“El Chapo”, financiado con fondos de
pensiones/PHILIPPE ENGELS Y ANABEL HERNÁNDEZ
Revista
Proceso
# 1944, 1 de febrero de 2041.
Las
investigaciones de autoridades estadunidenses sobre dos presuntos operadores
financieros del Cártel de Sinaloa revelan la creciente complejidad de las redes
internacionales de lavado de dinero que utiliza la banda del Chapo Guzmán. Al
ocultar millones de dólares tras una maraña de fraudes a inversores y
transferencias bancarias, los sospechosos se asociaron en una de sus empresas
fachada con el director de Pensiones de San Luis Potosí, Oziel Yudiche Lara,
quien les entregó los fondos de los trabajadores del estado, de los maestros y
del Fondo Contingente.
El
Cártel de Sinaloa, que encabeza Joaquín El Chapo Guzmán, logró infiltrar las
finanzas públicas de San Luis Potosí en la administración del gobernador
Fernando Toranzo Fernández a través de la Dirección General de Pensiones del
estado.
Documentos
cuya copia tiene Proceso muestran que en 2011 el titular de la dependencia
estatal, Oziel Yudiche Lara, fundó en Miami una empresa fachada que operan
Daniel Fernandes Rojo Filho y Pedro Benevides, identificados por el gobierno de
Estados Unidos como lavadores del Cártel de Sinaloa.
Ya
en 2010 Yudiche Lara había puesto los fondos de Pensiones de la entidad a
disposición de la red de lavado del cártel.
Un
informe del Departamento de Defensa de Estados Unidos señala a Fernandes Rojo
Filho y Benevides como operadores financieros del Cártel de Sinaloa. Ambos son
investigados desde 2008 por la agencia antidrogas DEA y el Servicio de
Impuestos Internos (IRS), por presuntas actividades de narcotráfico y lavado de
dinero (Proceso 1943).
Mediante
una red de más de 25 compañías fachada creadas en Florida y Panamá, así como
cuentas en 12 bancos en Estados Unidos, los dos “empresarios” vinculados a la
organización criminal de El Chapo Guzmán realizaron una estafa mundial para
ocultar dinero proveniente del narcotráfico.
De
acuerdo con expedientes abiertos en Cortes federales de Florida y Arizona desde
2008, Rojo Filho –como lo identifica la justicia estadunidense– y Benevides
utilizaron pirámides de inversión fraudulentas o esquemas Ponzi, igual que
inversiones en inexistentes plantas de energía renovable, para transferir por
lo menos 213 millones de dólares entre diversas cuentas. Así consiguieron
revolver el dinero del fraude financiero con el del tráfico de drogas y
prácticamente imposibilitaron que se aclarara el origen y el destino del
dinero.
Como
piratas modernos, también “enterraron” más de 100 mil onzas de oro en dos
depósitos de valores en los estados de Delaware y Texas, cuyos verdaderos
dueños hasta ahora no han asomado la cabeza.
La
fichita de Toranzo
En
los últimos 13 años, el priista Yudiche Lara ha tenido una carrera ascendente.
En 1993 egresó como contador público de la Universidad Autónoma de San Luis
Potosí, y entre 1997 y 2000 fue presidente del pequeño municipio de Tanquián de
Escobedo, que colinda con Veracruz.
De
2000 a 2003 fue diputado local en la LVI Legislatura, donde fungió como
vicepresidente de la Comisión de Vigilancia. En 2009 fue invitado por el
gobernador Toranzo a colaborar con él y hace poco aún se le mencionaba como posible
dirigente estatal de su partido.
En
diciembre de 2012 Pulso, Diario de San Luis Potosí reveló que en julio y
septiembre de 2010 la Dirección General de Pensiones (DGP), encabezada por
Yudiche Lara, aprobó invertir 370 millones de pesos en la empresa Platinum
Trade Bancorp L.P. (PTB), supuestamente ubicada en Nueva Zelanda. Ese monto
provino de cuotas de trabajadores del estado, de la Sección 52 del Sindicato
Nacional de Trabajadores al Servicio de la Educación (SNTE) y del Fondo
Contingente.
Según
el acta de la sesión ordinaria de la junta directiva de la DGP, fechada el 30
de septiembre de 2010 y citada por el periódico, el gobierno potosino respaldó
120 millones de pesos a través de una fianza contratada con la empresa
Provident Capital Indemnity Limited.
Sin
embargo, Platinum Trade Bancorp (PTB) y otras dos empresas de nombre parecido:
Platinum Bancorp (PB) y Platinum Trade Group (PTG) forman parte de la red de
compañías fachada encabezada por Rojo Filho y Benevides. El sitio en internet
www.platinumtradegroup.com remite a una página donde aparecen Platinum Trade
Bancorp y Platinum Bancorp, lo que muestra que en realidad son la misma empresa
o conforman un corporativo.
De
acuerdo con la División de Corporaciones de Florida –organismo gubernamental
que entre otras funciones registra las empresas asentadas en ese estado–, PTG
fue creada en 2011 con oficinas en 11953 West Colonial Drive, Ocoee, y cerró
sus operaciones el mismo año. En tanto, PTB y PB tienen la misma dirección en
Nueva Zelanda: Level 27 PWC Tower, 188 Quay Street, Auckland.
El
esquema fraudulento de poner prácticamente el mismo nombre a las tres empresas
coincide con el modus operandi descubierto por la DEA y el IRS en la
investigación que iniciaron en 2008 y sigue en curso.
En
2010, cuando el gobierno de Toranzo a través de Yudiche Lara puso el dinero de
las pensiones en manos de PTB, el presidente de la empresa era el brasileño
Daniel Fernandes Rojo Filho y su director ejecutivo era el mexicano Salvador
Lavalle Guízar. Rojo Filho ya había sufrido decomisos del gobierno de Estados
Unidos y afrontado una investigación por narcotráfico y lavado de dinero.
En
marzo de 2011, Yudiche Lara se asoció con los presuntos lavadores de dinero en
otra empresa que crearon en Florida, llamada Scanamerica Holding Corp. Al
principio el funcionario potosino apareció como presidente, después como
vicepresidente y luego como secretario de la nueva compañía, mientras que Rojo
Filho y Lavalle Guízar fungían como apoderados y Brittany Benevides, esposa de Pedro
Benevides, lo hacía como secretaria.
El
domicilio de Scanamerica (11953 West Colonial Drive, Ocoee) era el mismo que el
de PTG, de Bankers International Asset Management Specialist, propiedad de
Pedro Benevides, y de Bankers Credit Group, donde aparecen como directivos
Brittany Benevides y Michael Clark.
Hasta
ahora, el gobierno de Estados Unidos ha decomisado seis cuentas bancarias a
nombre de Brittany Benevides como parte de las acciones contra la red de lavado
de dinero del Cártel de Sinaloa.
Por
su parte, Clark era en 2011 el operador de DWB Holding, el eje de las
operaciones de blanqueo del dinero y fraude financiero que motivaron las
investigaciones de la DEA, el IRS y el Servicio de Inmigración y Control de
Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) sobre Rojo Filho y Pedro Benevides.
En
las oficinas de Scanamerica las autoridades estadunidenses decomisaron tres
vehículos de lujo relacionados con la red de lavado: una casa rodante Fleetwood
Revolution Motorcoach a nombre de Luzia Trinidade, esposa de Rojo Filho; un
Lamborghini Murciélago y un Audi R8, ambos a nombre de empresas de Pedro
Benevides.
Aunque
actualmente ya no aparece el nombre de Yudiche Lara en los reportes anuales de
Scanamerica Holding Group, ésta sigue operando en las mismas oficinas con la
esposa de Benevides.
El
“canciller”
Fernandes
Rojo Filho no sólo logró penetrar el gobierno de San Luis Potosí; tejió una red
de conexiones de alto nivel en Brasil, la economía más fuerte de América Latina
y anfitrión del próximo Campeonato Mundial de Futbol.
Este
hombre, investigado por tráfico de drogas y lavado de dinero, se ostenta como
“canciller” de Brasil en Estados Unidos. Para ello cuenta con el aval de Regino
Barros, un conocido empresario que preside el Centro de Integración Cultural y
Empresarial de Sao Paulo (CICESP) y tiene amplias conexiones en el gobierno,
así como en las principales representaciones extranjeras en Brasil.
En
el verano de 2013, cuando Fernandes Rojo Filho ya era objeto de las mencionadas
investigaciones, Barros le impuso la Orden de Mérito Emprendedor Juscelino
Kubitschek y lo nombró “canciller”. Desde entonces Rojo Filho se hace pasar por
funcionario con descaro.
En
las fotografías de la ceremonia de su “nombramiento”, Rojo Filho detenta en el
pecho una banda con los colores de Brasil, mientras Barros lo condecora con
gesto paternal.
Según
información del Congreso de Brasil, la Orden de Mérito Juscelino Kubitschek que
entrega Barros tiene el propósito de “llamar la atención sobre la importancia
del talento empresarial”; la han recibido los “mejores atletas, los hombres y
los medios de comunicación, así como las personas que se destacan por su apoyo
a obras sociales y culturales”.
Para
ejercer sus “funciones”, desde el sitio en internet www.uschancellor.com.br
Fernandes Rojo Filho promueve las actividades de la presidenta Dilma Rousseff y
las del Ministerio de Turismo, así como lo hizo con la copa FIFA
Confederaciones 2013. Además, tiene una liga directa al CICESP, que dirige
Barros.
“La
República Federativa Do Brasil / Oficina Canciller EE.UU. es una comunidad
variada de enseñanza y aprendizaje que crea, descubre y aplica el conocimiento
para mejorar la salud y el bienestar de Brasil y del mundo”, señala esa página
web.
Para
cazar nuevas víctimas de sus fraudes, Rojo Filho publicita su “cancillería”
como “el lugar correcto” para las empresas estadunidenses que quieren hacer
negocios en Brasil y viceversa. “¡Estamos aquí para ayudarle!”, promete, y
ofrece oportunidades de negocio en rubros como el transporte aéreo, las
telecomunicaciones, minería, generación de energía. Según él, puede ser un
puente de negocios con Petrobras y hasta en los estadios “que se preparan para
la Copa del Mundo en 2014 y los Juegos Olímpicos en 2016”.
No
obstante, la dirección que aparece en la página (1420 Celebration Blvd., suite
200, Celebration, FL. 34747) corresponde a un edificio de oficinas virtuales y
nadie responde el teléfono.
Semanas
después de que Barros lo condecorara, Rojo Filho y su inseparable socio
Benevides acudieron a una junta de negocios en un hotel de Orlando. Fuentes
vinculadas a los hechos señalan que los dos presuntos operadores del Cártel de
Sinaloa y un grupo de seis personas charlaron más de cuatro horas mientras
esperaban a un invitado especial.
En
aquella mesa estaban un mexicano que se identificó como “banquero” y un
empresario griego que buscaba dinero para desarrollar una nueva tecnología a
fin de generar energía a partir de los desechos orgánicos.
Finalmente
llegó el esperado Mike en un automóvil deportivo de lujo. Las fuentes lo
describen como pagado de sí mismo, con voz estruendosa y que se conduce en
forma prepotente. Apenas se sentó a la mesa, afirmó que tenía millones de
dólares para invertir.
En
sus declaraciones juradas, los agentes involucrados en las investigaciones
contra Fernandes Rojo Filho y Benevides señalan que son prácticamente
inseparables y sus movimientos son compatibles con los de los mafiosos. Uno de
estos documentos especifica:
“Una
fuente confiable, que fue confirmada a través de una investigación de
seguimiento, dijo que Benevides y Rojo Filho eran socios de negocios en varias
otras empresas; que había visto a Benevides en varias ocasiones en la oficina
de Fernandes Rojo Filho y que asisten a reuniones de negocios.”
Este
informante describió a Benevides como una “sombra” y comentó que pese a los
millones de dólares que posee, despachaba en un hotel de poca monta en la
carretera internacional de Orlando, donde él y el “canciller” tenían
domiciliada otra empresa: Superior International Timeshares.
Antes
de la investigación de la que se derivan estas declaraciones, Benevides ya
había sido acusado de narcotráfico. El 5 de octubre de 2009 la DEA lo acusó
ante la Corte de Distrito Norte de Florida de lavar dinero y de conspirar para
traficar, importar y distribuir cinco kilos o más de cocaína, pero los testigos
de cargo fueron endebles y un año después el compinche de Fernandes Rojo Filho
salió de prisión. Ahora vuelve a ser señalado por los mismos presuntos delitos.
A
finales de noviembre pasado, la Dirección Antidrogas de la Policía del Perú dio
a conocer que una filial del Cártel de Sinaloa opera en Bolivia y envía
cargamentos de cocaína peruana a Europa a través de Brasil.
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