Debate, 15/05/2017 - 13:35 HS
Cuando Javier Valdez contó que le podían hacer daño
El periodista fue asesinado a balazos en Culiacán la mañana de este lunes
México.- "Yo he vivido la inseguridad, varias situaciones difíciles. Por ejemplo, fuentes mías han sido asesinadas, también en Ríodoce nos aventaron una granada en 2009, así como otras situaciones que no puedo mencionar con detalles porque es peligroso, pues si yo digo que el narco o un policía me amenazó, cualquiera puede aprovechar para hacerme daño”, mencionó el escritor y periodista Javier Valdez, cuando acaba de publicar su libro Narcoperiodismo, con el sello editorial Aguilar, en el que aborda el narcotráfico y su relación con el ejercicio del periodismo.
La mañana de este lunes fue asesinado a balazos en el centro de Culiacán. Según autoridades, Valdez Cárdenas caminaba por la avenida Riva Palacio, en la colonia Jorge Almada, cuando unas personas a bordo de un vehículo rojo le dispararon hasta arrancarle la vida. En el lugar encontraron 12 casquillos percutidos.
Cuando Javier Valdez concedió la entrevista dijo:
Estamos pisando suelo muy inseguro, pantanoso, de arenas movedizas, de muchos hilos, porque igual te tienes que cuidar del compañero de la redacción, porque las redacciones están infiltradas por el narco...
ESTA FUE LA ENTREVISTA EN OCTUBRE DEL 2016
¿Cómo se encuentra el periodista ante el narco?
Hay una situación difícil en ese aspecto y uno debe aprender a cuidarse. Una buena manera de hacerlo es siendo ético, responsable, haciendo un trabajo serio en el periodismo. Sin embargo, aún así, con tanto ‘gorila’ armado en las calles de Culiacán y el país, creo que no estamos exentos de que nos pase algo.
Estamos pisando suelo muy inseguro, pantanoso, de arenas movedizas, de muchos hilos, porque igual te tienes que cuidar del compañero de la redacción, porque las redacciones están infiltradas por el narco, igual del pistolero del capo que controla la ciudad o del jefe policiaco que no respeta la ley o está al servicio del narcotráfico y del servidor público que es hijo del narco, que está formado en este ambiente, en esta cultura del abuso, la impunidad, la corrupción, que juegue ese juego perverso, macabro, ilegal.
¿A qué se refiere con que el narco se ha infiltrado en los medios?
Tenemos en Sinaloa muchos años con los medios infiltrados. Yo recuerdo una nota de hace como unos cinco años, de un reportero local que escribió sobre un jefe policiaco corrupto. Al otro día que se publicó no salió firmada, pero al siguiente día, cuando el reportero salió a la calle, el jefe policiaco lo abordó y le dijo que él sabía que él la había escrito. ¿Quién le avisó? Pues alguien de la redacción, y por fortuna ese jefe policiaco no le pudo hacer nada, luego fue asesinado. Sin embargo, ahora ya no es un medio o un reportero que trabaja para los narcos y quiere repartir dinero o amenazas en la redacción, sino que dicta la línea editorial, o sea, el narco se metió a las redacciones, el narco manda, el narco dice si te van a publicar, si se va a publicar foto o no, si es portada o no.
Nunca antes habíamos tenido una crisis de seguridad tal en el periodismo y ahora como nunca hay pocas condiciones para hacer nuestro trabajo, es como si hubiéramos descendido 50 escalones hacia el infierno.
¿Historias como esta aborda en su libro?
Son historias de la presencia del narco, pero también otras formas del crimen organizado: el lavado de dinero, que no siempre es del narco, tráfico de influencias, corrupción entre autoridades y empresarios, la censura, política represiva del gobierno. Es todo un abanico, no sólo el narcotráfico.
¿Qué opina de que los señalados del ataque al convoy militar en Culiacán se deslinden?
Yo todavía tengo dudas si son ellos (los hijos del Chapo Guzmán) los que se deslindan, me parece apresurado, como si tuvieran prisa de deslindarse ante la posible embestida del Ejército, que parece que viene fuerte. Lo cierto es que es un trabajo que hizo ciertamente el Cártel de Sinaloa, habría que ver qué célula, bajo qué mando. Esto nos refleja la vulnerabilidad de las Fuerzas Armadas; o sea, por un lado, si es un ataque a un convoy de tres unidades del Ejército, te preguntas “¿Qué va a pasar con los ciudadanos que estamos en mitad de esta guerra?”. Otra pregunta es: “¿Dónde está la autoridad local?”.
Ahora murieron cinco militares, hirieron a un paramédico, hirieron a 10 soldados; bueno, ¿y a nosotros quién nos va a cuidar?
Para concluir, ¿estamos en mano de los delincuentes?
Sí, no hay ningún operativo que sirva para enfrentar todo esto si no hay gobierno, no hay ley, no hay aplicación de esta. Seguimos en medio del campo, del páramo, como si tuviéramos signos de tiro al blanco, nosotros los ciudadanos en medio de esta guerra estúpida que provoca tantos muertos. ¿Por qué está el narco en las calles?, ¿por qué actúa? Porque tiene poder, porque ellos mandan, porque la autoridad está coludida. Eso es lo que en el fondo debe preocuparnos a todos. Ahora murieron cinco militares, hirieron a un paramédico, hirieron a 10 soldados; bueno, ¿y a nosotros quién nos va a cuidar?.
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