El papa Francisco lava los pies de 12 internos.., entre ellos 3 mujeres y un musulmán.
Este jueves Santo el papa Francisco celebró la “Messa in Coena Domini” con el rito del lavatorio de los pies en la prisión de Paliano, en la provincia de Frosinone y diócesis de Palestrina, a unos 70 kilómetros de Roma.
La visita del Pontífice tuvo un carácter estrictamente privado y no hubo imágenes para proteger la intimidad de los detenidos.
A las 15 horas de Roma, Francisco dejó su residencia, la Casa Santa Marta, para acudir a esta prisión. A su llegada, una hora más tarde, fue acogido por la directora y por el capellán, el P. Luigi Paoletti y luego se desplazó hasta la Plaza de Armas donde saludó al personal que trabaja en la prisión.
Tras el breve encuentro, el Pontífice se trasladó hasta la sala llamada “Unidad de Italia”, donde se encontró con 58 detenidos “colaboradores de la justicia”, es decir, que en su mayoría han participado en actividades de crimen organizado y han ayudado a esclarecer delitos vinculados usualmente a las mafias.
La figura de colaborador de la justicia en Italia no exime a la persona de una pena de cárcel, como sí ocurre en otros países.
Otros 2 detenidos, un hombre y una mujer, le encontraron de manera separada ya que se encuentran en régimen de aislamiento, al igual que otras 8 personas enfermas de tuberculosis a los que saludó a continuación.
Después celebró la Misa y lavó los pies a 12 detenidos, entre ellos 3 mujeres y un musulmán que será bautizado el próximo mes de junio, convirtiéndose así al catolicismo. También fueron bautizados un argentino y un albanés, siendo el resto de nacionalidad italiana.
Entre ellos, 2 están condenados a cadena perpetua y los demás deberán concluir su pena entre los años 2019 y 2073.
Los internos obsequiaron a Francisco con varios regalos: productos de su huerta biológica, cruces elaboradas con madera de olvido, un mantel de lana blanca y algunos dulces.
Francisco destacó cómo Jesús, siendo “el jefe”, siendo “Dios” lava los pies a sus discípulos. “Eso de lavar los pies era una tradición que se hacía en la época antes de los almuerzos y las comidas, porque era gente que venia del camino y estaba sucia, con polvo del camino. Uno de los gestos para recibir una persona en casa era lavarle los pies, pero esto lo hacían los esclavos”.
“Jesús lo hizo así. Simón Pedro no quería hacerlo, pero Jesús le explicó que era así, que Él había venido al mundo para servir, para servirnos, para hacerse esclavo para nosotros, para dar la vida por nosotros y amar hasta el final”.“Cuando venía de camino a esta prisión, había gente que saludaba porque venía el Papa. Pero el jefe de la Iglesia es Jesús. El Papa es la figura de Jesús. Yo quisiera hacer lo mismo que Él ha hecho. En esta ceremonia el párroco lava los pies a los fieles. Siempre el más grande debe hacer el trabajo de esclavo”, dijo a los internos...
“Una vez los discípulos discutieron entre ellos sobre quién era el más grande, el más importante. Y Jesús dijo: ‘el que quiera ser más importante debe hacerse el más pequeño y el servidor de todos’. Así hace Él con nosotros. Todos nosotros somos pobres, pero Él es grande, es bueno y nos ama así como somos”.
Al concluir, Francisco pidió pensar “en Dios, en Jesús”. “Esta no es una ceremonia folclórica, es un gesto para recordar lo que ha dado Jesús. Después de esto tomó el pan y nos dio su cuerpo, tomó el vino y nos dio su sangre. Así es el amor de Dios con nosotros.
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