22 jul 2012

A un año de la masacre

Jornada de duelo en Noruega por primer aniversario de masacre
Se realizan diversas ceremonias en memoria de los 77 muertos en los atentados cometidos por el ultraderechista Anders Behring Breivik
Agencia EFE
Recuerdan a víctimas. Noruega vivió hoy una jornada de duelo en honor a las 77 personas que murieron en el doble atentado perpetrado por el ultraderechista Anders Behring Breivik.
COPENHAGUE, 22 de julio.- La catedral de Oslo acogió hoy una ceremonia en memoria de los 77 muertos en los atentados cometidos por un ultraderechista hace un año en Noruega, con la asistencia de supervivientes y familiares de las víctimas y presidida por las autoridades del país.
Cientos de personas hacían cola dos horas antes del inicio de la misa en los exteriores de la catedral, donde muchos depositaron flores en recuerdo de las víctimas, igual que ocurrió hace un año en los días posteriores a los atentados.

Los reyes Harald V y Sonia, acompañados por la princesa Marta Luisa, y el primer ministro, Jens Stoltenberg, con otros miembros del Gobierno, ocuparon los primeros asientos del templo, abarrotado ya una hora antes del inicio del servicio religioso.
La ceremonia, retransmitida en directo por la televisión pública NRK, estuvo dominada por una emoción contenida, con palabras de recuerdo para los muertos y menciones al dolor causado por los atentados a todo el país, pero también muchos mensajes optimistas.
"La luz brilla en la oscuridad, y la oscuridad
El ultraderechista Anders Behring Breivik hizo estallar hace un año una furgoneta bomba en el complejo gubernamental de Oslo, donde mató a 8 personas; y acto seguido se trasladó a la isla de Utøya, al oeste de la capital, donde cometió una matanza en el campamento de las Juventudes Laboristas (AUF, por sus siglas en noruego).
Pese a la crueldad de los atentados, los noruegos respondieron con "las palabras, el estado de derecho y la democracia", dijo el líder de las AUF, Eskil Pedersen, en su discurso en la catedral, donde se encendieron velas en recuerdo de los fallecidos.
A unas decenas de kilómetros de Oslo, en la iglesia de Hole, a cuya comunidad pertenece Utøya, se celebró otra ceremonia de homenaje, a la que acudieron los príncipes herederos Haakon y Mette-Marit, así como varios ministros.
Esas fueron las dos principales ceremonias religiosas en homenaje a las víctimas, que no obstante fueron recordadas hoy en todas las misas de las iglesias noruegas, también en las del extranjero.
Homenaje en Utøya
La cúpula del Partido Laborista noruego y cientos de miembros de sus "juventudes" recordaron hoy en la isla de Utøya, al oeste de Oslo, a las víctimas de la matanza cometida hace un año por el ultraderechista Anders Behring Breivik.
La música y las palabras se mezclaron con las sonrisas, los aplausos y las lágrimas para rendir homenaje a las 69 personas asesinadas entonces por Breivik, que poco antes había matado a otras ocho al hacer explotar una bomba en el complejo gubernamental de Oslo.
A los actos de hoy en Utøya, escenario habitual del campamento anual de verano de las Juventudes Laboristas (AUF), asistieron el primer ministro, el laborista Jens Stoltenberg; y su compañera de partido Gro Harlem Brundtland, que ocupó el cargo en tres ocasiones entre 1981 y 1996.
Brundtland, la primera y única mujer en ser jefa de gobierno en Noruega, era el objetivo principal hace un año de Breivik, que pretendía degollarla y grabar la ejecución, pero llegó a Utøya horas después de que ésta hubiera abandonado la isla.
Líderes y aspirantes a políticos se sentaron sobre la hierba de la "colina" de Utøya -la cantera donde se han forjado muchos futuros ministros y primeros ministros laboristas-, para presenciar desde allí el acto que se celebró en su modesto escenario de madera.
Tras un tenso minuto de silencio, en el que surgieron las primeras lágrimas, la emoción aumentó su intensidad con la subida al escenario de Renate Tårnes, que interpretó dos piezas musicales.
Tårnes vio morir a su novio hace un año en Utøya y salvó su vida escondiéndose en el aseo de la cafetería, desde donde aterrada llamó a la Policía, una grabación que fue reproducida en el juicio contra Breivik ante la indiferencia de éste.
Ese viernes 22 de julio, "en el que nunca dejó de llover", "nos cambió la vida a todos, también a las AUF", resaltó en su discurso el líder de esta organización, Eskil Pedersen, en un acto retransmitido en directo por la televisión pública NRK.
Primer ministro destaca fortaleza
Similar mensaje de defensa de la sociedad abierta y la democracia envió el primer ministro, el laborista Jens Stoltenberg, quien extendió sus elogios a toda la juventud noruega, a la "generación del 22 de julio", "nuestra esperanza", que ha respondido a la violencia involucrándose más aún en la política.
Stoltenberg apeló no obstante a "no cerrar los ojos" ante el extremismo y responder al odio con argumentos y con datos, demostrando "que la democracia es más fuerte que la peor amenaza".
Al igual que esta mañana en el acto en el complejo gubernamental, Stoltenberg animó a apoyar a quienes sufren las consecuencias de los atentados y a honrar a los muertos "alegrándonos por la vida".
En nombre de la representación extranjera -que incluyó entre otros al líder socialdemócrata sueco, Stefan Löfven-, pronunció un discurso la primera ministra danesa, la también socialdemócrata Helle Thorning-Schmidt, quien repartió elogios a la sociedad noruega, a Stoltenberg y a las AUF por su reacción.
El músico sueco Mikael Wiehe tocó luego dos temas, alertando del avance del extremismo ultraderechista en Europa y alabando a quienes "alzan la voz", entre quienes nombró a los "indignados españoles" y a "los que se manifiestan contra los bancos en España".
En un ambiente ya más relajado, donde las palmas y los gritos de alegría dominaron sobre las lágrimas, y los presentes entrelazaron sus manos, se interpretó el himno de las AUF, cerrando el acto central en Utøya, la isla que deberá vivir con una doble herencia:
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“El asesino fracasó, el pueblo ganó”
Noruega recuerda a las víctimas de Breivik en el primer aniversario de la matanza de Utoya
DAVID FERGAR El Pais, Oslo 22 JUL 2012
Noruega ha recordado este domingo a las 77 víctimas del doble atentado en Oslo y la isla de Utoya perpetrado el año pasado por el ultraderechista Anders Behring Breivik. El primer ministro noruego, Jens Stoltenberg, y el rey Harald encabezaron un acto de homenaje a las víctimas frente a la sede del Gobierno, donde una bomba causó la muerte a ocho personas. Un año después de la masacre, las fachadas de los edificios colindantes aún están tapadas con tablones. Pero no había señales de luto. No hubo banderas a media asta y en vez de crespones negros se vieron muchas flores. “Contra la violencia, más apertura y más democracia. La bomba y las balas que utilizó Breivik querían cambiar Noruega. Los noruegos, no obstante, hemos estado a la altura y hemos mantenido nuestros ideales. El asesino fracasó, el pueblo ganó”, dijo Stoltenberg en su discurso.
Los asistentes al acto evitaron citar el nombre de Breivik. Stoltenberg solo se refirió a él como “el autor de la masacre”. Eskil Pedersen, líder de los jóvenes socialdemócratas, afirmó que “el asesino escogió sus armas; nosotros, la palabra, el Estado de derecho y la democracia. Hemos demostrado quién es más fuerte”. Al igual que ocurrió en los días posteriores al doble atentado, miles de noruegos, con flores en la mano, acudieron a la plaza del Ayuntamiento, donde se celebró un concierto en el que participó Bruce Springsteen.
Un día de luto
9.30 horas. El rey y el primer ministro participan en una ofrenda y discurso en el barrio gubernamental Oslo. Emisión en directo por Internet
12.00 horas. Víctimas, familiares y miembros de las juventudes del Partido Laborista se reúnen en Utoya.
18.45 horas. Ofrenda en Utoya en la hora en que ocurrió la matanza.
20.00 horas. Concierto en la plaza del Ayuntamiento de Oslo.  Para seguirlo en directo.
En Utoya se celebró otro acto para supervivientes y familiares de las víctimas. Allí, donde 69 personas —la mayoría, jóvenes entre 14 y 18 años— perdieron la vida y otras 300 resultaron heridas, no se ha celebrado este año el campamento del Partido Laborista.
Los noruegos reiteraron este domingo estar orgullosos de su país y de sus valores. Pero algo ha cambiado en este año. Ahora son conscientes de que ya no viven en la burbuja en la que creían estar instalados. Pequeños detalles lo demuestran: no resulta extraño ver a policías armados, algo excepcional hasta el pasado año.
La policía, que en un principio recibió todo el apoyo de la sociedad —la gente solía dejar flores en sus vehículos—, ahora también recibe críticas. El ministro de Justicia, Knut Storberger, se vio obligado a dimitir tres meses y medio después de los atentados, que evidenciaron algunas carencias en el sistema de seguridad. Una comisión designada por el Gobierno noruego para investigar si la actuación policial fue correcta, presentará sus conclusiones el 13 de agosto.
Muchos ciudadanos han solicitado también un endurecimiento del código penal. La condena máxima por terrorismo es de 21 años de cárcel. Ha habido protestas por la posibilidad de que Breivik sea declarado no responsable de sus actos y enviado a un hospital psiquiátrico. En Noruega, no obstante, no existe ningún centro médico con la seguridad adecuada para albergar a un interno, así que es posible que permanezca en el pabellón de psiquiatría de la prisión donde se encuentra. La sentencia de Breivik se conocerá el 24 de agosto.
Pero no era Anders Behring Breivik, de 33 años, quien preocupaba a los miles de ciudadanos que salieron este domingo a las calles noruegas. Son las 77 víctimas, los cientos de heridos y sus familias, a los que prometieron no olvidar.A

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