6 feb 2016

La petición del Papa a los mexicanos/Fred Alvarez Palafox

La petición del Papa a los mexicanos, que los dejen un rato solo con la Virgen: Esta será la tercera visita de Jorge Mario Bergoglio al templo Mariano.
¡Gracias por recibirme!, dice, y subrayó que no viene a pasar “la canastita”. O sea, la charola.

Vengo como un peregrino, no “como un Rey Mago cargado de cosas para llevar, mensajes, ideas, soluciones a problemas (...) voy a buscar en el pueblo mexicano, que me den algo” Papa Francisco.

Cuando en marzo del año pasado la periodista Valentina Alazraki le pregunto al Papa Francisco sobre por qué no vendría en 2015 a México como se había especulado, el jesuita le contestó que no lo haría por una razón, ya que sólo lo haría de pasó y por unas horas y que nuestro país requería por lo menos una semana. Señaló que él originalmente pensaba estar en México por la frontera, concretamente en Ciudad Juárez, Chihuahua, -o Morelia, Michoacán, donde está su amigo el cardenal Suarez Inda- pero que “si entraba desde ahí (a EU) se iba a armar un poco de barullo...”.

Subrayó: “¿Cómo va ahí y no viene a ver a la Señora, a la Madre?” Y ahí se comprometió venir a México, además ya había una invitación formal del presidente Enrique Peña Nieto en junio de 2014.


Más tarde –a finales de noviembre– reiteró que venía a México –al DF– sólo para ver a la Virgen de Guadalupe, lo demás es lo de menos... Nadie le preguntó pero también habría dicho que viene a la tumba de Samuel Ruiz García.


Lo de la Virgen es un asunto muy serio para el Papa Francisco, lo ha mencionado una y otra vez. Ayer nos enteramos –gracias a una entrevista colectiva que realizó la agencia Notimex y el Centro Televisivo Vaticano– que por favor lo “dejen un ratito sólo delante de la imagen” de la Virgen de Guadalupe... “Es el favor que les pido. ¿Me lo van a hacer?”, pide Bergoglio a los mexicanos.

Y ese encuentro, ese compromiso ocurrirá la tarde del sábado 13 de febrero, después de asistir al Palacio Nacional, de recibir las llaves de la ciudad –algo que al Papa no le gusta– y reunirse con los obispos de la Conferencia del Episcopado Mexicano.

En efecto, como a eso de las 16 horas, Francisco saldrá de la nunciatura abordo del papamóvil y durante 35 minutos irá saludando a gente por Insurgentes sur, Eje 8 Sur, Eje Central Lázaro Cárdenas, Paseo de la Reforma y Calzada de Guadalupe, hasta llegar al recinto mariano. Ahí habrá un servicio religioso donde están convocadas 35 mil 366 personas privilegiadas con boleto en mano.

En ese pase con muchos candados de seguridad se especifica la Misa, el día, la hora de inicio de ingreso, la puerta de acceso, la zona y lo que se prohíbe introducir. O sea todo bajo control del Estado Mayor Presidencial, a quien corresponde la coordinación de la seguridad del Papa y de todos los asistentes. La seguridad personal del Papa es de la gendarmería vaticana.

Antes de la misa el Papa argentino estará sólo con la imagen original de la tilma de Juan Diego, un privilegio al que sólo algunos pueden acceder. Exactamente igual que lo hizo el hoy santo Juan Pablo II en su última visita a México.

Como sabemos Jorge Mario Bergoglio ha estado dos veces en el templo Mariano; la primera vez en 1970 en la antigua Basílica y la segunda vez en 1999 cuando Juan Pablo II firmó y entregó la Exhortación postsinodal Ecclesia in América. Pero nunca pudo estar como lo hará hoy que es Papa.

¿Cómo es ese lugar?

Se trata de una bóveda que fue diseñada en 1976 por el arquitecto Oscar Jiménez Gerard para custodiar allí la imagen original libre de toda contaminación.

El semanario “Desde la Fe” nos explica que la bóveda está entre el altar y la escalera que asciende entre los ocho pisos de la Basílica de Guadalupe, su planta mide 4.15 por 2.55 metros y tiene una altura de unos 5 metros aproximadamente.

Es un lugar que tienen condiciones ambientales ideales para conservar la tilma; por ejemplo, no cuenta con aire acondicionado que regule la temperatura en el interior, ya que la ventilación del espacio se lleva a cabo automáticamente al funcionar el elevador sur que actúa como un fuelle, moviendo el aire del lugar a través de una ventila situada en uno de los muros de la bóveda.

Y es que, como dice Desde la fe “al estudiar las variaciones de temperatura de la bóveda, se concluyó que, prodigiosamente, en el más crudo invierno la temperatura bajaba a 19° centígrados y en las fechas de calor apenas subía a 22°. Por lo que se decidió no meter aparatos de regulación climática”.

Además la bóveda está protegida por una puerta de seguridad de doble combinación, a la cual le sigue una reja con cerradura y aunque el lugar tiene una instalación eléctrica y tres tipos de iluminación –uno que ilumina la imagen cuando se retrae y dos para trabajo–, sólo son funcionales cuando se ingresa y se conecta a la energía que se obtiene de un contacto de servicio en el exterior.

El lugar es el más protegido del recinto mariano, sobre todo en caso de un siniestro.

Agrega el semanario “un dato que le sorprende: Las luces de alógeno que fueron instaladas para iluminar la imagen 15 años atrás aún no se funden, señal del poco uso de las mismas”.

Y precisa que cuando “la Virgen cambia de posición en su sitio habitual del altar mayor de la Basílica de Guadalupe, se acciona un pasador y el mecanismo comienza a retrotraer la Imagen de la Virgen de Guadalupe, moviéndola de su posición al oriente y colocándola en posición hacia el sur”. De esa manera es posible verla de cerca, como lo hará el Santo Padre Francisco.

La imagen no puede ser tocada ni por el mismo Papa ya que se encuentra protegida por un cristal dentro de un estuche metálico.

Y bueno, al concluir una visita, nuevamente se hace funcionar un pasador y la imagen regresa a su sitio en el altar -donde hay un segundo cristal- mirando al oriente, hacia la feligresía.

Hay que dejar al Papa sólo en ese lugar, además a eso viene. Lo dijo textual.

En los márgenes…


La entrevista de Notimex y el centro Televisivo Vaticano…

Ocurrió la tarde del viernes 22 de enero, desde la Casa Santa Marta en Roma…

El Papa Francisco charló por la vía virtual, a través de un vídeo, con un grupo de mexicanos, hombres y mujeres con motivo de la visita que realizará a México del 12 al 17 de febrero.

En ella, el Papa argentino habló de varios temas, entre ellos, los motivos que le llevan hasta acá, la importancia de la Virgen de Guadalupe, su devoción a ella y la violencia que afecta al país.

Dice el corresponsal de Notimex, Andrés Beltramo Álvarez, que este es un hecho inédito. Y coincidimos con él.

Señala Beltramo que esta es la primera vez que el Papa Francisco participa en un programa especial en forma de entrevista colectiva para una agencia de noticias en el mundo.

Bergoglio se encontraba sentado en un sillón en la Casa de Santa Marta, y siguió con atención los mensajes que le dirigieron 33 personas -16 mujeres y 17 hombres - de diversos Estados de la República Mexicana. Muy tranquilo el Papa respondió a las preguntas que le hicieron gente de 10 ciudades: Guanajuato, Guadalajara, Ciudad de México, Tlaxcala, Oaxaca, Querétaro, Veracruz, Puebla, Ciudad Juárez y San Luis Potosí.

Alguien más, una persona de la calle, le cantó, y el jesuita lo escuchó muy atento.

Los testimonios fueron ordenados en un video de 37 minutos que comprende cuatro temas encabezados con frases del Pontífice: “Voy a México a vivir la riqueza de la fe”; “Déjenme un ratito con la Virgen de Guadalupe”; “Quisiera ser en México, instrumento de paz”; “Renovar la fe, es hacerla callejera”.

Las respuestas del Papa Francisco fueron claras y sencillas, se grabaron la tarde del viernes 22 de enero, en un amplio salón de la Casa Santa Marta donde Bergoglio recibió a su portavoz Federico Lombardi, a un equipo del Centro Televisivo Vaticano y al corresponsal de Notimex, Andrés Beltramo.

Este es el video tomado de la web Vatican Insider: 

¡Felicidades a todos!


P.D. Un abrazo fraternal a mi amigo y colega Ricardo Alemán: ¡No te detengas! 

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