Terrorismo de
fin de año
Se trata del
tercer ataque terrorista en Volgogrado en los últimos tres meses.
Al
menos 14 personas murieron este lunes y otras 23 resultaron heridas en nuevo
atentado con bomba cometido en la ciudad rusa de Volgogrado, según informó el
vicegobernador de la región, Valisi
Galushkin. "Ahora ya se puede asegurar, de forma preliminar, que el
artefacto explosivo fue activado por un terrorista suicida, un hombre. Fragmentos de su cuerpo han
sido enviados (a un laboratorio) para pruebas de ADN que pudieran permitir su
identificación", dijo el portavoz del Comité de Instrucción (CI) de Rusia,
Vladímir Markin, a la agencia Interfax.
Al
mismo tiempo, Markin declaró que el atentado suicida de hoy tiene relación con
el perpetrado ayer en la misma ciudad, que dejó 17 muertos en una estación de
tren.
"El
hecho de que la metralla de ambos artefactos explosivos sea idéntica confirma
la versión de que ambos atentados están relacionados entre sí. Puede que las
bombas hayan sido fabricadas en el mismo lugar", explicó.
"Esto es
horroroso", dijo Galushkin a la agencia Interfax en el lugar de
los hechos, al tiempo que subrayó que el balance de víctimas del atentado
terrorista es todavía preliminar.
El
artefacto explosivo estalló en el interior de un trolebús del sistema de
transporte público de la ciudad.
Este
atentado es el segundo en menos de 24 horas perpetrado en Volgogrado: el domingo una terrorista suicida detonó
una bomba en la estación de tren de la ciudad y mató, según cifras oficiales, a
17 personas y dejó heridas a otras 45.
Aumento
de seguridad
El
Comité de Instrucción de Rusia, cuyo portavoz, Vladimir Markin, confirmó que la
explosión fue un atentado terrorista, anunció la apertura de un proceso penal
por terrorismo y tráfico de explosivos.
Este
atentado es el segundo en menos de 24 horas perpetrado en Volvogrado: el
domingo una terrorista suicida detonó una bomba en la estación de tren de la
ciudad y mató, según las últimas cifras oficiales, a 17 personas y dejó heridas
a otras 45.
El presidente
ruso, Vladimir Putin, ordenó este lunes a las agencias del orden público
aumentar la seguridad en la ciudad sureña de Volgogrado y en todo el país
después de los dos atentados mortales.
*+
Ataque suicida
contra una estación de tren rusa
RODRIGO
FERNÁNDEZ Moscú
El Mundo, 30 DIC 2013
La pesadilla
continúa en Volgogrado. Después de la explosión del domingo en la estación
ferroviaria de esa ciudad de sur de Rusia, esta mañana una nueva bomba ha sido
detonada, dejando al menos 14 muertos y más de 20 heridos.
Esta vez, al
igual que el domingo, el atentado fue causado por un suicida, un hombre cuyos
fragmentos han sido enviados para hacer un análisis genético con el fin de
establecer su identidad, informó el portavoz del comité de investigaciones de
Rusia, Vládimir Markin. La bomba explotó en un trolebús, en una animada calle
del barrio Dzerzhinski: a un lado un mercado y al otro, un centro comercial. La
fortísima explosión hizo que del autobús solo quedase la carcasa. Los cristales
de los edificios vecinos se rompieron.
Se trata del
tercer ataque terrorista en Volgogrado en los últimos tres meses. El primero,
realizado en octubre por Naída Asiyálova, una oriunda de la república
norcaucásica de Daguestán. El atentado de ayer en la estación ferroviaria
habría sido realizado por una amiga de Asiyálova, Oksana Aslánova, que
pertenece a uno de los grupos islamistas daguestanos.
El presidente
ruso, Vladímir Putin, ha ordenado a la agencia antiterrorista reforzar la
seguridad tanto en Volgogrado como en el resto del país, han informado fuentes
del Kremlin citadas por la agencia Reuters.
Sin embargo,
algunas fuentes aseguran ahora que la bomba se encontraba en la mochila de un
hombre de apariencia eslava, por lo que se cree que en la estación puede haber
actuado un grupo y no solo un suicida en el ataque del domingo, a consecuencia
del cual ya han muerto 17 personas.
Los ataques de
Volgogrado plantean un serio problema de seguridad a las autoridades cuando
falta poco más de un mes para el comienzo de los Juegos Olímpicos de Invierno
en Sochi. Las acciones terroristas de los fundamentalistas islámicos fuera del
Cáucaso inquietan a las autoridades, que se preguntan si las medidas de
seguridad adoptadas serán suficientes para garantizar un normal desarrollo de
los Juegos, que se inauguran el 7 de febrero. Volgogrado se encuentra a 960
kilómetros al nordeste de Sochi.
Dokku Umárov,
el conocido terrorista checheno que en 2007 anunció la creación del separatista
Emirato del Cáucaso, hizo un llamamiento en julio pasado a utilizar todos los
métodos posibles para hacer fracasar los Juegos de Invierno. Antes del atentado
del domingo, las autoridades rusas afirmaban haber tomado todas las medidas
necesarias para evitar que durante los Juegos de Invierno de Sochi se
produjeran atentados terroristas.
**
Una
viuda negra mata a 15 personas en un atentado en la estación de Volgogrado
El
líder radical Doku Umarov prometió que haría fracasar la apuesta olímpica
La
ciudad se encuentra a apenas 700 km de Sochi, sede de los JJOO de Invierno
XAVIER
COLÁSCorresponsal en Rusia Moscú
El Mundo, 29/12/2013 22:01 horas
Aunque
las autoridades rusas han reforzado la seguridad en el sur del país, el ataque
de ayer no sorprende a nadie. El líder islamista checheno Doku Umarov, que
desde 2007 enarbola la lucha por crear un 'emirato del Cáucaso' e imponer la
ley islámica o 'Sharía', pidió este verano llevar la "guerra" al
centro de Rusia y hacer fracasar a toda costa la apuesta olímpica del Kremlin.
Volgogrado, que es además una de las ciudades que acogerá los encuentros del
Mundial de Fútbol que se celebrará en Rusia en 2018, está a sólo 700 kilómetros
de Sochi, una 'joya' turística rusa donde el 7 de febrero comienzan los
primeros Juegos Olímpicos que organiza Moscú desde la caída de la URSS.
El
pasado mes de octubre otra 'viuda negra' -Naida Asiyalova, también de Daguestán
y de sólo 30 años- se hizo volar por los aires dentro de un autobús en las
afueras de Volgogrado. Seis personas murieron y 37 resultaron heridas. Hace
sólo tres días un coche bomba estalló en Piatigorsk, a 250 kilómetros de Sochi,
matando a tres personas. Y un hombre fue detenido en noviembre con un cinturón
de explosivos en la zona de Stavropol. Pero el ataque de ayer es el más
sangriento desde que en 2011 murieron 36 personas en un atentado en el
aeropuerto moscovita de Domodedovo.
La
explosión tuvo lugar en torno a las 12.45 hora local (09.45 en la España
peninsular) después de que alguien llamara la atención de la policía al pasar
por el detector de metales instalado a la entrada de la estación. "Sonó la
señal de alarma del detector. Un policía se dispuso a revisarlo personalmente.
En ese momento, estalló el artefacto explosivo", informó un portavoz
policial a la agencia Interfax. Fuentes de la investigación atribuyeron durante
todo el día de ayer la autoría material a una mujer, cuya cabeza fue encontrada
y enviada para un análisis de ADN. Los investigadores creen que se trata de
Oksana Aslanova. Pero después, otras fuentes aseguraron que la persona que
desató las sospechas de los agentes era un hombre, acompañado al parecer de una
chica.
Más
personas de lo habitual
La
bomba explotó antes de atravesar el hall del edificio, explicó Vladímir Markin,
portavoz del Comité de Investigación. Esto salvó muchas vidas. A aquella hora,
en la estación de trenes de Volgogrado decenas de personas se apiñaban junto al
control de equipajes, según indicaron testigos a la televisión rusa Rossija-24.
"Debido a las fiestas de Año Nuevo había muchas más personas de lo
habitual y portaban también más equipaje de lo normal", dijo la
propietaria de un kiosko cercano, Irina Kirilova, que no sufrió ninguna lesión.
Medio centenar de personas fueron atendidas por los médicos y 27 permanecían
anoche hospitalizadas graves.
El
líder terrorista Umarov acusa al presidente Vladimir Putin de impulsar una
"sangrienta política de ocupación" en el norte del Cáucaso. Según ha
denunciado el Kremlin, grupos terroristas internacionales como Al Qaeda se
ocupan de financiar a los islamistas. Expertos como el analista Mark Galeotti
aseguran que a día de hoy "el emirato del Cáucaso es una ficción" y
que Umarov no comanda ningún mando centralizado. Pero reproduce el modelo de Al
Qaeda y azuza con sus mensajes a grupos autónomos, que poco a poco expanden su
radio de acción hacia el norte.
Ciudades
indefensas tras fortificar Sochi
El
Comité Nacional Antiterrorista aseguró al Comité Olímpico Internacional en
reiteradas ocasiones, que atletas e invitados no correrán ningún peligro. Pero
la fortificación de Sochi deja inevitablemente mas indefensas otras ciudades
como Volgogrado. El ataque de ayer puede forzar al Kremlin a replantearse
algunas líneas de su estrategia, pues los terroristas han demostrado que su
amenaza hacia las ciudades cercanas es preocupante. Moscú teme que los
radicales aprovechen para aumentar su influencia en regiones de fuerte
presencia musulmana enclavadas dentro de la Federación Rusa, como Tataristán.
En la capital, la ciudad de Kazán, clérigos moderados han resultado heridos o
muertos.
Y
la rama islámica local, hanafi, es constantemente desafiada por los salafistas,
llegados del Cáucaso a través de la inmigración y -según han denunciado fuentes
de los servicios secretos rusos- gracias a la financiación de rivales
geopolíticos como Arabia Saudí. Los salafistas, que no tienen apenas
infraestructura institucional dentro de Rusia, han demostrado ser muy hábiles a
la hora de aliarse con nacionalistas regionales como los tártaros contra el
enemigo común: el Kremlin. También se han infiltrado en mezquitas de ciudades
como Oremburgo, al sur del país, para capitalizar el descontento de muchos jóvenes
rusos. La salida de EEUU de Afganistán es otro dolor de cabeza para el Kremlin,
pues una desestabilización en la zona puede hacer florecer la yihad junto a sus
fronteras en repúblicas como Tayikistán.
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