20 oct 2013

La CNTE Movimiento expansivo/SANTIAGO IGARTÚA


Movimiento expansivo/SANTIAGO IGARTÚA
Revista Proceso No 1929, 19 de octubre de 2013;
Lejos de terminar, las protestas del magisterio disidente se extienden a lo largo de la República, en tanto el Distrito Federal espera el regreso de profesores de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) que han comenzado a cobrar sus pagos retenidos y que ayudarán a financiar su movimiento.
 La mañana del viernes 4, previo a la Asamblea Estatal del Movimiento Democrático de los Trabajadores de la Educación de Oaxaca (MDTEO), un documento que decía ser “orientador” comenzó a distribuirse en el plantón que la disidencia magisterial mantiene en la Ciudad de México.
 Elaborado por la propia dirigencia de la Sección 22 de Oaxaca, controlada por la CNTE, el texto reconocía que “las condiciones a nivel nacional no han sido favorables para abrogar la reforma educativa” y sugería continuar la lucha en la capital del país de manera representativa, levantando el paro de labores en las escuelas de aquella entidad.

 De lo contrario, advertía, podría ahondarse el “desgaste físico y económico” del movimiento y provocar una “desbandada” difícil de superar; también alertó que permanecer de manera “masiva” en el Distrito Federal podría ser la justificación del Estado para atentar contra la integridad física de sus integrantes y las conquistas laborales que han obtenido.
 En ese contexto se realizó una tercera consulta a las bases, en un lapso de 14 días, para votar sobre el futuro del movimiento. A diferencia de las dos primeras, en las que se decidió prolongar el plantón masivo, tras dos jornadas de discusiones en el auditorio del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) 62% de los 10 mil 701 maestros movilizados en la Ciudad de México decidieron regresar a clases el lunes 14 y terminar con el paro de casi 40 días. Los medios de comunicación anunciaron con bombo y platillos el “repliegue” de la coordinadora.
Lejos de admitir que con esa medida terminarán las protestas del magisterio en la capital federal, las bases acordaron mantener el “plantón nacional” con 20% de la membresía de la Sección 22 –que tiene aproximadamente 15 mil integrantes–, con lo cual, según los cálculos, aumentaría casi 50% el promedio de las semanas previas.
Para garantizar la tarea, se refrendó el acuerdo de “retomar” las constancias de participación sindical. Quien no cumpla con un mínimo de participación de 80% en las actividades de “lucha”, no contará con los “beneficios logrados por el MDTEO, tales como becas, préstamos, cambios, ascensos, contrataciones y recontrataciones”. Cada delegación deberá cubrir la cuota presencial.
Pero la realidad, en la semana del regreso a clases, fue otra. De acuerdo con las cifras de la propia Sección 22, la participación osciló entre los 800 y mil 500 integrantes, aunados a los 2 mil docentes provenientes de Chiapas, Guerrero y Veracruz.
Sin embargo, en la última Asamblea Nacional Representativa celebrada en la sede de la Sección 9 del sindicato magisterial en el Distrito Federal, se acordó hacer un llamado a la “insurrección magisterial y a la desobediencia civil y pacífica” en contra de las reformas impulsadas por el gobierno federal, convocando a la construcción de la Huelga Nacional”.
En ese encuentro también se aprobó la conformación de un amparo masivo en contra de las leyes secundarias que emanaron de la reforma educativa (Ley General del Servicio Profesional Docente, Ley del Instituto Nacional de Evaluación Educativa y las reformas a la Ley General de Educación). Para la presentación del documento, el lunes 21 en el Palacio de Justicia Federal, en la Ciudad de México, la CNTE anunció una marcha masiva. Se espera el arribo de contingentes de miles de maestros de distintos estados este domingo 20.
Negociaciones truncas
La falta de transparencia en las negociaciones entre la Secretaría de Gobernación (Segob) y la dirigencia de la Sección 22, controlada por la CNTE –que desde antes del desalojo del Zócalo ha promovido el regreso a Oaxaca–, determinaron centrar en dos los puntos para que las bases del movimiento aprobaran el regreso a las aulas en una tercera consulta: el “desgaste físico y económico” de quienes se mantienen en plantón y la “toma” de escuelas por parte de la Sección 59 del SNTE, de las que la disidencia ha exigido su “liberación inmediata”.
Con la “reorganización”, el MDTEO hizo efectiva la propuesta del gobierno de pagar bonos y salarios caídos del magisterio durante el paro, con lo que se apoyará financieramente el plantón del Monumento a la Revolución, que se mantendrá con rotaciones semanales.
Entre los agremiados al movimiento hay poca claridad en torno al acuerdo firmado con las autoridades federales, en particular por el pago de 100 millones de pesos destinados a la infraestructura de las escuelas normales de Oaxaca y la negociación de una partida de 15 millones más para el Plan para la Transformación de la Educación de Oaxaca (PTEO), modelo educativo que los maestros de la entidad implementarán para el ciclo escolar en curso.
Delegados regionales entrevistados por Proceso aseguran que esa negociación no ha sido concretada, si bien de la última Asamblea Estatal realizada en la Ciudad de México emanó el acuerdo de exigir el “otorgamiento de recursos federales y estatales para la puesta en práctica del PTEO”.
De la última reunión del titular de la Segob, Miguel Ángel Osorio Chong, con la Comisión Nacional Única de Negociación de la CNTE (CNUN), el miércoles 2, se desprendió una minuta en la que sólo se les ofreció una mediación para instalar mesas de diálogo con las autoridades estatales, según los delegados consultados.
Sin embargo, la dependencia otorgó ese día el reconocimiento de interlocutor a la CNTE en los 26 estados donde ha logrado expandir sus propuestas. Ello le permitió aumentar su poder en 20 entidades, lo cual causó la molestia del SNTE, dirigido por Juan Díaz de la Torre, el más cercano a Elba Esther Gordillo hasta que ésta fue detenida el 26 de febrero último.
Diferencias
“Regresar a clases no significa que nos demos por vencidos”, dice Pedro de Dios Gallegos, quien permaneció en el plantón de la Ciudad de México como representante de la región de la Sierra, en defensa de la lucha de su movimiento.
Los vacíos en el campamento, explica el profesor, se explican porque “se tuvieron que ir casi todos los maestros para poder tramitar sus pagos y para reunir el papeleo necesario para conformar los amparos. La movilización en el Distrito Federal es sólo un episodio de una larga batalla. Esta es la semana más baja (de participación). Va a crecer la presencia de maestros de otros estados”.
E insiste: Con el reconocimiento federal a la CNTE como interlocutora, el movimiento ha ganado políticamente.
Sin embargo, al interior del plantón en la Ciudad de México y para un amplio sector, el hecho de mantenerse de manera “representativa” ha sido interpretado como un golpe contra el movimiento. Según uno de los integrantes de la Comisión de Comunicación de la Sección 22, era una medida de “presión” al Estado mexicano, pero se perdió.
“Hay muchos intereses encontrados acá. Notamos entre nosotros mismos la falta de contundencia. Los 100 millones para las normales y sólo 15 para el PTEO no gustaron, porque Rubén (Núñez, secretario general de la Sección 22 de Oaxaca) pertenece precisamente a las normales”, comenta.
Una delegada de la región mixteca, presente en las asambleas estatales, pide que las negociaciones entre gobierno y magisterio “sean abiertas –con prensa– y que se nos dé información muy clara a las bases”.
Al regresar a Oaxaca, puntualiza, será muy difícil volver a las movilizaciones. Aunque “en teoría” mantenerse con un 20% de la membresía significa crecer el plantón actual, ella se mantiene escéptica: “Nosotros pensamos que un regreso a clases significa la derrota del movimiento. No es un secreto que cuando era masivo, de los 76 mil no había más de 10 mil en el plantón. Ahora que se diga representativo, cuántos van a quedar”, se pregunta.
Más maestros hacia el DF
Las protestas de la CNTE se han extendido por todo el país. En Michoacán, el miércoles 16 la Sección 18 estalló un segundo paro de labores, luego de suspender clases a cerca 800 mil estudiantes de nivel básico desde el inicio del curso escolar, el 19 de agosto, hasta el 10 de septiembre. Con respaldo de normalistas y un grupo inconforme del SNTE, tomaron las instalaciones de la Secretaría de Educación en el estado; el jueves 17 se apoderaron de la presidencia municipal de Quiroga.
Proceso averiguó que se giraron órdenes de aprehensión contra la dirección política de la sección, incluido su dirigente, Juan José Ortega Madrigal. Este líder anunció que, mientras mantengan el paro, los docentes michoacanos reforzarán el plantón del Monumento a la Revolución con un contingente estimado de 8 mil integrantes.
En Chiapas, maestros de las secciones 7 y 40 del SNTE rebasaron los 50 días en paro de labores, tomando edificios de gobierno, bloqueando  carreteras federales y cercando centros comerciales con la exigencia de que el gobierno federal reinstale una mesa de diálogo con carácter resolutivo para la derogación de “la mal llamada reforma educativa”.
En un lapso de dos semanas, el 28 de septiembre y 13 de octubre, los maestros paristas de Chiapas Rodolfo López Toledo y Tirso Cruz Yuca aparecieron muertos en el estado. En el caso del primero, de 34 años, la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) determinó que había sido asesinado y detuvo a Hugo Eduardo Vázquez Jiménez como presunto culpable. No dio más información sobre el detenido ni el móvil.
En cuanto al segundo, de 46 años, inicialmente se reportó que había sido acuchillado; después, que había muerto por estrangulamiento. La versión oficial fue que falleció a raíz de una asfixia provocada por su propio vómito, causado a su vez por la ingesta de alcohol.
Pedro Gómez Bámaca, vocero de la CNTE en Chiapas, exigió a la procuraduría estatal esclarecer si los fallecimientos están relacionados con el movimiento magisterial.
En Quintana Roo, la protesta contra la reforma educativa ha derivado en 800 planteles cerrados.
El lunes 14 el gobierno del municipio de Benito Juárez (Cancún), encabezado por el priista Paul Carrillo, reprimió la protesta de los maestros que pretendían instalar un plantón en la Plaza de la Reforma, a un costado del palacio municipal.
Granaderos de la Policía Preventiva Municipal dispararon gases lacrimógenos y golpearon a los profesores que realizaban gestiones en el ayuntamiento. El saldo: 58 detenidos y una veintena de maestros heridos.
El gobernador Roberto Borge respaldó la medida con el argumento “primordial” de preservar la “buena imagen” de los destinos turísticos. En respuesta, el magisterio tomó la carretera que une la capital del estado con Cancún, Mérida y Campeche.
El jueves 17, los secretarios generales de la CNTE en Oaxaca, Michoacán, Guerrero y Chiapas, se movilizaron hacia el puerto de Veracruz para encabezar una protesta multitudinaria en la que la disidencia magisterial del estado anunció que mantendría un paro indefinido de labores y el bloqueo de presas y centros comerciales, ignorando las amenazas de la secretaría de educación local de descontarles el sueldo y contratar docentes sustitutos.
En Zacatecas, 16 mil profesores disidentes iniciaron un paro de labores en 600 escuelas desde el martes 15. Se prevé la suma de más contingentes al plantón capitalino. El gobierno estatal decidió retener sus pagos como represalia y aseguró que las escuelas cerradas son 280.
En Guanajuato, centenares de profesores han expresado sus demandas de manera pública en el marco del Festival Internacional Cervantino.
Con los días se multiplican los bloqueos de carreteras en Campeche por maestros disidentes del SNTE y padres de familia.
Gonzalo Juárez Ocampo, secretario general de la Sección 14, de Guerrero, advirtió esta semana que la coordinadora “incrementará” el tono de las movilizaciones “de todo tipo”.

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