María de las Heras.
"¡Vamos al
reino de la muerte por el camino del amor!" Rubén Darío.La tarde del martes 14 de agosto de 2012 murió en un hospital del sur de la Ciudad de México, María de las Heras, presidenta de la firma encuestadora Demotecnia y esposa de César Augusto Santiago y madre de Rodrigo Galván; amiga de sus amigos..
¡Muy lamentable su pronta partida!, en verdad lo lamento. Tenía apenas 53 años...
No fue mi amiga -pero si amiga de amigos- a través de los cuales la conocí y trate; eso sí seguí de cerca su trabajo.
Me gusto la forma en que renuncio a Milenio Diario: Dice la entrada de la carta enviada a Francisco González el 22 de abril de 2010 "...el día de ayer le envié a Carlos Marín una carta en la que le informaba que me es imposible aceptar las condiciones de trabajo que me propusiste vía telefónica la semana pasada, las cuales consideran compartir con el Sr. Liébano Sáenz la responsabilidad de los estudios que se publican en la edición impresa de Milenio Diario..."
Apenas a finales de julio nos enteramos de su enfermedad; lo supe por un tuit de mi amigo y periodistas Esa mañana desperté en Oaxaca y al abrí mi Ipad me encontré con una petición de Teherán solicitando donadores de sangre para María.
Maria al parecer murió de cáncer, alguien dijo por ahí que fue presumiblemente por complicaciones tras la cirugía a la que fue sometida el 29 de julio pasado. Ese día fue intervenida quirúrgicamente en el Hospital Médica Sur, en Tlalpan, su esposo e hijo solicitaron donadores a través de las redes sociales.
Desde ese día, De las Heras permaneció hospitalizada en condición grave pero estable. El 8 de agosto su hijo informó a través de Twitter que su madre estaba “caminando por la cuerda floja, pero caminando”; y a eso de las 17 horas de ese martes 14 se fue Maria.
Un abrazo fuerte a sus familiares y amigos.
Descanse en paz: "¡Vamos al reino de la muerte por el camino del amor!" Rubén Darío.
Jorge Fernández Menéndez le dedicó la columna Razones en Excélsior:” María de las Heras: la fuerza de la vida”; igual lo hizo Leo Zuckermann: “Una encuestadora de 10”; recomiendo su lectura en Excélsior (se pueden leer abajo).
Minuto de silencio en el Senado
El Presidente de la Comisión Permanente, Senadora José González Morfín, solicito al pleno un minuto de silencio por el lamentable deceso temprano de Maria de las Heras, tenía sólo 53 años, Rezó el Senador:
“ Bien, ahora sí, si me permiten compañeras y compañeros legisladores, voy a rogar un minuto de su atención.
Como es de su conocimiento, el día de ayer, a los 53 años murió la señora María de las Heras, sin duda una de las mejores encuestadoras de nuestro país, fundadora y Presidenta de Demotecnia, empresa pionera en investigación político-electoral en México, reconocida no solamente en nuestra nación, sino también en Centroamérica, en los Estados Unidos de América, en España y en muchos otros países.
Conocida y reconocida por muchos los aquí presentes fue esposa de un apreciado legislador federal compañero nuestro en la Comisión Permanente, don César Augusto Santiago Ramírez, a quién acompañamos en su dolor.
María de las Heras fue actuaria de profesión, egresada de la Universidad Nacional Autónoma de México, su carrera como encuestadora la inicia desde la década de los 90’s, la experiencia y profesionalismo que hacía gala, le permitió impartir cursos y conferencias así como colaborar con artículos y entrevistas en diversos medios nacionales e internacionales.
Durante 10 años fue encuestadora del grupo Milenio y recientemente del periódico 24 Horas.
La ausencia de María de las Heras es un hecho lamentable, sus familiares han tenido una pérdida irreparable, a su hijo Rodrigo Galván, a su familia, a sus amigos y muy particularmente al Diputado César Augusto Santiago, les hacemos patente nuestro más sentido pésame y las expresiones de nuestra solidaridad en estos tristes momentos.
Descanse en paz, María de las Heras.
Pido a todos ustedes que honremos su memoria guardando un minuto de silencio.
(Se guarda un minuto de silencio)
-Muchas gracias.
¡Descanse en paz!
Opinión de Jorge Fernández
María de las Heras: la fuerza de la vida/Jorge Fernández Menéndez
Columna Razones, en Excélsior, 16 de agosto de 2012
María de las Heras fue de las mejores en su profesión, pero sobre todo una de las mejores personas con las que me he cruzado en la vida. Ser amigo de María era vivir rodeado de ideas disparadas como misiles, de ocurrencias inteligentes aunque fueran disparatadas, de un sentido prácticamente único para ver las cosas, de vivirlas, hasta las más pequeñas, en forma intensa, de sentir la vida en forma constante. Durante muchos años con María y con su compañero, su esposo, César Augusto Santiago, nos veíamos, nos juntábamos a comer y a platicar con pasmosa regularidad: prácticamente todas las semanas, la mayoría de las veces en Cuernavaca. El trabajo, las vicisitudes de nuestras vidas personales, nos fueron alejando, pero nunca disminuyeron el cariño y el afecto sincero por ambos. Sabía que María había estado enferma, pero nunca supe de la gravedad de su estado, hasta que regresé de estas vacaciones y supe que estaba internada, que había sido operada, que luchaba por su vida. El martes en la tarde simplemente se fue.
Escribió César Augusto que iba a extrañar a María en el
mundo político. No sólo se le extrañará: deja un vacío que no se llenará. María
podía acertar o equivocarse en sus juicios, pero siempre lo hacia con
inteligencia, generosidad, estilo, con un sentido del humor que conseguía
romper innumerables barreras. Pero, además, sabía trabajar en el medio político
como pocos: creó un método de medición que se alejaba de la ortodoxia porque
venía de la política, porque quería utilizar sus mediciones como un instrumento
político. Ella, con César Augusto y unos pocos más, comenzaron por primera vez
a trabajar y desarrollar ese sistema con Luis Donaldo Colosio, desde la
dirigencia del PRI a fines de los 80. Trabajaban, medían, llegaban a analizar
hasta calle por calle cómo se movía el electorado. En algunos sectores no
priistas comenzaron a hablar de un “fraude cibernético” porque simplemente no
comprendían o no quería comprender cómo se mide el electorado en unos comicios
modernos. Ahora todos lo hacen, con mayor o menor acierto: en esos años era una
verdadera vuelta de tuerca.
Muerto Colosio, María comenzó a trabajar en forma
independiente y con mucho éxito. Muchos de sus amigos priistas se enojaron
cuando, antes de las elecciones del año 2000, María adelantó que ganaría
Vicente Fox e incluso pudo estimar con acierto hasta el número de votos que
recibiría el panista. El método que creó llamó la atención en España, donde
midió la campaña electoral en la que José Luis Rodríguez Zapatero ganó la
elección presidencial y demostró, de paso que, al contrario de lo que sostenían
muchos analistas, el socialista hubiera ganado la elección aunque no se
hubieran producido, días antes de los comicios, los atentados de Atocha.
Falló en la elección de 2006 (pensó que ganaría López
Obrador y estimó los votos de Madrazo más altos de los que realmente fueron) y
se puso a revisar su método de medición. Había algo, decía, que no se estaba
midiendo bien y era algo subjetivo pero que, decía, cruzando datos se podía
establecer: y era la gente que no votaría o que podría cambiar su intención de
voto. No sé cuánto pudo ajustar su modelo, pero lo cierto es que fue la
encuestadora que más se acercó a los resultados del pasado 1 de julio.Se fue María de las Heras y todos quienes la conocimos hemos perdido un poco: de alegría, de entusiasmo, de apuesta por la inteligencia y la vida. Un adiós siempre es poca cosa, pero como diría Joaquín Sabina (aunque a ella le gustaba más Serrat) “este adiós no maquilla un hasta luego, éste nunca no esconde un ojalá, esta ceniza no juega con fuego, este ciego no mira para atrás”. Hasta siempre.
*
Una encuestadora de 10/Leo Zuckermann
Excélsior, 16 de agosto de 2012
Fue Luis Donaldo Colosio, en ese entonces dirigente nacional del PRI, el que le pidió a María de las Heras que levantara las encuestas del partido. Hasta entonces, el partido gobernante no había tenido la necesidad de encuestar al electorado porque, de entrada, ya sabían que ganarían las elecciones. Pero esto cambió radicalmente después de la elección presidencial de 1988, que resultó muy competida, pero sobre todo cuando el PRI perdió la primera gubernatura del país en Baja California en 1989. Colosio entendió, con razón, que el PRI tenía que medir el humor de los votantes para armar su estrategia electoral. Por eso, le pidió a la joven actuaria De las Heras que se encargara de esta tarea.
María lo hizo con el profesionalismo y la pasión que la caracterizaba. De esta forma se convirtió en una de las fundadoras de la industria demoscópica nacional. Fue miembro de la primera generación de encuestadores que empezaron a medir seriamente a la opinión pública junto con Ulises Beltrán, Roy Campos, Ian Reider, Miguel Basañez, Edmundo Berumen, Ana Cristina Covarrubias, Manuel Barberena, Rubén Jara, César Ortega, Luis Woldenberg y Vicente Licona. A ellos les tocó importar metodologías de otros países, tropicalizarlos para el caso nacional o de plano inventar maneras para medir a la opinión pública mexicana.
Esto desde luego que generó gran controversia entre ellos. Controversia que continúa hasta el día de hoy con una segunda generación de encuestadores donde se encuentran Alejandro Moreno, Rafael Giménez, Francisco Abundis, Ricardo de la Peña, Jorge Buendía, Lauro Mercado, Liébano Saénz, Rolando Ocampo, Luis Osvaldo Valle y Carlos Ordóñez, por mencionar a los más conspicuos.
Dentro de este grupo nutrido de encuestadores, María de las Heras siempre generó polémica. Era una delicia polemizar con ella. Tanto en temas metodológicos como ideológicos, sin menoscabo de asuntos más mundanos como la música, el cine o la comida. Siempre apasionada, tenía una gran cualidad: el humor. Su risa era tremendamente contagiosa y con capacidad de desarmar cualquier argumento por mejor que fuera.
En el mundo de las encuestas, lo más controversial era la postura de María de las Heras con respeto a su método para predecir los resultados electorales. Ella levantaba datos, pero luego los modificaba con un modelo que desarrolló. Nunca lo reveló por completo ya que era parte de la sapiencia por la que le pagaban como encuestadora. Lo interesante es que, más que presentar porcentajes de votación, hablaba de número de votos que sacaría cada partido o candidato.
Otros encuestadores más ortodoxos consideran incorrecto modelar los datos. Dicen que lo correcto es reportar lo que dicen los encuestados y punto. Otros encuestadores sí modelan con escenarios de votantes probables por ejemplo. En fin, que la controversia siempre ha estado ahí y seguirá ahí.
Gracias a sus modelos, María le pegó a muchos resultados electorales. En 2000 fue de los pocos encuestadores que públicamente predijo que ganaría Vicente Fox la elección presidencial. En 2006, sin embargo, erró: subestimó la fuerza del candidato priista, Roberto Madrazo. Para 2012 se convirtió en la encuestadora que más acertó. Dijo que Peña sacaría 40% y López Obrador 33%. El resultado final fue 39% y 32%, respectivamente.
En la edición de este mes de la revista Nexos, publiqué un artículo con un nuevo ranking de encuestadores después de la elección del 1 de julio pasado (www.nexos.com.mx/?P=leerarticulo&Article=2102848). En la calificación que desarrollé, María de las Heras, con su encuesta de Demotecnia para UnoTV, quedó en primer lugar de las 13 últimas encuestas publicadas para la elección presidencial con una calificación perfecta de diez.
Era, efectivamente, una encuestadora de diez.
María de las Heras falleció el martes a la edad de 53 años. Un maldito cáncer se la llevó tan joven. Pero me consta que su vida la vivió con gran pasión y muchísimo humor. Fue una mujer muy exitosa que vamos a extrañar. Mis condolencias a su familia, amigos y esposo, el también apasionado César Augusto Santiago.
Twitter: @leozuckermann
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