Revista Proceso # 1872, 16 de septiembre de 2012:
El
senador Javier Corral, quien fue calificado de “cobarde” por el presidente
Felipe Calderón, no sólo respondió que el cobarde es él, sino
que también se refirió a su “fracaso” como presidente. Corral acusa a su
correligionario de debilitar al PAN y de estar fuera de la realidad, y le
recuerda su responsabilidad en la Ley Televisa y en la serie de maniobras que
encabezó para beneficiar al duopolio televisivo. Pero, sobre todo, acusa al
primer mandatario de haberse sometido ante el consorcio aunque, sabía, esa
empresa buscaba que Enrique Peña Nieto llevara este año la banda presidencial…Hace seis años, en medio de la polarización social y las acusaciones de fraude, Javier Corral estaba entusiasmado: Felipe Calderón, su amigo y aliado en el Partido Acción Nacional (PAN) durante décadas, encabezaría un gobierno muy distinto al de Vicente Fox, a quien ambos detestaban.
“Nada me gustaría más que ver a Calderón, aparte de presidente, convertido en un verdadero jefe de Estado”, confiaba Corral a este reportero en septiembre de 2006, y ubicaba el combate al poder de Televisa como uno de los contrastes que tendría el calderonismo respecto al foxismo.
“Si Calderón, en efecto, quiere gobernar y no repetir el esquema gerencial de Fox, en el que sólo se administran los intereses de los grupos privilegiados; si en realidad busca ser un presidente no sólo legal y legítimo, sino también fuerte, este es un tema ineluctable.”
Convencido de que era urgente la reconciliación nacional mediante una ofensiva contra la pobreza y la impunidad, estaba seguro también de que Calderón abatiría la corrupción.
“Este es uno de los temas en los que más confianza le tengo a Calderón, porque conozco su vida personal y porque, para mí, la forma en que viven las personas dice mucho”, manifestaba con toda certeza.
Pero muy pronto las expectativas de Corral se derrumbaron y, durante este sexenio, la relación con Calderón se degradó: del distanciamiento pasó a la confrontación y llegó a la violenta ruptura con la carta, difundida el miércoles 12 de septiembre, en la que le devuelve el calificativo de “cobarde” y le imputa ser un “fracaso” como gobernante.
“Este primero de diciembre le vas a entregar en San Lázaro la banda presidencial a (Enrique) Peña Nieto. La misma que recibiste de Vicente Fox. Un retorno del PRI es una amenaza que todos percibimos. Lo sabes bien: ese momento condensará, como ninguna crítica o análisis, tu fracaso.”
La carta fue dada a conocer en la víspera del 73 aniversario del PAN –cuya celebración, el jueves 13, fue sombría– y se escribió en el contexto de las reuniones de Calderón con panistas, entre ellas la que tuvo con senadores el 28 de agosto, en la que llamó “cobarde” a Corral por no asistir.
“La razón por la que no asistí a la reunión fue para evitar tus exposiciones interminables donde tú monologas, no dialogas, sobre las maravillas de tu gobierno y lo bien que hiciste todo, donde culpas a la campaña y al partido de la derrota pasada”, le respondió Corral en el documento.
“Fuera totalmente de la realidad estás diciendo cosas muy delicadas y sigues insultando a tus críticos, deberías cuidar tu investidura. No es difícil comprender que tu malestar contra mí proviene de que he sido crítico de tu política en telecomunicaciones, radio y televisión; la he criticado frente a ti en el Congreso Nacional del partido, en agosto de 2009, al igual que lo he hecho en los medios y en el propio partido. Si alguien te ha dado la cara he sido yo.”
En efecto, Corral ha sido uno de los pocos panistas que, de manera consistente, ha evaluado críticamente a Calderón, en especial por el control que ha mantenido sobre el PAN y por el sometimiento de su gobierno a Televisa.
La carta continúa: “Los resultados de tus políticas están a la vista. El duopolio televisivo es hoy más poderoso que hace seis años y Peña Nieto es el presidente electo. No podrás negar que esa candidatura fue construida por Televisa desde hace varios años. El partido ha estado perdiendo elecciones y uno de los factores fue la presencia de Peña Nieto apoyando al PRI. Tu debilidad ante Televisa se ha visto desde que eras candidato. ¿No te acuerdas de la Ley Televisa? ¿Cuál fue tu papel en su aprobación y cuál fue el mío ante tal intento de despojo a la nación?”.
Renuncia al CEN
De hecho, la relación de Calderón con Televisa –y todos sus intereses en telecomunicaciones– provocó el pronto distanciamiento de Corral con Calderón, quien tomó el control del PAN, en diciembre de 2007, al imponer en la presidencia del partido a Germán Martínez Cázares.
Corral se integró a ese Comité Ejecutivo Nacional (CEN), y siete meses después, en julio de 2008, renunció, debido a que Calderón inauguró “un nuevo ciclo de complicidad” con Televisa, que entre otros aspectos se tradujo en la destitución de Santiago Creel como coordinador del grupo parlamentario del PAN en el Senado, en junio.
“Si alguien estaba obligado, moral y políticamente, a una rectificación, era el presidente Calderón, puesto que él fue, sin duda, uno de los personajes clave en la aprobación de la Ley Televisa”, declaró Corral al reportero el 21 de agosto de 2008.
“Pero la rectificación no sólo no vino, sino que se empezó a recomponer el pacto de colusión de intereses con las televisoras, que ya venía desde Fox”, puntualizó.
Según Corral, quien aceptó la invitación a formar parte del CEN para poder influir en ese tema –“así lo explicitamos desde el principio Germán y yo”–, no existía duda: “No hay voluntad política, en el gobierno ni en el partido, de llevar a cabo una de las reformas estructurales más importantes para consolidar la democracia”.
Pero, además, Calderón “no sólo no rectifica, sino que vuelve a hacer cosas en sentido contrario y que sólo refuerzan ese poder que, ilegal e inmoralmente, sustituye al Estado, y se genera, de nueva cuenta, un ciclo de complicidad y componenda”.
–El 16 de julio (de 2008) usted escribió en El Universal: “Qué dolor me causa decirlo, pero al ritmo que vamos, en el manejo de los medios electrónicos y en el ejercicio de la libertad de expresión, vamos a extrañar a Fox”. ¿Calderón ya rebasó a Fox?
–No creo que lo haya rebasado, todavía. En todo caso lo que hace es continuar la política de Fox en esta materia.
Para entonces eran varios los hechos que indicaban esa complicidad: Los refrendos de concesiones de radio que violaban la sentencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) sobre la Ley Televisa; el cabildeo a nombre de las televisoras por parte del procurador general de la República, Eduardo Medina Mora; las agresiones de Televisión Azteca a los ministros; el “borrado” de la imagen de Creel en las pantallas de Televisa.
Inclusive, Martínez nombró a Federico Döring como representante del PAN ante la Comisión de Radiodifusión del Instituto Federal Electoral (IFE). “Lo mandaron para defender las posiciones de las televisoras”, afirmó Corral, quien tildó al senador de ser un “soldado de la guerra sucia”.
Corral expresó todo esto, directamente, a Calderón y a Martínez, así como a varios funcionarios del gobierno, antes de presentar su renuncia al CEN del PAN, el 14 de julio de 2008, con el fin de que hubiera una rectificación, aunque todo fue inútil:
Por eso Corral no tenía duda: El nuevo coordinador del PAN en el Senado, Gustavo Madero, sólo acataría la línea de Calderón. “¿O alguien cree que va a impulsar la reforma de medios?”, preguntó.
–Él aseguró públicamente que sí…
–A ver quién le cree a Madero que llegó a eso. Puede decirlo, pero no lo va a hacer nunca. No se vale engañar, no se vale decir que sí se va a hacer, cuando el compromiso previo ha sido que no. Y esto es lo más grave de todo lo que pasa: Vivimos en una época de simulación.
Creel declaró, por su parte, que su destitución como coordinador de los senadores panistas ese mismo año obedeció a presiones de Televisa a Calderón.
A su vez, en su carta de renuncia, Corral aludió a la falta de debate para decidir un tema fundamental: “Sin debate alguno se autorizó explorar la posibilidad de una alianza total con la profesora Elba Esther Gordillo para las elecciones de 2009; 40 a favor, uno en contra fue la votación”.
Fraude y coqueteo
Justamente para las elecciones intermedias de 2009, a mediados del sexenio de Calderón, Corral buscó ser candidato a diputado y se inscribió en la elección interna en Chihuahua, en marzo, pero padeció un fraude que incluyó el voto de personas muertas en varios municipios, entre ellos Batopilas, donde nació Manuel Gómez Morín.
“Lo que pasó en Batopilas es un escupitajo en la cara de Gómez Morín”, dijo Corral, quien, luego de que fueron acreditadas las acciones fraudulentas, pudo ser inscrito como candidato plurinominal a diputado federal, pese a que, según él, “alguien” en el PAN ofreció evitarlo.
“Alguien, más allá de sus capacidades y de su eficacia real, le ofreció al duopolio de la televisión que yo no tenía ninguna posibilidad. Finalmente el panismo me ha vuelto a hacer candidato a diputado federal y esa es mi fuerza moral y política.”
Y adelantó que, ya como diputado, no se enfrentaría a Calderón: “Voy a ayudarle a liberarlo del secuestro en que lo tiene el duopolio televisivo”.
El colapso de la elección de 2009 colocó a Corral como uno de los protagonistas en la convulsión poselectoral, por el diagnóstico que hizo del resultado, y en la posibilidad de sustituir al renunciante Martínez en la presidencia del PAN, a tal punto que tuvo acercamientos con Calderón.
Antes de que César Nava fuese ungido como sustituto, Corral señalaba que Calderón no debía imponer otra vez al presidente del PAN: “El golpazazo del 5 de julio aconsejaría al presidente no intervenir en este proceso, y yo esperaría que no haya un candidato oficial”.
Advertía: “Sería suicida y autodestructivo empeñarse en colocar, de nueva cuenta, a una figura que sea incondicional o que atienda fundamentalmente a los intereses del gobierno y no a los intereses del partido. Lo vería yo como el último clavo al ataúd”.
En entrevista con Proceso, Corral evaluaba críticamente los gobiernos de Fox y Calderón, y planteaba un cambio de la política económica –“¡basta de seguir con la que enriquece a los más ricos! ¡Hay que revisar el modelo hasta por sentido práctico!”–, así como retomar en aquel 2009 los temas de la agenda histórica del PAN.
“Por nuestra culpa –admitía–, hoy vive la República un momento aciago al ver el regreso del PRI a la Cámara de Diputados. Eso, en gran medida, nosotros lo hemos provocado. El PRI que nos ganó el 5 de julio es una maquinaria intacta que los gobiernos del PAN hemos aceitado con concesiones absurdas, con negociaciones indebidas, carísimas al ideal democrático, con alianzas inadmisibles, con omisiones cuestionables. Este PRI fue reempoderado, aunque no me guste la palabra, por nosotros.”
Salinas fue mejor
Corral observaba por aquellas fechas que Carlos Salinas había sido más reformador para el ideario panista que Fox y Calderón, porque de hecho cumplió en parte la plataforma de 1988:
Salinas “tuvo más reformas constitucionales de las llamadas estructurales, de acuerdo a nuestro ideario y programa, que en estos nueve años. Porque las negociaciones que hemos hecho nos han desfigurado como partido y nos han dado reformas chatas que sólo han favorecido a la lógica del PRI. ¿Qué reforma constitucional que haya tomado las grandes banderas de cambio del PAN en el país tenemos en estos nueve años? ¿Cuál!”.
Resumía: “Tenemos que reconocer que ha faltado el talante de cambio en estos años, que las promesas están incumplidas y que la oferta de transición democrática está incumplida”.
A lo largo de su gestión como diputado federal, Corral mantuvo en su agenda el tema de las telecomunicaciones y responsabilizó a Calderón de la “ganga” a Televisa-Nextel para explotar un bloque del espectro radioeléctrico, en 2010, y, luego, de respaldar la alianza Televisa-Iusacell.
Tal como lo había hecho tres años antes, en este 2012 Corral se inscribió como candidato a senador por Chihuahua después de padecer otro fraude en la elección interna del 19 de febrero que, al acreditarse, fue anulada en su favor.
El 1 de agosto, en medio de la discusión sobre el reciente desastre electoral del PAN, Corral acusó a Calderón de haber ordenado la fusión de Televisa con Iusacell, del Grupo Salinas –dueño de Televisión Azteca–, a través de Eduardo Pérez Motta y Mony de Swaan, presidentes de las comisiones de Competencia y de Telecomunicaciones, respectivamente.
“Los juntó el presidente de la República en su oficina de Los Pinos; a Mony de Swaan y a Pérez Motta los juntó, y ahí amarró el acuerdo dos semanas antes de la elección”, narró.
Por ello, en la carta que envió a Calderón después de que éste lo acusó de haber sido “cobarde” por no asistir a la reunión con sus compañeros senadores, el 28 de agosto de 2012, la respuesta de Corral es rotunda.
En la carta le recuerda que ha defendido los logros del gobierno, que ha “censurado las provocaciones de Fernández Noroña”, y lo reta: “Al llamarme cobarde ante los senadores y estando yo ausente, te has pasado de la raya. Pero podemos aprovechar tu desahogo discutiendo nuestras diferencias cuando quieras, en donde quieras y ante quien quieras”.
Agrega en la carta: “Tirar la piedra y esconder la mano eso sí es cobardía. No tener valor para decir lo que se piensa, eso sí es cobardía. No ser congruente con lo que siempre se ha pensado y luchado, eso sí es cobardía.
“Innegable es tu forma de tratar a los panistas, perdiste todo sentido de civilidad política. La falta de respeto a varios compañeros y a tus propios colaboradores, una rudeza innecesaria a quienes disienten de tus opiniones. ¿Y qué has logrado? Renuncias de secretarios de Estado, expulsiones del partido, miembros que hicieron campaña no contra el PAN, sino en despecho de ti.
“Las peores críticas a tu carácter, por cierto, las he oído en voz baja, en murmullos, de gente muy cercana a ti. Esa es la verdad inocultable. Eso no requiere mayor trabajo, sino sólo ver cómo está el partido y buscar a los causantes de las divisiones.
“Espérate a que conozcas la condición humana a partir de que dejes el poder y entiendas que lo que más te ha perjudicado eres tú, tu carácter colérico al que le gana el coraje en cualquier momento.
“He dicho que por el bien del partido éste deberá defender tus logros y aprovechar tus talentos en los años por venir. Tú debes permitirle al partido que retome su rumbo. Que diseñe su estrategia de lucha de acuerdo a su interés propio.
“Porque el partido es de todos. Actuar de otra manera es jugar al Jefe Máximo y no se lo merece el partido. Déjalo volar como un día te recomendó Carlos Castillo Peraza. En cualquier caso, discutamos lo que te agravia: tú tienes la palabra.”
Fue el propio Corral el que descartó esta posibilidad, en un pronunciamiento que hizo ante periodistas la noche del jueves 13: “El problema es que Calderón está en un momento muy complicado: ya está en un momento fuera de la realidad”.
Presente en la sede nacional del PAN durante la celebración del 73 aniversario del partido, Corral planteó: “Lo que Calderón tiene que hacer es dejar en paz al PAN, permitirle que tome su rumbo, su camino, que defina su propia estrategia. No debe andar jugando ya al Jefe Máximo del PAN, porque eso sí puede llevar al PAN a la irrelevancia electoral”.
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