6 feb 2016

El Papa y Kiril: el primer e histórico encuentro será en Cuba/Andrea Tornielli.

El Papa y Kiril: el primer e histórico encuentro será en Cuba/Andrea Tornielli.
Vatican Insider, 05/02/2016
    El abrazo entre el Pontífice y el Patriarca de Moscú se llevará a cabo en la capital cubana, antes del viaje de Bergoglio que comienza la próxima semana: lo anunciaron contemporáneamente el Vaticano y el Patriarcado ruso. Lombardi: ocasión extraordinaria
LAPRESSE

El Patriarca ortodoxo Kiril en la catedral de Moscú
El próximo viaje de Papa Francisco a México se tiñe de ecumenismo. Se acaba de anunciar que el Pontífice se reunirá en La Habana, Cuba, con el Patriarca de Moscú y de todas las Rusias, Kiril, antes de dirigirse a la Ciudad de México. Nunca se ha verificado un encuentro entre un obispo de Roma y un obispo de la que es llamada la «tercera Roma», después de la sede de los sucesores de Pedro y Andrés, es decir Constantinopla. Durante una conferencia de prensa, el padre Federico Lombardi, portavoz vaticano, indicó que el próximo 12 de febrero Papa Francisco partirá antes de Roma para dirigirse a Cuba,  antes de llegar a la Ciudad de México. 
Llegará a La Habana a las 14 hora local.

«La Santa Sede y el Patriarcado de Moscú tienen el placer de anunciar que, por gracia de Dios, Su Santidad el Papa Francisco y Su Santidad el Patriarca Kirill de Moscú y toda Rusia, se encontrarán el próximo 12 de febrero. El encuentro se realizará en Cuba, donde el Papa hará escala antes de su viaje a México, y donde el Patriarca estará en visita oficial. Comprenderá un coloquio personal en el aeropuerto internacional José Martí de La Habana y concluirá con la firma de una declaración común». Este encuentro histórico, explicó el padre Lombardi, concluirá con la firma de una declaración común.
«Este encuentro de los primados de la Iglesia Católica y de la Iglesia Ortodoxa Rusa —continuó Lombardi—, preparado desde hace tiempo, será el primero en la historia y marcará una etapa importante en las relaciones entre las dos iglesias. La Santa Sede y el Patriarcado de Moscú desean que sea una señal de esperanza para todos los hombres de buena voluntad. Invitando a todos los cristianos a rezar con fervor para que Dios bendiga este encuentro, que de buenos frutos».
Paralelamente, durante la conferencia de prensa en el Departamento para las relaciones exteriores del Patriarcado de Moscú, el metropolita Hilarión recordó que el encuentro entre el Patriarca de Moscú y el Papa «se prepara desde hace casi 20 años», pero explicó que lo que apresuró este histórico evento fue el «genocidio de los cristianos» debido al terrorismo. Frente a todo lo que está sucediendo y que «preocupa» a ambas Iglesias, este primer e histórico encuentro entre el Patriarca ortodoxo Ruso y el Papa se llevará a cabo en Cuba y no en Europa, pues la isla caribeña es un «territorio neutro» en el que «se desarrolla el cristianismo», mientras que Europa es el continente en el que se consumaron los «conflictos» entre ambas Iglesias,cuyas relaciones todavía están marcadas por problemas pendientes, como el de los greco-católicos en Ucrania. En el pasado, añadió, entre los diferentes lugares considerados para el posible encuentro entre ambos líderes se había pensado en la ciudad de Viena.
El 30 de noviembre de 2014, durante el vuelo de regreso de Estambul, en donde participó, aceptando la invitación del Patriarca ecuménico Bartolomé, en las solemnes celebraciones por la fiesta de San Andrés, Francisco respondió a la pregunta del corresponsal en Roma de la agencia Tass Alexey Bukalov sobre la posibilidad de un encuentro con Kiril: «Yo se lo he hecho saber —respondió Bergoglio— y él también está de acuerdo; existe la voluntad de encontrarnos. Le dije: ‘Yo voy a donde me digas. Tú me hablas, y yo voy’. Y él también tiene la misma voluntad». «Los dos queremos encontrarnos —continuó—, y queremos seguir adelante».
El ecumenismo es una prioridad para Francisco, que en varias ocasiones ha hablado sobre la importancia del «ecumenismo de la sangre», que sufren los los cristianos perseguidos de diferentes confesiones: «Nuestros mártires nos están gritando: ‘¡Ya somos uno! Ya tenemos unidad, en el espíritu y también en la sangre’», explicó el Pontífice. Francisco también dijo que consideraba superada la vía del «uniatismo»: «Las Iglesias católicas orientales tienen derecho a existir, es cierto. Pero el uniatismo es una palabra de otra época. Hoy ya no se puede hablar así. Hay que encontrar un camino». Uno de los temas siempre «polémicos» en las relaciones entre los católicos y los ortodoxos rusos es justamente el del uniatismo en Ucrania, país en el que, además de los católicos de rito oriental que han vuelto a la comunión con Roma y a la Iglesia ortodoxa que depende de Moscú, existen otras dos Iglesias ortodoxas nacionales autocéfalas.
Hace pocos días, en una entrevista publicada en «Inside the Vatican», el cardenal Kurt Koch, presidente del Pontificio Consejo para la Unidad de los Cristianos, después de haber comentado la importancia de la presencia de Francisco en la ciudad sueca de Lund (para la conmemoración con los luteranos del 500 aniversario de la Reforma, en octubre de este año), dijo con respecto a un posible encuentro con el Patriarca ruso: «Ahora ya no está en rojo el semáforo, sino en amarillo». Algo se estaba moviendo.
Kiril había programado un viaje a Cuba, justamente en los mismos días en los que Francisco estará en México (del 12 al 17 de febrero). Lo invitó personalmente el presidente Raúl Castro durante una visita a Moscú (mayo del año pasado). El anuncio de hoy confirma que el proyecto ha ido madurando lentamente, con todas las reservas, y que la posibilidad del histórico encuentro siempre ha estado presente, tras bambalinas, en la preparación del viaje a México.
Desde hace muchos años se habla sobre la posibilidad de que el Papa de Roma y el Patriarca de Moscú se encuentren. Uno de los sueños que no pudo realizar Juan Pablo II fue un viaje a Moscú. A pesar de las aperturas ecuménicas de Papa Wojtyla, quien en la encíclica «Ut unum sint» se dijo dispuesto a discutir las formas para ejercer el primado de Pedro, muchas puertas se habían quedado cerradas. No hay que olvidar que para los ortodoxos rusos el origen polaco del Pontífice era una especie de obstáculo: entre los rusos y los polacos las relaciones nunca han sido buenas a lo largo de la historia, y el Obispo de Roma, originario de Wadowice, era descrito como un «conquistador» católico. Además, la decisión de Juan Pablo II de fundar verdaderas diócesis católicas en Rusia aumentó las tensiones en la relación.
Con la elección del teólogo Benedicto XVI, la hipótesis comenzó a tener mayores posibilidades, pero tampoco se hizo realidad. Mientras tanto, después de la muerte de Alejo II, llegó Kiril a la cátedra moscovita. El Patriarca ruso tiene jurisdicción sobre dos terceras partes de los doscientos millones de ortodoxos en el mundo.
El abrazo entre Kiril y Papa Francisco en La Habana es un nuevo e importante paso hacia el «deshielo», y tendrá consecuencias positivas no solo en las relaciones entre el catolicismo y la ortodoxia, sino también para la paz en el mundo.#
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Francisco y Kiril: un testimonio común en el mundo en guerra
Entre los temas de la declaración común que será firmada en La Habana el 12 de febrero, «el problema delos cristianos perseguidos en el Medio Oriente, la secularización, la defensa de la vida, del matrimonio y de la familia y otros argumentos de interés compartido». Lo explicó a la Radio Vaticana el padre Hyacinthe Destivelle, del Pontificio Consejo para la Unidad de los Cristianos
06/02/2016
ANDREA TORNIELLI
CIUDAD DEL VATICANO
Después del coloquio de dos horas en una de los salones de ceremonias del aeropuerto José Martí de La Habana, en Cuba, el histórico encuentro entre Papa Francisco y el Patriarca de Moscú, Kiril, concluirá con la firma de una declaración común «sobre diferentes aspectos de colaboración y testimonio que la Iglesia ortodoxa rusa y la Iglesia católica pueden ofrecer hoy a nuestro mundo». En el comunicado conjunto de la Santa Sede y del Patriarcado moscovita no se especifica nada sobre el contenido de la declaración, y el padre Lombardi, portavoz vaticano, tampoco ofreció particulares al respecto durante la conferencia de prensa de ayer con los periodistas.
El que anticipó algunos de los aspectos de este documento, en una entrevista con el programa inglés de la Radio Vaticana, fue el padre dominico Hyacinthe Destivelle, del Pontificio Consejo para la Unidad de los Cristianos, que se ocupa de las relaciones con las Iglesias ortodoxas del mundo eslavo y colabora con el cardenal Kurt Koch.
El padre Destivelle estará presente durante el encuentro del próximo 12 de febrero en Cuba, cuando el avión papal de Alitalia, al dirigirse de roma a la Ciudad de México, se hará una escala «ecuménica» en la capital de la isla caribeña para que se pueda llevar a cabo el abrazo entre el Obispo de Roma y el Obispo de la llamada «tercera Roma».
El experto dominico explicó que «la declaración común no tendrá una naturaleza teológica, puesto que este tipo de diálogo de da en el ámbito de la comisión internacional para el diálogo entre la Iglesia católica y las Iglesias ortodoxas». Se sabe, además, que desde hace tiempo se desarrolla un diálogo teológico con el Patriarcado de Constantinopla, que comenzó con el distrito abrazo entre Pablo VI y el Patriarca ecuménico Atengoras, en Jerusalén el 4 de enero de 1964. La Iglesia católica, a partir del Concilio, reflexiona sobre la colegialidad y sobre la sinodalidad, aspectos que, por motivos históricos, no siempre han sido valorados adecuadamente en la Iglesia latina, mientras que la Iglesia ortodoxa guiada por Bartolomé I reflexiona sobre el primado y sobre las modalidades de su ejercicio, incluso con aportes teológicos de relieve, como en el caso del reciente libro del archidiácono Maximos Vgenopoulos «Primacy in the Curch from Vatican I to Vatican II». La Iglesia ortodoxa rusa siempre se ha demostrado un poco menos interesada en el diálogo teológico y más dispuesta a la colaboración práctica con respecto a los remas de actualidad que tocan a los cristianos.
«Será una declaración —explicó el padre Destivelle a la Radio Vaticana— sobre diferentes aspectos de colaboración y testimonio que la Iglesia ortodoxa rusa y la Iglesia católica pueden ofrecer hoy a nuestro mundo. Entre estos, se pueden incluir el problema de los cristianos perseguidos en el Medio Oriente, la secularización, la defensa de la vida, del matrimonio y de la familia y otros argumentos de interés compartido».
El experto del Pontificio Consejo para la Unidad de los Cristianos dijo que se han intensificado las relaciones entre Roma y Moscú durante los últimos años, después del periodo de dificultad que vivieron durante los años noventa. El Patriarcado moscovita, en esa época, acusaba a la Iglesia católica de proselitismo, porque había vuelto a instaurar las estructuras jerárquicas en Rusia después de la caída de la Unión Soviética. Y también existía el «llamado problema de las ‘uniatas’ en Ucrania». Pero «el Patriarcado de Moscú fue tranquilizado» sobre ambas cuestiones.

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