Tres
sonetos a Elena Poniatowska ante el primer tomo de sus obras reunidas */José Emilio Pacheco
Revista
Proceso
# 1934, 23 de noviembre de 2013;
1
Elena,
medio siglo se ha cumplido
Del
primer Lilus Kikus. Ya es la hora
De
las obras completas y hoy se añora
El
México que salvas del olvido.
Es
demasiado México el vivido
Por
nosotros y todo se atesora
En
tus libros. Su luz más cegadora
Enciende
nuestra noche y da sentido
A
haber estado aquí por tantos años.
Sin
ti este medio siglo quedaría
Sin
brillo ni recuento de los daños.
Y
si has hecho la crónica sombría
De
Tlatelolco y el temblor, es cierto
Que
hallaste el agua en medio del desierto
Y
en la noche has sembrado luz de día.
2
En
este primer tomo veo a otra Elena
Que
introdujo en la prosa mexicana
El
tema de la infancia. Gracia plena
Tuvo
de nacimiento y no se ufana.
Más
bien se esconde. ¿Será que le da pena
Ser
tan buena escritora en la mañana
Y
de noche también? Llena la escena
Hoy
como ayer, y si le da la gana
Escribe
un libro inmenso y otro breve
Con
el mismo dominio, igual maestría,
Aunque
pida perdón porque se atreve
A
hacer la historia de lo que hemos sido,
Lo
que nos estremece y nos conmueve
Y
le da a la experiencia su sentido.
3
Hoy
se prodiga a diestra y a siniestra
Un
término gastado. Yo quisiera
Recuperarlo
con su luz primera,
Decir
que me parece obra maestra
Querido
Diego porque la comparo
A
Ovidio y a Mariana Alcoforado,
Sea
quien fuere el autor del desolado
Epistolario
de la monja. Es raro,
Si
tanto abunda el desamor, hallarlo
Expresado
con arte y tanta hondura
En
un libro que, insisto en subrayarlo,
Me
parece que es gran literatura.
Danos
siempre la luz esplendorosa
Que
brilla en el diamante de tu prosa.
*Leídos en la Feria del
Libro de Guadalajara el 23 de noviembre de 2005 pero no publicados con
anterioridad. En el acto estuvieron también Elena Poniatowska y Carlos
Monsiváis.
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