“El Papa me pedía materiales para elaborar su encíclica. Pero me advirtió: ‘No me los mandes a la Ciudad del Vaticano, porque entonces no me llegan. Mándamelos a través del embajador Eduardo Valdés’. Y así lo estuve haciendo…Boff
Boff se encuentra en México..para charlar y dar a conocer, en distintas universidades y comunidades indígenas del país, esta postura del Papa y suya:
Revista
Proceso
# 2065, 29 de mayo de 2016..
Bergoglio y
Boff, unidos en una lucha por el planeta/ Rodrigo Vera..
“Más que un hombre, el Papa Francisco es un
proyecto de Iglesia. Dentro de ésta representa una renovación total porque no
proviene de la vieja y cansada cristiandad europea, sino de la vigorosa Iglesia
latinoamericana”. Así se expresa Leonardo Boff –icono de la Teología de la
Liberación, exsacerdote franciscano– acerca de su relación con Bergoglio, de
quien es consejero. En entrevista con Proceso, el brasileño habla del
compromiso de ambos para trabajar en favor de la Madre Tierra, ese hogar que ya
no es capaz de soportar a la humanidad.
Luego
de ser enjuiciado y condenado por el Papa Juan Pablo II debido a sus escritos,
Leonardo Boff, considerado el más influyente representante de la Teología de la
Liberación, se ha convertido hoy en un discreto consejero del Papa Francisco,
con quien comparte el ideal de lo que debe ser la institución eclesiástica y,
además, la misma preocupación ante la actual catástrofe ecológica del planeta.
Boff
habla en entrevista sobre esta relación con el actual pontífice, muy alejada de
los actos públicos y de los reflectores, ya que, dice, el sector conservador de
la poderosa Curia Romana no ve con buenos ojos esta “sintonía” entre él y el
Papa jesuita, que sigue la línea pastoral de la opción preferencial por los
pobres.
Comenta
Boff de entrada:
“Más que un hombre, el Papa Francisco es un
proyecto de Iglesia y de mundo. Dentro de la Iglesia representa una renovación
total porque no proviene de la vieja y cansada cristiandad europea, sino de la
vigorosa Iglesia latinoamericana. Y en el mundo viene impulsando fuertemente el
diálogo, la paz y el encuentro con las diversidades, siempre teniendo como
centro a los pobres y a los excluidos.”
–Usted
y Jorge Bergoglio tienen varias cosas en común: ambos son hijos de inmigrantes
italianos que llegaron a América Latina; los inspira la figura de San Francisco
de Asís, al grado de que usted fue fraile franciscano y él se puso “Francisco”
al llegar al papado. Su preocupación por los pobres también los pone en
sintonía.
–Sí,
así es. Además tenemos mucha sintonía en la manera de pensar la ecología. Y
hemos leído la misma literatura. Cuando él se hizo Papa le envié una carta para
pedirle tres cosas. Primero, que hiciera un concilio con todas las Iglesias y
corrientes espirituales encaminado a salvar a la Tierra. Segundo, que en
función de eso escribiera una encíclica sobre la ecología, porque si no
salvamos la vida en la Tierra no hay ningún futuro. Y, tercero, que
descentralizara la Curia Romana: ¿por qué no poner un dicasterio de derechos
humanos en América Latina, el dicasterio de inculturación en África, o el de
las religiones en Asia?, así habría una Iglesia realmente universal y adecuada
a los tiempos de la globalización.
“A
la semana siguiente me contestó y me corrigió diciéndome: ‘Boff, los concilios
son cosa de católicos, si se trata de reunirse con otras Iglesias, entonces
sería más bien una asamblea’. Y respecto a la reforma en la curia, me dijo:
‘Voy a realizar esa reforma. No sé exactamente cómo. Pero ese cambio de
estructuras debe poner en el centro a la humanidad, pues la curia debe estar al
servicio de la humanidad y no de sí misma’.”
“Laudato
si”
Señala
Boff que después Bergoglio se enfrascó en la meticulosa tarea de preparar su
encíclica Laudato si, la cual fue hecha pública en junio del año pasado y es el
primer documento doctrinal en materia ecológica elaborado por un pontífice.
El
teólogo brasileño relata a Proceso que le estuvo enviando documentación al Papa
para que elaborara Laudato si, a través del entonces embajador de Argentina
ante la Sede, Eduardo Valdés, y de Clelia Lurio, la viuda del polémico obispo
argentino Jerónimo Podestá, fundador de la Federación Latinoamericana de
Sacerdotes Casados, organismo tajantemente rechazado por El Vaticano.
Desde
que era arzobispo de Buenos Aires, Bergoglio mantuvo una estrecha relación con
el obispo Podestá y con su esposa Clelia, sin importarle las críticas de la
jerarquía católica argentina por tener estas amistades que se rebelaban contra
el celibato sacerdotal. Boff también mantenía una fuerte amistad con la
singular pareja. Al morir el obispo Podestá, la amistad del Papa y Boff
continuó con su viuda, convertida en una influyente activista a favor del
celibato opcional en la Iglesia y quien también ya falleció.
Cuenta
Boff:
“El
Papa me pedía materiales para elaborar su encíclica. Pero me advirtió: ‘No me
los mandes a la Ciudad del Vaticano, porque entonces no me llegan. Mándamelos a
través del embajador Eduardo Valdés’. Y así lo estuve haciendo. Otras veces la
conexión era Clelia. El Papa le hablaba a ella para decirle, por ejemplo: ‘Dile
a Boff que me mande el documento sobre los bienes comunes de la Tierra’. Fue un
texto para la ONU en el que yo participé en su elaboración.”
–¿Y
qué otro tipo de documentos le envió?
–Cuando
él viajó a Brasil, en julio de 2013, aprovechó para reunir todos mis libros que
he escrito sobre ecología. Y yo mismo le hice llegar mi libro Ecología: grito
de la tierra, grito de los pobres. También le envié la Carta de la Tierra, de
la ONU, y textos sobre la nueva cosmología.
“Le
subrayé mucho que no hiciera una encíclica verde –sobre el medio ambiente y
nada más–, sino que abordara una ecología integral que incluyera a la sociedad,
a la mente humana y a la espiritualidad.
“También
le insistí en que citara, del Libro de la sabiduría, la frase donde se dice que
Dios es el amante soberano de la vida. Y él incluso llegó a citarla tres veces.
Además le subrayé mucho que el concepto del ‘cuidado’ debía ser uno de los ejes
centrales, pues el ‘cuidado’ es una relación amorosa y amigable con la
realidad; es la mano extendida de la caricia y no el puño que domina.
“Igualmente
le recomendé incluir un tópico mencionado en la Carta de la Tierra, donde se
dice que necesitamos una nueva mente y un nuevo corazón, porque nuestro destino
común nos llama a un nuevo comienzo. Y él lo incluyó en Laudato si, que
finalmente resultó ser una encíclica de avanzada, pues se coloca en la punta de
la discusión mundial sobre ecología.”
La
encíclica provocó el entusiasmo hasta del equipo de expertos que elaboró la
Carta de la Tierra, al grado de que éstos han estado pidiéndole a Boff que les
concierte un encuentro con el Papa.
“Estoy
manejándome para poder realizar este encuentro, a fin de tener un diálogo sobre
estos dos documentos; los más bellos y consistentes en lo que va del siglo XXI
para salvar nuestra casa común, que es la Madre Tierra”, dice Boff.
–¿Y
usted ya se ha reunido personalmente con el Papa?
–No,
aún no. En una ocasión que estaba yo con Clelia hablé por teléfono con él. Me
dijo que quería verme en el Vaticano. Y yo le comenté que no quería crearle
problemas con mi presencia, sobre todo porque allá está Ratzinger. Y él me
contestó: “El Papa ahora soy yo, no tengas temor de que vas a crear un
problema”.
Indica
que en una ocasión Francisco también le pidió su opinión sobre la encíclica que
escribió conjuntamente con Ratzinger, Lumen fidei (La luz de la fe).
Cuenta
Boff:
“Tuve
que serle muy sincero y decirle que la parte de Ratzinger no me gustó para
nada, porque es altamente teórica y sólo los teólogos la entienden. Utiliza
muchas palabras griegas y latinas. En cambio, la parte de Francisco es
absolutamente pastoral y humana; reconoce que la fe no confiere seguridad
total, es una pequeña luz al final del túnel. Sostiene que la fe es una
búsqueda y siempre convive con la duda, lo cual se opone a la dogmática
tradicional, para la cual quien cree no puede dudar.”
Expulsado
Actual
Papa emérito, Ratzinger jugó un papel decisivo cuando era encargado de la
Congregación para la Doctrina de la Fe para que, en 1984, el Vaticano llamara a
juicio a Boff debido a la publicación de su libro Iglesia: carisma y poder,
donde analiza el abuso de poder de las instituciones eclesiásticas. En 1985 se
le sentenció a permanecer en un “mutismo obediente”.
Boff
abandonó la orden franciscana en 1992, debido a que intentaban someterlo
nuevamente al silencio y a un exilio en Filipinas o Corea del Sur. Se convirtió
en laico, se casó con la teóloga Marcia Miranda y enfocó sus reflexiones en la
devastación del planeta, de ahí que ahora se muestre renuente a pisar el
Vaticano para entrevistarse con Bergoglio. Sin embargo, el año pasado estuvo a punto
de realizarse ese encuentro personal.
Relata:
“A
través de Eduardo Valdés, el Papa intentó dos veces reunirse conmigo el año
pasado. La primera vez estaba yo en la ciudad italiana de Milán y me invitó a
encontrarnos. Le comenté que estaba por abrir un congreso internacional de
espiritualidad con más de mil personas. Y él me dijo: ‘Quédate ahí, no te
muevas, que el tema es muy importante’.
“Después,
en octubre, me encontraba de nuevo en Italia y otra vez me invitó a
encontrarnos. Era la víspera de la apertura del sínodo de obispos sobre la
familia. Pero 13 cardenales se le rebelaron al Papa acusándolo de intentar
manipular el sínodo. Le crearon terribles problemas que tuvo que afrontar, por
lo que pospuso el encuentro.
“Y
ahora, hará poco más de un mes, me llamó Valdés para decirme: ‘Acabo de hablar
con el Papa. Quiere verse contigo y compensar de algún modo la injusta condena
que te impusieron’. Se refería al silencio al que me sentenció el Vaticano.”
–¿Para
cuándo se dará finalmente su encuentro personal con Bergoglio?
–Antes
de finalizar este año. Se realizará muy discretamente. Lejos de la prensa, para
no crear problemas.
Boff
comenta que el gobierno argentino del presidente Macri ya quitó a Valdés como
su embajador ante la Santa Sede, por lo que su interlocución con el Papa saldrá
afectada.
“Macri
quiso enviar a Valdés a la OEA. Pero éste se negó, diciendo: ‘No colaboro con
gobiernos de derecha’”, señala Boff.
Su
más reciente libro, Una ética de la Madre Tierra, acaba de publicarse en México
bajo el sello de Ediciones Dabar. Ahí señala que los trastornos climáticos
tienen su origen en los “comportamientos irresponsables de los seres humanos”
que ven a la Tierra como un “mero instrumento de producción, una reserva de
recursos que podemos explotar a nuestro gusto”.
De
ahí que, sostiene, “la cuestión es antes ética que científica”, ya que el
hombre se está comportando “sin ningún sentido de responsabilidad ante su
misión de ser guardián de la creación”.
Recalca
en su libro:
“La
Tierra ya no tiene capacidad por sí misma para satisfacer las demandas humanas.
No puede por sí sola rescatar su biocapacidad. Se convirtió en peligrosamente
insostenible, y tiene que ser ayudada por los seres humanos. Si no somos
capaces de restringir la codicia de la acumulación de riqueza para que pueda
descansar y recuperarse, tendremos que prepararnos para lo peor.”
En
entrevista en la Ciudad de México, en el lobby del hotel donde se hospeda, el
teólogo brasileño refiere:
“Este
libro lo escribí como una reacción a la encíclica Laudato si. El Papa y yo
queremos que haya una nueva ética, una revolución por el cuidado de la Madre
Tierra.”
Boff
actualmente está en México para charlar y dar a conocer, en distintas
universidades y comunidades indígenas del país, esta postura del Papa y suya.
Del 1 al 5 de junio participará como expositor en el Primer Foro Internacional
por los Derechos de la Madre Tierra, que se realizará en esta capital.
Dice
sobre los objetivos del foro:
“La
intención es ampliar los derechos. Primero se empezó por reconocer los derechos
de los hombres. Después las mujeres, los indígenas y los negros tuvieron que
luchar para que también se les reconocieran sus derechos. Ahora nuestra lucha
es para que se reconozcan los derechos de la Tierra, que también es un ente
vivo.”
No hay comentarios.:
Publicar un comentario