“Fratelli tutti” (hermanos todos), la tercera encíclica social del Papa Francisco
Resalta la importancia del diálogo, de la cultura del encuentro
Ayer estuve en Asís para firmar la nueva encíclica Fratelli tutti sobre fraternidad y amistad social. Se lo ofrecí a Dios sobre la tumba de San Francisco, quien me inspiró, como en el anterior Laudato si ‘ . Los signos de los tiempos muestran claramente que la fraternidad humana y el cuidado de la creación constituyen el único camino hacia el desarrollo integral y la paz, ya señalado por los Papas Santos Juan XXIII , Pablo VI y Juan Pablo II. Hoy, a ustedes en la plaza – y también a los que están fuera de la plaza – tengo la alegría de entregarles la nueva Encíclica, en una edición especial del Osservatore Romano. (...) Que San Francisco acompañe el camino de la fraternidad de la Iglesia, entre los creyentes de todas las religiones y entre todos los pueblos, dijo Francisco a los fieles congregados...
La encíclica fue publicada en papel en el periódico Osservatore Romano, dividida en ocho capítulos y 287 párrafos en 84 páginas y 288 citas al pie de página de otros documentos suyos y de sus predecesores; en "hermanos todos” el Papa desarrolla los grandes temas planteados en documento de Abu Dhabi sobre hermandad. Y retoma las grandes preocupaciones de su pontificado, marcado por la atención a los pobres, los refugiados y los migrantes; su denuncia del "escándalo del hambre", sus fuertes críticas a un sistema económico que mata, excluye y descarta; su rechazo de las guerras y a la pena de muerte; su llamado a tierra, techo y trabajo para todos, a una "buena política", a una cultura del diálogo y del encuentro, y a una urgente reforma de la ONU.
http://www.vatican.va/content/francesco/es/encyclicals/documents/papa-francesco_20201003_enciclica-fratelli-tutti.html
Intervinieron el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado, el cardenal Miguel Ángel Ayuso Guixot, Presidente del Pontificio Consejo para el Diálogo interreligioso, el Juez Mohamed Mahmoud Abdel Salam, Secretario General del Comité Superior para la Fraternidad Humana, la profesora Anna Rowlands, profesora de Catholic Social Thought & Practice en la Universidad de Durham, Reino Unido, y el profesor Andrea Riccardi, fundador de la Comunidad de San Egidio y profesor de Historia Contemporánea.
En su intervención, Parolin destacó que “la Encíclica no se limita a considerar la fraternidad como un instrumento o un deseo, sino que esboza una cultura de la fraternidad que debe aplicarse a las relaciones internacionales”, ya que “la fraternidad no es una tendencia o moda que se desarrolla a lo largo del tiempo o en un tiempo, sino la manifestación de actos concretos”.
En su presentación, el cardenal Miguel Ángel Ayuso Guixot, Presidente del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso, destacó que “la invitación del Papa Francisco a las diferentes religiones a ponerse al servicio de la fraternidad para el bien de toda la humanidad anuncia una nueva época”. “Nuestro viaje común –continuó el prelado-se abre a una nueva luz y a una nueva creatividad que desafía el corazón mismo de cada religión, y no sólo eso: la fraternidad se puede convertir también en el camino de las creencias religiosas”.
En su exposición, el Secretario General del Comité Superior para la Fraternidad Humana, el juez Mohamed Mahmoud Abdel Salam, aseguró que la nueva encíclica “es un llamamiento a la concordia que se le hace a un mundo en discordia, así como un mensaje claro en favor de una armonía, individual y colectiva, con las leyes del universo, del mundo y de la vida”. Al mismo tiempo, “se trata de un argumento que se basa en razonamientos claros, fundados en la verdad y practicables en la vida real y en el mundo concreto” continuó.
Foro para unos 100 jóvenes
Durante su presentación, el Secretario General anunció que, junto con sus colegas del Comité Superior para la Fraternidad Humana, convocarán un Foro para unos 100 jóvenes, procedentes de diferentes partes del mundo, y organizarán jornadas de estudio dedicadas a la Encíclica, en Roma y en Abu Dhabi, donde se anunció el Documento sobre la Fraternidad Humana, pero también en Egipto, el país de Al-Azhar, donde los participantes se dedicarán a la reflexión, al estudio y al diálogo libre y profundo. De este modo, “la Encíclica llegará a los jóvenes pertenecientes a otras religiones y grupos étnicos, con la esperanza de que pueda constituir un paso en la dirección correcta, hacia una fraternidad humana mundial”.
Para la profesora Anna Rowlands, “Fratelli tutti deja claro que la fraternidad universal y la amistad social deben ser practicadas juntas”, aunque “el fracaso en esta cuestión es abundante”. La profesora destacó que “la globalización proclama valores universales pero no practica el encuentro y la atención, especialmente en cuanto a los diferentes y a los más vulnerables”.
“Fratelli tutti exhorta a las religiones a ser modelos de diálogo, comerciantes de paz y portadores del mensaje de amor trascendente para un mundo hambriento, cínico y desarraigado.”
“Fratelli tutti traza un camino simple y esencial para todos aquellos que se sienten perdidos: la fraternidad”, aseguró el profesor Andrea Riccardi, quien centró su presentación en la guerra: “la herida más grave, la que huele a muerte”.
El fundador de la Comunidad de San Egidio reconoció que la humidad creía que “el mundo había aprendido la lección después de tantas guerras y fracasos”, sin embargo “hemos retrocedido en los logros de paz y en las formas de integración entre los estados”. “Las palabras del Papa nos despiertan del entumecimiento colectivo generado por la lógica del conflicto” expresó.
“La encíclica muestra que todo el mundo somos guardianes de la paz. Las instituciones tienen la tarea de despertar esta “arquitectura de la paz”. Pero incluso nosotros, la gente común, no podemos ser espectadores. La artesanía de la paz es tarea de todos: hay que atreverse más contra la guerra con una rebelión diaria y creativa. Si muchos pueden hacer la guerra, todos pueden trabajar como artesanos de la paz.”
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