El
Papa y Kiril: el primer e histórico encuentro será en Cuba/Andrea Tornielli.
Vatican Insider, 05/02/2016
El
abrazo entre el Pontífice y el Patriarca de Moscú se llevará a cabo en la
capital cubana, antes del viaje de Bergoglio que comienza la próxima semana: lo
anunciaron contemporáneamente el Vaticano y el Patriarcado ruso. Lombardi:
ocasión extraordinaria
LAPRESSE
El
Patriarca ortodoxo Kiril en la catedral de Moscú
El
próximo viaje de Papa Francisco a México se tiñe de ecumenismo. Se acaba de
anunciar que el Pontífice se reunirá en La Habana, Cuba, con el Patriarca de
Moscú y de todas las Rusias, Kiril, antes de dirigirse a la Ciudad de México.
Nunca se ha verificado un encuentro entre un obispo de Roma y un obispo de la
que es llamada la «tercera Roma», después de la sede de los sucesores de Pedro
y Andrés, es decir Constantinopla. Durante una conferencia de prensa, el padre
Federico Lombardi, portavoz vaticano, indicó que el próximo 12 de febrero Papa
Francisco partirá antes de Roma para dirigirse a Cuba, antes de llegar a la Ciudad de México.
Llegará a La Habana a las 14 hora local.
«La
Santa Sede y el Patriarcado de Moscú tienen el placer de anunciar que, por gracia
de Dios, Su Santidad el Papa Francisco y Su Santidad el Patriarca Kirill de
Moscú y toda Rusia, se encontrarán el próximo 12 de febrero. El encuentro se
realizará en Cuba, donde el Papa hará escala antes de su viaje a México, y
donde el Patriarca estará en visita oficial. Comprenderá un coloquio personal
en el aeropuerto internacional José Martí de La Habana y concluirá con la firma
de una declaración común». Este encuentro histórico, explicó el padre Lombardi,
concluirá con la firma de una declaración común.
«Este
encuentro de los primados de la Iglesia Católica y de la Iglesia Ortodoxa Rusa
—continuó Lombardi—, preparado desde hace tiempo, será el primero en la
historia y marcará una etapa importante en las relaciones entre las dos
iglesias. La Santa Sede y el Patriarcado de Moscú desean que sea una señal de
esperanza para todos los hombres de buena voluntad. Invitando a todos los
cristianos a rezar con fervor para que Dios bendiga este encuentro, que de
buenos frutos».
Paralelamente,
durante la conferencia de prensa en el Departamento para las relaciones
exteriores del Patriarcado de Moscú, el metropolita Hilarión recordó que el
encuentro entre el Patriarca de Moscú y el Papa «se prepara desde hace casi 20
años», pero explicó que lo que apresuró este histórico evento fue el «genocidio
de los cristianos» debido al terrorismo. Frente a todo lo que está sucediendo y
que «preocupa» a ambas Iglesias, este primer e histórico encuentro entre el
Patriarca ortodoxo Ruso y el Papa se llevará a cabo en Cuba y no en Europa,
pues la isla caribeña es un «territorio neutro» en el que «se desarrolla el
cristianismo», mientras que Europa es el continente en el que se consumaron los
«conflictos» entre ambas Iglesias,cuyas relaciones todavía están marcadas por
problemas pendientes, como el de los greco-católicos en Ucrania. En el pasado,
añadió, entre los diferentes lugares considerados para el posible encuentro
entre ambos líderes se había pensado en la ciudad de Viena.
El
30 de noviembre de 2014, durante el vuelo de regreso de Estambul, en donde
participó, aceptando la invitación del Patriarca ecuménico Bartolomé, en las
solemnes celebraciones por la fiesta de San Andrés, Francisco respondió a la
pregunta del corresponsal en Roma de la agencia Tass Alexey Bukalov sobre la
posibilidad de un encuentro con Kiril: «Yo se lo he hecho saber —respondió
Bergoglio— y él también está de acuerdo; existe la voluntad de encontrarnos. Le
dije: ‘Yo voy a donde me digas. Tú me hablas, y yo voy’. Y él también tiene la
misma voluntad». «Los dos queremos encontrarnos —continuó—, y queremos seguir
adelante».
El
ecumenismo es una prioridad para Francisco, que en varias ocasiones ha hablado
sobre la importancia del «ecumenismo de la sangre», que sufren los los
cristianos perseguidos de diferentes confesiones: «Nuestros mártires nos están
gritando: ‘¡Ya somos uno! Ya tenemos unidad, en el espíritu y también en la
sangre’», explicó el Pontífice. Francisco también dijo que consideraba superada
la vía del «uniatismo»: «Las Iglesias católicas orientales tienen derecho a
existir, es cierto. Pero el uniatismo es una palabra de otra época. Hoy ya no
se puede hablar así. Hay que encontrar un camino». Uno de los temas siempre
«polémicos» en las relaciones entre los católicos y los ortodoxos rusos es justamente
el del uniatismo en Ucrania, país en el que, además de los católicos de rito
oriental que han vuelto a la comunión con Roma y a la Iglesia ortodoxa que
depende de Moscú, existen otras dos Iglesias ortodoxas nacionales autocéfalas.
Hace
pocos días, en una entrevista publicada en «Inside the Vatican», el cardenal
Kurt Koch, presidente del Pontificio Consejo para la Unidad de los Cristianos,
después de haber comentado la importancia de la presencia de Francisco en la
ciudad sueca de Lund (para la conmemoración con los luteranos del 500
aniversario de la Reforma, en octubre de este año), dijo con respecto a un
posible encuentro con el Patriarca ruso: «Ahora ya no está en rojo el semáforo,
sino en amarillo». Algo se estaba moviendo.
Kiril
había programado un viaje a Cuba, justamente en los mismos días en los que
Francisco estará en México (del 12 al 17 de febrero). Lo invitó personalmente
el presidente Raúl Castro durante una visita a Moscú (mayo del año pasado). El
anuncio de hoy confirma que el proyecto ha ido madurando lentamente, con todas
las reservas, y que la posibilidad del histórico encuentro siempre ha estado
presente, tras bambalinas, en la preparación del viaje a México.
Desde
hace muchos años se habla sobre la posibilidad de que el Papa de Roma y el
Patriarca de Moscú se encuentren. Uno de los sueños que no pudo realizar Juan
Pablo II fue un viaje a Moscú. A pesar de las aperturas ecuménicas de Papa
Wojtyla, quien en la encíclica «Ut unum sint» se dijo dispuesto a discutir las
formas para ejercer el primado de Pedro, muchas puertas se habían quedado
cerradas. No hay que olvidar que para los ortodoxos rusos el origen polaco del
Pontífice era una especie de obstáculo: entre los rusos y los polacos las
relaciones nunca han sido buenas a lo largo de la historia, y el Obispo de
Roma, originario de Wadowice, era descrito como un «conquistador» católico.
Además, la decisión de Juan Pablo II de fundar verdaderas diócesis católicas en
Rusia aumentó las tensiones en la relación.
Con
la elección del teólogo Benedicto XVI, la hipótesis comenzó a tener mayores
posibilidades, pero tampoco se hizo realidad. Mientras tanto, después de la
muerte de Alejo II, llegó Kiril a la cátedra moscovita. El Patriarca ruso tiene
jurisdicción sobre dos terceras partes de los doscientos millones de ortodoxos
en el mundo.
El
abrazo entre Kiril y Papa Francisco en La Habana es un nuevo e importante paso
hacia el «deshielo», y tendrá consecuencias positivas no solo en las relaciones
entre el catolicismo y la ortodoxia, sino también para la paz en el mundo.#
#''
Francisco
y Kiril: un testimonio común en el mundo en guerra
Entre
los temas de la declaración común que será firmada en La Habana el 12 de
febrero, «el problema delos cristianos perseguidos en el Medio Oriente, la
secularización, la defensa de la vida, del matrimonio y de la familia y otros
argumentos de interés compartido». Lo explicó a la Radio Vaticana el padre
Hyacinthe Destivelle, del Pontificio Consejo para la Unidad de los Cristianos
06/02/2016
ANDREA
TORNIELLI
CIUDAD
DEL VATICANO
Después
del coloquio de dos horas en una de los salones de ceremonias del aeropuerto
José Martí de La Habana, en Cuba, el histórico encuentro entre Papa Francisco y
el Patriarca de Moscú, Kiril, concluirá con la firma de una declaración común
«sobre diferentes aspectos de colaboración y testimonio que la Iglesia ortodoxa
rusa y la Iglesia católica pueden ofrecer hoy a nuestro mundo». En el
comunicado conjunto de la Santa Sede y del Patriarcado moscovita no se especifica
nada sobre el contenido de la declaración, y el padre Lombardi, portavoz
vaticano, tampoco ofreció particulares al respecto durante la conferencia de
prensa de ayer con los periodistas.
El
que anticipó algunos de los aspectos de este documento, en una entrevista con
el programa inglés de la Radio Vaticana, fue el padre dominico Hyacinthe
Destivelle, del Pontificio Consejo para la Unidad de los Cristianos, que se
ocupa de las relaciones con las Iglesias ortodoxas del mundo eslavo y colabora
con el cardenal Kurt Koch.
El
padre Destivelle estará presente durante el encuentro del próximo 12 de febrero
en Cuba, cuando el avión papal de Alitalia, al dirigirse de roma a la Ciudad de
México, se hará una escala «ecuménica» en la capital de la isla caribeña para que
se pueda llevar a cabo el abrazo entre el Obispo de Roma y el Obispo de la
llamada «tercera Roma».
El
experto dominico explicó que «la declaración común no tendrá una naturaleza
teológica, puesto que este tipo de diálogo de da en el ámbito de la comisión
internacional para el diálogo entre la Iglesia católica y las Iglesias
ortodoxas». Se sabe, además, que desde hace tiempo se desarrolla un diálogo
teológico con el Patriarcado de Constantinopla, que comenzó con el distrito
abrazo entre Pablo VI y el Patriarca ecuménico Atengoras, en Jerusalén el 4 de
enero de 1964. La Iglesia católica, a partir del Concilio, reflexiona sobre la
colegialidad y sobre la sinodalidad, aspectos que, por motivos históricos, no
siempre han sido valorados adecuadamente en la Iglesia latina, mientras que la
Iglesia ortodoxa guiada por Bartolomé I reflexiona sobre el primado y sobre las
modalidades de su ejercicio, incluso con aportes teológicos de relieve, como en
el caso del reciente libro del archidiácono Maximos Vgenopoulos «Primacy in the
Curch from Vatican I to Vatican II». La Iglesia ortodoxa rusa siempre se ha
demostrado un poco menos interesada en el diálogo teológico y más dispuesta a
la colaboración práctica con respecto a los remas de actualidad que tocan a los
cristianos.
«Será
una declaración —explicó el padre Destivelle a la Radio Vaticana— sobre
diferentes aspectos de colaboración y testimonio que la Iglesia ortodoxa rusa y
la Iglesia católica pueden ofrecer hoy a nuestro mundo. Entre estos, se pueden
incluir el problema de los cristianos perseguidos en el Medio Oriente, la
secularización, la defensa de la vida, del matrimonio y de la familia y otros
argumentos de interés compartido».
El
experto del Pontificio Consejo para la Unidad de los Cristianos dijo que se han
intensificado las relaciones entre Roma y Moscú durante los últimos años,
después del periodo de dificultad que vivieron durante los años noventa. El
Patriarcado moscovita, en esa época, acusaba a la Iglesia católica de
proselitismo, porque había vuelto a instaurar las estructuras jerárquicas en
Rusia después de la caída de la Unión Soviética. Y también existía el «llamado
problema de las ‘uniatas’ en Ucrania». Pero «el Patriarcado de Moscú fue
tranquilizado» sobre ambas cuestiones.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario