Revista
Proceso
# 2065, 29 de mayo de 2016..
PAN:
“El INE está cargado hacia el PRI en nueve estados”/ÁLVARO DELGADO
Con
la elección del 5 de junio en puerta, los estrategas del PAN afirman que las
encuestas otorgan a su partido un alto nivel competitivo. Y aunque afirman que
sólo piensan en ganar, dicen que el PRI recurre a elecciones de Estado y manipula
las candidaturas independientes con el único fin de restarle votos a Acción
Nacional. Pero además el secretario del CEN panista plantea “revisar” la
reforma que dio origen al Instituto Nacional Electoral, pues sus funcionarios
son manejados por los gobernadores.
“Nadie
puede decir que es un ave pura en el paraíso, ni los ciudadanos”, ataja
Santiago Creel sobre la reputación de los siete candidatos expriistas, como el
polémico Miguel Ángel Yunes Linares, a los que el PAN se aferra para
recuperarse, en las elecciones del próximo 5 de junio, de las sucesivas
derrotas iniciadas en el sexenio de Felipe Calderón.
Jefe
general de la estrategia electoral del PAN y candidato él mismo a constituyente
de la Ciudad de México, Creel exonera a Yunes Linares de su enriquecimiento
–“son mentiras”– y asegura que las imputaciones son parte de la estrategia de
“guerra sucia” que reactivó el PRI y que, alerta, es parte de lo que empleará
en 2018.
“El
PRI está haciendo uso del expediente más bajo de la política, que es el
expediente de la mentira y de la calumnia. Esto es algo que debíamos haber
clausurado y mandado al museo de la historia, pero el PRI regresó a la vida
pública este expediente bajo”, recrimina.
Para
buscar desprestigiar a los candidatos del PAN vinculándolos con el crimen
organizado y la corrupción, acusa Creel, el PRI utiliza también el aparato del
Estado –“ahí están las grabaciones, los videos”– y, además, a muchos medios de
comunicación del país.
“Muchos
de los medios que pensábamos que iban a actuar con independencia no lo están
haciendo. Esto es un anticipo de lo que vendrá en 2017, pero particularmente en
2018”, advierte. Y atribuye esta estrategia a la afectación que tenga el PRI
por la mala imagen del presidente Enrique Peña Nieto.
“Esta
desesperación del PRI no es gratuita –explica–. Nunca habíamos tenido un
presidente tan mal calificado como Peña. En 2015 esto quizá no fue tan evidente
en las candidaturas del PRI, pero este año ya las está jalando hacia abajo y lo
va a seguir haciendo, y con mayor fuerza, en la medida en que pase el tiempo.”
Por
eso, afirma, el proceso electoral en curso perfila lo que será la próxima
elección presidencial: “No es definitivo, nada es concluyente en materia
electoral, pero sí es un anticipo de cómo van a evolucionar los procesos
electorales, particularmente en 2018”.
En
entrevista con Proceso, el jueves 26, el secretario de Gobernación de Vicente
Fox y dos veces frustrado aspirante presidencial explica que, en contraste con
la guerra sucia priista y la mala imagen de Peña Nieto, en el proceso electoral
ha habido un PAN competitivo y unido, aspectos clave hacia 2018.
“En
estados donde nunca hemos gobernado estamos en un plan competitivo ganador,
como Tamaulipas, Veracruz, Durango y Quintana Roo, lo que da una pista
adicional para poder reconformar nuestra estrategia ante el 2018”, puntualiza.
“Estas
campañas han congregado a todos los liderazgos del PAN, independientemente de
grupos o intereses de carácter personal: el presidente nacional, Ricardo Anaya;
Margarita Zavala, Felipe Calderón, Josefina Vázquez Mota, prácticamente a todos
los senadores, diputados y gobernadores.”
Agrega:
“Hay una concientización muy clara construyéndose en el partido de que vamos
juntos o nuestra capacidad política va a ser sumamente limitada. Lo que está de
por medio es buscar una candidatura de unidad para 2018 que permita al partido
ser un eje constructor del cambio que se hace necesario en el país”.
Elecciones
“de Estado”
Y
es que desde la elección federal de 2006, cuando Calderón llegó a la
Presidencia bajo acusaciones de fraude, el PAN sólo ha conocido derrotas: en
2009 cayó de 41% a 30% de los votos, en 2012 devolvió el poder al PRI –con
Calderón, Fox y Diego Fernández de Cevallos como promotores de Peña Nieto– y
cayó a 25% de la votación, pero en 2015 retrocedió a 22%, igual que en 1994.
En
2006 gobernaba nueve estados y ahora siete, cuatro propiamente panistas –Baja
California, Baja California Sur, Guanajuato y Querétaro– y tres en coalición
con el PRD: Puebla, Oaxaca y Sinaloa, aunque reniegan de este último.
El
secretario general del Comité Ejecutivo Nacional (CEN), Damián Zepeda, advierte
que, conforme a todas las encuestas, el nivel de votación que obtendrá el PAN
el 5 de junio será histórico, aunque es cauteloso sobre cuántas de las 12
gubernaturas en disputa ganará.
“Al
día de hoy, al ver los números de las encuestas donde estamos competitivos, es
ya (un resultado) histórico, porque sin duda habrá una votación que jamás ha
tenido el PAN en términos de ciudadanos. Ahora faltan los resultados en
gubernaturas, pero estamos seguros de que va a ser una buena jornada.”
–El
PAN nunca ha ganado más de tres gubernaturas juntas y ahora debe ganar al menos
las tres que ganó en 2010…
–De
las tres gubernaturas que se ganaron, Puebla y Oaxaca son de coalición, pero no
se cuenta Sinaloa, porque es evidente el trabajo de funcionarios del gobierno
del estado a favor del PRI. Y, en efecto, el PAN jamás en su historia ha
ganados tres gubernaturas. Son numeralias que ahí están.
Por
eso, aclara, no debe contarse Sinaloa como uno de los tres estados en los que
el PAN debe ratificar su triunfo de hace seis años: “Nosotros gobernamos con un
panista uno, Puebla, y otro en coalición, Oaxaca. Esa circunstancia es el punto
de partida”.
Pero
los propios panistas lo reconocen: el único estado que tienen seguro es Puebla,
cuyo gobernador, el expriista Rafael Moreno Valle, discípulo de Elba Esther
Gordillo, ambiciona ser candidato presidencial en 2018, y su aspirante a la
gubernatura, Antonio Gali Fayad, no está afiliado al PAN y fue también cercano
al PRI.
En
el resto de los estados no hay certeza de triunfo, aunque apuestan a ganar con
panistas de origen en Tamaulipas, con Francisco García Cabeza de Vaca
–controvertido también por su riqueza y supuestos nexos con el crimen
organizado–; Aguascalientes, con Martín Orozco, polémico exalcalde de la
capital, y Tlaxcala, con Adriana Dávila, incondicional de Calderón.
Otro
panista de origen es Javier Corral, candidato en Chihuahua, cuyas posibilidades
de triunfo fueron saboteadas por el candidato “independiente” José Luis
Barraza, quien como presidente del Consejo Coordinador Empresarial contrató
ilegalmente, en 2006, miles de spots contra Andrés Manuel López Obrador.
En
los otros ocho estados los candidatos son expriistas: Miguel Ángel Yunes, en
Veracruz; Antonio Gali Fayad, en Puebla; José Estefan Garfias, en Oaxaca; José
Rosas Aispuro, en Durango; Rafael Flores, en Zacatecas; Martín Heredia, en
Sinaloa; Francisco Berganza Escorza, en Hidalgo, y Carlos Joaquín González, en
Quintana Roo.
En
prácticamente todos los estados, aun en los que sus candidatos están relegados
–como en Hidalgo, Zacatecas y Sinaloa–, el PAN solo y con alianza padece
condiciones de inequidad y aun “elecciones de Estado”, acusa Zepeda.
“Hay
estados donde se están preparando o se están haciendo elecciones de Estado.
Vemos intervenciones directas, claras, de los gobiernos en Veracruz,
Tamaulipas, Durango, Quintana Roo, Hidalgo y Tlaxcala, pero también los
organismos electorales a nivel local, que tienen por tarea ser imparciales, en
muchos casos han resultado ser una completa vergüenza.”
El
secretario general panista asegura que en varios estados los Organismos
Públicos Locales, nombrados por el Instituto Nacional Electoral (INE), están bajo
las órdenes de los gobernadores pese a que la reforma constitucional que lo
creó, impulsada por el PAN, tenía el propósito de evitarlo.
“En
Tamaulipas se trató que nuestro candidato no se pudiera registrar, pero la
justicia federal nos dio la razón; el de Hidalgo tiró más de 40 candidaturas y
dejó sin candidatos al PAN, y en Veracruz, Durango y Quintana Roo. Eso pone en
riesgo las elecciones”, afirma.
Enseguida
aclara: “Nosotros no le apostamos a otra cosa más que a ganar, pero no podemos
dejar de señalar que es una vergüenza el actuar de muchos organismos
electorales y que no vamos a permitir que arrebaten lo que no ganaron en las
urnas”.
–¿Fracasó
esa reforma?
–Sin
duda, en muchos estados sí, no me gustaría generalizar. Hay consejeros que
tienen los valores bien puestos y hay quienes son empleados al servicio del
poder, en este caso del PRI. En muchos estados, sin duda alguna, (la reforma)
no resultó, porque los organismos están completamente cargados a favorecer al
PRI en nueve estados. Pasando la elección se tiene que revisar el modelo.
–Pero
también parecen empleados del PAN, en Puebla por ejemplo…
–Nosotros
no tenemos esa impresión en Puebla. Pero en cualquier caso donde haya críticas
se deben presentar quejas y denuncias. Nosotros lo hemos hecho.
Morena,
alza “artificial”
A
unos días del cierre de las elecciones del 5 de junio, en el cuartel del PAN
temen que en el resultado graviten conductas anómalas, como la movilización
ilegal de estructuras gubernamentales a favor de los candidatos del PRI, que
podrían modificar hasta en cinco puntos las elecciones.
Sin
embargo, para algunos panistas, como el exgobernador Marco Antonio Adame,
influyente integrante del CEN del PAN, las campañas han dado “dos buenas
noticias: una, el escenario triunfalista del PRI ha quedado hecho pedazos,
entre otros factores por las campañas, la división propia de los grupos al
interior del PRI y una emergencia ciudadana que está reflejando, no de manera
cuantificada aún, el hartazgo.
“En
conclusión, yo creo que todos esos factores, más algunas alianzas bien
logradas, me parece que están empezando a tener sus resultados. Y la segunda
buena noticia de este proceso es que más de cinco elecciones están en alto
grado de competitividad y pueden traer otra buena noticia.”
Igual
que Creel y Zepeda, el exgobernador de Morelos advierte que, además de la
guerra sucia y la parcialidad de organismos electorales, también el PRI tiene
la estrategia de atomizar a la oposición y de generar crecimientos
artificiales, todo con vistas a 2018.
Precisamente
a partir del crecimiento de Morena, los panistas y perredistas han interpretado
que existe un crecimiento “artificial” e incluso un pacto entre el líder de ese
partido nuevo, Andrés Manuel López Obrador, con el gobernador priista Javier Duarte,
motejado como sinónimo de corrupción.
“Hay
dos fenómenos: el PRI está trabajando sistemáticamente por fragmentar la
oposición, está inflando a los ‘independientes’, como en Chihuahua, y está
generando crecimientos artificiales, como en Veracruz con Morena: gente del PRI
perfectamente identificada está por la construcción de la estructura de Morena,
con un crecimiento inexplicable”, asegura.
“Aunque
debo reconocer que en todos los estados Morena está teniendo avances, en
Veracruz tiene un crecimiento desorbitado, y aquí hay una maniobra de
atomización, de crecimientos artificiales, que es una estrategia que el PRI
está ensayando desde ahora para 2018. Porque el diseño del sistema electoral
funciona a partir de un PRI que, por muy baja que sea la calificación del
presidente y del propio partido, si logra fragmentar o erosionar la
indignación, avanza.”
–¿El
crecimiento de Morena en Veracruz es consecuencia de un pacto López
Obrador-Duarte?
–No
se necesita un pacto para construir una fuerza como Morena. Esto es muy
importante. No se necesita un pacto: si al sistema conviene que suceda, se
articula, se arma, porque la estrategia es atomizar la oposición. Es donde el
PRI se siente más cómodo.
Pese
a esto y a que el PAN y su alianza con el PRD enfrentan “el cuantioso recurso
del aparato oficial en muchos estados”, Adame no tiene duda de que habrá
“buenos resultados”, pero tampoco arriesga un pronóstico.
Aguascalientes,
Tamaulipas, Quintana Roo, Tlaxcala y Durango son los estados donde ven grandes
posibilidades de triunfo, pero no menciona Veracruz, adonde su candidato Yunes
Linares ha sido exhibido en su cuantiosa fortuna y la de su familia, y aun
acusado de pederastia.
–¿Veracruz?
–Está
muy peleado, todavía nosotros mantenemos una posición optimista, pero ha sido
uno de los estados con la mayor confrontación. Preocupan, por ejemplo, las
noticias de delincuencia y crimen de los últimos días, generan pánico, asustan
a la población, lo que genera abstencionismo.
–¿Y
a quién beneficia esto?
–Al
PRI –dice Adame, quien advierte que el desenlace del 5 de junio es incierto:
“¿Cuál será el resultado final? No lo sé. Nosotros confiamos en que vamos a
tener buenos resultados”.
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