Vaticano
aclara afirmaciones del Cardenal Sarah sobre la celebración de la Misa Ad Orientem
La Sala de Prensa de la Santa Sede dio a conocer este lunes 11 de julio un comunicado en el que aclara algunas recientes declaraciones del Cardenal
Robert Sarah, Prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina
de los Sacramentos, sobre una sugerencia que hizo respecto a un cambio en la
celebración de la Misa a partir de Adviento.
Sarah, propuso un cambio para la celebración de las Misas a partir del primer Domingo de Adviento de este año 2016. En la conferencia inaugural del evento Sacra Liturgia UK 2016 que se realizó en Londres del 5 al 8 de julio, afirmó que “es muy importante que volvamos tan pronto como sea posible a una orientación común, de los sacerdotes y los fieles todos en la misma dirección: hacia el oriente o al menos hacia el tabernáculo”.
Cuando un sacerdote celebra la Misa Ad Orientem, en ciertas partes de la Misa mira de frente hacia el “este litúrgico”, es decir hacia el altar y de espaldas a la congregación. Esta es una práctica común en la forma extraordinaria de la Misa. De cara al pueblo, o versus populum, es la práctica extendida en la forma ordinaria de la Eucaristía.
El
comunicado se refiere a una sugerencia que hizo el Purpurado africano el pasado
5 de julio en Londres cuando señaló que “es muy importante que volvamos tan
pronto como sea posible a una orientación común, de los sacerdotes y los fieles
todos en la misma dirección: hacia el oriente o al menos hacia el tabernáculo”.
El
Cardenal sugirió como día de inicio para su propuesta de la celebración de la
Misa Ad Orientem –mirando al oriente y de espaldas al pueblo– “el primer
Domingo de Adviento (27 de noviembre) este año” y pidió a los sacerdotes
prudencia y una necesaria catequesis si decidían efectuarla.
Cardenal
Sarah propone importante cambio para la Misa desde Adviento
Nota de Walter Sánchez Silva
LONDRES,
06 Jul. 16 / 01:38 pm (ACI).- El Prefecto de la Congregación para el Culto
Divino y la Disciplina de los Sacramentos en el Vaticano, Cardenal Robert
Sarah, propuso un importante cambio para la celebración de las Misas a partir
del primer Domingo de Adviento de este año 2016.
“Se
trata de mirar todos juntos hacia el ábside que simboliza el oriente donde está
el trono de la cruz del Señor resucitado”, precisó.
“Con
esta manera de celebrar experimentaremos, también con el cuerpo, la primacía de
Dios y de la adoración. Comprenderemos que la liturgia se trata en principio de
nuestra participación en el sacrificio perfecto de la cruz”.
Además,
explicó el Cardenal, con el Concilio Vaticano II “celebrar mirando al pueblo se
convirtió en una posibilidad pero no es una obligación. La liturgia de la
palabra justifica que se vean cara a cara el lector y el pueblo, el diálogo y la
pedagogía entre el sacerdote y su pueblo. Pero como llegamos pronto al momento
en que uno se dirige a Dios –desde el Ofertorio en adelante– es esencial que el
sacerdote y los fieles miren juntos hacia el Oriente. Esto corresponde
exactamente a lo que querían los padres conciliares”.
“Como
Prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los
Sacramentos, deseo recordar que la celebración Ad Orientem está autorizada por
las rúbricas, que especifican los tiempos en que el celebrante debe volverse
hacia el pueblo. Por lo tanto no es necesario tener un permiso especial para
celebrar mirando al Señor”.
Que
la liturgia no sea un espectáculo
En
la entrevista con Famille Chretienne, el Prefecto también dijo que desea
“alentar una gran reflexión sobre este tema para devolver la Eucaristía al
centro de nuestra vida. Constato que muchas de nuestras liturgias se convierten
en un espectáculo”.
“Con
frecuencia –continuó– el sacerdote ya no celebra el amor de Cristo a través de su sacrificio
sino un encuentro entre amigos, un compartir, un momento fraterno. Al buscar
inventar liturgias creativas o festivas corremos el riesgo de un culto
demasiado humano, a la altura de nuestros deseos y de las modas del momento”.
El
Purpurado africano explicó que con esta forma con la que algunos sacerdotes
encaran la Misa “poco a poco los fieles se alejan de quien nos da la vida.
¡Para los cristianos la Eucaristía es un asunto de vida o muerte!”
“La
liturgia es la puerta de nuestra unión con Dios. Si las celebraciones
eucarísticas se transforman en auto-celebraciones humanas el peligro es inmenso
porque Dios desaparece. Se debe comenzar por volver a poner a Dios al centro de
la liturgia”.
El
Cardenal Sarah advirtió también que “si el hombre es el centro de la liturgia,
la Iglesia se convierte en una sociedad puramente humana, una simple ong, como
ha dicho el Papa Francisco”.
“Si,
en cambio, Dios está en el corazón de la liturgia, ¡entonces la Iglesia
reencontrará su vigor y su savia! ‘En nuestra relación con la liturgia se juega
el destino de la fe y de la Iglesia’, escribía de manera profética el Cardenal
Joseph Ratzinger”.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario