4 ene 2015

La “grilla” deja a 50 mil niños sin jugar beisbol

 Revista Proceso No. 1992, 3 de enero de 2014
La “grilla” deja a 50 mil niños sin jugar/BEATRIZ PEREYRA
Los diferendos entre la Federación Mexicana de Beisbol y el programa Williamsport –que organiza la Serie Mundial de Ligas Pequeñas– provocaron una fisura en el deporte infantil que ya afectó a las ligas más importantes del país y la participación de mexicanos en certámenes de primera magnitud. Las causas están en la omnipotencia de los federativos y la displicencia de las autoridades, quienes renuncian a mediar en las pugnas.
 El conflicto entre los representantes del programa Williamsport y la Federación Mexicana de Beisbol (Femebe) mantiene a alrededor de 50 mil niños y jóvenes impedidos o amenazados para participar en los torneos nacionales e internacionales que avala esta institución dirigida por Alonso Pérez desde hace más de dos décadas.
 Sin importar que el veto sobre los peloteros contravenga el artículo cuarto de la Constitución –el cual garantiza que “toda persona tiene derecho a la cultura física y a la práctica del deporte. Corresponde al estado su promoción, fomento y estímulo conforme a las leyes en la materia”–, desde 2012 Pérez ha sancionado a quienes participan en los torneos del programa Williamsport.
 Uno de los casos más representativos es el del equipo de la Liga Infantil y Juvenil Municipal de Tijuana, el cual en agosto de 2013 finalizó en el tercer lugar del torneo conocido como Serie Mundial de Ligas Pequeñas. Cuando los 25 jugadores que disputaron dicho certamen se presentaron en las instalaciones de su liga para la temporada 2014, les informaron que ya no podían entrar.

 Fueron expulsados por órdenes de Pérez, quien mediante el oficio FMB/086/12 determinó que toda liga, equipo o jugador parte del programa Ligas Pequeñas de México Williamsport no podrá participar en el beisbol federado, es decir, en la Olimpiada Nacional y en los torneos regionales, nacionales e internacionales de las categorías desde los cinco a los 18 años que organizan, sancionan y avalan la Femebe y la Federación Internacional de Beisbol, organismo del cual Pérez es vicepresidente.

El presidente de la Liga, Óscar Zamarrón, y el presidente de la Asociación Estatal de Beisbol de Baja California, Freddy Lugo Valenzuela, obedecieron ciegamente a Pérez y castigaron a los niños que apenas unos meses antes presumieron su tercer lugar en la Serie Mundial de Ligas Pequeñas.

En noviembre pasado el presidente de la Liga Municipal de Tijuana hizo oficial el castigo a los jugadores: durante dos años no podrán formar parte de ninguna selección de la liga, los peloteros deberán participar en un draft para que se les asignen nuevos equipos, pagarán una multa cuyo monto aún no se ha definido y lo peor: los padres de los menores entregarán una carta donde pidan perdón por haber participado en el programa Williamsport, además de presentar un documento para garantizar que se dieron de baja de Ligas Pequeñas de México.

Hasta ahora, unos cinco o seis padres de familia aceptaron esas condiciones. El resto prefirió pedir ayuda al gobierno estatal para que les asigne unos terrenos donde puedan comenzar a trabajar en una nueva liga.

La Liga Municipal de Tijuana es una de las más grandes e importantes de México. Históricamente sus equipos han aportado jugadores a las distintas selecciones nacionales. Se considera un semillero.

“Lo que está pasando en Baja California es lo que está ocurriendo en otros estados. Mire, el gobernador instruyó al director del deporte, Saúl Castro para que arreglara el problema. El Congreso local modificó la ley estatal del deporte para eliminar los recovecos que le permitían a la Asociación sancionar niños, pero sigue haciendo lo que quiere. La CAAD (Comisión de Apelación y Arbitraje Deportivo) ya suspendió a Freddy Lugo, pero los padres de familia me dijeron que la comisión reestructuradora la están armando los mismos a quienes la CAAD está sancionando. Es pura simulación. ¡Cómo es posible que Castro permita que los niños pidan perdón por haber jugado!”, dice Guillermo Alvarado, presidente de la región 6 de Ligas Pequeñas de México Williamsport.

La animadversión de Pérez contra quienes dirigen Williamsport en México se extendió por varios estados. En este programa de beisbol participan entre 220 y 240 ligas de todo el país. A lo largo del año se realizan distintos torneos regionales y nacionales. Al final, el equipo ganador es el que viaja a South Williamsport, Pensilvania, para representar a México –aunque no como selección nacional, porque se trata de un evento privado en el cual participan equipos de ligas privadas de Estados Unidos y de todos los continentes.

En Tamaulipas el presidente de la Asociación de Beisbol, Renán Martínez, se encargó de repartir oficios en los cuales advertía a todas las ligas del estado de las sanciones si continuaban participando en los torneos de Williamsport. Las tres ligas más importantes de este torneo, la Matamoros, la Treviño Kelly de Reynosa y la de Nuevo Laredo se rehusaron a obedecer. De ahí salen los jugadores que forman la selección estatal que participa en la Olimpiada Nacional.

A Martínez no le quedó más remedio que doblar las manos. Las tres ligas siguen participando en Williamsport, pero como las ligas del sur del estado son de bajo nivel y rara vez aportan un pelotero de gran calidad, el federativo sí las vetó, como a la Liga Huasteca de Tampico.
 “Sólo le toman el pelo a la autoridad. Los niños no les importan. Renán no castiga a los que le sirven porque se quedaría sin equipo para la Olimpiada Nacional, pero sí a los que siente que no le aportan nada. El hecho es que no todos los niños pueden ser seleccionados nacionales o estatales y mientras más torneos haya, no importa si los organiza la Femebe o nosotros, que haya espacios para que todos puedan jugar. Alonso Pérez sólo ha sembrado división en el beisbol mexicano, ya está peleado con la Liga Mexicana. Recordemos qué pésima selección armó para los Juegos Centroamericanos. ¿Por qué no respeta la ley? ¿Por qué no deja que cada quien juegue donde quiera?”, cuestiona Alvarado.
 La historia se repite en estados como Yucatán, Quintana Roo, Veracruz, Puebla, Tlaxcala y Morelos, donde equipos de distintas ligas que habían participado en las eliminatorias de los torneos de Williamsport cancelaron de última hora su participación por la amenaza de ser vetados.
 “Es increíble cómo obedecen a Alonso Pérez. Estados como Tlaxcala y Morelos, donde el beisbol no está tan desarrollado, de todas maneras tienen que llevar a sus equipos a la Olimpiada Nacional. Van los niños, en dos días juegan cuatro partidos y les dan cuatro palizas. Se van y no vuelven a jugar todo el año, pero ellos podrían estar jugando en nuestros torneos, porque este deporte se trata de eso, de que los niños jueguen. Estados así no aspiran ni a que sus niños integren una selección, ¿por qué obedecen?”
 Historia de mezquindad
 El origen del problema entre la Femebe y quienes dirigen el programa Ligas Pequeñas de México Williamsport surgió cuando en 2010 la Femebe sancionó a la Liga Petrolera del Distrito Federal. Esta organización realizó elecciones internas para nombrar presidente. Contendió Carlos Buenrostro, quien ya fungía como presidente de la Asociación de Beisbol Infantil y Juvenil del DF. Como no ganó, impugnó la elección en la que fue designado Antonio Pagaza.
 Entonces comenzó el veto a la Liga Petrolera. La Femebe ordenó a los dirigentes de Williamsport que no invitaran a sus torneos a esta liga porque estaba castigada por, supuestamente, haber hecho trampa en las elecciones.
 “Nosotros investigamos y la elección fue limpia. La presidenta del colegio electoral, que era gente de Buenrostro, le dio legalidad a la elección. No hubo tal trampa. Yo como responsable de la región 6 –donde está el DF– no hice caso a los oficios de Pérez, porque viola los derechos de los niños. Primero recibí una llamada muy amable de Carlos López Villagrán, vicepresidente de la Femebe, para que no los dejara jugar. Después ya fueron amenazas. Y de ahí empezó una campaña de terror. Enrique Mayorga (vicepresidente de la Femebe) va a todas las ligas a amenazar.
 “No estamos haciendo nada que falte a sus estatutos, pero como ellos ordenaron algo y no les hicimos caso, toman estas acciones.
 “Alonso le pidió a Pepe Maiz (director de Williamsport México) que nos separara de nuestros cargos (a él y a los presidentes de las regiones 5 y 10). Pidió en la oficina principal de Williamsport que nos quitaran, pero no pudo porque no cometimos ninguna falta.
 “Nosotros primero por solidaridad no vetamos a la Petrolera, pero después la liga se amparó. Alonso no entiende que uno no puede violar la ley, que hacerle caso era caer en desacato ante un juez. Y así nos hemos ido, obligaron a la Liga Olmeca a dejar de ser sede de un torneo que ya estábamos a punto de iniciar. Como la Liga Maya nos acogió, la castigaron. Y a donde quiera que haya un torneo de nosotros llegan a castigar, a amenazar, y hemos estado así durante cuatro años.”
 En este tiempo ha tocado todas las puertas posibles para poner fin a esta situación, dice Guillermo Alvarado. Ha ido a la CAAD, donde las resoluciones, asienta, nunca favorecen a los afectados. Asevera que el organismo responsable de impartir justicia en el deporte (encabezado por Rafael Rodríguez Sánchez) no tiene voluntad de llamar al orden a Pérez, si bien reconoce que por escrito no ha iniciado ningún proceso contra el titular de la Femebe, porque lo considera estéril.
 “La CAAD nunca nos dice que no nos va a ayudar, pero en los hechos no encontramos respuesta. Alonso Pérez tiene poderes ilimitados. Los casos de Tamaulipas, el de la Liga Maya y el de la Petrolera sí están en la CAAD, pero les conceden una suspensión provisional. Dizque ordenan un castigo, pero nunca pasa nada. Tenemos cuatro años peleándonos en lo deportivo y es una burla. El titular de la CAAD decía que había toda la intención de resolver el asunto que ya es grande y añejo, pero no ayuda.”
 Alvarado también mandó una carta a Angélica Rivera –esposa del presidente Peña Nieto– para solicitar su intervención como presidenta honoraria del DIF, arguyendo que se están violando los derechos de los niños. No hubo respuesta. Se reunió con el subdirector general de Calidad para el Deporte de la Comisión Nacional del Deporte (Conade), Othón Díaz Valenzuela, pero el resultado del encuentro fue todavía más desalentador.
 “No quiero ofender a nadie, pero me pareció muy tibia y cómoda su postura. Entiendo que la Femebe es una asociación civil, pero la Conade le da recursos públicos. Nos dicen que Alonso está mal, que el tipo es de lo peor, que es nefasto, que ya se tiene que ir porque es lo sano para el beisbol y no aporta nada, pero ‘no lo podemos quitar, quítenlo ustedes’. Me dijeron: ‘Los invitamos a que vayan estado por estado a cabildear para que cuando haya elecciones quede gente que no sea afín a Alonso Pérez’. Oiga, si no somos políticos ni tenemos el tiempo ni el dinero. Si ellos mismos dicen que está maltratando al deporte y a quienes lo practican, ¿por qué le siguen dando dinero?”
Así, ni Alvarado ni nadie que participe en el programa Williamsport seguirán enfrentando a Pérez. Tomaron la decisión de crear torneos ciudadanos en los que pueda participar cualquier niño o joven.
Hasta ahora 22 estados respondieron a la convocatoria: Guanajuato, Michoacán, Hidalgo, Estado de México, Jalisco, Oaxaca, Chiapas, Quintana Roo, Yucatán, Campeche, Tabasco, Veracruz, Puebla, Tlaxcala, Tamaulipas, Morelos, Guerrero, DF, Baja California, Chihuahua, San Luis Potosí y Sinaloa.
Los participantes no crearán ningún organismo, simplemente realizarán torneos en las mismas categorías y fechas que la Femebe. En febrero próximo comenzarán los regionales para que en mayo –cuando se realizará la Olimpiada Nacional– este grupo lleve a cabo la Serie Nacional de la Amistad.
“Ya estamos preparando el manual operativo. De entre todos los participantes, vamos a sacar una selección nacional. Serán los mejores niños por posición, sin favoritismo, sin ayudar al hijo o nieto de alguien. En mayo organicé una selección que se fue a Italia. Fueron sólo los niños que pudieron pagar. Hoy les vamos a dar nosotros el dinero. Somos mucha gente y estamos juntando el dinero. Los niños van a viajar como seleccionados aunque no nos avale la Femebe, el gobierno, ni haya protocolo de abanderamiento. No podemos utilizar el nombre de México, pero iremos a todos los países donde nos invitan. Vamos a hacer beisbol, que todos los que quieran jueguen.”
El directivo de Williamsport adelanta que a ningún participante se le cobrará por jugar y distintos alcaldes ya aceptaron prestar instalaciones para disputar los partidos. Quienes quieran ser sede de un torneo tendrán que presentar un proyecto de comercialización para que los eventos sean autofinanciables, y si hay alguna ganancia se la quedarán los organizadores.
“Esto no lo hacemos como Ligas Pequeñas. Lo hacemos como ciudadanos. Somos padres de familia que queremos que nuestros hijos jueguen. Tenemos los espacios que nos facilitan los gobiernos estatales y municipales y sabemos organizarnos. A los padres les ofrecemos trabajar, rifar un coche para hacer los viajes al extranjero. Las ligas que sean sedes deben crear un espacio donde vender comida para los participantes y de ahí hacerse de recursos, para que con eso se paguen los gastos el torneo y se haga el fondo para que los chavos viajen o se compren uniformes. Ya hicimos una prueba piloto en la Petrolera. Fueron casi 100 partidos. Todo se pagó de lo que ellos vendieron.
“No vamos a crear ninguna asociación civil para no empoderar a nadie, para no convertirnos en un Alonso Pérez. Vamos a existir sólo para jugar. Que no se desvíen los propósitos fundamentales y no estemos jodiendo deportistas. Nuestra organización no será botín de nadie”, sentencia Alvarado.

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