Mi amor no
tiene rostro.
Sólo tiene
palabras luminosas.
Mi amor es
puntual
y cada noche
recojo en mi
buzón
su mensaje
cifrado.
Enciendo el
aparato, parpadea...
Escribe con
mayúsculas los besos
y acaricia
su cuerpo en letras de colores.
No hay temor
al contagio.
Tan sólo su
locura me estremece
y yo se la
devuelvo
en megabytes
desordenados,
-ebria de
amor,
ya libre-,
acariciando
mi sistema
binario desbocado,
mis ventanas
al viento con el alba,
el CD Rom
tan terso, la memoria...
María Rosal. Poeta española nacida en Fernán-Núñez, Córdoba en 1961.
Además de la poesía, ha publicado cuentos y ensayos sobre didáctica de la lengua.
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