La
autodefensa, opción viable y perfectible
LUCIANO
CAMPOS GARZA
Revista
Proceso
# 1944, 1 de enero de 2014.
Dos
exalcaldes del área metropolitana de Monterrey, uno panista y otro priista,
quienes son mencionados como posibles candidatos a la próxima gubernatura de
Nuevo León, no solamente lograron reducir notablemente los delitos en sus
demarcaciones con proyectos municipales que desafiaron a las estructuras y
estrategias federales y estatales, sino que aprueban las autodefensas en todas
las zonas olvidadas del país que no reciben seguridad por parte de las fuerzas
gubernamentales.
MONTERREY,
NL.- Dos exalcaldes metropolitanos, el panista Mauricio Fernández Garza, de San
Pedro, y el priista Jaime Rodríguez Calderón, del municipio de García,
impulsaron sus propios proyectos municipales de autodefensa y, por encima de
las estructuras que pretendieron imponer los gobiernos federal y estatal,
consiguieron reducir los índices de delincuencia.
El
albiazul conformó un “equipo rudo” con el que confrontó directamente a las
bandas criminales que pretendían instalarse en el municipio. El tricolor hizo
su propia policía comunitaria al designar en cada colonia a un juez auxiliar y
a un policía de barrio, que se encargaron de denunciar y prevenir las acciones
delictivas.
Ambos,
alcaldes en el trienio 2009-2012, coinciden en que la creación de pelotones
civiles de autodefensa en Michoacán evidencia la inutilidad de las estructuras
de gobierno, que contemplaron pacientes el avance de la agrupación de Los
Caballeros Templarios.
Mauricio
Fernández justifica la conformación de los grupos de rancheros que tomaron las
armas para pertrecharse en sus comunidades, aunque advierte sobre el riesgo de
que se salgan de control, como ocurrió en Colombia, cuando los civiles primero
se defendieron y después detentaron el poder para extorsionar.
Jaime
Rodríguez dice estar seguro de que las autodefensas no se desviarán y considera
que una estrategia similar puede ser empleada en los municipios rurales de
Nuevo León, asolados por los criminales y olvidados por el gobernador Rodrigo
Medina, quien sólo los visita en helicóptero y desconoce la dura realidad que
viven.
Como
políticos, ambos son incómodos porque ignoran la línea de sus respectivos
partidos y han sido críticos al interior de los mismos.
El
rudo
Mauricio
Fernández Garza saltó todos los órdenes constitucionales para defender su
municipio, y ahora presume de que, durante su trienio, San Pedro Garza García,
el más próspero del país, fue uno de los más seguros del mundo.
Perteneciente
al clan Garza Sada, sorprendió a México cuando decidió confrontar a la
delincuencia con sus propios métodos. En San Pedro operaba el Cártel de los
Beltrán Leyva y él se comprometió públicamente a erradicarlo.
Malhablado
y directo, llamó “burros” a los colaboradores de Medina en materia de
seguridad, y hasta retó a golpes al procurador Adrián de la Garza, con quien
sostuvo una confrontación pública por el arresto y presunta tortura de policías
municipales.
Ahora,
al referirse a las autodefensas en Michoacán, Fernández Garza señala que el
hartazgo de la ciudadanía ante una autoridad impotente hizo que surgiera el
deseo de contestar la violencia con violencia.
“Esto
nos mueve a preguntarnos dónde están el estado de derecho, la autoridad, las
leyes. A la gente le parten el queso por 40 lados y la gente nefasta del país
se la pasa sin que nadie los toque con una barbaridad de argucias. Y vemos que
este fenómeno se da por una falta de acción de los responsables, y si algo en
este país no funciona para responder a este tema son todos los alcaldes, con
raras excepciones”, afirma.
Los
presidentes municipales, manifiesta quien encabezó dos veces la administración
de San Pedro, son los que deben prevenir todos los delitos del fuero común,
pero se desentienden de los demás ilícitos.
“Los
alcaldes se hacen güeyes con los delitos del fuero federal, porque dicen que no
les competen, cuando eso es una aberración, pues a ellos les debe competer todo
tipo de ilícitos, aun los federales. No puedes como alcalde procesarlos, pero
sí puedes arrestar a alguien que viola la ley con cualquier delito. Pero lo
cierto es que todos se hacen patos con el tema”, enfatiza en entrevista.
Respecto
a la experiencia de Michoacán, advierte que si bien se entrevé un interés
genuino de los lugareños por defenderse, la autoridad debe vigilar que no los
rebase la ciudadanía empistolada.
Por
eso considera un acierto que el comisionado federal Alfredo Castillo Cervantes,
enviado a ese estado por el presidente Enrique Peña Nieto, invitara a las
autodefensas a inscribirse en corporaciones policiacas para que operen dentro
de la ley.
“Si
los alcaldes no tienen recursos para contratar policías, bienvenidos sean los
ciudadanos mientras estén dentro de parámetros y se hallen controlados. Dentro
de todo, está bien si es gente que no va a cobrar y va a tener participación
ciudadana, como piezas de inteligencia o informantes. Están actuando porque
estaban hasta la madre. Lo grave es que esto tiene que ocurrir porque la parte
oficial no funciona”, asegura.
Cuando
fue alcalde en San Pedro, Fernández Garza reclutó como informantes a hombres de
pasado cuestionable. Uno de ellos, Alberto Mendoza, conocido como El Chico
Malo, fue detenido por elementos de la Marina debido a actividades relacionadas
con el Cártel de los Beltrán Leyva.
En
referencia al arresto de esta persona, el presidente municipal comentó entonces
que recibía información de múltiples fuentes, como El Chico Malo, pero hizo
hincapié en que no permitía que las “orejas” que le surtían de datos del bajo
mundo integraran las corporaciones de seguridad.
“Cuando
se habla de información e inteligencia, no me asusta recibirla de cualquier
fuente. Lo que no quieres es que se te contamine la policía. (El Chico Malo)
nos dio información que se le pagó, y nos sirvió mucho. Cómo la obtuvo, no es
bronca mía”, dijo el alcalde en aquella ocasión, y planteó que los datos para
combatir el hampa no los iba a colectar “en un convento”.
El
sistema de inteligencia que él utilizó, indica, aún funciona con el presente
alcalde panista Ugo Ruiz, y por eso San Pedro es uno de los municipios más
seguros del mundo, sostiene.
Como
parte de su trabajo metalegal, Fernández reconoció que pedía a los propietarios
de antros en San Pedro una cuota. Nunca dijo qué hacía con ese dinero.
El
“equipo de limpieza” sacó la escoria de los giros negros. El alcalde nunca
explicó cómo trabajaban sus muchachos. Sólo señaló que si detectaba a una
persona indeseable, era invitada “cordialmente” a dejar el municipio o a pagar
las consecuencias.
Por
sus métodos alternos para pacificar su ciudad, fue apercibido por la Secretaría
de Gobernación. Mauricio escuchó los reclamos, pero siguió en lo suyo.
“El
Bronco”
Jaime
Rodríguez Calderón fue obligado por bandas criminales a aparecer en el
escenario nacional: Todo México se enteró de que era alcalde priista del
municipio de García cuando pistoleros de Los Zetas intentaron asesinarlo a
balazos dos veces en poco más de un mes.
En
el primer ataque, el 25 de marzo de 2011, se transportaba en su camioneta
blindada al ser atacado por sicarios que le dispararon desde otro coche en
movimiento. Los escoltas repelieron la agresión. Mataron a tres agresores y
detuvieron a otros dos.
Semanas
después, el 29 de abril, volvieron a atentar contra su vida. Esta vez unos 40
zetas lo emboscaron cuando circulaba en su vehículo. Un guardia pereció y
otros dos resultaron heridos.
Pero
él resultó ileso y los pistoleros fueron ahuyentados. Por eso le llaman El
Bronco.
Al
explicar las razones del ataque, dijo que fue por combatir a las mafias del
narcotráfico. Había decidido capitalizar el poder de las redes sociales para
que los ciudadanos denunciaran delitos en la página de Facebook del municipio.
También dio su teléfono Nextel particular para que cualquier persona le
hablara.
Los
ciudadanos comprobaron que el alcalde en persona contestaba las llamadas, y
tomaba los recados y notificaciones de delitos. Su esquema de seguridad fue
denominado el “Modelo García”.
Rodríguez
Calderón, quien recientemente anunció su intención de buscar la gubernatura,
decidió que su primer paso como alcalde era depurar a la policía. De 165
agentes que tenía corrió a 157 que, por lo menos, eran sospechosos de trabajar
para los delincuentes. Por eso empezaron a cazarlo.
Enseguida
combatió el narcomenudeo y los delitos del fuero común con sus propios policías
y con ayuda de los vecinos. Pero considera que uno de sus mayores aciertos fue
la incorporación de los ciudadanos vigilantes al esquema de la seguridad
pública municipal, lo que llama su propio método de autodefensa.
“En
García organizamos a la gente y se defendió, y eso hizo que los delincuentes
corrieran. El policía debe ser alguien que viva en la colonia. Si se le da
placa y autoridad, ese vecino va a cuidar a su gente. Fue lo que hicimos acá
con un policía y un juez en cada colonia. Al agente lo armamos, lo capacitamos,
se encargó del lugar y ha funcionado perfectamente”, dice.
Asevera
El Bronco que los índices delictivos descendieron 70%, en promedio. El
municipio fue considerado el segundo más seguro de la entidad, después de San
Pedro, con la diferencia de que García emprendió todas sus acciones sin
recursos, refiere.
Si
el ejemplo autodefensivo de Michoacán cundiera por el país, sería una buena
noticia, señala el también exdiputado federal y local, ya que la ciudadanía se
enteraría en su propio estado de que debe lanzarse a la acción si los poderes
formales fallan en protegerlos.
La
cuestión, ahora, es de supervivencia, debido a que las familias no están
interesadas en quién es el poder que procura su seguridad, sino en cómo pueden
defenderse por cualquier medio. “¿Qué hacer si te secuestran un hijo, si violan
a tu esposa? ¿Lo evitarías? No te van a avisar. En Michoacán los delincuentes
rebasaron a la autoridad, que se hizo pendeja, y los ciudadanos se organizaron
para defenderse”.
En
días pasados, Rodríguez subió un video a You Tube donde felicita a las
autodefensas de Michoacán, a las que justifica porque los hombres armados
ejercieron en Tierra Caliente su legítimo derecho a protegerse.
Estima
que la estrategia usada ahora por el gobierno federal, al pretender sumar a las
autodefensas, tiene un enfoque equivocado.
“Es
el Estado el que debe sumarse a las autodefensas, y no al revés. La gente es la
que conoce los pueblos, las brechas, los caminos. Debe ponerse de secretario de
Seguridad a uno de ellos, al más abusado”, declara el ingeniero agrónomo, de 56
años.
Desde
su punto de vista, la legitimación de las autodefensas es un acierto del
gobierno federal, y dice estar seguro de que no se saldrán de control.
“Eso
de que van a tener tentación de delinquir lo dicen los intelectuales, y a mí me
gustaría ver a alguno de los pirruris gobernantes ponerse al frente de ellos, a
ver si les da tentación. A los funcionarios les puede dar más la tentación de
coludirse con los delincuentes, no a un ciudadano que tiene familia e hijos en
la escuela”, puntualiza.
La
defensa de Nuevo León
Los
entrevistados coinciden al señalar que en Nuevo León hay condiciones para que
la ciudadanía comience a defenderse, debido a que el brazo de la ley no alcanza
las comunidades rurales, algunas de las cuales están asoladas por la
delincuencia organizada.
Por
sus características muy particulares, el caso de esta entidad es muy diferente
al de Michoacán. Pero en ambas hay necesidad de responder al crimen con una
fuerza que el Estado no provee, expresan.
Toda
la entidad recuerda que, después de los dos atentados, Rodríguez García tomaba
el teléfono y, desde los escenarios de las balaceras, se reportaba a los
canales de televisión para decir en vivo que había sobrevivido y resultado
ileso.
“En
García la gente perdió el miedo porque vio que su autoridad estaba al frente.
Pero cuando la autoridad está escondida en su casa, o anda en avioneta o
helicóptero, la gente no jala, no denuncia, tiene miedo. Pero la gente es
valiente, y si te ve, va contigo.”
–Eso
del helicóptero, ¿se refiere a Rodrigo Medina?
–También.
Margarita Arellanes (alcaldesa panista de Monterrey) anda en avión. Digo que me
refiero a los gobernantes, los que no conocen las ciudades, los que no caminan
por la calle, no van a una taquería, no compran los cigarros en la tienda de la
esquina. Los que mandan y tienen servidumbre no saben lo que piensa la gente
afuera.
Si
llega a la gubernatura, Rodríguez Calderón planea estructurar un sistema de
vigilancia similar al que usó en su municipio. “Organizaría a la policía para
que se defienda. Podríamos tener una gran policía vecinal, guardias municipales
que empezarían por combatir el robo a casa habitación, la delincuencia de la
calle. Hay que entender que el Estado está siendo rebasado y que no hay
suficiente policía”.
La
crítica va para el mandatario priista de Nuevo León: “El gobernador dijo que se necesitaban 14 mil
policías para cuidar el estado y sólo tenemos 4 mil. Faltan 10 mil. ¿De dónde
los vamos a sacar? Creo que pueden ser los vecinos los que cuiden, si se les
capacita y se les apoya”.
Si
el gobierno estatal convocara a los pobladores de la región citrícola, al sur
de la entidad, podría haber un intento para organizar una contraofensiva contra
los delincuentes, observa Rodríguez. Esos municipios han sido recientemente
castigados con una ola de secuestros, muchos de los cuales son ocultados por el
gobierno del estado para evitar la alarma.
Por
su parte, Mauricio Fernández cree que en Nuevo León existen condiciones para
que la gente forme sus grupos de autodefensa, aunque reconoce que hay muy pocos
pobladores en posibilidad de agarrar un fusil.
“Yo
diría que sí (hay condiciones). Hay lugares donde la gente está harta de una
falta de respuesta de los gobiernos para solucionar sus problemas. Hay
secuestros, extorsiones, en una inseguridad que se permea a niveles de
psicosis, y la gente haría cualquier cosa por tratar de remediar la situación.
“Pero
hay muy poca gente con la capacidad de asociarse, de tomar una decisión y las
armas, para decir: ‘Vamos a hacerlo nosotros’. Claro, no podemos comparar un
municipio de Michoacán con la zona metropolitana de Monterrey. Te diría que
aquí la gente no tomaría las armas, pero podría participar en muchos temas,
como el de la inteligencia”, remata.
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