31 jul 2012

Feminocracia en Corea del Sur

La naciente feminocracia de Corea del Sur/Yuriko Koike, Japan’s former Minister of Defense and National Security Adviser, is a former chairwoman of Japan’s Liberal Democrat Party, and currently an opposition leader in the Diet.
Traducción de Kena Nequiz.
Project Syndicate |30 DE JULIO DE 2012
Este es un año de elecciones presidenciales en todo el mundo y las últimas que se celebrarán el 19 de noviembre serán las de Corea del Sur. Sin embargo, esos comicios ya están teniendo un impacto internacional, en parte porque el que Corea del Sur no haya ratificado un importante tratado de intercambio de inteligencia con Japón se percibe ampliamente como el resultado de las campañas políticas. No obstante, las elecciones bien podrían tener un impacto más positivo en la región en su conjunto.

La candidata puntera, Park Geun-hye, del partido en el poder, Saenuri (Nueva Frontera) fue la primera en anunciar su candidatura el 10 de julio. Gran parte de la atención se ha enfocado, además de en otros candidatos de oposición, en Ahn Cheol-soo, decano de la Escuela Superior de Convergencia de la Ciencia y la Tecnología de la Universidad Nacional de Seúl, quien es un empresario exitoso y una figura carismática entre los electores jóvenes e independientes de Corea del Sur.
Pero hasta el momento ha sido Park la que ha suscitado el mayor interés. Hay expectación entre los electores conservadores, en particular, en lo que se refiere a su política hacia Corea del Norte, país que sigue siendo tan impredecible como siempre. (Tómese en cuenta por ejemplo que Kim Jong-un despidió súbitamente a Ri Yong-ho, alto mando militar, se autoproclamo mariscal y reveló que estaba casado con una mujer a la que se vio por primera vez cuando lo acompañó a un concierto en el que aparecieron los personajes de Disney, Mickey y Mimi.) Hasta ahora Park, que siente que el electorado confía en su instinto sobre política exterior, no ha revelado sus intenciones hacia Corea del Norte.
Para muchos surcoreanos, Park es una heroína trágica. Su madre y su padre, el presidente Park Chung-hee, fueron asesinados en 1974 y 1979, respectivamente. En efecto, su padre fue asesinado por su propio jefe de inteligencia, el director de la KCIA, Kim Jaegyu.
Park evitó participar activamente en la política durante muchos años después de la muerte de sus padres, pero posteriormente consiguió un escaño en el Parlamento. También ha sido líder del partido Saenuri (conocido anteriormente como el gran partido nacional). En 2006, un fanático la hirió en la cara con un arma blanca mientras participaba en la campaña del candidato de su partido para alcalde de Seúl.
Pero ahora comienza la verdadera batalla. Si gana las elecciones, Park se convertirá en la primera presidenta de Corea del Sur. Al igual que en Japón y otros países asiáticos, en la sociedad coreana basada en el confucianismo ha habido poca participación de las mujeres en la política, aunque eso parece estar cambiando rápidamente. En 2000 solo el 5.9% de los 299 miembros de la Asamblea Nacional eran mujeres. No obstante, para 2004, la participación de las mujeres se había duplicado al llegar al 13%, cuando resultaron electas 39 mujeres en circunscripciones uninominales y plurinominales.
Según la Unión Interparlamentaria (UIP) esa elección impulsó a Corea del Sur del 101º al 62º lugar mundial en términos de proporción de representantes parlamentarias mujeres, muy por encima de Japón, que está en el 121º lugar. Este aumento de representantes mujeres condujo no solo a un incremento de mujeres en el gabinete sino también a una gama de políticas y mejoras institucionales orientadas a las mujeres. Y, aunque Corea del Sur ha caído al 80º lugar en la clasificación más reciente de la UPI, eso refleja un crecimiento posterior de la proporción de legisladoras en otros países.
Este aumento en el número de legisladoras se debe principalmente a un sistema de cuotas según el cual los partidos políticos de Corea del Sur deben garantizar que un 30% de los candidatos son mujeres. El reglamento que rige el financiamiento de las campañas se modificó para ofrecer financiamiento gubernamental adicional a los partidos que cumplen con la cuota establecida, y para reducirlo a los partidos que no lo satisfacen.
En consecuencia, más de la mitad de los 56 miembros elegidos mediante representación proporcional en 2004 fueron mujeres. Además, el10% del financiamiento gubernamental a los partidos políticos se destina ahora para promover la participación de las mujeres en la política y cada partido ha establecido instituciones para la capacitación de parlamentarias y candidatas.
Aunque el sistema de cuotas sigue siendo objeto de debates constitucionales en Corea del Sur, los esfuerzos realizados durante años por grupos de defensa de derechos de la mujer han contribuido en mucho a impulsar el papel de las mujeres en el diseño de las políticas. El triunfo de una mujer como presidente sería una importante victoria simbólica y práctica para quienes han buscado establecer un ambiente político propicio para las mujeres. También sería un poderoso ejemplo para otros países asiáticos –incluido el mío- en los que las mujeres han luchado para ganar un espacio electoral.

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