Reflexiona, Gobierno
Editorial/Noroeste, 13/04/2017
Los hombres y mujeres que están al frente de los gobiernos estatal y federal deberán asumir una profunda reflexión sobre el movimiento de los grupos de la delincuencia organizada en el territorio nacional.
La violencia relacionada con la DO ha repuntado drásticamente en lo que va de este año y no parece que se detendrá.
La saña, las estrategias de terror aplicadas en sus asesinatos, también aumenta. Aún más graves es la especie de anticuerpos que, al parecer, desarrolla la ciudadanía.
Solamente ayer, sin tener que narrar las fechorías anteriores, una persona fue arrojada desde alguna aeronave, desnuda y, aparentemente, habría muerto con el impacto en el techo de la unidad familiar del IMSS en Eldorado.
Todo mundo sabe que Eldorado es territorio de Dámaso López, quien está en confrontación con los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán. Es claro que esto es un mensaje no solamente para el enemigo, sino para el resto de la población.
El Gobierno en su conjunto, estatal y federal, se ha mantenido como testigo de esta pugna que ya atrapó a la sociedad civil. Tan es así que, a 100 días de su gobierno, Quirino Ordaz Coppel sigue con el mismo discurso de la inversión en videocámaras, como si fueran la estrategia máximaa de combate al crimen organizado.
Ante la indolencia mostrada y falta de arrojo, pareciera que más bien quiere las cámaras para seguir de testigo de esta guerra, pero ahora con un monitor, palomitas y refresco.
Es preocupante y llama a la sospecha la inacción del Gobierno estatal y federal.
Es cierto que han desplegado soldados por Culiacán y Mazatlán, pero también lo es que su papel también es testimonial.
¿Por qué no actúan con contundencia? ¿Por qué los grupos criminales siguen actuando y cada vez con más saña?
¿Es cobardía? ¿Es ignorancia? ¿Es impericia? ¿Es negligencia? ¿Es complicidad?
En estos días de reflexión, los hombres y mujeres en el Gobierno deben hacer una profunda introspección sobre el rol que quieren jugar en la historia y sobre cómo quieren ser recordados.
¿Cómplices o autoridades?
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