27 mar 2016

Dispersan a radicales que intentaban reventar la concentración por las víctimas

 Dispersan a radicales que intentaban reventar la concentración por las víctimas
 Un grupo de radicales trata de boicotear el homenaje a las víctimas de los atentados de Bruselas
INota de IRENE HDEZ. VELASCO Enviada especial Bruselas@IreneHVelasco
AGENCIAS
El Mundo, 27/03/2016 03:11 
Había sido bautizada como la "manifestación contra el miedo" y su objetivo era inundar este domingo de gente las calles de Bruselas para demostrar que la ciudad no se deja intimidar por el terrorismo tras los atentados del pasado martes. Sin embargo, las autoridades belgas sí que tienen miedo. Mucho miedo. Tanto que hicieron un llamamiento a la gente para que no acudiese a esa concentración. Finalmente, la marcha se vio reconvertida en una concentración pacífica que se ha visto interrumpida por manifestantes de ultraderecha, que fueron dispersados por la policía.

Unos 450 hooligans de distintos equipos pero unidos por la ideología neonazi, muchos de ellos encapuchados y borrachos, han profanado la plaza de la Bolsa en Bruselas, convertida en símbolo del luto nacional belga tras los ataques yihadistas. Olían a alcohol y chillaban a coro cosas tipo: "Está es nuestra casa" o "El ISIS y el Estado son cómplices". Daban miedo. Aun así alguien, desde el lado de los pacíficos, hubo quien se atrevió a contestarles: "No al odio", "Viva la Bélgica multicultural". Los agentes sí que trataron de pararles los pies, recurriendo incluso a gases lacrimógenos y a mangueras para tratar de dispersarlos. Los hooligans, por su parte, respondieron lanzando piedras, botellas y demás objetos y haciendo el vándalo en las calles de los alrededores. La batalla se saldó con alrededor de una decena de detenidos."Estoy escandalizado por lo que ha pasado, constatar que esos sinvergüenzas, que tienen a los nazis como referencia, vienen a provocar a los bruselenses en los lugares de su homenaje... Es una vergüenza para el país", lamentaba el alcalde de Bruselas, Yvan Mayeur. 
La policía ha detenido a una decena de personas. Antes de la interrupción de los radicales, varios cientos de personas se concentraban en la Plaza de la Bolsa para mostrar su repulsa a la barbarie terrorista que ha sacudido Bruselas. Gritos de "¡Viva Bélgica!", banderas y carteles invocando la paz han salpicado la emblemática plaza."Estoy muy enfadada. Claramente, esto me ha despertado un odio que yo no quería tener. Es triste. Estamos aquí para consolarnos y la gente lo profana. Me alegra que esto haya vuelto a la calma, que podamos rendir homenaje en paz a la gente que ha fallecido", lamentaba Aurore, una participante en la concentración pacífica en la Plaza de la Bolsa.Durante el homenaje, el imam Essan Secundar, que ejerce en una de las mezquitas de Bruselas, ha pronunciado un discurso a los pies del Edificio de la Bolsa. "Estos ataques son inhumanos y atentan contra toda religión y contra la fe musulmana", ha afirmado condenando la masacre. "Los musulmanes no debemos permanecer callados, debemos salir a las calles para mostrar nuestra repulsa por lo ocurrido". A pocos metros, una mujer improvisó un cántico.La calma volvía a primera hora de la tarde al enclave, en el centro de la capital belga. Los altercados han provocado además la cancelación de un homenaje a las víctimas previsto para este lunes en el Atomium, uno de los símbolos de Bélgica.
Lo que parece claro a la vista de los sucesos de hoy, es que los atentados yihadistas de Bruselas están dando nuevos y renovados bríos a la ultraderecha belga, como ya sucediera en Francia después de los atentados de París de noviembre pasado, cuando el partido xenófobo de Marine Le Pen ganó unos siete millones de votos en las recientes elecciones departamentales. Una prueba, tal vez anecdótica pero prueba al fin y al cabo, es que el apoyo al partido flamenco de extrema derecha Vlaams Belang se ha multiplicado en Facebook tras los ataques suicidas del martes. El número de "me gusta" cosechados en esa red social por Vlaams Belang ha aumentado nada menos que en un 3000% durante la semana pasada y en relación a la anterior. El propio Tom Van Grieken, el hombre al frente de Vlaams Belang, aseguraba sacando pecho que la página en Facebook de esa formación ha sumado 10.000 nuevos "me gusta" tras los atentados del pasado martes y que sus comentarios advirtiendo de los peligros que entrañan los musulmanes radicales han sido compartidos por más de 4 millones de personas. Un dato que cobra especial relevancia en un país como Bélgica, con una población de sólo 11 millones de habitantes, de los cuales se calcula que alrededor del 6% son musulmanes.La cancelación de la marchaEl sábado, el alcalde Mayeur y el ministro del Interior, Jan Jambon realizaron a coro un llamamiento desaconsejando vivamente a la población que secundase la manifestación pacífica -llamada "marcha contra el miedo"- o cualquier otro tipo de concentración pública en un momento en el que la alerta en la capital belga ante la posibilidad de nuevos atentados continúa siendo muy elevada. Los responsables gubernamentales tenían aprensión a que la manifestación se les pudiese ir de las manos, a no ser capaces de garantizar la seguridad de los participantes y a que la situación degenerase en un nuevo y clamoroso ejemplo de ineptitud institucional.Los organizadores de la "marcha contra el miedo", convocada a través de Facebook por cinco ciudadanos de a pie (Emmanuel Foulon, Dorian Peremans, Sophie Barthélemi, Thibault Vanderhauwart y Souad Yahia) y a la que ya se habían sumado cientos de personas, confirmaron por la tarde que la misma quedaba anulada hasta nueva orden.Ni siquiera las férreas medidas de seguridad y los rígidos controles policiales anunciados de cara a la concentración tranquilizaban a las instituciones. Aunque las fuerzas de seguridad ya habían advertido que los asistentes tendrían rigurosamente prohibido llevar mochilas, bolsos, paquetes, sacos de gimnasia, bolsas de plástico o cualquier otro tipo de contenedor susceptible de ocultar explosivos a la Plaza de la Bolsa, donde desde el martes se concentran numerosas flores, velas y mensajes en recuerdo de las víctimas.Nuevas detencionesEl miedo sigue muy presente en Bruselas, un miedo avivado además por la polémica que en los últimos días ha sacudido a las autoridades belgas respecto a su descoordinación e incompetencia ante los atentados, y que no deja de intensificarse. La Fiscalía federal belga ha realizado hoy 13 nuevos registros en Bruselas y la región de Amberes y cuatro personas permanecen detenidas tras estas operaciones policiales.Ayer hubo una buena noticia: el anuncio oficial de la detención del que había sido bautizado como el "hombre del sombrero", el tipo al que las cámaras de seguridad del aeropuerto de Zaventem captaron el día de los atentados en compañía de Nayim Laachraoui e Ibrahim el Bakraoui, quienes poco después de esa grabación se hacían saltar por los aires delante de los mostradores de facturación. Se trata de Fayçal Cheffou, un periodista freelance que se encuentra en manos de las fuerzas de seguridad belgas desde el jueves, cuando fue detenido en su vivienda de Molenbeek, el barrio de Bruselas conocido por ser de un nido de yihadistas. En su identificación ha jugado un papel clave el taxista que llevó al comando suicida al aeropuerto, y quien no tenía ninguna duda al respecto: Cheffou era el tercer hombre. Pero ni siquiera la noticia de la detención del "hombre del sombrero" ha aplacado las críticas por la actuación de las fuerzas de seguridad y las autoridades belgas, que ayer se centraban en la increíble parsimonia que demostraron después del atentado contra el aeropuerto, al no ser capaces de clausurar el metro de Bruselas, donde 73 minutos después se registraba una explosión en la estación de Maelbeek.

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