20 oct 2013

Oaxaca: Entre pactos y resistencia, la CNTE se fortalece


 Oaxaca: Entre pactos y resistencia, la CNTE se fortalece/PEDRO MATÍAS
Revista Proceso No 1929, 19 de octubre de 2013
Si bien no se cumplieron los peores augurios en lo que respecta al conflicto magisterial en el estado de Oaxaca gracias a un pacífico retorno a clases por la “prudencia” de los padres de familia, lo cierto es que los acuerdos alcanzados por la Sección 22 y los gobiernos estatal y federal se antojan todavía frágiles. Tanto en esa entidad como en otras, incluyendo el Distrito Federal, la CNTE le ha dado un nuevo impulso a su movimiento; es decir, sigue oponiéndose a la reforma educativa de Enrique Peña Nieto no obstante los pactos coyunturales conseguidos.
OAXACA, OAX.- La reforma educativa no podrá aplicarse en este estado como sucedió con la Alianza por la Calidad de la Educación (ACE), toda vez que la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), particularmente la Sección 22 del SNTE, acordó con el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, que se “pueden construir leyes estatales de educación y adecuarlas a las necesidades de cada una de las entidades”.
El exsecretario de Organización de la Sección 22, Gabriel López Chiñas, dice a Proceso que acuerdos como el referido, a los que se llegó en la mesa de discusión del 2 de octubre con el gobierno federal, fueron tres:

 “Respecto a la abrogación de la reforma educativa, el secretario Osorio Chong dijo terminantemente que en ese tema no va a haber modificaciones porque ya está la reforma, pero que en cada estado, en estos seis meses, pueden construir su ley estatal de educación y adecuarla a las necesidades de cada una de las entidades.”
 El segundo acuerdo, sostiene, es el referente al modelo educativo, del cual sólo dos estados tienen una propuesta concreta: Michoacán y Oaxaca. En el caso de esta última entidad puede ser el Plan para la Transformación de la Educación de Oaxaca (PTEO), que se encuentra ya en el Congreso local.
 Y el tercero es “no ejercer represión ni con los dirigentes ni con los integrantes del movimiento, ni iniciar ningún proceso penal contra los maestros que fueron detenidos en los enfrentamientos”. Sin embargo, refiere, “este punto puede reventar los acuerdos debido a que el gobierno federal criminaliza la lucha del CNTE, pues “ante la creciente manifestación en repudio a la reforma laboral educativa en todo el país, el gobierno federal ha iniciado la fabricación de cargos en contra de los líderes magisteriales” de esa organización.
 La Sección 22 denunció que “en las últimas horas, en varios medios de comunicación que están al servicio del estado se han dedicado a denostar y resaltar que existen órdenes de aprehensión en contra de líderes de la CNTE por delitos federales y locales, e incluso los han vinculado con grupos guerrilleros o con el crimen organizado”.
 López Chiñas destaca que “Oaxaca avanzó sustancialmente, no en lo que (las autoridades) quieran, porque la razón de la movilización era la reforma educativa; no la alcanzamos porque las condiciones y la correlación de fuerzas no lo permitieron, pero al menos en el estado no se va a poder ejercer”.
 Lo anterior, dice, permitió que regresaran a las aulas 74 mil maestros y se iniciara el ciclo escolar 2013-2014 en 13 mil 800 escuelas. Fueron 55 días de paro, de los cuales 38 eran hábiles.
 Según el exdirigente, los acuerdos a los que llegaron la Sección 22 y el gobierno estatal fueron que se entregarían 100 millones de pesos para la infraestructura en materia de formadores de docentes, y 15 millones para el PTEO.
 Señala que alrededor de 180 escuelas estaban tomadas, 29 de las cuales se encontraban en poder de la Sección 59, en tanto que el resto fueron ocupadas para evitar el ingreso de disidentes a ellas.
Prevaleció la prudencia
Para Eduardo Bautista, integrante del Instituto de Investigaciones Sociológicas de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca, “aun cuando hay algunos focos rojos, el asunto en términos de confrontación entre profesores de la Sección 22 y padres de familia no ha llegado a mayores, (pues) se reportaron pocos conflictos. Quizá –dice– el que llamó la atención fue el caso de Mitla”.
Considera que el hecho de que se registraran únicamente 43 conflictos se debió tal vez a la “prudencia de los padres de familia, que estaban pensando en el mal menor para que sus hijos no perdieran más clases”.
Entonces, puntualiza, lo que sí hay que celebrar es esa prudencia, así que, “ahora, a la Sección 22 le toca cumplir con el compromiso y cubrir las expectativas de los padres” de los alumnos.
Sin embargo, advierte: “Desafortunadamente el conflicto magisterial (en el país) no se encuentra resuelto, y queda una situación de conflictividad latente”, al grado de que esto se ha traducido en multiplicadas expresiones de protesta en otras entidades.
Aunque en el mapa de conflictividad por el problema magisterial en el estado se ubicaron alrededor de 180 focos rojos, el gobierno de Gabino Cué informó el lunes 14: “no se reportan escuelas tomadas ni hechos de violencia en las 12 mil 988 escuelas del nivel básico existentes en la entidad”.
Sin embargo, ese día se presentaron los 43 conflictos referidos: desde escuelas ocupadas por padres de familia hasta controversias entre mentores de la Sección 22 y las comunidades.
Según el “Operativo Ciclo Escolar 2013-2014” que desplegó la Secretaría de Seguridad Pública, en 18 comunidades se reportó que padres de familia mantenían “resguardados” algunos planteles.
Sin que los conflictos derivaran en hechos violentos, el incidente de mayor trascendencia ocurrió en Villa de Mitla, donde aproximadamente 150 padres de familia que se concentraron cerca de la Supervisión Escolar del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO) intentaron impedir la entrada a docentes de la Sección 22; además, se dirigieron al auditorio municipal, sacaron las pertenencias de los paristas y las quemaron en la calle Galeana.
El miércoles 16, los profesores de la Sección 59 Pedro Castañeda y Leopoldo Martínez fueron “retenidos” por más de 12 horas por miembros de la Sección 22 en la Supervisión Escolar con sede en Huautla de Jiménez. Ambos fueron puestos en libertad la madrugada del siguiente día tras alcanzarse el acuerdo con las autoridades de que éstas garantizarían la apertura de servicios educativos a la Sección 22 en la localidad de Los Frailes, San Lucas Zoquiapam, la cancelación de denuncias que se hubieran interpuesto ante la autoridad competente y la atención de los casos de los planteles que al inicio del presente ciclo escolar presentaron problemas para la reanudación de sus labores en la zona.
En San Martin Toxpalan, unos 100 padres de familia exigieron la salida de toda la plantilla docente de la Sección 22; en la primaria “Narciso Mendoza”, hasta el cierre de esta edición 60 más vigilaban el recinto provistos de palos y machetes con el fin de impedir el ingreso de miembros de la misma Sección.
En San Pedro Mártir, Santiago Apóstol Ocotlán y Santa María Petapa, las escuelas locales laboraron con personal de la Sección 59, en tanto que un grupo de padres de familia se reunió en estas localidades con el fin de bloquear a profesores de la Sección 22.
En San Juan Mazatlán Mixes las autoridades decidieron cerrar las escuelas hasta que los maestros de las dos secciones arreglaran sus diferencias. En Río Hondo se hizo lo mismo, aunque se permitió que cada sección abriera instalaciones y fueran los padres de familia quienes decidieran con qué bando magisterial mandarían a sus hijos.
En San Lucas Quiaviní, padres de familia advirtieron que no permitirían la entrada de partidarios de la Sección 22 a los planteles locales, por lo que establecieron guardias ahí.
Por lo demás, en 57 comunidades donde había inconformidad finalmente se inició el ciclo escolar sin contratiempos, y en 11 más fueron entregadas las instalaciones a los maestros de la 22.
Presión económica y social
Carlos Sorroza Polo, integrante del Instituto de Investigaciones Sociológicas de la Universidad Autónoma Benito Juárez, advierte: “Oaxaca es un foco rojo que está a punto del colapso económico y del estallido social”.
El académico sustenta su afirmación en el hecho de que las autoridades retuvieron mil 280 millones de pesos correspondientes a cuatro quincenas de salario a los 74 mil maestros de la Sección 22 que estuvieron en paro desde el 19 de agosto último.
A ello se suman, dice en entrevista, el “ineficiente” desempeño de la administración del gobernador Gabino Cué, la disminución del turismo y la reducción de las remesas enviadas por los migrantes –en el primer semestre de este año se recibieron 111.9 millones de dólares menos que en el mismo periodo de 2012. Todos estos factores, dice el investigador, están generando una crisis, una verdadera depresión en la economía local.
“No hay oportunidades de empleo ni fuentes de trabajo”, además de que la delincuencia está asolando a la entidad, muy vulnerable por sus elevados índices de pobreza y desigualdad, indica.
Precisa: La retención de los salarios al magisterio impactó en las economías urbanas y rurales, aunque se nota de manera muy clara en la ciudad de Oaxaca, donde la falta de consumo afecta al comercio.
Según el investigador, en el país deben instrumentarse enmiendas de gran profundidad, pero no sólo en el ámbito educativo y del magisterio sino en beneficio del campo y con miras a enfrentar el déficit alimentario, así como para resolver conflictos agrarios, sociales y económicos.
Y remata: “No se puede sostener una educación estandarizada  –“bancaria”, como decía el pedagogo brasileño Paulo Freire–, pues ésta ya no funciona para los requerimientos del país, ni de la economía, ni de la sociedad ni de la política; de ahí debe venir el cambio”.
Para el presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) en la entidad, Benjamín Hernández Gutiérrez, el paro magisterial generó desaceleración económica, puesto que al retener salarios disminuyó el circulante en los comercios y en las empresas, que hoy atraviesan por una situación “difícil”.
Aclara: “Nosotros no estamos en contra de los maestros; no queremos que no se les pague. Simplemente pedimos el reinicio de clases. Es importante que lo entiendan”.
En su investigación Relevancia Económica de los Servicios Educativos en México, Oaxaca y en la Zona Metropolitana de Oaxaca de Juárez, el economista José María Villalobos indica que después de la caída de 2008-2009, la recuperación de las economías de Oaxaca y Guerrero ha sido más lenta que en las entidades más industrializadas, e incluso peor que Chiapas, pese a no estar orientadas a las exportaciones de bienes.
Entre 2008 y 2009, el PIB estatal –en pesos constantes de 2003– se redujo en 3 mil 458 millones de pesos, lo cual se explica por una caída sustantiva de 3 mil 312 millones en el comercio, de mil 243 millones en manufactura y de 149 millones en servicios de profesionistas independientes. Esta contracción equivale a 2.74% del valor del PIB real de 2008 y se explica por las consecuencias de las prolongadas huelgas en las dos principales fábricas de Tuxtepec.
En 2010, según el IEEPO, los servicios de educación superior –42 escuelas públicas y 49 particulares– atendieron en la entidad a un millón 268 mil 347 alumnos con cerca de 70 mil docentes. De esas 91 instituciones egresan alrededor de 900 profesionistas cada año.
La cobertura de educación superior en Oaxaca es de 19.7% de los jóvenes de entre 19 y 23 años; en España es de 65%. Además, entre empleos directos e indirectos, los servicios educativos generan en la entidad 105 mil puestos de trabajo formales que benefician a 525 mil personas con la consecuente derrama de ingresos por el consumo.
En su investigación, Villalobos indica que la nómina quincenal del IEEPO para su personal de educación básica y media asciende a 470 millones de pesos. Al año, las erogaciones suman 13 mil 160 millones de pesos, repartidos entre los 74 mil empleados, de los cuales 65 mil son docentes y 9 mil administrativos.
En la capital del estado hay 525 papelerías, 395 locales con internet, 377 zapaterías y 311 expendios de alimentos; todos esos establecimientos forman parte de la cadena de valor cuyos productos son adquiridos por los estudiantes o personal ligado al sistema educativo público o privado.
En la Zona Educativa Metropolitana de la capital, que abarca 12 municipios –Oaxaca de Juárez, Santa Cruz Xoxocotlán, Santa Lucía del Camino, San Antonio de la Cal, Cuilapan de Guerrero, Santa María Atzompa, San Sebastián Tutla, San Pablo Etla, San Jacinto Amilpas, Tlalixtac de Cabrera, San Bartolo Coyotepec y Santa María del Tule– residen 527 mil 797 personas.
En ese espacio la escolaridad promedio es de 10.3 años (en el estado es de 6.8 años) y se estima en 20 pesos diarios lo que cada alumno invierte en el traslado de su hogar a la escuela y viceversa.
Más de 750 planteles prestan servicios de preescolar a posgrado. Por ley, las escuelas en Oaxaca no pagan predial y muchas instituciones privadas están organizadas como cooperativas, por lo que gozan de los beneficios fiscales correspondientes.
En el estado, los 9 mil 144 profesores de educación básica, media y superior reciben un salario quincenal promedio de 6 mil 351 pesos netos; esto es 66.20 pesos por hora trabajada en semanas de 48 horas laborales.
Este pago por hora en servicios educativos significa más del doble del promedio nacional (30 pesos la hora) y 1.2 veces más que el pago promedio por hora en Oaxaca (25 pesos).

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