quienes con su conducta trastocan la identidad del PAN; y
5. Una nueva manera de administrar el financiamiento público y privado, que nos permita destinar muchos mayores recursos a los procesos electorales.
III. Por una reforma estatutaria.
Como primer paso para avanzar en esa dirección, proponemos al Presidente Gustavo Madero la emisión de la convocatoria por el Comité Ejecutivo Nacional para la realización de una Asamblea Nacional Extraordinaria antes de la terminación del año, de ser posible. Proponemos la conformación de una comisión responsable de llevar a cabo la consulta que prevén los estatutos y elaborar el proyecto de reformas correspondiente.
Postulamos que el proyecto abarque, entre otros, los cinco rubros mencionados en el apartado anterior y que, enriquecidos con la aportación de nuestros militantes y dirigentes, presentemos a la ciudadanía el renacimiento del PAN, como un auténtico instrumento al servicio de la sociedad.
Emprendamos nuestra reconstrucción en la unidad que nace de sabernos parte de una comunidad de principios e ideales que ha hecho y que hará del PAN la mejor opción para México.
Fundemos una nueva tradición con la mirada puesta en el futuro, como nos invitaba Castillo Peraza, quien nos recordaba que "la tradición no es nada más la conservación de algo que se hereda, sino la capacidad de traducirlo para que pueda ser tradición otra vez en el futuro. Sólo fundan tradiciones los que, desde su propios ayer, son capaces de ver hacia delante".
POR UNA PATRIA ORDENADA Y GENEROSA
Luis Héctor Álvarez
Felipe Calderón
Luis Felipe Bravo Mena
Germán Martínez
César Nava Vázquez
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