PVEM
denuncia a titular de Fepade ante PGR
El senador Pablo
Escudero acudió este lunes 7 de diciembre a las instalaciones de la PGR, en Paseo de la Reforma 211, para
presentar una denuncia en contra de Santiago Nieto Castillo, titular de la
Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (FEPADE), por
revelar información de una averiguación previa y mantener un conflicto de
interés en el cargo.
Dijo el Senador que lo están denunciando por “no haber resguardado la presunción de
inocencia, de haber violado más de 10 artículos y evidentemente ponemos esta
conducta de conflicto de interés, porque a la investigación que deberá de
abrirse de una averiguación previa, pues existe un elemento contundente que es
que el señor recibía más de un millón de pesos por parte del PRD”
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Qué dicen las columnas políticas, hoy del fiscal?
SANTIAGO, USTED ES UN TRAMPOSO, DISCÚLPESE Y VÁYASE A CASA/Ciro Gómez Leyva
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Qué dicen las columnas políticas, hoy del fiscal?
SANTIAGO, USTED ES UN TRAMPOSO, DISCÚLPESE Y VÁYASE A CASA/Ciro Gómez Leyva
El Universal,
Ahora resulta que es una sucia maniobra del PRI y el Verde para cobrarse una venganza. Ahora resulta que engañar al Senado para obtener un beneficio personal es peccata minuta frente a la malignidad de los acusadores.
El fiscal de delitos electorales, Santiago Nieto, con la complicidad del PRD, incurrió en una conducta tramposa: ocultó información que, muy probablemente, le habría impedido ocupar el cargo que hoy ejerce. Infringió maliciosamente el código ético del juego.
Hasta unos días antes de ser elegido fiscal por el Senado, el académico de la UNAM Santiago Nieto trabajaba con y para la fracción del PRD en el propio Senado. Era asesor, cobraba 60 mil pesos mensuales, como documentó EL UNIVERSAL el viernes y reconoció ese mismo día el líder de los senadores perredistas, Miguel Barbosa. Se dirá que no hay ilegalidad, pero al señor Nieto le pareció nimio, innecesario, incluir ese dato en el currículum que entregó al Senado para contender. Y el PRD “supuso” que todo mundo lo sabía, por lo que tampoco alertó sobre los servicios de su asesor y candidato a fiscal. PRD: cómplice y encubridor.
El asunto se vuelve escandaloso con la respuesta de Nieto a la publicación de EL UNIVERSAL. Tras explicar que tenía varias chambas de asesor, escribió esta perla del cinismo: “Describir todos y cada uno de los contratos de prestación de servicios suscritos como profesional no es el objeto central de una síntesis curricular, que pretende informar sobre el conocimiento y experiencia en una materia”.
¡Era irrelevante informar que trabajaba con y para unos senadores que iban a votar y votaron por él! ¡Era irrelevante no decírselo a los demás partidos! ¡Qué pedazo de cinismo es ese! Pero allá el señor Nieto y su universo ético. Lo significativo es que estamos ante la que quizá sea la mayor trampa en la elección de un titular de un órgano presuntamente autónomo y neutral. Si le queda un gramo de sinceridad y franqueza, el fiscal Nieto tendría que ofrecer una disculpa y renunciar. ¿O piensa que con una campaña de medios su credibilidad quedará intacta? ¿Creerá que un fiscal así de tramposo es la figura idónea para los comicios presidenciales de 2018?
Que desaparezca el Partido Verde, que se pudra el PRI y que Arturo Escobar vaya a la cárcel. Al diablo con ellos. Aquí estamos hablando de un gran tramposo que, encubierto por un partido político, ocultó información para ganar.
Señor fiscal: por supuesto que hay un conflicto de interés; usted es un tramposo y un tramposo no puede encabezar una fiscalía; y menos una electoral en el país del inagotable encono y conflicto electoral.
Resarza su mala conducta. Váyase, Santiago. No tiene derecho a contaminar así la vida pública.
MENOS DE 140. Veces que uso el término tramposo en este texto: 7, incluido el título.
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¡EL FISCAL NIETO COMETIÓ FRAUDE!/Ricardo Alemán
El Universal
Cuando voces interesadas “le pusieron la cama” al senador Raúl Cervantes —para impedir que se convirtiera en ministro de la Corte—, los siempre oportunos legisladores del PAN y del PRD se encargaron de moldear el sensato discurso legislativo.
Que por la salud de la República, del Senado y de la Corte no dejarían pasar a un legislador con probada lealtad al presidente y al PRI, para convertirse en ministro de la Corte.
Luego, las voces interesadas —entre las que estaban los mismos que burlaron al Congreso al convertir en diputado federal al criminal Julio César Godoy—, inventaron la tomada de pelo identificada como “ni cuates ni cuotas” a la Corte, que finalmente rindió los frutos esperados.
De esa manera, las manos interesadas tumbaron de manera definitiva las candidaturas a la Suprema Corte del senador Raúl Cervantes y de la magistrada María del Carmen Alanis. El argumento: que Cervantes y Alanis eran cuotas y cuates del presidente y del PRI. Y por pura curiosidad, todos los que se opusieron a las cuotas partidistas, apoyan las cuotas de género.
Y entre los prohombres promotores de la pureza en la Corte se encontraban nada menos que los jefes parlamentarios del PRD y del PAN en el Senado: Miguel Barbosa y Fernando Herrera, además del azul Fernando Yunes y el moreno Javier Corral. Todos blandieron sesudos argumentos a favor de la pureza política y judicial, no sin prometer dar la vida por la justicia, honestidad, transparencia y la salud de la República.
Lo curioso es que a pesar de que todos o casi todos los citados —y muchos otros—, se habían declarado “cruzados” y defensores de la pureza política, la justicia, honestidad, transparencia y la salud de la República, todos fueron ciegos, sordos, mentirosos y tramposos cuando Santiago Nieto Castillo buscó ser designado fiscal de la Fepade. ¿Por qué solaparon el engaño? ¿Por interés político?
Ahora resulta que los senadores Barbosa, Herrera, Yunes y Corral, entre muchos otros, ya no se acuerdan que la salud de la República reclama pureza, honestidad, justicia y transparencia. Resulta que los “apaches” del PAN y del PRD ya perdieron la vista, el oído y hasta la razón.
A todos se les olvidó que se habían proclamado “cruzados” y “escuderos” del “no a las cuotas y los cuates”. Y nadie vio los documentos públicos que confirman que Santiago Nieto cometió fraude.
Y es que según el artículo 386 del Código Penal Federal, “comete el delito de fraude el que engañando a uno, alcanza un lucro indebido”. Como demostró EL UNIVERSAL —y luego otros medios—, el fiscal Nieto engañó a muchos, no sólo a uno, al omitir dolosamente información que lo hacía inelegible para el cargo de fiscal de la Fepade. Y la figura de fraude se cumple perfectamente, porque el cargo y el salario que percibe por su desempeño como fiscal, son el lucro indebido.
En realidad, si los senadores preocupados por la salud de la República fueran honestos, congruentes, transparentes y si no han perdido los sentidos de la vista y el oído —y si no han perdido la razón—, deben despedir al fiscal Nieto; deben acusarlo como presunto responsable del delito de fraude a instituciones del Estado como el Senado, la Fepade, la PGR y, sobre todo, por defraudar a los mandantes, que son los ciudadanos.
Lo demás, es grilla engañabobos.
Al tiempo.
EN EL CAMINO. Por cierto, dos de los jueces que empujan la caída del presidente del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, Edgar Elías, son “borregos” del “establo” de AMLO. Curioso, cuando se acerca la fecha para liberar la información de los Segundos Pisos. ¡Apesta!
Ahora resulta que es una sucia maniobra del PRI y el Verde para cobrarse una venganza. Ahora resulta que engañar al Senado para obtener un beneficio personal es peccata minuta frente a la malignidad de los acusadores.
El fiscal de delitos electorales, Santiago Nieto, con la complicidad del PRD, incurrió en una conducta tramposa: ocultó información que, muy probablemente, le habría impedido ocupar el cargo que hoy ejerce. Infringió maliciosamente el código ético del juego.
Hasta unos días antes de ser elegido fiscal por el Senado, el académico de la UNAM Santiago Nieto trabajaba con y para la fracción del PRD en el propio Senado. Era asesor, cobraba 60 mil pesos mensuales, como documentó EL UNIVERSAL el viernes y reconoció ese mismo día el líder de los senadores perredistas, Miguel Barbosa. Se dirá que no hay ilegalidad, pero al señor Nieto le pareció nimio, innecesario, incluir ese dato en el currículum que entregó al Senado para contender. Y el PRD “supuso” que todo mundo lo sabía, por lo que tampoco alertó sobre los servicios de su asesor y candidato a fiscal. PRD: cómplice y encubridor.
El asunto se vuelve escandaloso con la respuesta de Nieto a la publicación de EL UNIVERSAL. Tras explicar que tenía varias chambas de asesor, escribió esta perla del cinismo: “Describir todos y cada uno de los contratos de prestación de servicios suscritos como profesional no es el objeto central de una síntesis curricular, que pretende informar sobre el conocimiento y experiencia en una materia”.
¡Era irrelevante informar que trabajaba con y para unos senadores que iban a votar y votaron por él! ¡Era irrelevante no decírselo a los demás partidos! ¡Qué pedazo de cinismo es ese! Pero allá el señor Nieto y su universo ético. Lo significativo es que estamos ante la que quizá sea la mayor trampa en la elección de un titular de un órgano presuntamente autónomo y neutral. Si le queda un gramo de sinceridad y franqueza, el fiscal Nieto tendría que ofrecer una disculpa y renunciar. ¿O piensa que con una campaña de medios su credibilidad quedará intacta? ¿Creerá que un fiscal así de tramposo es la figura idónea para los comicios presidenciales de 2018?
Que desaparezca el Partido Verde, que se pudra el PRI y que Arturo Escobar vaya a la cárcel. Al diablo con ellos. Aquí estamos hablando de un gran tramposo que, encubierto por un partido político, ocultó información para ganar.
Señor fiscal: por supuesto que hay un conflicto de interés; usted es un tramposo y un tramposo no puede encabezar una fiscalía; y menos una electoral en el país del inagotable encono y conflicto electoral.
Resarza su mala conducta. Váyase, Santiago. No tiene derecho a contaminar así la vida pública.
MENOS DE 140. Veces que uso el término tramposo en este texto: 7, incluido el título.
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¡EL FISCAL NIETO COMETIÓ FRAUDE!/Ricardo Alemán
El Universal
Cuando voces interesadas “le pusieron la cama” al senador Raúl Cervantes —para impedir que se convirtiera en ministro de la Corte—, los siempre oportunos legisladores del PAN y del PRD se encargaron de moldear el sensato discurso legislativo.
Que por la salud de la República, del Senado y de la Corte no dejarían pasar a un legislador con probada lealtad al presidente y al PRI, para convertirse en ministro de la Corte.
Luego, las voces interesadas —entre las que estaban los mismos que burlaron al Congreso al convertir en diputado federal al criminal Julio César Godoy—, inventaron la tomada de pelo identificada como “ni cuates ni cuotas” a la Corte, que finalmente rindió los frutos esperados.
De esa manera, las manos interesadas tumbaron de manera definitiva las candidaturas a la Suprema Corte del senador Raúl Cervantes y de la magistrada María del Carmen Alanis. El argumento: que Cervantes y Alanis eran cuotas y cuates del presidente y del PRI. Y por pura curiosidad, todos los que se opusieron a las cuotas partidistas, apoyan las cuotas de género.
Y entre los prohombres promotores de la pureza en la Corte se encontraban nada menos que los jefes parlamentarios del PRD y del PAN en el Senado: Miguel Barbosa y Fernando Herrera, además del azul Fernando Yunes y el moreno Javier Corral. Todos blandieron sesudos argumentos a favor de la pureza política y judicial, no sin prometer dar la vida por la justicia, honestidad, transparencia y la salud de la República.
Lo curioso es que a pesar de que todos o casi todos los citados —y muchos otros—, se habían declarado “cruzados” y defensores de la pureza política, la justicia, honestidad, transparencia y la salud de la República, todos fueron ciegos, sordos, mentirosos y tramposos cuando Santiago Nieto Castillo buscó ser designado fiscal de la Fepade. ¿Por qué solaparon el engaño? ¿Por interés político?
Ahora resulta que los senadores Barbosa, Herrera, Yunes y Corral, entre muchos otros, ya no se acuerdan que la salud de la República reclama pureza, honestidad, justicia y transparencia. Resulta que los “apaches” del PAN y del PRD ya perdieron la vista, el oído y hasta la razón.
A todos se les olvidó que se habían proclamado “cruzados” y “escuderos” del “no a las cuotas y los cuates”. Y nadie vio los documentos públicos que confirman que Santiago Nieto cometió fraude.
Y es que según el artículo 386 del Código Penal Federal, “comete el delito de fraude el que engañando a uno, alcanza un lucro indebido”. Como demostró EL UNIVERSAL —y luego otros medios—, el fiscal Nieto engañó a muchos, no sólo a uno, al omitir dolosamente información que lo hacía inelegible para el cargo de fiscal de la Fepade. Y la figura de fraude se cumple perfectamente, porque el cargo y el salario que percibe por su desempeño como fiscal, son el lucro indebido.
En realidad, si los senadores preocupados por la salud de la República fueran honestos, congruentes, transparentes y si no han perdido los sentidos de la vista y el oído —y si no han perdido la razón—, deben despedir al fiscal Nieto; deben acusarlo como presunto responsable del delito de fraude a instituciones del Estado como el Senado, la Fepade, la PGR y, sobre todo, por defraudar a los mandantes, que son los ciudadanos.
Lo demás, es grilla engañabobos.
Al tiempo.
EN EL CAMINO. Por cierto, dos de los jueces que empujan la caída del presidente del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, Edgar Elías, son “borregos” del “establo” de AMLO. Curioso, cuando se acerca la fecha para liberar la información de los Segundos Pisos. ¡Apesta!
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