Liturgia
y celebraciones; ningún cambio a la vista
El
cardenal Sarah, durante una conferencia en Londres, invitó a los sacerdotes a
volver a celebrar hacia el Oriente, de espaldas al pueblo.
Después de una
aclaración con el Papa, la nota de Lombardi
La
liturgia "tradicionalista"
Vatican Insider, 11/07/2016
ANDREA
TORNIELLI
Parecía
más que una invitación, puesto que el que habló de ello, aunque en una
conferencia y no en un acto oficial, fue el cardenal Robert Sarah, Prefecto de
la Congregación del Culto Divino. Hace una semana, al inaugurar el congreso de
Sacra Liturgia en Londres, el cardenal africano lanzó una especie de llamado a
todos los sacerdotes del mundo, invitándolos, empezando el primer domingo de
Adviento (en noviembre de este año), a celebrar la misa «versus Orientem», es
decir con el altar hacia el Oriente y de espaldas al pueblo, como se solía
hacer antes de la reforma conciliar. «Es muy importante que volvamos, lo antes
posible, a una orientación común, de los sacerdotes y fieles dirigiéndose
juntos hacia la misma dirección, hacia oriente, o por lo menos hacia el ábside,
hacia el Señor que viene», dijo. Y añadió: «Les pido que apliquen esta práctica
en donde sea posible».
Las
palabras de Sarah tuvieron eco en todo el mundo y encontraron el apoyo
entusiasta en varios sitios y blogs de los llamados tradicionalistas. También
gustó que el cardenal hubiera añadido que quería comenzar a estudiar la
cuestión, de acuerdo con el Papa, para llegar a una «reforma de la reforma»
litúrgica, con el objetivo de mejorar la sacralidad del rito. Un día después de
la conferencia de Sarah, el cardenal arzobispo de Westminster, Vincent Nichols,
escribió una carta a sus sacerdotes invitándolos a no celebrar la misa
dirigiéndose hacia el este, como había pedido el Prefecto del Culto Divino,
sobre todo porque hay una legislación vigente sobre esta materia.
En
los últimos días, el cardenal Sarah fue nuevamente recibido en audiencia por
Papa Francisco. Y el lunes 11 de julio por la tarde, el padre Federico Lombardi
(el mismo día en el que se anunció el nombramiento de su sucesor) hizo una
declaración, evidentemente de acuerdo con el Pontífice y con el cardenal, con
la que desmontó el valor de la invitación de Sarah y con la que incluso reprobó
la expresión «reforma de la reforma», que hace tiempo fue abandonada incluso
por Benedicto XVI.
«Es
oportuna una precisión —afirmó el vocero vaticano— después de las noticias que
circularon tras una conferencia que pronunció en Londres el cardenal Sarah,
Prefecto de la Congregación del Culto Divino, hace algunos días. El cardenal
siempre se ha preocupado, justamente, por la dignidad de la celebración de la
misa, para expresar adecuadamente la actitud de respeto y adoración por el
misterio eucarístico. Sim embargo, algunas de sus expresiones fueron
malinterpretadas, como si anunciaran nuevas indicaciones no conformes con las
que hasta ahora se dan en las normas litúrgicas y en las palabras del Papa
sobre la celebración hacia el pueblo y sobre el rito ordinario de la misa».
«Por
ello, es bueno recordar —continuó Lombardi— que la Institutio Generalis
Missalis Romani (el Ordenamiento General del Misal Romano), que contiene las
normas sobre la celebración eucarística y que todavía están plenamente
vigentes, en el número 299 se dice: “Altare extruatur a pariete seiunctum, ut
facile circumiri et in eo celebratio versus populum peragi possit, quod expedit
ubicumque possibile sit. Altare eum autem occupet locum , ut revera centrum sit
ad quod totius congregationis fidelium attentio sponte convertatur” (es decir:
Que el altar se construya separado de la pared, para poder dar la vuelta
alrededor fácilmente y celebrar dirigiéndose hacia el pueblo, cosa que conviene
realizar en donde sea posible. Luego, el altar debe estar situado de manera que
constituya realmente el centro hacia el cual espontáneamente converja la
atención de los fieles)».
«Por
su parte, Papa Francisco —afirmó el portavoz vaticano—, en ocasión de su visita
al dicasterio del Culto Divino, recordó expresamente que la forma ‘ordinaria’
de la celebración de la Misa es la que prevé el misal promulgado por Pablo VI,
mientras que la forma ‘extraordinaria’, que fue permitida por Papa Benedicto
XVI para las finalidades y con las modalidades que él explicó en el ‘motu
proprio’ ‘Summorum Pontificum’, no debe sustituir a la forma ‘ordinaria’».
«No
están previstas, pues, nuevas directrices litúrgicas a partir del próximo
Adviento —aclaró Lombardi—, como algunos han impropiamente deducido de algunas
palabras del cardenal Sarah, y es mejor evitar el uso de la expresión ‘reforma
de la reforma’, refiriéndose a la liturgia, puesto que a veces ha sido fuente
de equívocos. Todo esto fue concordado durante una reciente audiencia que
concedió el Papa al mismo cardenal Prefecto de la Congregación del Culto
Divino».
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