Palabras
del diputado José de Jesús Zambrano Grijalva, Presidente de la Mesa Directiva
de la Cámara de Diputados, durante la a Promulgación de las Leyes del Sistema
Nacional Anticorrupción.
Palacio
Nacional, a 18 de julio de 2016..
Muy
buenas tardes.
Licenciado
Enrique Peña Nieto, Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos.
Y
al establecer órganos que le darán viabilidad, a través de los comités
coordinador, de participación ciudadana, rector del sistema nacional de
fiscalización, así como de los sistemas locales, entre otros.
En
ellos quedan, por cierto, recogidos planteamientos de amplios sectores de la
sociedad, de la izquierda democrática y del movimiento progresista.
Sin
embargo, hay que decirlo, en nuestra democracia también se vale tener una
opinión diferente para expresar un punto de vista.
Este
sistema que hoy se promulga, al dejar a un lado la conocida como Ley 3 de 3,
iniciativa ciudadana que establecía que los servidores públicos informaran
obligatoriamente a la sociedad, sin candados ni restricción alguna, sobre su
patrimonio, ingresos y conflicto de intereses con la presentación de tres
diversas declaraciones: patrimonial, fiscal y de intereses, apelando a la ética
como fundamento de un moderno Estado social y democrático de derecho, al no
incorporarse preceptos en toda su amplitud, no queda, desde nuestro punto de
vista, completo este sistema.
En
efecto. Es para todos conocido que el pasado 17 de marzo, haciendo uso de la
facultad que le confiere la Constitución, un grupo de ciudadanas y ciudadanos
organizados, respaldados en más de 600 mil firmas, presentaron ante el Senado
de la República, en el marco del diseño del Sistema Nacional Anticorrupción,
una propuesta de ley en materia de responsabilidades administrativas, que después
se conoció como Ley 3 de 3.
Esta
iniciativa de gran calado, en la que participaron académicos de diversas
universidades y centros de investigación, como la UNAM, el CIDE, el ITAM y el
Tecnológico de Monterrey, entre otros, se basó en la firme convicción de que
incluía instrumentos normativos de rango nacional en el combate a la impunidad,
opacidad y corrupción.
Sin
embargo, no hubo el eco legislativo suficiente deseado al discutirse las leyes
que conformarían el nuevo Sistema Nacional en ambas Cámaras.
Como
legislador y como Presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, le
envié al Presidente de la República una atenta solicitud para que observara los
Artículos 29 y 32 de la Ley General de Responsabilidades Administrativas,
recién aprobadas, como parte de ese conjunto de leyes.
Qué
bueno, me place que el Presidente de la República, en ejercicio de su facultad
constitucional, hizo observaciones al Artículo 32 y a Artículos relativos de la
Ley General de Responsabilidades Administrativas, para que el Legislativo
rectificara y suprimiera la obligación de que las personas físicas y morales
presentaran declaraciones de situación patrimonial y de intereses, como
cualquier servidor público.
Lamento
que no hubiera observado igualmente el Artículo 29, para dar paso a que el
Legislativo incorporara, ahora sí, el reclamo ciudadano contenido en la
Iniciativa 3 de 3.
Aún
con estas insuficiencias, estoy convencido, como ya lo dije hace unos minutos,
de que lo que hoy se promulga es un primer paso, muy importante, significativo,
en el combate a la corrupción.
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