Colaborador Invitado
Reforma, 8 Sep. 12
La libertad de opinión de la que todos gozamos en este país ha sido producto de años de lucha desde distintos espacios y en ningún momento debe ser coartada, la gran ventaja es que, a la par, hemos reforzado progresivamente el derecho de réplica para cuando las opiniones de quienes las expresan son imprecisas.
Lo publicado en Reforma por Genaro Lozano, bajo el título "La hija de Elba Esther", si bien contiene su opinión personal y expone con precisión el final del proceso electoral federal, amerita ciertas aclaraciones sobre la forma en que, en su óptica, se integra el Congreso.
Coincido con él en su reconocimiento a las trayectorias legislativas de compañeros de distintos partidos, como Manlio Fabio Beltrones, además del ejemplo de vida que es Alonso Lujambio.
Sobre las críticas
viscerales y llenas de adjetivos hacia otras personas, dejaré que su trabajo en
las cámaras hable por ellos para que la ciudadanía los evalúe y determine si lo
hicieron bien o no.
En cuanto a lo que a mí
se refiere, por supuesto que ejerzo mi derecho a defender una carrera política
en la que he puesto el empeño para el bien de mi país, al referirse a ella el
señor Lozano ironiza sin mostrar conocimiento; por ejemplo, fui diputada
federal y he desempeñado cargos de la más alta responsabilidad en la dirección
de Nueva Alianza, mi partido.
Pero más allá de mí
persona y trayectoria, la cual el señor Lozano reduce a ser 'la hija' de
alguien, muestra una extraña y poco consistente animadversión hacia la
representación proporcional. Comienza aduciendo que quienes ocupan escaños por
esta vía no hacen campaña y no pelean votos lo cual es, bajo cualquier forma,
una manera absurda de entender las plurinominales y desacreditar sistemas
electorales que funcionan sólo con representantes de partido.
Además el señor Lozano
descalifica el significado de la conquista de la representación proporcional en
tanto que esta figura da voz a las minorías, al acotar a los partidos de
siempre, al impedirles el control de las cámaras y la repartición entre ellos
de los espacios de deliberación y decisión más importantes para el país. Quizá
sea su preferencia que las minorías estén marginadas, lo que resultaría
contradictorio con las líneas que semanalmente publica en su espacio.
Más aún, el señor Lozano
evidentemente, desconoce que durante el pasado proceso electoral, coordiné a
nivel nacional las campañas de nuestros candidatos, que fueron un éxito rotundo
para Nueva Alianza, y luché por todos y cada uno de los 1.1 millones de votos
que obtuvo nuestro candidato presidencial; los más de 1.8 millones de votos que
los candidatos al Senado obtuvimos en todo el país; y los más de 2 millones de
sufragios que los mexicanos dieron a nuestros candidatos a diputados federales,
decidiendo así la representación de Nueva Alianza en el Congreso de la Unión.
Finalmente, reconozco,
una vez más, a mi madre como maestra; a mi madre como jefa de familia; a mi
madre como parte esencial de mi proceso formativo como persona. Pero soy Mónica
Arriola Gordillo política idealista y mujer de convicciones.
*
Estoy orgullosa de mi hija.- Elba
Nota de Mariel Ibarra y
Claudia Guerrero
Reforma 30-Ago-2012).-
La líder del magisterio,
Elba Esther Gordillo, presenció ayer la toma de protesta de su hija Mónica
Arriola Gordillo como senadora por el partido Nueva Alianza.
Ataviada en un traje
sastre morado y con anteojos, la líder del SNTE observó toda la sesión constitutiva
de la Cámara Alta desde el palco de invitados.
Llegó acompaña de Luis
Castro, el presidente nacional de su partido, con quien subió hasta el segundo
piso.
A pesar de que llegó
temprano, los familiares de otros senadores ganaron los lugares con mejor
visión al salón de plenos y tuvo que ubicarse en la última fila, desde donde le
era imposible ver a su hija.
Pero cuando fue llamada a
depositar su voto por la Mesa Directiva, dede ahí siguió cada uno de los pasos
que Mónica dio para llegar hasta la parte frontal.
Al verla depositar su
voto, Gordillo levantó su brazo y su pulgar para aprobar la acción de su hija.
Al final del encuentro,
la lideresa se dijo muy orgullosa de que su hija y su nieto, René Fujiwara,
sean integrantes del actual Congreso de la Unión: ella como senadora y él como
diputado.
"Me acordé cuando
fui senadora por primera vez, siento muchas cosas, pero hoy como mamá, siento
mucho orgullo por mi hija y por mi nieto también, quien tomó protesta en la
Cámara de Diputados y sé que lo harán muy bien", mencionó Gordillo.
¿Cuál es la recomendación
que le hace a los dos?, se le preguntó.
"Que sean
congruentes y que defiendan en lo que creen".
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