21 jun 2022

'Déjanos los cuerpos', clamaron al homicida de jesuitas

'Déjanos los cuerpos', clamaron al homicida de jesuitas

Grupo REFORMA


Cd. de México (21 junio 2022).- 

El sacerdote Javier Ávila lamentó que los criminales ya no respeten ni a los curas, considerados gente pacífica, y pidió que los cuerpos de los dos jesuitas asesinados sean entregados.

En entrevista para una estación local de radio, el padre Pato Ávila, como también es conocido en la Tarahumara, narró que otros sacerdotes y miembros de la comunidad pidieron al agresor que no se llevara los cuerpos de sus compañeros.

"Esta persona iba detrás de alguien para quitarle la vida, los sacerdotes salieron a ver qué sucedía cuando le disparó el sujeto armado a quien iba huyendo, que no sé quién era. Uno de los sacerdotes se acercó inmediatamente como sacerdote a prestarle auxilios espirituales, y al momento que le estaba prestando los servicios espirituales, esta persona le disparó y lo victimó.

"El otro sacerdote se acercó al delincuente que lo conoce, lo conoce porque es el líder de esa región, a calmarlo y le dijo 'cálmate, espérate' y también lo mató. Llegó otro sacerdote, a él ya lo respetó, no le hizo nada, pero le dijo '¿qué hiciste?'", relató.

De acuerdo con lo comentado por los demás jesuitas, dijo el padre Ávila, el sujeto causante de la violencia en la zona, identificado como "El Chueco" iba drogado.

"Según me dicen, iba fuera de sí, drogado, alcoholizado y entonces, le dijo 'déjame los cuerpos, por favor, no te los lleves' y le importó muy poco, los aventaron a una camioneta y se los llevaron.

"'Por favor, mínimo, déjame los cuerpos, no te los lleves', no le hizo caso y los aventó a la Pickup y se los llevaron", describió.

El padre Ávila detalló que, tras la ejecución, en la zona se han montado diversos operativos por personal de seguridad de distintos niveles, en espera de dar con los cuerpos y con el responsable.

"Fue un dolor muy fuerte porque tuvimos que callar. Porque les dijeron 'si ustedes hablan y hay algún movimiento, vengo por todos ustedes y los mato a todos'. En la noche comenzó a circular eso y fue cuando empezamos a hacer ya comunicados especiales. Hicimos un comunicado especial de parte del superior de los jesuitas de la República Mexicana", señaló.

Por más abrazos, son más los balazos

En la entrevista también reprobó la inseguridad e impunidad en el País.

"Siempre hay zozobra en la gente, gente levantada, gente desaparecida. Esto por más, abrazos entre comillas, que se compartan, son más los balazos que están apareciendo en escena. La impunidad cada vez más descarada y la ineptitud de todas las autoridades de todos los niveles que tienen responsabilidad sobre este tema. Esas impunidades y esas complicidades a mí me preocupan mucho.

"Creo que hay que seguir exigiendo justicia, que la impunidad se acabe, ya estuvo bueno. Estamos hartos, como dice el poeta 'la pena tizna cuando estalla' y creo que en muchos niveles de la sociedad ya estalló. Aunque seamos sacerdotes, no somos intocables, antes les decía yo que al sacerdote se le respetaba, parece ser que ya se le comenzó a perder por lo menos ese nivel de respeto.

"Hasta ahorita yo creo que al sacerdote todavía se la había respetado, a la figura del sacerdote se le había respetado en Chihuahua, en Tarahumara, ya no hay eso por lo visto, y bueno, es una gracia de Dios que nos conceda dar la vida por los demás", lamentó.

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Exigen fin a violencia durante misa por jesuitas asesinados

Familiares y amigos acudieron a la misa en honor a los jesuitas asesinados en Chihuahua. Foto: José Aguilar

Daniel Santiago

Reforma. Monterrey, México(21 junio 2022).- Familiares y amigos del sacerdote jesuita Javier Campos Morales, asesinado ayer junto con el también presbítero regio Joaquín César Mora Salazar, en la Sierra Tarahumara, acudieron hoy a la misa en su memoria, ofrecida en la Parroquia Reina de los Ángeles.

Ambos religiosos fueron acribillados este lunes al interior de una iglesia de la comunidad de Cerocahui, en el Municipio chihuahuense de Urique, y sus cuerpos fueron sustraídos por sujetos armados.

La noticia consternó a la comunidad y a la iglesia, especialmente a la jesuita.

"Pedimos por todos los que en lugares como la Sierra Tarahumara y otros, como en Michoacán, sacerdotes, religiosas, laicos, obispos, con valentía, con generosidad, con alegría, sin importar el costo, están al servicio de sus hermanos y están en peligro y están en riesgo", dijo el padre Óscar Lomelín.

"Pedimos evidentemente que cese la violencia, la impunidad en nuestro País, la indiferencia de las autoridades, incluso, de la misma sociedad, de nosotros mismos".

Apenas el viernes pasado, el padre Javier había estado en Monterrey para celebrar sus 50 años de sacerdocio. Ese día concelebró una misa con el padre Lomelín en la parroquia de San Juan Bautista De La Salle.

El padre Javier Campos nació en 1943 en la Ciudad de México, pero su niñez y adolescencia vivió en Monterrey, mientras que el padre Mora Salazar nació en 1941 en Monterrey.

En la misa de hoy, el padre Lomelín destacó la tristeza, el dolor y la indignación del hecho.

"Pero también una sólida y firme convicción de que tenemos dos mártires. Muriendo en el cumplimiento de su deber, sirviendo, practicando la misericordia", dijo el sacerdote.

"(La obra de los dos sacerdotes) Tiene que despertarnos a todos, despertarme a mí y a los demás sacerdotes a una mayor entrega, a una mayor generosidad, a una mayor sencillez. A todos tiene que despertar, a nuestras autoridades para que se proteja la vida, se instaure la justicia, para que se cuide la integridad de las personas, de las familias, de los que hacen el bien, de todos". Hora de publicación: 20:01 hrs.

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