Que duró inició la Semana Santa...! Se quemó un gran templo de la fe católica..., símbolo del cristianismo mundial..
Luto mundial...Duele Nora Dame
El incendio comenzó a las 18.50 horas en el ático de la catedral donde se estaban llevando a cabo las obras de renovación. Las llamas provocaron el derrumbe del techo y de la alta aguja central.
Notre Dame es una de las iglesias más reconocidas del mundo, una de las joyas del estilo gótico, edificada entre 1163 y 1345. El templo ya sufrió daños por un incendio en 1871, durante la Comuna de París.
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@fredalvarez
Preocupante lo dicho por el C. Presidente @lopezobrador_ .
“...y si ustedes se pasan (los periodistas), pues, ya saben lo que sucede...!
Entonces, pero no soy yo, es la gente; no es conmigo, es con los ciudadanos, que ya no son ciudadanos imaginarios....”
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El jefe de la Administración para el Control de las Drogas (DEA) asignado en Nueva York,
Ray Donovan - el Mago de Oz-, reconoció que la lucha contra el tráfico de drogas no termina con la declaración de culpabilidad de Joaquín Guzmán, ya que el grupo criminal que lideraba sigue operando en EU.
¿Qué esperaba?
Donovan se refiere al Cártel de Sinaloa, que ahora es dirigido por Ismael Zambada y los hijos de Guzmán Loera, conocidos como “Los Chapitos”.
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Las columnas políticas, hoy lunes 15 de abril de 2019...
Templo Mayor/ Reforma
A LA QUE no le fue muy bien en su reunión con empresarios y directivos de empresa fue a Yeidckol Polevnsky. Acudió al foro semanal del Club de Industriales y en varios momentos provocó reacciones no muy favorables.
LA PRIMERA fue cuando se burló de los temores que existían en la iniciativa privada por el tipo de cambio y presumió que el dólar ese día estaba en 18 pesos, cosa que los comensales sabían perfectamente que no era cierto.
LA SEGUNDA fue cuando alabó por su "inteligencia" y "patriotismo" a... ¡Napoleón Gómez Urrutia! La tercera fue cuando insistió en que con su plantón en Paseo de la Reforma, Andrés Manuel López Obrador evitó un "derramamiento de sangre". Ahí los murmullos prácticamente se convirtieron en abucheos.
Y LO QUE de plano dejó perplejos a sus escuchas fue cuando Polevnsky les dijo que no tomaran demasiado en serio a Ricardo Monreal y sus iniciativas, las cuales calificó de "ocurrencias".
A PUNTA de billetazos, repartiendo bienes y recursos mediante programas de corte populista, Ricardo Gallardo, tanto padre como hijo, han construido un cacicazgo político en San Luis, con la mira puesta en la gubernatura. Y aunque el junior Ricardo Gallardo Cardona fue investigado en 2015 por lavado de dinero y crimen organizado, al parecer ya amarró -por no decir compró- la franquicia del Partido Verde.
POR CIERTO que quien reapareció a todo galope fue el ex senador verde Pablo Escudero, quien cambió la tribuna legislativa por la montura. El fin de semana participó en el Campeonato Mundial Ecuestre "Longines Global Champions Tour", montando a "Don Aurelio" y "Charagón". Dicen los que saben que, como jinete, Escudero es buen legislador.
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Bajo Reserva/Periodistas El Universal
¿AMLO dio la bendición a Alito?
La mañana de ayer el presidente Andrés Manuel López Obrador y el gobernador de Campeche, Alejandro Moreno (PRI), tuvieron un desayuno privado en la histórica ciudad de Champotón. Nos dicen que en la reunión ambos políticos hablaron sobre los programas federales para impulsar el sureste del país como el proyecto del Tren Maya. Sin embargo, nos señalan que más de un priista está interesado en saber si entre la fruta, el café y el pan, salió a plática el tema del relevo en la presidencia del PRI, en el que don Alejandro participa como uno de los aspirantes, y que varios dentro del tricolor consideran como el candidato mejor visto por el mandatario federal. Será que en estos días santos Alito, como lo llaman sus amigos, recibió la “bendición” presidencial.
Veto presidencial frena medicamentos para VIH
Organizaciones de la sociedad civil dedicadas a apoyar a pacientes con VIH/SIDA buscarán un encuentro con el presidente Andrés Manuel López Obrador para exigir una licitación inmediata de antirretrovirales, pues dos de las empresas farmacéuticas que vetó eran las principales proveedoras de estos medicamentos, aunque la Secretaría de Salud ha dicho que cuentan con el abasto suficiente, y que están buscando mecanismos para mantener la distribución ya sea mediante compras por adjudicación directa o licitación pública. Nos comentan que las ONG saben que el Presidente no tiene una buena impresión sobre algunas organizaciones de la sociedad civil, por lo que su demanda no tendrá nada que ver con el veto a las empresas, con el fin de que no se piense que las están defendiendo. Lo que sí aseguran es que no quitarán el dedo del renglón hasta que les garanticen que los antirretrovirales llegarán en tiempo y forma. Aseguran que si esto no sucede, están listos para realizar movilizaciones a nivel nacional.
Peligra matrimonio PT-Morena
Nos dicen que regresando de vacaciones de Semana Santa, algunos diputados federales de Morena pondrán manos a la obra para retomar la propuesta que hizo el diputado Pablo Gómez sobre la eliminación del sistema de outsourcing. Nos informan que el tema se discutirá en el formato de parlamento abierto de la Cámara de Diputados, asunto que el PT quería incluir en la reforma laboral que se aprobó el jueves en San Lázaro. Los más interesados serían, desde luego, los oficialistas de Morena por hacer esfuerzos para que este aliado no se aleje más de la alianza electoral que armaron entre los dos partidos y el extinto Encuentro Social. Habrá que ver si se hacen estas audiencias, y si eliminan ese formato de contratación laboral, pero sobre todo, ver si este tema no se convierte en el hilo que rompa el matrimonio PT-Morena, que tiene más de un desacuerdo latente.
Se olvidan de Roberto Borge
Al parecer al ex gobernador de Quintana Roo, Roberto Borge Angulo, no le corre ninguna prisa en su proceso judicial. El pasado 6 de abril venció el término concedido por un juez federal para que su defensa realice actos de investigación y su proceso penal continúe. Sin embargo, hasta el momento ni la Fiscalía General de la República ni la defensa del ex mandatario estatal han solicitado audiencia. Parece que la FGR tampoco tiene prisa por concluir el asunto mientras Borge Angulo permanece en el Centro Federal de Readaptación Psicosocial de Morelos, donde recibe cuidados especiales por el daño renal que padece. ¿Se habrán olvidado de él o la defensa no está segura de sus datos de prueba?
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Trascendió/Milenio
QUE la fracción del Partido de la Revolución Democrática en la Cámara de Diputados, encabezada por Verónica Juárez, iniciará esta semana el análisis jurídico y el cabildeo político para dar forma a la acción de inconstitucionalidad contra el nombramiento del general Luis Rodríguez Bucio al frente de la Guardia Nacional, que consideran un agravio a la ley.
Sin embargo, la legisladora y su bancada perredista deberán esperar hasta el regreso del puente de Semana Santa para recolectar las firmas de 33 por ciento de diputados, que es el requisito mínimo para interponer el recurso ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
QUE algunos senadores trabajarán este periodo vacacional, debido a que el tiempo es corto y los compromisos políticos… difíciles de evadir incluso en días santos.
Por ahora continúan pendientes de aprobación las leyes secundarias de la Guardia Nacional, la revocación de mandato y la consulta popular.
Algunos legisladores ya recibieron el airado reclamo de sus familias, porque desaparecen de sus casas también en domingo. De hecho, la reforma laboral ha cobrado especial relevancia, pues en Morena quieren sacarla cuanto antes para que el presidente Andrés Manuel López Obrador tenga un motivo para festejar este 1 de mayo, Día del Trabajo.
QUE en el Instituto Mexicano del Seguro Social están sorprendidos por las versiones que corren en Tlahuelilpan, Hidalgo, en el sentido de que en clínicas y hospitales del instituto permanecen algunos heridos por la explosión ocurrida en enero en ese municipio.
Las autoridades sanitarias se han visto obligadas a difundir el mismo recuento que dieron a conocer hace algunas semanas, cuando falleció el último de los pacientes.
De las 18 víctimas, 12 murieron en el hospital Magdalena de las Salinas, en Ciudad de México, y seis en el de Lomas Verdes, en el Estado de México, y también es falso que haya niños en la ciudad estadunidense de Galveston, Texas.
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Frentes Políticos/Excelsior..
1. Promesa. Una vez más, el alcoholímetro se convirtió en la fosa de un elemento policiaco. Por evadir la prueba de alcoholemia, el fin de semana, un conductor arrolló a un policía de la Ciudad de México y le quitó la vida. El responsable sigue prófugo. “Es algo que yo le quiero prometer a la viuda del elemento, vamos a encontrar a esa persona y va a pagar”, señaló Jesús Orta Martínez, secretario de Seguridad Ciudadana. La jefa de Gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum, asegura que hay que redoblar esfuerzos para abatir la inseguridad. Suena muy bien, ¿pero si no pueden proteger las zonas donde decenas de policías están desplegados, cómo protegen el despoblado?
2. Reformas a la medida. En el intento de transformar al país ninguna de las voces debe quedar fuera. Y de eso es de lo que se encarga Mario Delgado Carrillo, el líder de la bancada de Movimiento Regeneración Nacional (Morena) en San Lázaro. Frente a la petición de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) para que los legisladores corrijan la Reforma Laboral, Delgado defendió que los cambios a la legislación son “una buena noticia” no sólo para los trabajadores sino para los empresarios. Argumentó que la reforma busca proteger también a los empresarios, porque “ya no serán más extorsionados por líderes charros”. Si acaban con líderes abusivos, que nunca velan por los intereses de los trabajadores, que la historia se los reconozca. Y si no, se los demande. Así de sencillo.
3. Ya les cayó. El presidente Andrés Manuel López Obrador reiteró que la corrupción no tendrá espacio en su gobierno y pidió a los ciudadanos no desesperarse sobre recibir los apoyos económicos de programas sociales, pues dijo que “no es fácil echar a andar al gobierno, porque era un elefante que estaba echado, reumático y magoñoso (…) Y hay que pararlo y empujarlo para que camine porque es un cuerpo de avance lento, pero ahí lo estamos empujando y entre todos va a tener que caminar porque lo vamos a empujar todos”. Hoy dará a conocer la lista de cuáles gasolinerías en todo el país venden más caro el combustible, pues señaló que el precio de 19 pesos por litro “es un abuso”. Aseguró que se les entrega a 16 pesos y están vendiendo en 19 y a 20 pesos. Por lo visto, en esa lista estarán todas las estaciones de servicio. ¿O usted conoce una que se salve?
4. Agilícense. Excélsior publicó, el pasado 19 de marzo, que en sus primeros seis meses, la primera legislatura del Congreso de la CDMX aprobó sólo 12% de las iniciativas presentadas en el pleno: sólo 41 de las 318 iniciativas se convirtieron en ley. El líder de la Jucopo, Ricardo Ruiz, dio a conocer que estaban por analizar de qué forma se podían “limitar los tiempos que le estamos dedicando a los puntos de acuerdo y concentrarnos más en dictámenes”. Para ser más asertivos vienen otros cambios, como privilegiar la presentación de iniciativas y dictámenes, además de reducir el número de puntos de acuerdo. Si con esto no despiertan, nada los hará salir del letargo.
5. Popularidad, cero. Jaime Rodríguez Calderón ha luchado afanosamente, semana a semana, para ubicarse en el sitio que ayer le otorgaron sus gobernados. El seudomandatario, como lo calificaron, fue protagonista de una manifestación sui géneris. Integrantes de Únete Pueblo y otras organizaciones civiles quemaron un muñeco que representó la figura del gobernador. Encabezados por la activista Rocío Montalvo, se mostraron en contra del alza en las tarifas de las rutas camioneras y del Metro, pero también se quejaron de las transas y corrupción que, aseguraron, prevalece en el gobierno estatal. “Ni Jaime ni Bronco, ya estamos hasta el tronco”. Sin (más) palabras.
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¡Un circo, el choque de Obrador y Ramos!
ITINERARIO POLÍTICO/RICARDO ALEMÁN
El Debate, 15 DE ABRIL DE 2019
Para muchos, la esgrima entre Jorge Ramos y el presidente Obrador fue el mejor ejemplo de la batalla entre un buen periodista —independiente, audaz, crítico y bien informado—, y un presidente en total decadencia, sin más armas y argumentos que el trillado emblema del autoritarismo; “tengo otros datos”.
Para otros, se trató de una paliza del periodista avecindado en Miami, que lo mismo pelea con López Obrador que con presidentes como Trump y dictadores como Nicolás Maduro. Por eso, los mexicanos de esta segunda categoría llevaron a Jorge Ramos a la calidad “de Héroe”, por apalear a un atolondrado López Obrador.
Sin embargo, para una minoría —entre la que se encuentra el autor de este espacio—, lo que vimos en la mañanera del pasado viernes no es más que un triste espectáculo de circo, pactado entre el periodista y torpes operadores del gobierno de Obrador quienes de inmediato debieron haber sido echados de sus puestos. ¿Por qué?
Porque sin necesidad expusieron al presidente mexicano al peor de los ridículos, en cadena nacional, cundo apenas lleva cuatro meses de gestión.
¿Y por qué fue un circo el choque entre Obrador y Jorge Ramos?
1.- Una premisa central del periodismo es que no hay periodismo cuando el periodista es la noticia. Y la noticia de la escaramuza del viernes fue Jorge Ramos, no lo que dijo el presidente.
2.- En rigor, vimos al presidente de siempre y al periodista de todo el tiempo. La diferencia y el contraste, en todo caso, fue el ridículo que todos los días hacen los periodistas mexicanos; timoratos, temerosos y sin talento.
3.- Además, no debemos olvidar que Jorge Ramos es un periodista “de casa”; de los que llamaron a votar por AMLO y se prestaron a crear la especie de que Peña Nieto era el peor presidente y Obrador era el mejor candidato.
4.- Para los que no saben, Jorge Ramos pacta entrevistas y el respectivo cuestionario. Luego, sobre la marcha, deja el guion y hace caer al entrevistado. Eso pasó con el dictador Maduro quien, por lo mismo, abandonó la entrevista.
5.- Y si dudan que Jorge Ramos es o era un periodista “de casa” para AMLO, vale recordar que el presidente nunca lo metió al saco de “la prensa fifí”, como moteja a sus críticos.
6.- También debemos recordar que Jorge Ramos es empleado de Univisión, filial de Televisa en Estados Unidos. Y nadie debe olvidar que Televisa es el principal aliado del gobierno de AMLO y que recientemente, en secreto, se reunieron el presidente Obrador y Jared Kushner —yerno de Trump—, en la casa de Bernardo Gómez, el número dos de Televisa.
7.- Y aquí es donde aparece la prueba contundente de que fue un circo la participación de Ramos en la mañanera de AMLO, del pasado viernes; circo que se salió de control para el gobierno mexicano cuando el presidente fue incapaz de sumar y restar.
8.- Y es que la pregunta clave para un periodista como Jorge Ramos no era lo que todos conocemos —el sexenio más violento—, sino que “la pregunta” era sobre el pacto secreto entre AMLO y Trump en la casa del dos de Televisa.
9.- ¿Por qué el audaz, crítico, independiente y bien informado Jorge Ramos no hizo la pregunta clave? ¿No es de risa loca que el periodista del momento haya olvidado la pregunta más importante para los gobiernos de México y Estados Unidos?
10.- No, que nadie se equivoque, el choque entre Jorge Ramos y el presidente Obrador no fue una confrontación espontánea entre un periodista crítico y un aprendiz de dictador. En realidad fue un circo en donde el maromero cayó al vacío sin red de protección.
¿Hasta cuándo la torpeza de los operadores presidenciales seguirá exponiendo al presidente al escándalo público? ¿Hasta cuándo el engaño de periodistas a modo?
Al tiempo.
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El presidente abandona la reforma?
RAZONES/POR JORGE FERNÁNDEZ MENÉNDEZ
Excelsior..
Al igual que hizo con todos los presidentes de la República, desde Miguel de la Madrid, hasta Enrique Peña Nieto, la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) parece haber logrado doblegar al presidente López Obrador. Este fin de semana, en Campeche, el mandatario ha asegurado que no es necesaria la evaluación de los maestros, que quien ya hizo la normal, aunque eso haya ocurrido hace décadas, ya está evaluado. Pero es más, el presidente volvió a asegurar que si no se llega a un acuerdo, simplemente abrogará la reforma del 2013 y regresará el escenario educativo al 2012, a antes de la reforma de Peña Nieto.
En otras palabras, el presidente está dispuesto a dejar de lado la reforma que presentó Esteban Moctezuma y que ya estaba aprobada en comisiones de la Cámara de Diputados. En el caso de volver a la situación de 2012, se estaría en el mundo ideal planteado por la CNTE, porque implicaría incluso regresarle el control de la educación en sus estados. Volver a la situación de 2012 significaría un retroceso en un tema que, hay que recordarlo, fue el que más apoyo tuvo durante el sexenio pasado. Desde el Gobierno federal se ha dicho muchas veces que si había algo que no era negociable con la CNTE era el control de plazas y presupuestos: si se regresa al 2012 tendrán eso y mucho más, incluyendo plazas automático a quien termine la normal. En Oaxaca implicaría regresarle por completo la dirección de las instituciones de educación pública a ese grupo político-sindical.
No es lo que López Obrador quería ni esos eran los compromisos que había asumido. La parte más significativa del magisterio, el SNTE, que encabeza Alfredo Cepeda, que nuclea a cerca del 90 por ciento de los maestros, también se ha declarado a favor de abrogar la reforma educativa del 2013, pero apoya la propuesta por la actual Administración. El problema central sigue siendo el del control de las plazas, que el Sindicato acepta que esté bajo control de las autoridades, mientras que la Coordinadora quiere que vuelva a sus manos.
Según los especialistas no se puede abrogar una reforma constitucional sin cambiar las normas legales. En otras palabras, si se quiere acabar con las actuales normas, se tienen que aprobar otras y hay que recordar que la reforma del 2013 tiene carácter constitucional y demanda dos terceras partes de los votos. El SNTE rechaza las “evaluaciones punitivas”, pero impulsa la reforma presidencial, garantiza el funcionamiento de las escuelas (ante la amenaza de paros y bloqueos de la CNTE y apoya la reforma laboral, incluyendo la elección por voto libre y secreto de las dirigencias sindicales. En ese contexto no se entiende la necesidad de amenazar con regresar al 2012. Lo que se debe hacer es exhibir a una Coordinadora cuyo principal argumento ha sido y es la utilización de la fuerza para bloquear cualquier iniciativa que le reste algo del enorme poder acumulado. Y respetar no a la minoría sino a la mayoría de los maestros.
El general de la Guardia Nacional
El mismo jueves que fue designado al frente de la Guardia Nacional tuve la oportunidad de entrevistar al general Luis Rodríguez Bucio en el programa Todo personal. Es un hombre sensato, inteligente y que tiene una amplia perspectiva de lo que es y debe ser la lucha contra la inseguridad, y que conoce, de primera mano, los factores y actores que la propician. Es un especialista en temas de inteligencia y seguridad, con amplia experiencia tanto en aspectos operacionales en las zonas más conflictivas del país, como internacional, con participación en varias agregadurías, sobre todo europeas, a lo que se suma su reciente experiencia al frente de la Junta Interamericana de Defensa en Washington.
Es una designación acertada de alguien con experiencia de muchos años y con una carrera intachable. Resulta ridículo que se diga que no conoce la labor de seguridad o que, como algún analista dijo, que era un académico más que un militar con capacidad de operación en el terreno.
El general Rodríguez Bucio conoce desde sus entrañas el tema de la inseguridad y ha podido observarlo, el último año, desde el escenario privilegiado de un centro de intercambio militar y de seguridad internacional como la Junta Interamericana de Defensa.
Debemos insistir en un punto: la mezquindad política ha hecho fracasar o limitó seriamente otros experimentos, propuestas e instituciones de seguridad. No quedan demasiadas opciones. Es hora de apoyar a la GN y a sus mandos, dejando de lado esa mezquindad que tanto daño ha hecho.
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Plata o Plomo /Alejandro Hope
El Universal
Jorge Ramos tiene razón
Para María Julia Sierra, académica excepcional y mejor suegra. La extrañaremos.
Sobre el encontronazo del viernes pasado entre el presidente Andrés Manuel López Obrador y el periodista Jorge Ramos, se ha escrito mucho y se escribirá más. Pero casi todo se refiere a la forma: a los modales del conductor de Univision, al rol del periodismo frente al poder, al formato de las conferencias mañaneras, a las inflexiones de la respuesta presidencial.
Menos se ha escrito sobre el fondo de la discusión: ¿Los homicidios siguen al alza en el primer tramo de gobierno de Andrés Manuel López Obrador? ¿Es cierto, como afirmó Alfonso Durazo, secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, que “la tendencia ascendente ha sido ya controlada”? Van algunos apuntes sobre el particular:
1. No hay discusión sobre los datos presentados por Ramos para los primeros tres meses. Como confirmó el propio Durazo y como se puede comprobar en la página del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (http://bit.ly/2KDA7GL), se acumularon 8,524 víctimas de homicidio doloso entre diciembre de 2018 y febrero de 2019. Eso equivale a un promedio de 94.7 víctimas por día. No incluí en ese cálculo las víctimas de feminicidio (249 en el periodo) porque no lo hicieron ni Ramos ni el presidente ni Durazo.
2. ¿Eso es un incremento con respecto a los meses finales del sexenio de Enrique Peña Nieto? Sin duda: entre septiembre y noviembre de 2018, 8,416 personas fueron víctimas de homicidio doloso. Eso implica un promedio diario de 92.4 víctimas. Si la comparación se hace con respecto a los mismos meses del año previo, el incremento es decididamente más marcado: entre diciembre de 2017 y febrero de 2018, el número total de víctimas de homicidio doloso fue 7,565, 84.1 por día en promedio. Es decir, hubo un crecimiento anual de 12%.
3. Pero, según el presidente y el secretario, esa trayectoria alcista se revirtió en marzo. Según los datos presentados por Durazo, se registraron en marzo (de manera preliminar) 2,414 víctimas de homicidio doloso. Eso supondría una caída de 21% en el promedio diario con respecto a febrero, algo impresionante si fuera cierto
4. El problema es que esos datos están incompletos y provienen de una fuente totalmente distinta a la de los tres meses previos. El secretario Durazo los sacó de los informes diarios sobre homicidios que le presentan al presidente y que provienen, según ha explicado el gobierno, de un esfuerzo interinstitucional de recolección de información distinto al que realiza todos los meses el SESNSP (se puede consultar aquí: http://bit.ly/2v6bRTc).
5. En los tres primeros meses del sexenio, esa serie oficiosa subestimó seriamente el número de víctimas de homicidio. Según esa fuente, el promedio diario de víctimas en ese periodo fue 79.2, 19.5% menos que en la serie del SESNSP. Si se mantuvo esa relación el mes pasado, el total de víctimas en marzo fue 2,984, no 2,414 como afirmó el secretario Durazo. En términos de promedio diario, significaría una pequeña disminución con respecto a febrero, pero sería una cifra mayor a la de todos los meses de 2018, con la excepción de julio.
En conclusión, no hay ninguna señal de que la violencia homicida se haya contenido en los primeros meses de la actual administración federal. Eso no necesariamente es responsabilidad de López Obrador: heredó una potente inercia ascendente y aún no ha empezado a desplegar el instrumento (la Guardia Nacional) que, suponen en el gobierno, podría ayudar a detener la oleada de violencia.
Pero los datos son los datos y lo que señalan es contundente: la violencia homicida ha seguido al alza desde el inicio del sexenio.
Guste o no, Jorge Ramos tiene razón.
@ahope71Inicio
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Epicentro /León Krauze
El Universal
Adiós al AMLO mágico
Además de ser un ejercicio periodístico memorable, el intercambio entre Jorge Ramos y Andrés Manuel López Obrador en la conferencia matutina del viernes pasado sirvió para conocer los límites del voluntarismo mágico del presidente de México. López Obrador hizo campaña desde la promesa de un cambio inmediato gracias a la potencia ejemplar de su presencia en el poder. En “2018: La Salida”, su libro de campaña, López Obrador aseguraba, por ejemplo, que “la erradicación de la corrupción depende principalmente” de dos factores “la voluntad política” y la “autoridad moral” del Ejecutivo. Solo él, decía entonces, podía acabar con la corrupción. Pero López Obrador iba más allá. En su particular interpretación de los alcances de su carisma, al terminarse la corrupción gracias a su ejemplo moral, disminuiría también el crimen, la migración y hasta el cultivo de estupefacientes en el campo mexicano. En su toma de posesión enfatizó la velocidad del proyecto: “aplicaremos rápido, muy rápido, los cambios políticos y sociales”. De ese calibre era la apuesta del voluntarismo mágico de Andrés Manuel López Obrador.
Esa promesa de celeridad en la transformación del país, que estuvo siempre en el centro del discurso lopezobradorista rumbo al 2018 y que él y nadie más prometió al electorado, se ha convertido en un lastre. Como Jorge Ramos explicó con toda claridad parado junto al presidente, el ímpetu del crimen en México no solo no ha disminuido desde la llegada de López Obrador al poder, sino que ha mantenido un paso aterrador. Para sorpresa de nadie (salvo, quizá, del propio AMLO), conforme se acerca el primer semestre del gobierno lopezobradorista, el México violento no se ha dejado transformar por el aura presidencial.
Es evidente que el peso del problema angustia a López Obrador. Y con razón: la situación es alarmante. Por desgracia, antes que responder con la altura requerida y asumir la responsabilidad que toca, el presidente ha preferido recurrir a salidas falsas. Con Ramos, volvió casi de inmediato a una de sus muletillas favoritas: culpó al gobierno anterior de la dificultad de la tarea. Es un recurso retórico que perderá validez día con día. Sin dejar de lado el contexto histórico, la responsabilidad del rumbo del país es de quien está al timón y pretender lavarse las manos o incluso postergar la rendición de cuentas es un engaño inadmisible. Peor todavía: frente a Ramos, el presidente trató de desmentir los datos de violencia compilados… por su propio gobierno. En el camino cometió, además, un tropiezo aritmético elemental que no hizo más que revelar su prisa por vender una realidad diferente a la que a todas luces enluta a México. ¿Por qué lo hace? Se debe, me temo, a su obstinado apego al voluntarismo mágico.
Curiosamente, el intercambio con Ramos, de los que seguramente vendrán más ahora que el ejemplo está puesto, podría ser una oportunidad. Debería, supongo, servir al presidente para hacer un ajuste elemental en la narrativa de su gobierno. Es verdad que prometer no empobrece, pero prometer magia tarde o temprano decepciona. Algo parecido le ocurrió a Enrique Peña Nieto en sus primeros cien días de gobierno. Cuando candidato, Peña Nieto prometió una administración eficaz que reduciría la incidencia criminal gracias, decía Peña al electorado, a la experiencia del PRI en el gobierno. A su manera, Peña Nieto prometió también una transformación inmediata. Sobra decir que no la consiguió, ni a los cien días ni después (hace seis años publiqué, por cierto, un texto sobre este mismo tema —http://bit.ly/2UjihZp— con el mismo título que utilizo hoy en este espacio ).
López Obrador debería aprender la lección que la realidad insiste en imponerle. No es verdad que la corrupción se ha terminado. Tampoco es verdad que el crimen ha comenzado a moderarse. No es cierto que la economía camine hacia la prosperidad, como López Obrador también prometió. La realidad es mucho más terca y enredada. ¿Qué le queda por hacer? Quizá podría comenzar por dejar de lado, de una vez por todas, la idea de su propia pericia mágica para, en cambio, aprovechar sus intercambios matutinos para atemperar las expectativas del país que gobierna. Sería refrescante oírlo aceptar que, lejos de ser susceptible a la influencia milagrosa de un individuo, la realidad mexicana presenta retos que tomará años resolver no por decreto, ni solo con el ejemplo presidencial, ni desde la premura transformadora sino mediante la consolidación paulatina y difícil de nuestras instituciones. Podría también admitir que, contra lo que el presidente parece pensar, los problemas de inseguridad en México no comienzan y terminan con lo que ocurre en Palacio Nacional sino en el colapso del estado de derecho a escala municipal, donde realmente hay que reconstruir el futuro del país en lo que será un esfuerzo de años, no de meses. En suma, López Obrador tendría que admitir sus propios límites y dejarse de pretensiones mágicas. En la construcción de un país no hay cabida realmente para un hombre providencial. Existen problemas y voluntad para enfrentarlos, sin maquillar cifras, sin vender quimeras. Admitirlo fortalecería al presidente.
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Política Zoom | Ricardo Raphael
El Universal
Otra vez la ira de la CNTE
Comenzarán con paros escalonados y luego, si el presidente Andrés Manuel López Obrador no los atiende personalmente, promoverán una huelga nacional del magisterio. Así lo advirtió Wilbert Santiago Valdivieso, vocero de la sección 22 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE).
A los líderes del magisterio disidente no les satisface conversar con el secretario Esteban Moctezuma Barragán: lo acusan de ser un político neoliberal, que ha saltado de un gobierno a otro, y también de mantener vínculos inconfesables con la organización “empresarial” Mexicanos Primero, y con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
De acuerdo con los resolutivos surgidos durante el 5º Congreso Nacional Extraordinario de la CNTE, celebrado los días 5, 6 y 7 de abril, la iniciativa presidencial de reforma educativa propone un cambio de palabras, pero no de fondo.
“Los partidos, incluido Morena, pretenden aprobar una iniciativa de reforma educativa que, contrario a las promesas de AMLO, sigue siendo, en esencia, la de Peña Nieto, porque solo defiende los intereses internacionales e imperialistas, no los intereses del pueblo y los trabajadores.”
Sube el tono del documento cuando los 94 delegados de ese Congreso coincidieron en caracterizar al gobierno actual como una estafa con matices “socialdemócratas” que, en la práctica, “representa los intereses de la oligarquía, muestra de ello es que sus representantes son chapulines políticos.”
Refiriéndose a Mario Delgado, cabeza de Morena en la Cámara Baja, se afirma que, quienes impulsan la Cuarta Transformación son los mismos que aprobaron las reformas estructurales.
Con una hebra apelmazada de argumentos, insiste la CNTE con abrogar “total y absolutamente la ‘mal llamada’ reforma educativa y sus leyes secundarias, de EPN-AMLO.”
En respuesta, la semana pasada, desde Palacio Nacional, el presidente López Obrador atajó las pretensiones del magisterio rebelde advirtiendo que, de no haber acuerdo propondrá regresar la Constitución al punto donde se encontraba antes de 2013, cuando —producto del Pacto por México— fueron reformados varios artículos constitucionales, principalmente el tercero.
A los voceros de la CNTE no les gustó tampoco esta propuesta. Van por todo y no se quitan. Wilbert Santiago replicó que, si se procediese de esa manera, el gobierno exhibiría su desinterés por el diálogo y la construcción consensos.
Hace un par de días, el presidente puso el dedo en el corazón del diferendo cuando, desde Campeche, advirtió que estaba dispuesto a echar para atrás su iniciativa, siempre y cuando el magisterio sindical no pidiera recuperar el control de la nómina, ni el de las plazas.
“Ese no es nuestro objetivo,” insiste la CNTE en voz de Wilbert Santiago y, sin embargo, sus compañeros no parecen estar dispuestos a aceptar que el ingreso a la profesión docente, la entrega de las plazas y el avance en la carrera magisterial, sean procesos normados por la ley y las instituciones.
Se trata de un botín demasiado importante como para compartirlo con las autoridades educativas.
Tan no quieren soltar el control de plazas y nómina que los líderes de la sección 22 están dispuestos a todo: a comparar al presidente López Obrador con su antecesor, a presentarlo como un representante de la oligarquía, a acusar al secretario Moctezuma de estar ligado con los intereses internacionales, a convocar a un paro nacional y a desbarrancar cualquier intento de consensuar una reforma.
ZOOM: la negociación con la CNTE nació muerta porque sus líderes no quieren conversar con el resto del país, y tampoco con el gobierno. Mal haría el presidente López Obrador si se sienta en una mesa con ellos porque lo único que están buscando es decirle en su cara que es un remedo neoliberal. Así las cosas, cabe esperar que el conflicto siga escalando y que los niños de Oaxaca, y de otros estados, vuelvan a perder meses y meses de clases.
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Sin Rodeos | Diego Fernández De Cevallos
Milenio
Las reformas al Poder Judicial
De la compleja y grave agenda nacional, uno de los temas relevantes durante la semana pasada fue la pretendida reforma constitucional planteada por el senador Ricardo Monreal (de Morena) para aumentar 5 ministros a la composición de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, y hacer cambios en el funcionamiento del Poder Judicial de la Federación.
El rechazo de juristas, académicos, partidos políticos y organizaciones sociales, la atinada declaración de la secretaria de Gobernación (Olga Sánchez Cordero) considerando indeseable ese proyecto, así como el diálogo del presidente de la Corte (Arturo Zaldívar) con el referido senador, el consejero jurídico de la Presidencia (Julio Scherer) y el presidente del Consejo de la Judicatura Federal (Felipe Borrego), llevaron al Presidente de la República a manifestarse contra la iniciativa, lo que la da por cancelada… al menos por el momento.
Nunca sabremos a ciencia cierta si el senador se había ido por la libre o si lo tenía concertado con el que ordena y decide. Tampoco es cierto que el Ejecutivo esté dispuesto a respetar al Judicial. Hasta hoy lo ha tratado con amenazas y leperadas.
Lo incuestionable es que fueron justos los reclamos contra la iniciativa, fue eficaz la intervención del ministro Presidente, oportuno el pronunciamiento de la secretaria de Gobernación y acertada la decisión presidencial. ¡Enhorabuena! Lo contrario habría tenido consecuencias desastrosas.
¡Claro que son válidas muchas de las críticas del senador Monreal al Poder Judicial, pero de este deben surgir principalmente sus cambios y saneamiento, sin permitir intromisiones que impliquen atropello y sometimiento!
Será benéfica la presión que proceda de la sociedad, y serán útiles los acuerdos entre poderes para lograr los cambios que los tres requieren, pero de manera alguna serán tolerables el asedio o la sumisión entre ellos.
Sin embargo, existen otros dos ámbitos en esta materia de los que se habla poco y menos se hace.
1) El de la justicia local, considerablemente corrompida; 2) El de los abogados litigantes.
En este último rubro vale decir que el mejor aliado en la procuración e impartición de justicia es el abogado probo, y ninguna calamidad mayor enfrentan los juzgadores honestos que la gama infinita de trapacerías con las que obstaculizan o hacen imposible la aplicación de la ley los litigantes corruptos y corruptores.
Sin olvidar, tampoco, las extorsiones que proceden de funcionarios en agravio de los justiciables.
Pero hay otra felonía adicional: la difamación. Esto es, culpar de corrupto al juez para ocultar el litigante su propia incompetencia, o pedir dinero para el funcionario, aunque este ni enterado esté y nada reciba.
Urge hacer más limpios, fluidos y seguros los caminos de la justicia. Lo demás nos vendrá por añadidura.
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Mentira reaccionaria
JAQUE MATE / Sergio Sarmiento
Reforma, 15 Abr. 2019
"Gracias a ti he sabido que la verdad es
sólo un cabo suelto de la mentira”. Joaquín Sabina
Una de las frases favoritas del Presidente es: "No miento, no robo, no traiciono". En el áspero intercambio con Jorge Ramos en la mañanera del 12 de abril recalcó: "No me gusta decir mentiras". El 8 de abril afirmó, en una paráfrasis del Che Guevara: "La mentira es reaccionaria y es del demonio. La verdad es revolucionaria y es cristiana".
La verdad, sin embargo, es otra. Tal vez algunas de las mentiras del Presidente son inadvertidas, producto de la repetición de respuestas convencionales en prolongadas conferencias de prensa todos los días, pero otras parecen producto de cálculos políticos.
Cuando Ramos lo cuestionó sobre la violencia, el Presidente respondió: "Hemos controlado la situación, según nuestros datos". El periodista insistió: "Las cifras indican que sigue aumentando el número de asesinatos, 8,524 en los tres meses primeros", a lo que el mandatario reviró: "No han aumentado... Yo tengo otra información". López Obrador procedió a mostrarle una gráfica de promedios diarios con 79 homicidios en diciembre, 75 en enero, 83 en febrero y 77 en marzo, pero reconoció que no tenía las cifras totales.
La información que encuentro en el portal del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública es un poco distinta a la que cita Ramos, pero el resultado es un alza. De diciembre de 2018 a febrero de 2019, los tres primeros meses del gobierno, se registraron 7,299 homicidios dolosos.En el periodo correspondiente de un año antes, diciembre de 2017 a febrero de 2018, fueron 6,456. El aumento es muy alto, de 13 por ciento.
Si se contrastan las cifras de los tres primeros meses de López Obrador no con las del año anterior sino con los tres meses previos, septiembre a noviembre de 2018, cuando hubo 7,346 homicidios dolosos, podría decirse que la violencia se ha contenido, pero no es la forma en que tradicionalmente se comparan estos datos. Ahora bien, todos sabemos que la violencia no puede acabarse de un día para otro.
El Presidente miente, por otra parte, cuando arremete, como lo hace casi todos los días, contra Reforma (aclaro interés: soy colaborador). Este 12 de abril repitió su aserto de que el periódico "protegió a Salinas, [...] protegió a Zedillo y a todos, incluso tengo pruebas de que ayudó a legitimar el fraude electoral del 2006 y apoyó mi desafuero". La verdad es que el caudal de cobertura crítica a Salinas y Zedillo está disponible para quien quiera revisarlo. Las posiciones expresadas sobre la elección del 2006 y el desafuero fueron muy diversas y están también registradas.
"Ellos no dijeron nada -insistió el Presidente- cuando un gobierno de derecha, conservador, expulsó a José Gutiérrez Vivó, lo desterró, o lo que pasó en el sexenio pasado con Carmen Aristegui". Una vez más la información es incorrecta. Reforma le dio una cobertura puntual al conflicto de Gutiérrez Vivó con Radio Centro (empresa con la que también colaboro). Aristegui no solo es colaboradora del periódico, y de Radio Centro, sino que su sitio AristeguiNoticias tuvo un respaldo decidido del Reforma.
Creo que López Obrador es un hombre honesto y bien intencionado, pero debe ser más cuidadoso con la verdad. Algunas de sus medidas son correctas, otras objetables; en el campo de la violencia, en el que apenas está conjuntando su estrategia con la Guardia Nacional, los resultados todavía no se ven. Esa es la verdad hasta el momento.
ESFUERZO
Al rechazar que la violencia esté aumentando, AMLO argumentó que "los presidentes no se levantaban temprano para atender el principal problema que es la inseguridad y la violencia", mientras que él tiene "una reunión con el gabinete de seguridad todos los días" de seis a siete de la mañana. Qué bien, pero no confundamos esfuerzo con resultados.
@SergioSarmiento
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Engaños del éxito/Jesús Silva-Herzog Márquez
Reforma, 15 Abr. 2019
Andrés Manuel López Obrador conoce su Maquiavelo. Lo conoce, pero no es claro que lo entienda. Lo invoca, pero no puede decirse que haya aprendido lo que es verdaderamente central en su obra: la política como un arte de audacia y de prudencia. A pesar de que el Presidente se describe como el moralista empeñado en derrotar al cinismo de la burda ambición, las ideas o, más bien, las expresiones del renacentista maldito aparecen reiteradamente en su discurso. Lo ha mencionado directamente en alguna de sus conferencias de prensa. Celebrando hace poco que la suerte le favorecía, defendió, con el autor de El Príncipe, la relevancia del azar. "Decía Maquiavelo que se necesitaba virtud y fortuna para la política". Es imposible pensar una política a salvo de lo impredecible. No es el político un territorio de regularidad que pueda eliminar la sorpresa. Por eso el conspiratismo que el propio Presidente alimenta es, de tan coherente, absurdo. López Obrador ha invocado también al florentino cuando ha trazado como emblema de su ambición histórica nada menos que la "gloria". Como lo pensaba Maquiavelo, la política no consiste en la administración del poder, sino en su utilización para refundar la nacionalidad, para rehacer la historia. Nada menos. También puede escucharse un eco maquiavélico cuando se escucha al Presidente advertir que en el gobierno hay que elegir entre inconvenientes. No suele presentársele al gobernante el dilema entre un bien nítido y un mal ostentoso. Las fronteras entre ellos son confusas y, en ocasiones, la única posibilidad es evitar el mal mayor. Entender que hay que elegir entre inconvenientes es una buena advertencia al propio López Obrador quien habita el mundo del simplismo moral. El Presidente no suele hacerse cargo de esa invitación a la madurez moral que hay en el humanismo maquiaveliano.
López Obrador parece tropezar con una de las piedras más peligrosas en la política: el éxito. Quien ha conquistado el poder llega a la persuasión de que debe continuar el camino que emprendió para lograrlo. Cree que lo que funcionó antes, funcionará después. Tiene lógica y parecería absurdo recomendar otra cosa. Si una estrategia ha funcionado, lo más sensato sería insistir. ¿Por qué habría de ensayarse algo distinto si lo que se ha hecho anteriormente ha funcionado? Quien ha derrotado enemigos poderosos, quien ha remontado mil adversidades, quien ha trepado hasta la cima del poder, pensará que debe ser fiel a su estilo y a su actuar. Si así pudo vencer a los enemigos de antes, vencerá a los de ahora.
El problema es que las circunstancias cambian, que los desafíos se transforman constantemente, que la historia es más azar que rutina. Por eso advierte Maquiavelo que lo que ayer encumbró al ambicioso, mañana arruina al poderoso. Esa es, tal vez, la mayor dificultad que enfrenta el gobernante: ser capaz de soltar los emblemas de su triunfo, desprenderse de las medallas de su orgullo. El político suele esclavizarse a sus prácticas y a sus rutinas. Se convence de que la reiteración es la única política digna y eficaz. Empieza a actuar mecánicamente sin prestar atención al flujo de los acontecimientos y al impacto de sus decisiones. Cree que tarde o temprano la realidad cederá a sus deseos. Se ata a sus manías como si fueran el mármol de su identidad pública. Detenido en los logros de su pasado, cree que la repetición es la única forma de ser auténtico. Quien fuera osado se niega entonces al riesgo de la innovación. El opositor tenaz se convierte en un gobernante obsesionado con sus pleitos de antes, sus diagnósticos de antes, sus recetas de antes. Cualquier intento de repensar la estrategia es sentido como una traición. Remembrar los éxitos del pasado es una forma de cerrar los ojos a los frescos desafíos del presente. Es el engaño del éxito.
El terco es enemigo del ágil. Quien, como Andrés Manuel López Obrador, conquistó el poder gracias a una tenacidad extraordinaria corre el riesgo de quedar congelado en un éxito pretérito. Al comenzar su sexenio, su política parece ya entumecida y miope. Una política decidida a repetir sus cantaletas, pero indispuesta a dialogar con las circunstancias.
http://www.reforma.com/blogs/silvaherzog/
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Prensa piñata/Denise Dresser
Reforma, 15 Abr. 2019
Qué inquietante es escuchar al presidente de México denostar a la "prensa fifí". Pocas cosas tan perturbadoras como presenciar la embestida, repleta de adjetivos, llena de descalificaciones, donde emula a líderes autoritarios en cuya categoría no debería estar. Pocas cosas tan desconcertantes como verlo mimetizar las peores prácticas de quienes necesitan identificar a enemigos malos y lanzar al pueblo bueno tras ellos. Al denostar al periódico Reforma de manera consuetudinaria AMLO exhibe lo peor de su temperamento político. La necesidad de la confrontación perpetua; el imperativo de la indignación incesante; la propensión a la rijosidad políticamente redituable pero democráticamente contraproducente. Al descalificar a medios incómodos, AMLO quizás gana algunos puntos pero se daña a sí mismo y al sistema político que quiere transformar. Muchos le aplauden por golpear a la piñata de la prensa sin entender qué pasaría si la rompe.
López Obrador merma su credibilidad al mentir de manera tan abierta. Es falso que Reforma haya tapado las cloacas de gobiernos pasados, haya callado sobre la censura a Carmen Aristegui, haya guardado silencio sobre el saqueo sexenal. Basta con examinar las primeras planas desde su fundación, las múltiples investigaciones desde su creación. Durante más de veinte años y junto con Proceso y La Jornada ha evidenciado la corrupción, ha desmenuzado las políticas públicas, ha abierto sus páginas editoriales a la pluralidad del país. El problema de Reforma para AMLO no es su conservadurismo, es su talante opositor; no es su elitismo, es su ánimo auscultador; no es su naturaleza "fifí", es su vocación independiente en tiempos donde el poder premia lo contrario.
Por supuesto que Reforma comete errores, como cualquier otro medio, y como ha sido el caso con The New York Times o Der Spiegel. Debe tener más cuidado. En esta era de "fake news" y bots y trolls, donde los datos no importan y la verdad es elusiva, el periodismo debe ser más auto-exigente y riguroso que nunca. Reforma a veces sustituye la información por la editorialización; a veces el sensacionalismo le gana a la sustancia; a veces el entretenimiento se impone sobre el entendimiento. Pero México es mucho mejor por su existencia y su persistencia; por su compromiso con la tarea que -según Orwell- le toca al periodismo. Publicar lo que algunos preferirían que no publicara. Decir lo que otros quisieran desoír. Hurgar, indagar, confrontar. Contribuir a una discusión civil y productiva sobre la cosa pública.
Preocupa que AMLO muestre tanta animadversión a la prensa. Consterna que invierta tanta energía y tiempo atacándola. Eso sólo lo hacen los Erdogan y los Putin y los Orban y los Maduro y los Trump y los Duterte. Eso sólo lo impulsan quienes requieren atizar el resentimiento y el enojo y la división y la exclusión y la construcción del adversario para mantenerse en el poder. López Obrador tiene todo para ser distinto a aquellos con quienes comienzan a compararlo. Las peleas definitorias de su sexenio no deberían ser contra Reforma sino contra la corrupción de Peña Nieto. No deberían ser contra el periodismo "fifí" sino contra el periodismo domesticado que todavía vive de la publicidad oficial, tan discrecional como siempre. No deberían ser contra la libertad de expresión sino contra aquello que la coarta, empezando por las diatribas del propio Presidente. No deberían ser para que un periódico revele sus fuentes, sino para que el periodismo pueda sobrevivir sin violencia.
Cuando AMLO agrede a la prensa da permiso para que otros lo hagan también, como se lo ha reclamado Artículo 19. Cuando el Presidente denuesta a un contrapeso lleva a que sus seguidores se sumen de manera inmisericorde. Cuando exige "derecho de réplica" lo hace desde el púlpito más poderoso del país. Y cuando miente, socializa la mentira; la vuelve verdad oficial. Como lo expresó Jorge Ramos: "llevo mucho tiempo trabajando orgullosamente en Reforma y eso no es cierto". No es cierto que el periódico haya sido comparsa de gobiernos anteriores y adversario del suyo. No es cierto que la prensa "fifí" sea "enemigo del pueblo". La prensa sin adjetivos es amiga del ciudadano deliberativo, informado y exigente. Tratarla como piñata personal desmerece al Presidente, y exige la defensa por parte de quienes llevamos años escribiendo orgullosamente aquí.
El Debate, 15 DE ABRIL DE 2019
Para muchos, la esgrima entre Jorge Ramos y el presidente Obrador fue el mejor ejemplo de la batalla entre un buen periodista —independiente, audaz, crítico y bien informado—, y un presidente en total decadencia, sin más armas y argumentos que el trillado emblema del autoritarismo; “tengo otros datos”.
Para otros, se trató de una paliza del periodista avecindado en Miami, que lo mismo pelea con López Obrador que con presidentes como Trump y dictadores como Nicolás Maduro. Por eso, los mexicanos de esta segunda categoría llevaron a Jorge Ramos a la calidad “de Héroe”, por apalear a un atolondrado López Obrador.
Sin embargo, para una minoría —entre la que se encuentra el autor de este espacio—, lo que vimos en la mañanera del pasado viernes no es más que un triste espectáculo de circo, pactado entre el periodista y torpes operadores del gobierno de Obrador quienes de inmediato debieron haber sido echados de sus puestos. ¿Por qué?
Porque sin necesidad expusieron al presidente mexicano al peor de los ridículos, en cadena nacional, cundo apenas lleva cuatro meses de gestión.
¿Y por qué fue un circo el choque entre Obrador y Jorge Ramos?
1.- Una premisa central del periodismo es que no hay periodismo cuando el periodista es la noticia. Y la noticia de la escaramuza del viernes fue Jorge Ramos, no lo que dijo el presidente.
2.- En rigor, vimos al presidente de siempre y al periodista de todo el tiempo. La diferencia y el contraste, en todo caso, fue el ridículo que todos los días hacen los periodistas mexicanos; timoratos, temerosos y sin talento.
3.- Además, no debemos olvidar que Jorge Ramos es un periodista “de casa”; de los que llamaron a votar por AMLO y se prestaron a crear la especie de que Peña Nieto era el peor presidente y Obrador era el mejor candidato.
4.- Para los que no saben, Jorge Ramos pacta entrevistas y el respectivo cuestionario. Luego, sobre la marcha, deja el guion y hace caer al entrevistado. Eso pasó con el dictador Maduro quien, por lo mismo, abandonó la entrevista.
5.- Y si dudan que Jorge Ramos es o era un periodista “de casa” para AMLO, vale recordar que el presidente nunca lo metió al saco de “la prensa fifí”, como moteja a sus críticos.
6.- También debemos recordar que Jorge Ramos es empleado de Univisión, filial de Televisa en Estados Unidos. Y nadie debe olvidar que Televisa es el principal aliado del gobierno de AMLO y que recientemente, en secreto, se reunieron el presidente Obrador y Jared Kushner —yerno de Trump—, en la casa de Bernardo Gómez, el número dos de Televisa.
7.- Y aquí es donde aparece la prueba contundente de que fue un circo la participación de Ramos en la mañanera de AMLO, del pasado viernes; circo que se salió de control para el gobierno mexicano cuando el presidente fue incapaz de sumar y restar.
8.- Y es que la pregunta clave para un periodista como Jorge Ramos no era lo que todos conocemos —el sexenio más violento—, sino que “la pregunta” era sobre el pacto secreto entre AMLO y Trump en la casa del dos de Televisa.
9.- ¿Por qué el audaz, crítico, independiente y bien informado Jorge Ramos no hizo la pregunta clave? ¿No es de risa loca que el periodista del momento haya olvidado la pregunta más importante para los gobiernos de México y Estados Unidos?
10.- No, que nadie se equivoque, el choque entre Jorge Ramos y el presidente Obrador no fue una confrontación espontánea entre un periodista crítico y un aprendiz de dictador. En realidad fue un circo en donde el maromero cayó al vacío sin red de protección.
¿Hasta cuándo la torpeza de los operadores presidenciales seguirá exponiendo al presidente al escándalo público? ¿Hasta cuándo el engaño de periodistas a modo?
Al tiempo.
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El presidente abandona la reforma?
RAZONES/POR JORGE FERNÁNDEZ MENÉNDEZ
Excelsior..
Al igual que hizo con todos los presidentes de la República, desde Miguel de la Madrid, hasta Enrique Peña Nieto, la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) parece haber logrado doblegar al presidente López Obrador. Este fin de semana, en Campeche, el mandatario ha asegurado que no es necesaria la evaluación de los maestros, que quien ya hizo la normal, aunque eso haya ocurrido hace décadas, ya está evaluado. Pero es más, el presidente volvió a asegurar que si no se llega a un acuerdo, simplemente abrogará la reforma del 2013 y regresará el escenario educativo al 2012, a antes de la reforma de Peña Nieto.
En otras palabras, el presidente está dispuesto a dejar de lado la reforma que presentó Esteban Moctezuma y que ya estaba aprobada en comisiones de la Cámara de Diputados. En el caso de volver a la situación de 2012, se estaría en el mundo ideal planteado por la CNTE, porque implicaría incluso regresarle el control de la educación en sus estados. Volver a la situación de 2012 significaría un retroceso en un tema que, hay que recordarlo, fue el que más apoyo tuvo durante el sexenio pasado. Desde el Gobierno federal se ha dicho muchas veces que si había algo que no era negociable con la CNTE era el control de plazas y presupuestos: si se regresa al 2012 tendrán eso y mucho más, incluyendo plazas automático a quien termine la normal. En Oaxaca implicaría regresarle por completo la dirección de las instituciones de educación pública a ese grupo político-sindical.
No es lo que López Obrador quería ni esos eran los compromisos que había asumido. La parte más significativa del magisterio, el SNTE, que encabeza Alfredo Cepeda, que nuclea a cerca del 90 por ciento de los maestros, también se ha declarado a favor de abrogar la reforma educativa del 2013, pero apoya la propuesta por la actual Administración. El problema central sigue siendo el del control de las plazas, que el Sindicato acepta que esté bajo control de las autoridades, mientras que la Coordinadora quiere que vuelva a sus manos.
Según los especialistas no se puede abrogar una reforma constitucional sin cambiar las normas legales. En otras palabras, si se quiere acabar con las actuales normas, se tienen que aprobar otras y hay que recordar que la reforma del 2013 tiene carácter constitucional y demanda dos terceras partes de los votos. El SNTE rechaza las “evaluaciones punitivas”, pero impulsa la reforma presidencial, garantiza el funcionamiento de las escuelas (ante la amenaza de paros y bloqueos de la CNTE y apoya la reforma laboral, incluyendo la elección por voto libre y secreto de las dirigencias sindicales. En ese contexto no se entiende la necesidad de amenazar con regresar al 2012. Lo que se debe hacer es exhibir a una Coordinadora cuyo principal argumento ha sido y es la utilización de la fuerza para bloquear cualquier iniciativa que le reste algo del enorme poder acumulado. Y respetar no a la minoría sino a la mayoría de los maestros.
El general de la Guardia Nacional
El mismo jueves que fue designado al frente de la Guardia Nacional tuve la oportunidad de entrevistar al general Luis Rodríguez Bucio en el programa Todo personal. Es un hombre sensato, inteligente y que tiene una amplia perspectiva de lo que es y debe ser la lucha contra la inseguridad, y que conoce, de primera mano, los factores y actores que la propician. Es un especialista en temas de inteligencia y seguridad, con amplia experiencia tanto en aspectos operacionales en las zonas más conflictivas del país, como internacional, con participación en varias agregadurías, sobre todo europeas, a lo que se suma su reciente experiencia al frente de la Junta Interamericana de Defensa en Washington.
Es una designación acertada de alguien con experiencia de muchos años y con una carrera intachable. Resulta ridículo que se diga que no conoce la labor de seguridad o que, como algún analista dijo, que era un académico más que un militar con capacidad de operación en el terreno.
El general Rodríguez Bucio conoce desde sus entrañas el tema de la inseguridad y ha podido observarlo, el último año, desde el escenario privilegiado de un centro de intercambio militar y de seguridad internacional como la Junta Interamericana de Defensa.
Debemos insistir en un punto: la mezquindad política ha hecho fracasar o limitó seriamente otros experimentos, propuestas e instituciones de seguridad. No quedan demasiadas opciones. Es hora de apoyar a la GN y a sus mandos, dejando de lado esa mezquindad que tanto daño ha hecho.
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Plata o Plomo /Alejandro Hope
El Universal
Jorge Ramos tiene razón
Para María Julia Sierra, académica excepcional y mejor suegra. La extrañaremos.
Sobre el encontronazo del viernes pasado entre el presidente Andrés Manuel López Obrador y el periodista Jorge Ramos, se ha escrito mucho y se escribirá más. Pero casi todo se refiere a la forma: a los modales del conductor de Univision, al rol del periodismo frente al poder, al formato de las conferencias mañaneras, a las inflexiones de la respuesta presidencial.
Menos se ha escrito sobre el fondo de la discusión: ¿Los homicidios siguen al alza en el primer tramo de gobierno de Andrés Manuel López Obrador? ¿Es cierto, como afirmó Alfonso Durazo, secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, que “la tendencia ascendente ha sido ya controlada”? Van algunos apuntes sobre el particular:
1. No hay discusión sobre los datos presentados por Ramos para los primeros tres meses. Como confirmó el propio Durazo y como se puede comprobar en la página del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (http://bit.ly/2KDA7GL), se acumularon 8,524 víctimas de homicidio doloso entre diciembre de 2018 y febrero de 2019. Eso equivale a un promedio de 94.7 víctimas por día. No incluí en ese cálculo las víctimas de feminicidio (249 en el periodo) porque no lo hicieron ni Ramos ni el presidente ni Durazo.
2. ¿Eso es un incremento con respecto a los meses finales del sexenio de Enrique Peña Nieto? Sin duda: entre septiembre y noviembre de 2018, 8,416 personas fueron víctimas de homicidio doloso. Eso implica un promedio diario de 92.4 víctimas. Si la comparación se hace con respecto a los mismos meses del año previo, el incremento es decididamente más marcado: entre diciembre de 2017 y febrero de 2018, el número total de víctimas de homicidio doloso fue 7,565, 84.1 por día en promedio. Es decir, hubo un crecimiento anual de 12%.
3. Pero, según el presidente y el secretario, esa trayectoria alcista se revirtió en marzo. Según los datos presentados por Durazo, se registraron en marzo (de manera preliminar) 2,414 víctimas de homicidio doloso. Eso supondría una caída de 21% en el promedio diario con respecto a febrero, algo impresionante si fuera cierto
4. El problema es que esos datos están incompletos y provienen de una fuente totalmente distinta a la de los tres meses previos. El secretario Durazo los sacó de los informes diarios sobre homicidios que le presentan al presidente y que provienen, según ha explicado el gobierno, de un esfuerzo interinstitucional de recolección de información distinto al que realiza todos los meses el SESNSP (se puede consultar aquí: http://bit.ly/2v6bRTc).
5. En los tres primeros meses del sexenio, esa serie oficiosa subestimó seriamente el número de víctimas de homicidio. Según esa fuente, el promedio diario de víctimas en ese periodo fue 79.2, 19.5% menos que en la serie del SESNSP. Si se mantuvo esa relación el mes pasado, el total de víctimas en marzo fue 2,984, no 2,414 como afirmó el secretario Durazo. En términos de promedio diario, significaría una pequeña disminución con respecto a febrero, pero sería una cifra mayor a la de todos los meses de 2018, con la excepción de julio.
En conclusión, no hay ninguna señal de que la violencia homicida se haya contenido en los primeros meses de la actual administración federal. Eso no necesariamente es responsabilidad de López Obrador: heredó una potente inercia ascendente y aún no ha empezado a desplegar el instrumento (la Guardia Nacional) que, suponen en el gobierno, podría ayudar a detener la oleada de violencia.
Pero los datos son los datos y lo que señalan es contundente: la violencia homicida ha seguido al alza desde el inicio del sexenio.
Guste o no, Jorge Ramos tiene razón.
@ahope71Inicio
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Epicentro /León Krauze
El Universal
Adiós al AMLO mágico
Además de ser un ejercicio periodístico memorable, el intercambio entre Jorge Ramos y Andrés Manuel López Obrador en la conferencia matutina del viernes pasado sirvió para conocer los límites del voluntarismo mágico del presidente de México. López Obrador hizo campaña desde la promesa de un cambio inmediato gracias a la potencia ejemplar de su presencia en el poder. En “2018: La Salida”, su libro de campaña, López Obrador aseguraba, por ejemplo, que “la erradicación de la corrupción depende principalmente” de dos factores “la voluntad política” y la “autoridad moral” del Ejecutivo. Solo él, decía entonces, podía acabar con la corrupción. Pero López Obrador iba más allá. En su particular interpretación de los alcances de su carisma, al terminarse la corrupción gracias a su ejemplo moral, disminuiría también el crimen, la migración y hasta el cultivo de estupefacientes en el campo mexicano. En su toma de posesión enfatizó la velocidad del proyecto: “aplicaremos rápido, muy rápido, los cambios políticos y sociales”. De ese calibre era la apuesta del voluntarismo mágico de Andrés Manuel López Obrador.
Esa promesa de celeridad en la transformación del país, que estuvo siempre en el centro del discurso lopezobradorista rumbo al 2018 y que él y nadie más prometió al electorado, se ha convertido en un lastre. Como Jorge Ramos explicó con toda claridad parado junto al presidente, el ímpetu del crimen en México no solo no ha disminuido desde la llegada de López Obrador al poder, sino que ha mantenido un paso aterrador. Para sorpresa de nadie (salvo, quizá, del propio AMLO), conforme se acerca el primer semestre del gobierno lopezobradorista, el México violento no se ha dejado transformar por el aura presidencial.
Es evidente que el peso del problema angustia a López Obrador. Y con razón: la situación es alarmante. Por desgracia, antes que responder con la altura requerida y asumir la responsabilidad que toca, el presidente ha preferido recurrir a salidas falsas. Con Ramos, volvió casi de inmediato a una de sus muletillas favoritas: culpó al gobierno anterior de la dificultad de la tarea. Es un recurso retórico que perderá validez día con día. Sin dejar de lado el contexto histórico, la responsabilidad del rumbo del país es de quien está al timón y pretender lavarse las manos o incluso postergar la rendición de cuentas es un engaño inadmisible. Peor todavía: frente a Ramos, el presidente trató de desmentir los datos de violencia compilados… por su propio gobierno. En el camino cometió, además, un tropiezo aritmético elemental que no hizo más que revelar su prisa por vender una realidad diferente a la que a todas luces enluta a México. ¿Por qué lo hace? Se debe, me temo, a su obstinado apego al voluntarismo mágico.
Curiosamente, el intercambio con Ramos, de los que seguramente vendrán más ahora que el ejemplo está puesto, podría ser una oportunidad. Debería, supongo, servir al presidente para hacer un ajuste elemental en la narrativa de su gobierno. Es verdad que prometer no empobrece, pero prometer magia tarde o temprano decepciona. Algo parecido le ocurrió a Enrique Peña Nieto en sus primeros cien días de gobierno. Cuando candidato, Peña Nieto prometió una administración eficaz que reduciría la incidencia criminal gracias, decía Peña al electorado, a la experiencia del PRI en el gobierno. A su manera, Peña Nieto prometió también una transformación inmediata. Sobra decir que no la consiguió, ni a los cien días ni después (hace seis años publiqué, por cierto, un texto sobre este mismo tema —http://bit.ly/2UjihZp— con el mismo título que utilizo hoy en este espacio ).
López Obrador debería aprender la lección que la realidad insiste en imponerle. No es verdad que la corrupción se ha terminado. Tampoco es verdad que el crimen ha comenzado a moderarse. No es cierto que la economía camine hacia la prosperidad, como López Obrador también prometió. La realidad es mucho más terca y enredada. ¿Qué le queda por hacer? Quizá podría comenzar por dejar de lado, de una vez por todas, la idea de su propia pericia mágica para, en cambio, aprovechar sus intercambios matutinos para atemperar las expectativas del país que gobierna. Sería refrescante oírlo aceptar que, lejos de ser susceptible a la influencia milagrosa de un individuo, la realidad mexicana presenta retos que tomará años resolver no por decreto, ni solo con el ejemplo presidencial, ni desde la premura transformadora sino mediante la consolidación paulatina y difícil de nuestras instituciones. Podría también admitir que, contra lo que el presidente parece pensar, los problemas de inseguridad en México no comienzan y terminan con lo que ocurre en Palacio Nacional sino en el colapso del estado de derecho a escala municipal, donde realmente hay que reconstruir el futuro del país en lo que será un esfuerzo de años, no de meses. En suma, López Obrador tendría que admitir sus propios límites y dejarse de pretensiones mágicas. En la construcción de un país no hay cabida realmente para un hombre providencial. Existen problemas y voluntad para enfrentarlos, sin maquillar cifras, sin vender quimeras. Admitirlo fortalecería al presidente.
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Política Zoom | Ricardo Raphael
El Universal
Otra vez la ira de la CNTE
Comenzarán con paros escalonados y luego, si el presidente Andrés Manuel López Obrador no los atiende personalmente, promoverán una huelga nacional del magisterio. Así lo advirtió Wilbert Santiago Valdivieso, vocero de la sección 22 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE).
A los líderes del magisterio disidente no les satisface conversar con el secretario Esteban Moctezuma Barragán: lo acusan de ser un político neoliberal, que ha saltado de un gobierno a otro, y también de mantener vínculos inconfesables con la organización “empresarial” Mexicanos Primero, y con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
De acuerdo con los resolutivos surgidos durante el 5º Congreso Nacional Extraordinario de la CNTE, celebrado los días 5, 6 y 7 de abril, la iniciativa presidencial de reforma educativa propone un cambio de palabras, pero no de fondo.
“Los partidos, incluido Morena, pretenden aprobar una iniciativa de reforma educativa que, contrario a las promesas de AMLO, sigue siendo, en esencia, la de Peña Nieto, porque solo defiende los intereses internacionales e imperialistas, no los intereses del pueblo y los trabajadores.”
Sube el tono del documento cuando los 94 delegados de ese Congreso coincidieron en caracterizar al gobierno actual como una estafa con matices “socialdemócratas” que, en la práctica, “representa los intereses de la oligarquía, muestra de ello es que sus representantes son chapulines políticos.”
Refiriéndose a Mario Delgado, cabeza de Morena en la Cámara Baja, se afirma que, quienes impulsan la Cuarta Transformación son los mismos que aprobaron las reformas estructurales.
Con una hebra apelmazada de argumentos, insiste la CNTE con abrogar “total y absolutamente la ‘mal llamada’ reforma educativa y sus leyes secundarias, de EPN-AMLO.”
En respuesta, la semana pasada, desde Palacio Nacional, el presidente López Obrador atajó las pretensiones del magisterio rebelde advirtiendo que, de no haber acuerdo propondrá regresar la Constitución al punto donde se encontraba antes de 2013, cuando —producto del Pacto por México— fueron reformados varios artículos constitucionales, principalmente el tercero.
A los voceros de la CNTE no les gustó tampoco esta propuesta. Van por todo y no se quitan. Wilbert Santiago replicó que, si se procediese de esa manera, el gobierno exhibiría su desinterés por el diálogo y la construcción consensos.
Hace un par de días, el presidente puso el dedo en el corazón del diferendo cuando, desde Campeche, advirtió que estaba dispuesto a echar para atrás su iniciativa, siempre y cuando el magisterio sindical no pidiera recuperar el control de la nómina, ni el de las plazas.
“Ese no es nuestro objetivo,” insiste la CNTE en voz de Wilbert Santiago y, sin embargo, sus compañeros no parecen estar dispuestos a aceptar que el ingreso a la profesión docente, la entrega de las plazas y el avance en la carrera magisterial, sean procesos normados por la ley y las instituciones.
Se trata de un botín demasiado importante como para compartirlo con las autoridades educativas.
Tan no quieren soltar el control de plazas y nómina que los líderes de la sección 22 están dispuestos a todo: a comparar al presidente López Obrador con su antecesor, a presentarlo como un representante de la oligarquía, a acusar al secretario Moctezuma de estar ligado con los intereses internacionales, a convocar a un paro nacional y a desbarrancar cualquier intento de consensuar una reforma.
ZOOM: la negociación con la CNTE nació muerta porque sus líderes no quieren conversar con el resto del país, y tampoco con el gobierno. Mal haría el presidente López Obrador si se sienta en una mesa con ellos porque lo único que están buscando es decirle en su cara que es un remedo neoliberal. Así las cosas, cabe esperar que el conflicto siga escalando y que los niños de Oaxaca, y de otros estados, vuelvan a perder meses y meses de clases.
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Sin Rodeos | Diego Fernández De Cevallos
Milenio
Las reformas al Poder Judicial
De la compleja y grave agenda nacional, uno de los temas relevantes durante la semana pasada fue la pretendida reforma constitucional planteada por el senador Ricardo Monreal (de Morena) para aumentar 5 ministros a la composición de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, y hacer cambios en el funcionamiento del Poder Judicial de la Federación.
El rechazo de juristas, académicos, partidos políticos y organizaciones sociales, la atinada declaración de la secretaria de Gobernación (Olga Sánchez Cordero) considerando indeseable ese proyecto, así como el diálogo del presidente de la Corte (Arturo Zaldívar) con el referido senador, el consejero jurídico de la Presidencia (Julio Scherer) y el presidente del Consejo de la Judicatura Federal (Felipe Borrego), llevaron al Presidente de la República a manifestarse contra la iniciativa, lo que la da por cancelada… al menos por el momento.
Nunca sabremos a ciencia cierta si el senador se había ido por la libre o si lo tenía concertado con el que ordena y decide. Tampoco es cierto que el Ejecutivo esté dispuesto a respetar al Judicial. Hasta hoy lo ha tratado con amenazas y leperadas.
Lo incuestionable es que fueron justos los reclamos contra la iniciativa, fue eficaz la intervención del ministro Presidente, oportuno el pronunciamiento de la secretaria de Gobernación y acertada la decisión presidencial. ¡Enhorabuena! Lo contrario habría tenido consecuencias desastrosas.
¡Claro que son válidas muchas de las críticas del senador Monreal al Poder Judicial, pero de este deben surgir principalmente sus cambios y saneamiento, sin permitir intromisiones que impliquen atropello y sometimiento!
Será benéfica la presión que proceda de la sociedad, y serán útiles los acuerdos entre poderes para lograr los cambios que los tres requieren, pero de manera alguna serán tolerables el asedio o la sumisión entre ellos.
Sin embargo, existen otros dos ámbitos en esta materia de los que se habla poco y menos se hace.
1) El de la justicia local, considerablemente corrompida; 2) El de los abogados litigantes.
En este último rubro vale decir que el mejor aliado en la procuración e impartición de justicia es el abogado probo, y ninguna calamidad mayor enfrentan los juzgadores honestos que la gama infinita de trapacerías con las que obstaculizan o hacen imposible la aplicación de la ley los litigantes corruptos y corruptores.
Sin olvidar, tampoco, las extorsiones que proceden de funcionarios en agravio de los justiciables.
Pero hay otra felonía adicional: la difamación. Esto es, culpar de corrupto al juez para ocultar el litigante su propia incompetencia, o pedir dinero para el funcionario, aunque este ni enterado esté y nada reciba.
Urge hacer más limpios, fluidos y seguros los caminos de la justicia. Lo demás nos vendrá por añadidura.
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Mentira reaccionaria
JAQUE MATE / Sergio Sarmiento
Reforma, 15 Abr. 2019
"Gracias a ti he sabido que la verdad es
sólo un cabo suelto de la mentira”. Joaquín Sabina
Una de las frases favoritas del Presidente es: "No miento, no robo, no traiciono". En el áspero intercambio con Jorge Ramos en la mañanera del 12 de abril recalcó: "No me gusta decir mentiras". El 8 de abril afirmó, en una paráfrasis del Che Guevara: "La mentira es reaccionaria y es del demonio. La verdad es revolucionaria y es cristiana".
La verdad, sin embargo, es otra. Tal vez algunas de las mentiras del Presidente son inadvertidas, producto de la repetición de respuestas convencionales en prolongadas conferencias de prensa todos los días, pero otras parecen producto de cálculos políticos.
Cuando Ramos lo cuestionó sobre la violencia, el Presidente respondió: "Hemos controlado la situación, según nuestros datos". El periodista insistió: "Las cifras indican que sigue aumentando el número de asesinatos, 8,524 en los tres meses primeros", a lo que el mandatario reviró: "No han aumentado... Yo tengo otra información". López Obrador procedió a mostrarle una gráfica de promedios diarios con 79 homicidios en diciembre, 75 en enero, 83 en febrero y 77 en marzo, pero reconoció que no tenía las cifras totales.
La información que encuentro en el portal del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública es un poco distinta a la que cita Ramos, pero el resultado es un alza. De diciembre de 2018 a febrero de 2019, los tres primeros meses del gobierno, se registraron 7,299 homicidios dolosos.En el periodo correspondiente de un año antes, diciembre de 2017 a febrero de 2018, fueron 6,456. El aumento es muy alto, de 13 por ciento.
Si se contrastan las cifras de los tres primeros meses de López Obrador no con las del año anterior sino con los tres meses previos, septiembre a noviembre de 2018, cuando hubo 7,346 homicidios dolosos, podría decirse que la violencia se ha contenido, pero no es la forma en que tradicionalmente se comparan estos datos. Ahora bien, todos sabemos que la violencia no puede acabarse de un día para otro.
El Presidente miente, por otra parte, cuando arremete, como lo hace casi todos los días, contra Reforma (aclaro interés: soy colaborador). Este 12 de abril repitió su aserto de que el periódico "protegió a Salinas, [...] protegió a Zedillo y a todos, incluso tengo pruebas de que ayudó a legitimar el fraude electoral del 2006 y apoyó mi desafuero". La verdad es que el caudal de cobertura crítica a Salinas y Zedillo está disponible para quien quiera revisarlo. Las posiciones expresadas sobre la elección del 2006 y el desafuero fueron muy diversas y están también registradas.
"Ellos no dijeron nada -insistió el Presidente- cuando un gobierno de derecha, conservador, expulsó a José Gutiérrez Vivó, lo desterró, o lo que pasó en el sexenio pasado con Carmen Aristegui". Una vez más la información es incorrecta. Reforma le dio una cobertura puntual al conflicto de Gutiérrez Vivó con Radio Centro (empresa con la que también colaboro). Aristegui no solo es colaboradora del periódico, y de Radio Centro, sino que su sitio AristeguiNoticias tuvo un respaldo decidido del Reforma.
Creo que López Obrador es un hombre honesto y bien intencionado, pero debe ser más cuidadoso con la verdad. Algunas de sus medidas son correctas, otras objetables; en el campo de la violencia, en el que apenas está conjuntando su estrategia con la Guardia Nacional, los resultados todavía no se ven. Esa es la verdad hasta el momento.
ESFUERZO
Al rechazar que la violencia esté aumentando, AMLO argumentó que "los presidentes no se levantaban temprano para atender el principal problema que es la inseguridad y la violencia", mientras que él tiene "una reunión con el gabinete de seguridad todos los días" de seis a siete de la mañana. Qué bien, pero no confundamos esfuerzo con resultados.
@SergioSarmiento
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Engaños del éxito/Jesús Silva-Herzog Márquez
Reforma, 15 Abr. 2019
Andrés Manuel López Obrador conoce su Maquiavelo. Lo conoce, pero no es claro que lo entienda. Lo invoca, pero no puede decirse que haya aprendido lo que es verdaderamente central en su obra: la política como un arte de audacia y de prudencia. A pesar de que el Presidente se describe como el moralista empeñado en derrotar al cinismo de la burda ambición, las ideas o, más bien, las expresiones del renacentista maldito aparecen reiteradamente en su discurso. Lo ha mencionado directamente en alguna de sus conferencias de prensa. Celebrando hace poco que la suerte le favorecía, defendió, con el autor de El Príncipe, la relevancia del azar. "Decía Maquiavelo que se necesitaba virtud y fortuna para la política". Es imposible pensar una política a salvo de lo impredecible. No es el político un territorio de regularidad que pueda eliminar la sorpresa. Por eso el conspiratismo que el propio Presidente alimenta es, de tan coherente, absurdo. López Obrador ha invocado también al florentino cuando ha trazado como emblema de su ambición histórica nada menos que la "gloria". Como lo pensaba Maquiavelo, la política no consiste en la administración del poder, sino en su utilización para refundar la nacionalidad, para rehacer la historia. Nada menos. También puede escucharse un eco maquiavélico cuando se escucha al Presidente advertir que en el gobierno hay que elegir entre inconvenientes. No suele presentársele al gobernante el dilema entre un bien nítido y un mal ostentoso. Las fronteras entre ellos son confusas y, en ocasiones, la única posibilidad es evitar el mal mayor. Entender que hay que elegir entre inconvenientes es una buena advertencia al propio López Obrador quien habita el mundo del simplismo moral. El Presidente no suele hacerse cargo de esa invitación a la madurez moral que hay en el humanismo maquiaveliano.
López Obrador parece tropezar con una de las piedras más peligrosas en la política: el éxito. Quien ha conquistado el poder llega a la persuasión de que debe continuar el camino que emprendió para lograrlo. Cree que lo que funcionó antes, funcionará después. Tiene lógica y parecería absurdo recomendar otra cosa. Si una estrategia ha funcionado, lo más sensato sería insistir. ¿Por qué habría de ensayarse algo distinto si lo que se ha hecho anteriormente ha funcionado? Quien ha derrotado enemigos poderosos, quien ha remontado mil adversidades, quien ha trepado hasta la cima del poder, pensará que debe ser fiel a su estilo y a su actuar. Si así pudo vencer a los enemigos de antes, vencerá a los de ahora.
El problema es que las circunstancias cambian, que los desafíos se transforman constantemente, que la historia es más azar que rutina. Por eso advierte Maquiavelo que lo que ayer encumbró al ambicioso, mañana arruina al poderoso. Esa es, tal vez, la mayor dificultad que enfrenta el gobernante: ser capaz de soltar los emblemas de su triunfo, desprenderse de las medallas de su orgullo. El político suele esclavizarse a sus prácticas y a sus rutinas. Se convence de que la reiteración es la única política digna y eficaz. Empieza a actuar mecánicamente sin prestar atención al flujo de los acontecimientos y al impacto de sus decisiones. Cree que tarde o temprano la realidad cederá a sus deseos. Se ata a sus manías como si fueran el mármol de su identidad pública. Detenido en los logros de su pasado, cree que la repetición es la única forma de ser auténtico. Quien fuera osado se niega entonces al riesgo de la innovación. El opositor tenaz se convierte en un gobernante obsesionado con sus pleitos de antes, sus diagnósticos de antes, sus recetas de antes. Cualquier intento de repensar la estrategia es sentido como una traición. Remembrar los éxitos del pasado es una forma de cerrar los ojos a los frescos desafíos del presente. Es el engaño del éxito.
El terco es enemigo del ágil. Quien, como Andrés Manuel López Obrador, conquistó el poder gracias a una tenacidad extraordinaria corre el riesgo de quedar congelado en un éxito pretérito. Al comenzar su sexenio, su política parece ya entumecida y miope. Una política decidida a repetir sus cantaletas, pero indispuesta a dialogar con las circunstancias.
http://www.reforma.com/blogs/silvaherzog/
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Prensa piñata/Denise Dresser
Reforma, 15 Abr. 2019
Qué inquietante es escuchar al presidente de México denostar a la "prensa fifí". Pocas cosas tan perturbadoras como presenciar la embestida, repleta de adjetivos, llena de descalificaciones, donde emula a líderes autoritarios en cuya categoría no debería estar. Pocas cosas tan desconcertantes como verlo mimetizar las peores prácticas de quienes necesitan identificar a enemigos malos y lanzar al pueblo bueno tras ellos. Al denostar al periódico Reforma de manera consuetudinaria AMLO exhibe lo peor de su temperamento político. La necesidad de la confrontación perpetua; el imperativo de la indignación incesante; la propensión a la rijosidad políticamente redituable pero democráticamente contraproducente. Al descalificar a medios incómodos, AMLO quizás gana algunos puntos pero se daña a sí mismo y al sistema político que quiere transformar. Muchos le aplauden por golpear a la piñata de la prensa sin entender qué pasaría si la rompe.
López Obrador merma su credibilidad al mentir de manera tan abierta. Es falso que Reforma haya tapado las cloacas de gobiernos pasados, haya callado sobre la censura a Carmen Aristegui, haya guardado silencio sobre el saqueo sexenal. Basta con examinar las primeras planas desde su fundación, las múltiples investigaciones desde su creación. Durante más de veinte años y junto con Proceso y La Jornada ha evidenciado la corrupción, ha desmenuzado las políticas públicas, ha abierto sus páginas editoriales a la pluralidad del país. El problema de Reforma para AMLO no es su conservadurismo, es su talante opositor; no es su elitismo, es su ánimo auscultador; no es su naturaleza "fifí", es su vocación independiente en tiempos donde el poder premia lo contrario.
Por supuesto que Reforma comete errores, como cualquier otro medio, y como ha sido el caso con The New York Times o Der Spiegel. Debe tener más cuidado. En esta era de "fake news" y bots y trolls, donde los datos no importan y la verdad es elusiva, el periodismo debe ser más auto-exigente y riguroso que nunca. Reforma a veces sustituye la información por la editorialización; a veces el sensacionalismo le gana a la sustancia; a veces el entretenimiento se impone sobre el entendimiento. Pero México es mucho mejor por su existencia y su persistencia; por su compromiso con la tarea que -según Orwell- le toca al periodismo. Publicar lo que algunos preferirían que no publicara. Decir lo que otros quisieran desoír. Hurgar, indagar, confrontar. Contribuir a una discusión civil y productiva sobre la cosa pública.
Preocupa que AMLO muestre tanta animadversión a la prensa. Consterna que invierta tanta energía y tiempo atacándola. Eso sólo lo hacen los Erdogan y los Putin y los Orban y los Maduro y los Trump y los Duterte. Eso sólo lo impulsan quienes requieren atizar el resentimiento y el enojo y la división y la exclusión y la construcción del adversario para mantenerse en el poder. López Obrador tiene todo para ser distinto a aquellos con quienes comienzan a compararlo. Las peleas definitorias de su sexenio no deberían ser contra Reforma sino contra la corrupción de Peña Nieto. No deberían ser contra el periodismo "fifí" sino contra el periodismo domesticado que todavía vive de la publicidad oficial, tan discrecional como siempre. No deberían ser contra la libertad de expresión sino contra aquello que la coarta, empezando por las diatribas del propio Presidente. No deberían ser para que un periódico revele sus fuentes, sino para que el periodismo pueda sobrevivir sin violencia.
Cuando AMLO agrede a la prensa da permiso para que otros lo hagan también, como se lo ha reclamado Artículo 19. Cuando el Presidente denuesta a un contrapeso lleva a que sus seguidores se sumen de manera inmisericorde. Cuando exige "derecho de réplica" lo hace desde el púlpito más poderoso del país. Y cuando miente, socializa la mentira; la vuelve verdad oficial. Como lo expresó Jorge Ramos: "llevo mucho tiempo trabajando orgullosamente en Reforma y eso no es cierto". No es cierto que el periódico haya sido comparsa de gobiernos anteriores y adversario del suyo. No es cierto que la prensa "fifí" sea "enemigo del pueblo". La prensa sin adjetivos es amiga del ciudadano deliberativo, informado y exigente. Tratarla como piñata personal desmerece al Presidente, y exige la defensa por parte de quienes llevamos años escribiendo orgullosamente aquí.
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