El padre Álvaro
Corcuera(1957-2014)/Fred Alvarez
Publicado en La silla Rota, 3 de julio de 2014
“Todo tiene su tiempo...”Eclesiastés.
Publicado en La silla Rota, 3 de julio de 2014
“Todo tiene su tiempo...”Eclesiastés.
Álvaro Corcuera
Martínez del Río
(1957-2014), quien fuera el segundo director general de Los Legionarios de
Cristo y del Regnum Christi – de 2005 hasta 2014- falleció a las 13:35 horas de este lunes 30
de junio en Ciudad de México, luego de una larga lucha contra el cáncer. Tenía
apenas 56 años de edad.
Su
cuerpo fue velado durante el día del mañana martes en la capilla de la
Universidad Anáhuac y su cuerpo fue sepultado en el Panteón Francés de San
Joaquín en la Ciudad de México. Un día antes 1400 400 personas se hicieron
presentes para la ceremonia de cuerpo presente del padre Corcuera.
Concelebraron 100 sacerdotes. A la
ceremonia no se presentó Eduardo Robles
Gil, actual director general de los Legionarios, quién desde Roma, Italia,
envió un mensaje.
"Quiero
pedir a Dios y al padre Álvaro que interceda por nosotros (los
legionarios)", escribió en la carta leída durante la ceremonia.
"El
padre Álvaro cometió errores, pero ahora está en manos del señor de la
misericordia", aseveró Ricardo
Sada, director territorial para México y Centroamérica de los Legionarios
de Cristo. (Nota de Agustín Velasco en La Silla Rota):
El
padre Corcuera nació en Ciudad de México el 22 de julio de 1957; en 1975 inició
su vida como laico consagrado del Regnum Christi e ingresó en 1979 a la Legión
de Cristo; fue ordenado sacerdote en 1985 y dos años después fue nombrado
rector del Centro de Estudios Superiores de los Legionarios de Cristo en Roma.
De 1993 a 2000 fue rector del Ateneo Pontificio Regina Apostolorum, y en 1999
recibió el doctorado honoris causa por la Universidad Anáhuac.
El final de
Maciel la llegada de Corcuera
A
finales de 2004 cuando Juan Pablo II estaba muy enfermo se le hicieron al padre Maciel una serie de reconocimientos; así el
25 de noviembre, en un servicio religioso el papa agradeció a Maciel – esta vez en voz de Leonardo Sandrí-
sus seis décadas al frente de la Legión de Cristo. "Me siento feliz de
unirme al cántico de loas de agradecimiento al Señor que se eleva por todas las
grandes cosas de estos 60 años de intenso, generoso y prolífico ministerio
sacerdotal", dijo Juan Pablo II en un mensaje a Maciel, leído por el
Arzobispo argentino Leonardo Sandri, entonces sustituto de la Secretaría de
Estado.
La
misa de acción de gracias se celebró en la Basílica de San Paolo Fuori le Mura,
a la que asistieron más de 4 mil personas. Sentado en el atrio, el fundador de
la Legión agradeció el apoyo brindado por Juan Pablo II en sus 26 años de
Pontificado. "No ha sido un camino fácil. Seguiré orando para continuar
adelante con fidelidad al Señor por el tiempo que él me quiera conceder,
procurando ser, como siempre, un restaurador dócil para la extensión del reino
de Jesucristo en la Tierra", dijo Maciel.
Y
claro en primera fila estaban el cardenal italiano Ángelo Sodano, Secretario de Estado, Junto a él estaban el
Arzobispo de la Ciudad de México,
Norberto Rivera; el Cardenal español del Opus Dei, Julián Herranz; el colombiano Darío Castrillón Hoyos, prefecto de
la Congregación para el Clero; el español Eduardo Martínez Somalo, Camarlengo
de la Santa Sede, y el ex Arzobispo de Boston, Bernard Law. (acusado años
después de haber permitido abusos sexuales).
El
segundo reconocimiento fue más grande. El martes 30 de noviembre ante la
presencia de más de siete mil personas
Juan Pablo II animó y bendijo al padre Marcial Maciel Degollado, con motivo del
sexagésimo aniversario de su ordenación sacerdotal. En el discurso pronunciado
en italiano dijo: “imparto de corazón al querido padre Maciel y a todos
vosotros que estáis aquí presentes una especial bendición apostólica”.
Atestiguaron
esa bendición papal muchos prelados., de México asistieron el obispo legionario
de Cancún, Pedro Elizondo Cárdenas;
el Arzobispo de Durango, Héctor González Martínez; Emilio Berlie Belaunzarán,
obispo de Yucatán; Mons. Onésimo Cepeda Silva, obispo de Ecatepec; el obispo de
Cuernavaca, Florencio Olvera; y el de Tehuantepec, Felipe Padilla, entre otros.
En
ese momento de los pecados de Maciel nadie dijo nada.
Cualquier
analista que observará el ambiente debía concluir que estas celebraciones en
vida a Maciel confirmaban que la congregación era una de los más cercanas de
Juan Pablo II, incluso más cercana que Los Focolares y el Opus Dei.
Pero-
siempre hay un pero- curiosamente en ninguna de las misas celebradas en honor
de Maciel estuvo presente el cardenal alemán Joseph Ratzinger, quien meses después se convertiría en papa y se
llamaría Benedicto XVI.
De
hecho ya estaba la orden de reabrir el caso. Ya se había nombrado a un fiscal
especializado para que escuchara a las victimas. Y ello se dio a conocer justo
a sólo dos días que el mismo papa le hiciera tantos homenajes y bendiciones a
su amigo Marcial Maciel.
Obviamente
ello provocó que se reabrieran heridas.
José
Barba –una de las victimas- me confirmo que ellos fueron notificados de la
reapertura del caso el 2 de diciembre de
2004 por medio de su abogada, la canonista Martha Wegan.
Un
mes después, en enero de 2005 -ya muy enfermó Juan Pablo II-, y después de
encabezarlos por 64 años, Marcial Maciel dejaba de ser el director general de
la legión por motivos de edad “y por "su deseo de ver florecer en vida a
la congregación bajo la dirección de su sucesor" el sacerdote mexicano Álvaro Corcuera Martínez del Río de 47
años de edad.
Todavía
nadie decía nada de los pecados de Maciel
Pero
el padre Corcuera asumía el cargo, seguramente por recomendación de Maciel: ¡durísima
responsabilidad!
Fue
muy difícil para el joven sacerdote dirigir la Legión, ya que le tocó cargar
–en vida- con todos las presiones del caso de su amigo el padre fundador:
Marcial Maciel Degollado.
Sobretodo
que apenas con tres meses en el cargo dejaba de existir Karol Joseph
Wojtyla, el hoy santo Juan Pablo II. Su deceso ocurrió a 21: 37 horas del sábado 2 de abril de 2005.
Días después, Joseph Ratzinger es nombrado Papa y decide adoptar el nombre de
Benedicto XVI.
El 13 de mayo, el papa nombra a su amigo William Joseph Levada Núñez como presidente para la Congregación de
la Doctrina de la Fe; y un año después Marcial Maciel Degollado fue invitado por dicha Congregación al
retiro sacerdotal, fue suspendido Ad
divinis para ejercer públicamente su cargo ministerial.
La decisión estaba tomada, tenía por lo menos cuatro meses de haberse
resuelto, y seguramente se dio a conocer debido a que la información se filtro
a la revista estadounidense National
catholic Reporter.
El comunicado oficial de la oficina de Prensa del Vaticano: La
Stampa, decía: “Después de haber sometido los resultados de la
investigación a atento estudio, la Congregación para la Doctrina de la Fe, bajo
la guía del nuevo prefecto, Su Eminencia el cardenal William Levada, ha
decidido -teniendo en cuenta tanto la edad avanzada del reverendo Maciel como su débil salud -renunciar a un
proceso canónico e invitar al padre a una vida reservada de oración y
penitencia, renunciando a todo ministerio público. El Santo Padre ha aprobado
estas decisiones. Independientemente de la persona del fundador, se reconoce
con gratitud el benemérito apostolado de los Legionarios de Cristo y de la
asociación Regnum Christi.”
Ese fue el comunicado, no hubo ningún dictamen de la Congregación, por lo
menos no se dio a conocer en ese momento.
Tampoco se dijo
nada del proceso canónigo en contra de Maciel.
Y ante el Comunicado de la Santa Sede la Legión de Cristo - al cargo del
padre Corcuera- respondió con un
comunicado justificando la salida y apoyando al padre Maciel “En relación con
la noticia de la conclusión de la investigación de las acusaciones hechas al
padre Marcial Maciel, nuestro venerado
padre fundador, la Congregación de los Legionarios de Cristo informa cuanto
sigue:
(...)
3. Considerando su avanzada edad y su precario estado de salud, la Santa
Sede decidió no realizar el proceso
canónico e «invitar al padre a una vida reservada de oración y penitencia,
renunciando a todo ministerio público».
(...)
5. Los legionarios y miembros del Movimiento Regnum Christi, a ejemplo del padre Maciel y unidos a él, acogemos y
acogeremos siempre todas las disposiciones de la Santa Sede con profundo
espíritu de obediencia y fe y renovamos nuestro compromiso de trabajar con toda
intensidad para realizar nuestro carisma de la caridad y extender el Reino de
Cristo sirviendo a la Iglesia.”
Fin del comunicado.
Eso fue en el año 2006.
¡La decisión tomada por la Curia vaticana fue severísima!
Sin embargo, la lectura que nos dejó en ese entonces Benedicto XVI es que
no cumplió como muchos hubieran querido: hacer justicia. De ese tema charlé
largo con mi amigo el sacerdote diocesano Antonio
Roqueñí Ornelas (1934-2006).
Además todo parecía que la historia concluiría con el retiro de Marcial por
motivos de edad avanzada, y después en 2006 con la renuncia a una vida de rezos
y penitencias, y porque no-, tiempo después con su deceso el 29 de enero de
2008 se iniciaría un proceso canónico para elevarlo a los altares. Esa era la
estrategia de los Legionarios, encabezados por el padre Corcuera.
Basta ver todos los homenajes que le hicieron después de su muerte: Hubo un
servicio religioso en Universidad Anáhuac que convocó a miles de integrantes de
la congregación, y curiosamente fue encabezada por los sacerdotes Jorge Cortés,
Eduardo Robles Gil – hoy director de
la Legión- y Manuel Torres. Participaron 52 sacerdotes legionarios y 22 de
distintas ordenes; por alguna razón no
acudieron ninguno de altos jerarcas de la Iglesia católica.
El padre Maciel fue sepultado la mañana del sábado 2 de febrero de 2008 en
total hermetismo; sólo asistieron familiares, miembros de esta congregación y
algunos representantes de la jerarquía católica mexicana.
La pregunta que hicimos entonces fue ¿qué pasará después de su muerte de
Maciel? Todo apuntaba que se iniciaría la canonización fast track que estaba preparada.
(Véase “Los pecados del padre Marcial Maciel Degollado” /Fred Alvarez,
en la Revista Código Topo de Excélsior,
junio de 2009).
Pero un año después las cosas cambiaron, gracias al periodismo de
investigación.
La difusión en febrero de 2009 en el periódico The New York Times y el
reconocimiento de la “doble vida” y de la existencia de una hija –Norma Hilda-
fue durísima.
La divulgación de los “pecados de Maciel” no fue un asunto casual, y
seguramente fue resultado de una presión que desde hace varios meses ejercía la
Congregación de la Doctrina de la Fe de la Santa Sede a cargo de Joseph Levada.
A mediados de enero de 2009 y antes de llegar a México al encuentro Mundial
de las Familias con la representación papal, el cardenal Tarcisio Bertone visitó Cancún,– la noche del 12 de enero-, donde
se entrevistó en privado con el obispo legionario Pedro Pablo Elizondo
Cárdenas. seguramente hablaron del tema, al tal grado de que en “círculos
eclesiales circuló la versión de que el cardenal italiano traía un mensaje para
la Legión”.
La información no podía ocultarse más. El padre Marcial Maciel había
llegado demasiado lejos, había cometido varios pecados, aparentemente el mayor
de ellos fue haber dejado descendencia.
Este sería el último clavo en su cruz. Benedicto XVI de alguna manera
empezaba a cumplir un añejo compromiso hecho en privado cuando era prefecto de
la Congregación para la Doctrina de la Fe: hacer justicia.
Ese fue el fin del padre Corcuera como director. A partir de ahí fue un
largo sufrimiento; le tocó cargar con todos los pecados de su antecesor.
Un dato.
Ocurrió que antes de que la información de la doble vida de Maciel se
publicará en los medios- The New York
Times- en un blog fechado el lunes 2
de febrero, el padre Scott Reilly,
director territorial en Atlanta, Georgia, de los Legionarios de Cristo, dijo a
quienes trabajan con él que tenía información de que el Padre Maciel había
tenido “una amante, al menos un hijo y llevó una doble vida”. Y ahí señaló
que “la Legión de Cristo lo ha dejado de
considerar su guía espiritual”.
Un día después la agencia Catholic
News Agency confirmaba la noticia.
Un vocero de los Legionarios, Jim
Fair, dijo :“Hemos aprendido algunas cosas de la vida de nuestro fundador”.
“Son sorprendentes y difíciles de entender. Lo que podemos confirmar es que
hubo aspectos inapropiados para un sacerdote católico”.
Fair concluyó: “Maciel murió hace un año; lo que haya hecho en la tierra
queda ahora entre él y Dios; serán el juicio y la misericordia de Dios las que
se hagan cargo de él”.
Y el miércoles 3 de febrero The New
York Times publicaba la noticia. La
influyente orden había sido cimbrada por nuevas revelaciones de que su
fundador.
Por cierto, hay que reconocer que el periódico menciono que antes de la
difusión el padre Álvaro Corcuera, visitó discretamente sus comunidades y
seminarios religiosos en EU.
De hecho hay que reconocer que el fue quién ordenó separarse de Maciel y
ordenó retirar su imagen de toda la institución. (se hizo oficial meses
después). Lo que hizo Corcuera entonces fue reunirse con varias de la victimas
y pedirles perdón a nombre de la Legión de Cristo por las trapacerías cometidas
por su antecesor.
·
La Carta de Bertone y la intervención de la Santa sede en la Congregación
Un
mese después -30 de marzo de 2009- el padre Álvaro Corcuera dio a conocer una carta de la Curia Vaticana donde
el Papa Benedicto XVI ordena una inspección –léase una visita apostólica-, a
los Legionarios de Cristo.
Recuerdo
que marzo de 2009 el padre Corcuera envió una misiva a los Legionarios de Cristo
donde les decía: “Deseo compartir con ustedes la carta que me escribió el
Eminentísimo Cardenal Secretario de Estado de Su Santidad el pasado 10 de marzo
(de 2009). Ahí el cardenal Tarcisio
Bertone –por cierto cuestionado hoy por presuntos desvíos de dinero- (Véase
Monseñor Tarcisio Bertone en el ojo del
huracán/Fred Alvarez, en la revista Código Topo, 2 de junio de 2014- nos
asegura que el Santo Padre nos renueva su cercanía, “su solidaridad y su
plegaria”, y nos comunica que el Papa ha decidido que se lleve a cabo una
Visita Apostólica de las instituciones de los Legionarios de Cristo.
He
agradecido cordialmente al Santo Padre esta ulterior ayuda que nos ofrece para
afrontar las actuales vicisitudes relacionadas con los hechos graves en la vida
de nuestro padre fundador que ya fueron objeto de las investigaciones de la
Congregación de la Doctrina de la Fe concluidas en mayo de 2006, y los que han
salido a la luz más recientemente.
Estamos
profundamente apenados y pedimos sincero perdón a Dios y a quienes hayan sido
lastimados por este motivo…”
Meses después -1 de septiembre- en una carta dirigida a los miembros y
amigos de la Legión de Cristo y el movimiento Regnum Christi, dos directores de
esta congregación en EU revelaron que muchos legionarios, al conocer la doble
vida de su fundador, Marcial Maciel, han tenido “experiencias de shock, ira,
negación y temor, de modo humano y espiritual”.
Scott Reilly, director territorial de Atlanta, y Julio Martí, director territorial de
Nueva York de los Legionarios lamentan las revelaciones que se han hecho sobre
su fundador y dan a conocer las medidas establecidas para su futuro, como
supervisar a quienes tratan con niños y establecer un sistema profesional de
administración de negocios a cargo de un grupo externo.
Dicen en esa misiva que el padre
Álvaro Corcuera, ha empezado a reunirse en privado con quienes “él sabe han
sufrido más, ofreciéndoles una sentida disculpa y consuelo, y por lo que
comenta, es algo que seguirá haciendo”.
Fueron
tiempos difíciles para la Legión
Además
el cardenal De Paolis nunca lo vio bien. En un
informe privado enviado al papa Benedicto XVI se expresa así del
Corcuera: “El actual superior general, que algunos
consideran demasiado ligado al fundador, es asimismo estimado por casi
todos por su bondad y paciencia, pero no tiene gran capacidad de gobierno y de
guía de la misma congregación.” (El
texto está en el libro “Su Santidad. Las cartas secretas de Benedicto XVI”, de
la editorial Chiarelettere.).
Era
evidente que Corcuera estaba condenado a salir.
Tres
años después en octubre de 2012 se retira de la Congregación. Mediante una
carta pidió un período de ausencia del cargo que le fue concedido por el
Cardenal Velasio De Paolis. La misiva del padre Corcuera -en ingles- y fechada
el 9 de octubre en Roma es elocuente ahí explica las razones de su retiro:
"Aunque no tengo una enfermedad grave, hace falta alguien que esté en
plenas facultades de salud".
Quedó
en su lugar el vicario general, P. Sylvester Heereman LC, quién asumió las funciones hasta en tanto no
se convocara a un Capítulo general que tuvo lugar en enero de 2014.
Según
Corcuera, tomó la decisión de anunciar su retiro luego de sostener
conversaciones con diversos sacerdotes, con el delegado pontificio y tras haber
meditado la Constituciones de los Legionarios, el reglamento interno de la
congregación.
Sin
embargo, Corcuera en ese momento no sabía de su grave enfermedad. Se pensaba
entonces que los problemas de salud eran consecuencia de estos años
especialmente marcados por situaciones difíciles, tensiones y sufrimientos.
La salud del
padre Corcuera
Sin
embargo, el 30 de diciembre de 2012 el sacerdote legionario fue ingresado en un
hospital de Hartford, Connecticut, EU, padecía fuertes dolores de cabeza. Había
pasado la navidad con la comunidad de Cheshire, y tenía pensado visitar otras
comunidades de ese país, no fue posible.
Entonces, los
médicos descubrieron una masa anormal en su cerebro. El padre fue operado el jueves 3 de
enero de 2013 en la Clínica Mayo en
Jacksonville, Florida, en la que se le extirpó un tumor cancerígeno del
cerebro. Fue sometido a duras
radiaciones y quimioterapias.
Escribí
entonces en La Silla Rota mis
deseos de que mejorará y recuperará su
salud. Recuerdo que por lo menso hasta el 10 de enero, no hubo ningún telegrama
o comunicado de la Santa Sede, o del mismo cardenal De Paolis, deseando
parabienes por la salud del padre Corcuera.
Lamentable.
Y
debemos decir que aún con su enfermedad el padre Corcuera pudo participar en el
Capítulo General de los Legionarios de Cristo a inicios de 2014, donde se
nombra a una nueva directiva encabezada por Eduardo Robles Gil Orvañanos LC, mexicano de 61 años de edad.
Sin
embargo, la enfermedad nunca lo dejo. “Hace unos días fui sometido a unos
análisis y los médicos han constatado que el tumor cerebral ha vuelto a
aparecer. En el estado actual, sólo es posible recurrir a cuidados paliativos.
Soy consciente de acercarme a la meta final de la vida y les pido que me
encomienden en sus oraciones”, escribió al final de sus el padre Corcuera en un
mensaje a todos los miembros de la Legión.
“Dios no deja de acompañarme de cerca en estos
momentos con su fuerza y su paz. Pido también por todos los enfermos y sus
familiares y en especial a todos los miembros del Movimiento que padecen alguna
enfermedad grave”, apuntó.
Los
últimos días de su vida los decidió pasar en México
Las reacciones
de su deceso no son muchas
Eduardo
Robles-Gil escribió en una carta desde Roma a los miembros de la Legión de
Cristo y del Regnum Christi "Los invito a todos a ofrecer misas y
oraciones para encomendar su alma a Dios y agradecer al Señor por la vida de
este padre, hermano y amigo que ha sido nuestro Director General durante los
nueve años más difíciles de nuestra historia".
La
Legión puso en la red un libro de condolencias. Pude leer sólo tres esquelas
sobre su deceso; una de ellas de la Fundación Carlos Slim y la otra de Los
Legionarios de Cristo.
El
papa Francisco no dijo nada, todavía. La
Conferencia del Episcopado Mexicano, tampoco.
Es
increíble
Lamento
mucho el deceso del padre Corcuera; su pecado fue la lealtad que le tuvo a su
predecesor. Seguramente sufrió mucho, no creyó en un principio en los pecados
de Maciel: “hemos expresado también nuestro perdón por no haber creído”
Le
pregunta Ciro Gómez Leyva en una entrevista telefónica al padre Corcuera en
marzo de 2010
-¿Cómo
te sientes, Álvaro? Finalmente hicieron este deslinde, a mi juicio claro, de
Maciel?
La
respuesta fue: “Me es muy difícil expresarlo. Siento que no tengo derecho a
manifestar lo que he sufrido, y lo que hemos sufrido como congregación: la ofuscación, la tristeza, el dolor, la
pena profunda. Yo no quisiera expresar que lógicamente me las he pasado muy
mal, pero estoy muy sereno, tranquilo de conciencia, porque hemos buscado
actuar de conciencia, con todos los errores y limitaciones. Me siento con mucho dolor, con muchísima
pena. Es algo que yo nunca hubiera imaginado el día cuando fui elegido. Si
hubiera sabido todo lo que iba a venir, pues creo que hubiera habido un
funeral, me hubiera dado un infarto. Pero, sin embargo, estoy muy orgulloso de
esta familia. Estoy muy, muy feliz con todo lo que veo en mis hermanos, en la
sociedad. Me siento, por un lado, con muchísimo dolor, con muchísima
responsabilidad. No quiero pensar en lo que yo esté pasando, sino en las
personas que han sufrido, en todos estos hombres que han tenido situaciones de
profundo dolor, profunda pena, y daría la vida por poder suavizar la carga y el
sufrimiento de tantas otras personas.” (Milenio, 30 de marzo de 2010).
Descanse
en paz el padre Álvaro Corcuera Martínez del Rio.
Nota final:
PD1.
Este jueves 3 de julio la Santa Sede nombrará a
un especial “asistente” para que vigile de cerca la nueva etapa en la
vida de la congregación de Los Legionarios de Cristo; sien embargo, esa persona
“no participaría en el gobierno, el gobierno de la congregación es autónomo,
será un asistente externo. Todavía no sabemos quién es”, aclaró Eduardo
Robles-Gil en una entrevista difundida
en el sitio web de los Legionarios.
Este
jueves – en el momento que aparezca este texto- habrá una reunión de la cúpula
legionaria, junto con los miembros del instituto religioso residentes en Roma,
con el cardenal Joao Braz de Aviz y
el arzobispo José Rodríguez Carballo, respectivamente prefecto y secretario de
la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida
Apostólica del Vaticano.
Por
cierto, los cambios en la legión continúan. Hasta hoy la Santa Sede no se ha
pronunciado todavía respecto del nuevo texto de las Constituciones, que fue
entregado para su revisión y eventual aprobación después del Capítulo. Hoy
habrá noticias, seguramente.
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